Carolina Darias, ministra de Sanidad, apuntó ayer en rueda de prensa que las mascarillas y su uso voluntario en exteriores es una medida "muy prudente", por lo que no se hace responsable del repunte de los contagios en España.
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Las vacunas contra el COVID-19 son experimentales y se han aprobado antes de tiempo por la situación de emergencia mundial, por ello se desconocen los efectos a medio y largo plazo, y la duración real de la inmunidad que general contra el virus SARS CoV-2.
El virus SARS CoV-2 es un coronavirus nuevo y de procedencia desconocida, que se cree que tiene procedencia animal, y con esto quiero decir que nadie sabe como funciona realmente, en realidad este virus está en estudio.
Recientes estudios han encontrado varias peculiaridades de este virus, una es su capacidad de mutar y por ello de adaptarse y otra es que dispone de varias medidas que le hacen casi invencible a nuestro sistema inmune, una de esas cualidades es que dispone de una envuelta de azúcares llamadas de glaseado que protegen a la proteína de pico y que es la que usa el virus para anclarse a las células humanas en los receptores ACE2, y esta envuelta impide que se peguen los anticuerpos que generan las vacunas, además dentro de la información genética del virus hay unas instrucciones que bloquean la producción de interferones que son la voz de alarma de las células.
Aunque recientemente con las nuevas cepas ya no son necesarios los receptores ACE2 para que el virus pueda entrar, ya que se ha observado en laboratorios que los ratones normales no modificados genéticamente y que no tienen estos receptores también se contagian, como muchos otros animales, paracticamente todos los mustélidos como hurones, turones, visones, comadrejas, ginetas, nutrias, etc, también felinos, leopardos, tigres, y muchos animales domésticos como perros y gatos, y una gran mayoría de roedores como ratones, ratas, ratones de campo, topillos, ardillas, conejos y liebres, además de otros mamíferos como ciervos, mapaches, algunos monos y primates, y por supuesto casi todos los murciélagos.
También es curioso observar la total falta de la presencia de los veterinarios en esta pandemia mundial, por que a lo largo de la historia han sido muy importantes para controlar a las enfermedades de transmisión de animales a humanos.
No podemos vacunar a todas las personas del planeta antes de que el virus SARS CoV-2 pueda mutar, y mucho menos vacunar a todos los animales sensibles a este virus.
Además las vacunas no impiden la transmisión del virus y por ello de su capacidad de mutar.
Las vacunas contra el COVID-19 o el virus SARS CoV-2, solo funcionan con los anticuerpos al máximo, por lo que he dicho antes de la capacidad de camuflaje que tiene este virus, por ello sería necesario vacunar a toda la población 2 o 3 veces al año, algo totalmente imposible.
Además tener los anticuerpos al máximo es muy peligroso, por las alergias y las enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple, le leucemia, el lupus, etc..
También las vacunas generan efectos muy peligrosos, y si las autoridades no alertan de estos efectos adversos pueden generar graves consecuencias y muertes. Primero están los adyuvantes, que son unas sustancias irritantes cuya función es la de estimular una reacción inmune, y que generan una inflamación normalmente en la zona del pinchazo pero que se puede extender a otras zonas como por ejemplo el corazón, generando una miocarditis. Luego está la reacción que aparece entre los 15 y 20 días del pinchazo, en ese momento aumentan mucho las proteínas de las vacunas que se pegan a los receptores ACE2 del sistema angiotensina-renina, bloquenado a la angiotensina II, y al aumentar mucho la angiotensina II en sangre se produce una respuesta del sistema simpático, y esto puede terminar en el síndrome de corazón roto.
Por todo esto las vacunas no son la solución.
Como ya he escrito antes en este foro, yo y mi familia en el 2020 nos curamos bebiendo un remedio casero pero sorprendentemente muy eficaz, se trata de crear una mezcla para formar el citrato de sodio, que es una sustancia alcalinizante o neutralizadora de pH, entre otras muchas cosas.
Los coronavirus junto a los virus de la gripe, el dengue y la fiebre amarilla, usan la vía endosomal para entrar en las células, y para que puedan liberar su información genética necesital un pH ácido, estamos hablando de unas pocas décimas de pH, y aquí entra el citrato de sodio fruto de mezclar zumo de limón o de lima, agua y bicarbonato de sodio, y por supuesto esta terapia es eficaz si se bebe esta mezcla durante varios días tras desaparecer los síntomas, como pasa con los antibióticos no hay que dejar antes de tiempo el tratamiento.
Pero en Internet y en el resto de medios de comunicación hay mucha censura, y por ello no he podido contactar con otros científicos para confirmar la teoría del pH.
No obstante este virus es un virus atípico y por ello solo lo podremos vencer de forma atípica.....