El año 2019 ha concluido con un aumento de Producto Interior Bruto (PIB) real del 2% en relación al ejercicio anterior (ampliación en https://elgorgojorojo.wordpress.com/...-2019-resumen/).

Si nos remitimos a las previsiones contenidas en la “Actualización del Programa de Estabilidad 2019-2022”, enviada a las instituciones europeas en Abril del año pasado, vemos que se ha producido una desviación negativa de dos décimas.

La ralentización del ritmo anual de crecimiento del PIB, que en 2018 fue del 2,4%, ha estado motivada por la evolución de la demanda doméstica en la que ha tenido especial incidencia el comportamiento de la formación bruta de capital cuyo componente fundamental es la variación neta de activos fijos destinados a la producción.

Como aspecto positivo hay que referirse al buen desempeño de la demanda externa neta justificado, en buena medida, por la marcha de las importaciones.

Puede decirse que, desde la perspectiva del PIB, el primer ejercicio completo de Gobierno del PSOE, aunque en funciones en los dos últimos cuatrimestres de 2019, no ha tenido una especial repercusión negativa.

Esa apreciación no podrá mantenerse, en mi opinión, en relación al resultado de las cuentas públicas para las que preveo una importante desviación (por encima del 0,5% del PIB) respecto del objetivo del 2% del PIB establecido en el plan fiscal a medio plazo.