Tema serio ¿Puede haber paz sin imperio?

Steven Pinker es el divulgador más conocido de la tesis sobre la pacificación humana universal o “larga paz”.

Iniciado por Resumido por Allan Dafoe

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Vivimos en una era de paz históricamente sin precedentes. Tanto si nos fijamos en una escala temporal de décadas o siglos, las guerras se han hecho menos frecuentes (...) Hay menos guerras entre grandes potencias, menos guerras en la Europa occidental, menos años de duración en las guerras de grandes potencias, y menor redistribución de territorios después de las guerras. Otras tendencias, no tan fácilmente cuantificables, son evidentes. Los países ya no codician el territorio de los demás, ni temen la invasión o coacción militar, como lo han hecho a lo largo de la mayor parte de la historia. Las identidades y aspiraciones nacionales están basadas menos en la gloria marcial, el honor, y el dominio.

La ausencia relativa de guerra, y especialmente de una guerra de Gran Potencia, desde el fin de la segunda guerra mundial, ha sido denominada Larga Paz. Por más increíble que esto parezca a los lectores de historia, estas y otras tendencias sugieren a muchos académicos que es posible que persista la Larga Paz.

Otro “optimista racional”, Max Roser, ha creado gráficos llamativos para ilustrar la noticia, mostrando el declive en homicidios o muertes en guerras, o comparando el nivel de violencia experimentado por las sociedades con y sin estado.



A grandes rasgos, los optimistas racionales atribuyen esta “larga paz” a los efectos benéficos de la Ilustración anglosajona, las instituciones republicanas y el “dulce comercio” (Peter Frost remonta el proceso a la pacificación genética romana y el medievo cristiano, Robert Kagan responsabiliza a la pax americana):

Los pensadores de la Ilustración sostuvieron que era posible (progresar), por supuesto, y en tiempos victorianos el progreso se convirtió en un gran tema del pensamiento anglo-americano. Pero desde entonces el pesimismo romántico y contra-ilustrado ha tomado posición en la vida intelectual, apoyándose en desastres históricos como las guerras mundiales, y las preocupaciones con problemas antropogénicos como la polución y la desigualdad.

Pero para el apóstol de las estadísticas Nassim Taleb el razonamiento de los optimistas racionales sobre la “larga paz” es falaz. En su cuenta de Twitter trata abiertamente a Pinker, Shermer, Harris o Dawkins como “imbéciles”, “fraudes”, “impostores”, o “vendedores de humo”.

Taleb describe la “falacia de Pinker” como “teorizar o difundir inferencias anecdóticas basadas en ruido estadístico –falacia del jugador– en dominios de cola gruesa empleando métrica procedente de dominios de cola delgada, produciendo teorías fallidas a causa de explicaciones de estilo aleatorio”.

En estadística, las distribuciones de cola gruesa son colas de distribución de datos caracterizadas “por su poca frecuencia relativa”. Es decir, en este tipo de distribución la probabilidad de que un evento desviado de la media tenga lugar es mayor que en las distribuciones normales. Por ejemplo, las “colas de mercado” suelen ser más gruesas que las distribuciones normales (como la altura o la inteligencia), por lo que esta distinción juega un papel importante en los modelos de predicción sobre riesgos financieros.

Para Taleb, los actos terroristas, o las guerras mundiales, serían también dominios “de cola gruesa”, por lo que apenas es posible hacer inferencias sobre el comportamiento futuro, y la tesis de la “larga paz” queda bastante tocada en particular si se compromete con estas formas de violencia.



Por consiguiente, el género humano se comporta muy bien cuando imita, en cuanto su naturaleza lo permite, los ejemplos del cielo. Y, estando el cielo regulado en todas sus partes, movimientos y motores por un único movimiento, es decir, por el del Primer Móvil, y por un único motor, que es Dios, como la razón humana puede, filosofando, conocer con suma claridad, si razona correctamente, la humanidad alcanzará la mayor excelencia si está regulada por un solo príncipe, como único motor, y por una única ley, como único movimiento. Por todo lo cual queda claro que es necesario que exista la Monarquía o principado único llamado «Imperio», para bien del mundo."

- Dante Alighieri (De la Monarquía)

No existe paz duradera.

El árbol quiere la paz, pero el viento no se la concede.