Iniciado por
Iagocor
El problema está cuando puedes encerrarte una o 2 horas en tu cuarto, te sacas una fórmula o un pensamiento filosófico de la cabeza y luego millones y millones se lo estudian y aplican como una teoría sobre la verdad de la sociedad de 8000mil millones de personas -o de una pequeña empresa...-
Y lo peor es que no es que todo el mundo sea gilipollas, es que hasta encaja. Y hasta puede ser la teoría más cierta del mundo. Pero que pasa? Que ni dios se atreve a probarla. y las mini-medidas que se toman a su favor siempre fallan en todo, pero como la mitad de ellas no nos damos cuenta y la otra mitad se pueden achacar -lógicamente- a la enorme cantidad de cosas que suceden en un solo segundo. Y esto ocurre también con las pocas veces que aciertan.
Luego están los que como tu dicen "la teoría que necesitamos". Como si realmente pudieramos elegir y saber que necesitamos...
Ya te digo. Las contradiciones que pueden encontrar en cualquier tontería fallan porque, como ya digo, cuando llegamos a los últimos argumentos, están basados en la lógica que todos creemos como cierta y que se ha demostrado como cierta. Pero que realmente no lo es, porque de premisas verdaderas y razonamientos verdaderos solo pueden salir conclusiones verdaderas. Y no lo son. La putada? Que es imposible para un humano conocer esas premisas. Y eso lo sabe practicamente todo el mundo, pero prefiere obviarlo para hacer lo que, como tu dices, "necesitamos". Aún sabiendo que es solo "vacio" y que no va a hacer nada.
Prácticamente todas las teorías son infranqueables porque, precisamente, todas fallan. Ahora, solo depende de en cuál nos fijemos y de la buena suerte que tengamos -nosotros, no la economía-, para que creamos que cierta acción en cierto lado ha hecho cierta cosa, y que por tanto cierta teoría es cierta.
Lo que pasa es que esa misma acción en ese mismo lado produce otra cosa distinta. Pero no por ello dejará de ser cierta, porque la economía es así.
"Si el celebro humano fuera tan simple que pudieramos entenderlo, nosotros seríamos tan simples que no lo haríamos". Por desgracia, esa afirmación es en parte falsa. Por suerte, es en parte cierta. La economía puede ser la gran bendición si somos conscientes de que no es una ciencia en absoluto.