ok
identifícate madero. Se acerca una parejita de tipos con aspecto de duros pidiendo documentaciones. Supuestamente son polis. Pero no te enseñan la placa. Uno de los presentes está dado por desaparecido en su ciudad. Conoce a uno de los dos secretas. Sabe que son polis. Nos confirma que lo son. Pero los putos maderos no sacan las identificaciones. Es de mala educación pedir que te presentes como ciudadano a alguien que no lo hace. Si se lo indicas, lo más probable es que haya mal rollo. Al final ganaríamos por razones legales. Pero tendrías que aguantar la bordería de gente violenta, su prepotencia y algún eventual abuso. El tipo que los conoce tiene mucha, mucha calle. Ni se le pasa por la mente decirles que se acrediten. Un ciudadano idealista orgulloso de su condición lo haría. Pero el marginal ya sabe lo que se puede esperar de los famosos derechos. No los hay. Me encanta ésta falta de creencia en la bondad del sistema. Yo empiezo a exportarla a otros ámbitos ya. Si puede salir mal, saldrá mal. Y si no, descanso para la mente. La ilusión de todo descreído es pegarle una paliza a un policía. Por la espalda es de cobardes. Por de frente es de tontos. El marginal se caga en la puta madre de los dos cuando desaparecen. Yo hago lo mismo. El odio se puede mascullar por lo bajo, sin que se note o note mucho. Las rebeliones se hacen de noche. Con traición y alevosía. Por eso la asertividad es un disparate funcional. Sólo puedes reclamar tus derechos contra el abuso del sistema dentro del propio sistema. Por eso no voto. Por eso me rajo a la primera señal de feminidad dura. Por eso no me despego del resentimiento y del verbo.
mi sueño es una hijA de putA diciéndome eso.El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.