Parasitos Españoles

José Mota, el cómico millonario que vive en una mansión de 1.000 metros



Desde que se separó de Cruz y Raya ha amasado una fortuna considerable. Tras 'La hora de José Mota' vuelve a la tele con Antena 3.
José Mota.
José Mota. GTRES

Tribunales. José Mota gana el juicio contra la constructora de su casa tras cuatro años de batalla legal

Reírse tiene un precio muy alto, pero merece la pena. Cuando TVE fichó a José Mota (55) para crear su programa La hora de José Mota nadie se esperaba que cada minuto de sketches costara al erario público la friolera de 12.000 euros. Así lo hizo constar la auditoría de la Intervención General de la Administración del Estado en la Corporación Pública cuando destacó que en 2010 había sido el producto más caro de la cadena. También es cierto que el productor, director, guionista y actor consiguió un promedio del 20% de share y poco más de 3,5 millones de espectadores.

Tras pasar por Telecinco con un poco menos de éxito, el humorista acude a El Hormiguero junto a Malú y Arturo Valls para presentar su nuevo proyecto en Antena 3, Mask Singer: adivina quién canta, en el que doce famosos disfrazados demostrarán sus aptitudes con las cuerdas vocales mientras se intenta desvelar a través de pistas sus verdaderas identidades.

Desde que se separara el dúo Cruz y Raya en 2007 tras dos décadas de éxitos (su otra mitad era Juan Muñoz), Mota ha amasado una sustanciosa fortuna que ha gestionado a través de varias empresas que, a principios de este año, se agruparon bajo una única sociedad de la que es administrador único, Producciones Nueva Línea Sociedad Limitada. Esta estructuración empresarial conllevó, según ha quedado registrado en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme), una ampliación de capital de 8,86 millones de euros.



En lo personal su situación va viento en popa tras haber superado el bache de una separación momentánea con su mujer, Patricia Rivas (47), y madre de sus tres hijos, Daniela, José y Valeria, con quienes vive en una suntuosa mansión de 936 metros cuadrados en la elitista colonia de Mirasierra (Madrid). Desgraciadamente, lo que prometía ser un dulce hogar se tornó en pesadilla hace cuatro años porque la constructora Cospusa S.A. aisló deficientemente la casa (sus hijos llegaron a tener neumonías), los azulejos se caían, las puertas y ventanas no cerraban...

Fue la versión moderna del filme Esta casa es una ruina protagonizado por Tom Hanks. El pasado enero ganó el juicio contra la empresa anteriormente mencionada, que le tendría que indemnizar con 200.000 euros tras declararse en quiebra.