
Iniciado por
Anodina
Por desgracia.
Era un tipo muy guapo (lo veo ahora y vomito, pero bueno). Me canmeló contándome su infancia infeliz, y como me vi reflejada, y creyendo que podía ayudarle con sus traumas, pues p'alante que fui.
A los tres meses consiguió meterse en mi casa. A ver, que no se metió sin invitación mía, pero lo insinuó tan bien que prácticamente la idea parecía mía.
En cuanto consiguió eso, cambió radical. De ser el tipo atento y romántico, con sus defectos pero salvables, a ser una jodida garrapata económica y emocional.
Se suponía que había dejado los porros y las drogas, que los porros aún me da igual que alguien fume, pero la coca, máxime cuando estamos hablando de echarte una raya para salir a cenar, pues no. Pues al final no había dejado nada, y lo que es peor, por no oír quejas o tener discusiones, la María se la acababa comprando yo. Y su coca cola, que no faltara, porque no comprarle su botella diaria era sinónimo de no pensar en él.
Todo esto, que no trabajaba. Llegó a contar que mis compras eran paupérrimas y le estaba matando de hambre, para que su padre le soltera dinero que gastarse en drogas. En casa no colaboraba, ni de una forma ni de otra, y todavía tenía los huevos de quejarse, lo juro, por si echaba más fregasuelos en el cubo del que él consideraba necesario.
Como buen manipulador, me alejó sutilmente de mis amigos. Que hasta las tías querían beneficiarseme, según él. Y yo le creí. Me considero inteligente, pero joder, ese año me tuvo que dar un ictus como poco.
Cuando veía que yo empezaba a quitarme la venda, tiraba de la carta de la pena... Que si no había aprendido a amar, que si necesitaba un psicólogo para su ira, y yo venga, que hasta le pagué una terapia a la que, tiempo después, me enteré que no iba.
Su único trabajo estando conmigo, consistió en ir a regar una plantación de marihuana donde le pagaban en producto..
Ni CVs sabía echar solo. Tenía que acompañarle como a un bebé, y una vez se molestó cuando en una tienda me quisieron entrevistar a mi.. que le estaba quitando oportunidades decía. Me hacía sentir culpable hasta por saber idiomas, diciendo que él no tenía facilidad y le hacía sentir de menos cuando hablaba con algún guiri en la calle que pedía indicaciones.
Cuando ya por último estaba yo tan desgastada que me daba igual seguir viviendo y le dije que se fuera, me amenazó con suicidarse. Me dio pena y le aguanté dos semanas más. No recuerdo qué coño hizo o dijo pero acabé estallando, y cuando volvió a decir que si le dejaba se mataba, cogí un cuchillo y le dije que uno de los dos no salía del piso si no se iba. Creo que vio en mi tal mirada de psicópata, que no dijo nada, recogió sus cuatro cosas, y se fue.
Estuvo vigilándome un tiempo hasta que se fue a otra comunidad.
Al par de años, tras bloqueos y contacto cero por mi parte, consiguió contactarme una navidad. Como soy imbécil, quiero decir, educada, le pregunté qué quería. Y sorpresa: se iba a venir de vacaciones con un colega y no tenía donde quedarse, que ni su padre le quería en casa. Me reí, le mandé a la mierda, y no supe nada más.