Iniciado por
Juanjo
Por alusiones, el comerciante tiene un interés económico es obvio, pero el comerciante (habló del que tiene su pequeño negocio con el que subsiste) también es consumidor, y es un eslabón más de la cadena que esta en un tenso equilibrio que se puede romper con facilidad si hay tensiones por el lado de la venta o el de la compra. Si el vendedor se sube a la parra, se pone de acuerdo con sus colegas del mismo sector y especula para inflar los precios lo que logrará es ganar cada vez menos, porque la gente más abundante (las clases bajas) dejarán de ser sus clientes potenciales, y los clientes que si pueden pagar esos precios no van a compensar la caida de ventas de la salida de las clases bajas del mercado.
Mi padre fue comerciante toda su vida, y siempre me decía que era preferible sacar unas pocas pesetas de margen y vender mucha cantidad de productos que sacarle miles de pesetas de margen y vender una miseria, y con esa filosofía siempre saco lo suficiente para poder mantener a su familia. ¿Podría haber sido más ambicioso? Seguramente, pero el vivía en un barrio obrero y la gente de su entorno cuando va pillada de dinero se centra en consumir lo más vital y económico, y por sacar el doble o el triple de margen a lo que vendía quizás dejase de vender un porcentaje importante de lo que ya vendía. Además, el mismo veía lo que sucedía cuando los precios estaban altos, y como persona de la clase trabajadora sabía hasta que punto se le puede apretar a la gente sin que el sistema se vaya al carajo.
Respecto a la vivienda, en las grandes ciudades el problema es que la vivienda está en manos de bancos (por embargos de la anterior crisis inmobiliaria) y en manos de grandes fondos de inversión (por compra masiva de viviendas embargadas a precio de saldo en lo peor de la crisis). Y esos no miran por la gente, miran por los bolsillos de sus accionistas, y esos tienen su status lo suficientemente bien asentado como para mantener el mercado de venta o alquiler en mínimos para forzar la subida de precios.
Hay miles de casas vacías y precios por las nubes, no hay un problema de falta de oferta pues si salieran todas las viviendas al mercado los precios volverían a unos niveles asumibles. Además, en ciudades como Madrid ya no queda mucho suelo por urbanizar, tendrías que urbanizar terrenos en municipios limítrofes, que es precisamente lo que está pasando desde hace décadas, por eso las autopistas por la mañana de acceso a las ciudades principales están atascadas, porque millones de personas se desplazan desde sus ciudades dormitorio a sus puestos de trabajo en las ciudades.
No es normal que la solución para el pueblo llano sea irse a un pueblo o ciudad a una hora o dos de distancia y tener que perder tiempo de vida en atascos interminables, o endeudarse de por vida en algo que nuestra Constitución considera como un derecho fundamental. Y lo digo yo que soy de los pocos afortunados que se pueden permitir poseer una casa en la ciudad de Madrid con los precios de hoy en día, aunque sea pagando la mitad de mi propio bolsillo e hipotecandome a 20 años para pagar la otra mitad.