Iniciado por
pedromontes1994
Lo primero que habría que destacar es la torpeza de la RFEF que ha facilitado que un equipo no pueda celebrar sobre un terreno de juego el campeonato que ellos mismos dirigen y que, en teoría, les debería interesar promocionar. y, por si fuera poco, pretendía entregar la copa de la liga al Real Madrid el próximo sábado en el Nuevo Los Cármenes ante una afición que ese mismo día puede ser de segunda. Eso dice mucho del porqué del declive y descrédito de dicha organización, máxime, cuando no es arriesgado suponer que no ha sido por descuido o imposibilidad, sino, más bien, por mala intención. La sensación de gran parte del madridismo es que hemos vencido a pesar de todo y de todos, incluso, de que hemos ganado un campeonato ajeno.
Pero, en cuanto a la RFEF, conviene recordar que fue allá por los años 90 cuando un tal Angel Maria Villar trazaría su indisimulada alianza con José Luis Núñez, quien, a la postre, le condecoró. Llegarían los Tenerifes, el sistema de Arminio y Negreira, el nombramiento de Joan Gaspart como vicepresidente de la Federación tras arreglar las elecciones de 2004 (victoria que fue celebrada en la sede del dirigente bilbaíno con el himno del Barça sonando a todo trapo) y finalmente, la declaración de guerra de Arminio a Florentino. Fue el nacimiento, ni mas ni menos, de un sistema corrupto que perduró durante décadas y que no hubiera sido posible sin el beneplácito, de una prensa enemistada, desde su núcleo más poderoso (PRISA) con el presidente del Real Madrid. La elección de Florentino Pérez había abortado la operación de conversión en S.A. que habilitaba la compra del club por parte del imperio mediático. Jamás se lo perdonaron.
Y, si, José Mourinho que hizo La Liga de los récords en plena ERA NEGREIRA (100 puntos y 121 goles en 2012), tenía razón. El portugués siempre defendió que en el fútbol español había algo raro a favor del Barça: le llamaron conspiranoico, pero ahora sabemos que tenía razón. El técnico portugués fue la gran figura futbolística que fue denunciando –y poniendo su cara para ello– las cosas raras que pasaban en el arbitraje español a favor del Barcelona. se 'partió' la cara por el Real Madrid, algunas veces con aciertos, otros con fallos, pero fue quien hizo ver que pasaban cosas raras: «¿Por qué? ¿Por qué Obrevo, por qué Bussaca, por qué De Becklere, por qué Stark?». Eran los árbitros que habían ido con sus decisiones ayudando al Barça todos esos años. A todo ello le añadió una frase: «No sé si son muy simpáticos, no sé si será la publicidad de UNICEF o si es el poder Villar de UEFA»
Y, con todos estos hechos, el antimadridismo se agigantó, hasta tal punto, que periodísticamente terminó convirtiéndose en un negocio irrenunciable. Una aversión potenciada sin ningún tipo de límite, desbordada hasta lo grotesco. En la actualidad se justifica y hasta alienta el acoso racista hacia un joven - Vinicius - cuyo pecado es ser la estrella del equipo estigmatizado. Y no solo desde la prensa española, sino tambien desde las aficiones rivasles. Atras quedaron los años en los que los estadios recibian al club blanco con rivalidad respetuosa y festiva
Tras esa percepción reside el gran descenso de audiencias en partidos del Real Madrid en Liga, muchos de cuyos aficionados han optado por la piratería, una respuesta defensiva de quien no quiere financiar a quien le quiere destruir. Pero muchos otros optan directamente por ver solo los torneos internacionales. Eso explica la indiferencia con la que una parte de aficionados blancos han reaccionado ante la ausencia de un festejo por el título de Liga. Otros, en cambio, consideramos que, precisamente, es la profusión de hándicaps y adversidades lo que le da valor a un campeonato que vale por tres de otras épocas.
El Real Madrid quiere la depuración completa del CTA que todavía mantiene a los mismos que estaban presentes cuando ese organismo fue comprando durante décadas por nuestro rival. El resto se niega a esos cambios, los mismos hipócritas que aseguran que el CTA va con el Real Madrid.
El Real Madrid mantiene decenas de litigios judiciales con la LFP, cuyo presidente se refiere al nuestro en términos injuriosos y al que considera “el mayor peligro del mundo del fútbol”.
El Real Madrid está en contra de que Mediapro se encargue de la gestión técnica del VAR ya que sus propietarios, que a su vez poseen los derechos de difusión de las imágenes, son copropietarios de activos del FC Barcelona y avalistas de su presidente. En cambio, para el resto de las aficiones y clubes, la televisión y el VAR favorecen al Real Madrid. En este punto destaca por dicha actitud, muy especialemnte, el Atletico que, precisamente, ha sido el único club que no ha tenido a bien felicitar al Madrid por su reciente campeonato de liga. A los madridistas la verdad es que casi nos parece un motivo de orgullo. Que no te felicite un club en cuyo estadio y alrededores ocurren sistemáticamente episodios racistas perpetrados por un grupo neonazi (con dos muertes a sus espaldas) amparado por la directiva significa que estás haciendo bien tu trabajo.
Recientemente, la Federación, se ha aliado con la LFP y con Tebas, porque según ha comentado Pedro Rocha en petit comité: “es más fácil ir contra el Madrid que contra todos los demás”. Y este es el contexto en el que acabamos de ganar un título de liga. Una heroicidad que difícilmente puede eludir una celebración.
El Madrid ha ganado esta liga fraudulenta a pesar de todo, la liga de Negreira y de Medina Cantalejo, del Comité Técnico Arbitral podrido y de la Real Federación Española de Fútbol con la mierda hasta el cuello y en vías de judicialización. El Madrid ha vuelto a imponerse y ya son 36 veces, ha vuelto a ganar un campeonato hecho ad hoc contra él, levantado y construido desde hace tres décadas contra el Madrid y contra el madridismo.
Es la segunda liga en tres años, la tercera en los últimos cinco campeonatos pero, ¡cuántas ligas no nos han dejado ganar! Todas aquellas otras ligas, como la que le regalaron al Cholo en 2021 o la que ganó la Xavineta en 2023, con todo el pastel de compraventa de influencia arbitral saliendo a borbotones por la alcantarilla federativa y mediática.