Estaba afeitándome para ir mañana a trabajar

Y entonces me he acordado del libro que me leí hace poco. "Una breve historia sobre casi todo". Explicaba muchas cosas, pero yo me quedé con que la mayoría de los científicos fueron desdichados. Sus descubrimientos fueron desacreditados por sus coetáneos, a menos que estuviesen inscritos dentro de la corriente en la que se encontraban. Sus vidas fueron desdichadas. Perdieron muchas cosas.

No todos. Pero sí algunos. Ni siquiera sé sus nombres. Personas que hicieron descubrimientos de arqueología, astronomía y geología sobretodo.

El caso es que me acordé de la frase de "la ignorancia da la felicidad". Y me hizo gracia. Si por muchos fuese, solamente seríamos felices. Seguiríamos en la etapa de fascinación por las heces. Tirándonoslas entre nosotros. Hasta que dejasen de generarse porque no queda comida, y nos pegásemos los unos a los otros hasta que algunos muriese, nos alimentásemos de su cadáver, y le diésemos a los árboles tiempo de germinar (por puro azar, porque desconoceriamos su funcionamiento), para posteriormente volver a ser felices tirándonos mierda y follándonos a las hembras, olvidando lo pasado y quedando como una enajenación mental transitoria que no juzgará ningún juzgado, porque no existiría ni la categorización ni el edificio.

La vida es triste. Pero la felicidad del tonto la tiene también el listo. Es feliz haciendo tonterías cuando quiere, y es feliz siendo listo.

Me ha recordad a las palabras de este sabio hombre: