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Sensei
Bueno, más bien me corrí encima de ella. Así que por fin he alcanzado el penúltimo escalón de la demacración heterosexual, el último escalón imagino que sería una discapacitada fiísica y/o mental. Todo a su tiempo. No estoy orgulloso de ello, tampoco es que estuviera excesivamente gorda, pero la situación de la noche me llevó a ello y siento la necesidad de compartir este triunfo con el foro.
El caso es que el viernes me reencontré por la calle con Tania, una mallorquina con la que coincidí en un grado hace unos años. Alta, delgadita, de cara normalilla pero tenía muy buen cuerpo y era maja de cojones. Nos llevamos bien y en su momento hubo algo de tonteo que no llegó a nada porque a mitad de curso se sacó un noviete. Me contó su vida, me dijo que había vuelto a Barcelona hace un año con unas amigas y blabla, que nos dieramos el wats para quedar algún dia a tomar algo blabla.
Al dia siguiente me dice que si me apetece ir a su piso a tomar algo después de cenar, genial, rapidito y al lío, pensé. Me ducho, me dejo los huevos más suaves que el asiento de un Lamborghini, joder hasta me puse colonia pensando "ni hace falta..."
En fin, llego a su piso y sospresa, estan las putas de sus amigas. 3 concretamente, las 3 de Mallorca. Una tia bastante guapa, un puto demonio que se ha escapado de algún portal dimensional, y una gordita de esas que si se quitara los 20 quilos que le sobran, igual hasta le dirigías la palabra.
El primer problema de la situación es que si personalmente el catalán no me entusiasma y el xarnego me da puto asco, el mallorquín directamente es el jodido infierno para mí. No es solo que me resulte jodidamente desagradable de oir, es que no me entero de una puta mierda. Y claro, como yo ya hablaba en catalán con tania, pues aguantar a 4 putas cotorras borrachas berreando mierdas en ese dialecto del inframundo que hacía que me provocara úlceras hasta en los párpados.
El segundo problema es que eran jodidamente imbéciles, las 4. Cuando llegúie además ya iban medio pedo y pensé en el desperdicio de la botella de Brugal que había traído. Tania me decepcióno, no la recordaba tan insufrible y pedorra, imagino que el alcohol influía, pero me puso de los nervios. La guapa era sin duda la más subnormal de las 4, era una persona objetivamente inútil e incapaz, no merecía la pena ni hablar con ella porque se expresaba como una niña de 12 años que acaba de descubrir la Super Pop, cada una de sus intervenciones era una jodida oda a la verguenza ajena. La fea no hablaba mucho, pero dejó algunas perlas feminazis y me limité a observarla desde el burladero, no fuera que lo suyo fuera contagioso. Y la gorda era una puta pesada de cojones que no paraba de hablar y chillar. Asquerosas las cuatro, tenía ganas de tirarme por el balcón o degollarlas con el primero vaso de cubata que pillara, pero tras estar aguantando semejante puta mierda de espectáculo mis ganas de meterla en caliente iban in crescendo, era de justicia que así fuera, me lo merecía por aguantar a esos escombros de mujeres.
Y aquí vino el tercer problema de la noche. Tania tenía novio. Hija de la grandísima puta, ayer me pides el wats para quedar, hoy me invitas a tu puta casa a tajarla, y resulta que tenías novio. Sabes qué puta, que me la suda. Voy borracho, estoy asqueado, te odio y me la suda tu vida, así que a la mínima que cierres los ojos, te encontrarás mi polla a un palmo de tu napia. Pasé al ataque y alejé un poco a Tania de ese grupo de abortos, me puse a hablar con ella en un uno contra uno a ver si podía reconducir el tono de esa noche tan absurda, pero ya era un poco tarde, las 4 estaban con un pedal acojonante, pero aun así todavía me la podía follar ni que fuera en contra de su voluntad. En un momento dado le dije que me enseñara su mierda de habitación, y a mitad del camino en el pasillo (el pasillo más largo y oscuro que he visto en mi puta vida, sé que no es un hecho relevante pero esa gilipollez me llamó la atención) arrimé la cebolleta por detrás la abrazé, le empecé a comer el cuello y se dejó hacer. Un par de piquitos y me dijo que jiji estate quieto, volvimos al comedor con el grupo (luego no te escapas, pensé) y al poco rato se larga a potar. Resaltar que el orco del grupo ya no estaba, a lo mejor hacia rato que se había ido o a lo mejor esa tipa solo formaba parte de mi imaginación, pero ya no se la veía, se notaba el ambiente menos cargado. Genial, Tania potando, sus dos amigas borrachas en el lavabo con ella y yo en el balcón con cara de por qué cojones Dios es tan hijo de perra.
Al rato vuelven y ni rastro de Tania, la habían metido en la cama y adiós muy buenas. Pero yo estaba borracho perdido y las únicas opciones que contemplaba en aquel momento eran o meteme en la habitación de Tania y hacer un desesperado intento por follarme a algo parecido a un cadáver, o asaltar a la guapilla que hacia rato que ya no me lo parecía de lo jodidamente ostiable que era. La primera opcion quedaba descartada, no por honor, decoro ni mierdas, sino porque esa puta acababa de vomitar y lo más probable es que oliera a vertedero de Bangladesh. Así que la intención era ir a por la retra, peeero estaba al borde del coma. Y al parecer también tenia novio, pues no me la suda ni nada hija de puta, esta noche me corro sí o sí, ni que sea en tu puto bol de cereales, pero por mis cojones que yo me corro en esta casa de mierda. Me senté lo más crecano a ella, pero ya estaba super ida, en ese punto que no sabes si se va a quedar frita o se va ahogar en su propia pota, así que al poco de estar con las dos, dijo que se iba a dormir, se fue a un lavabo, se encerró y esa fue la última vez que la volví a ver. Estuve hablando un rato con esa gorda pesada, que no era del todo fea ni tampoco era obesa pero era una gordaca y era tan jodidamente pesada que mientras hablaba lo único que hacía era quedarme empanado mirando los oibjetos horteras del comedor mientras me preguntaba qué mierda estaba pasando con mi vida.
En fin, me levanté para ir a mear ya decidido a largarme de esa puta casa infernal, me pasé por el lavabo donde estaba la zorrona esa, llamé, nadie respondió, di por sentado que había fallecido y me fuí al otro lavabo. Recuerdo que mientras iba hacia el lavabo me iba cagando en los putos muertos de esas idiotas en voz alta e iba dando tumbos por el pasillo como si fuera un puto viejo loco de barra de bar. Oriné como un puto cerdo, y al sacudírmela para dejar las últimas gotas en alguna baldosa de la pared, cometí el error de sacudírmela de más. Vamos, que me la empecé a pelar a velocidad super saiyan, y en un momento de claridad mental y espiritual vi la luz y un arcángel me susurró al oído: fóllate a esa puta ballena.
Eh, why not? Lo cierto es que de cara la tia no era fea, o al menos eso me quería hacer creer a mí mismo. Salí empalmadísimo del lavabo, y me senté pegado a ella en el sofa, como quien no quiere la cosa. Iba pasadísimo de rosca, y viendo lo patética que estaba siendo mi noche pensé que la puta guinda del pastel sería que esa puta gorda me rechazase, lo cual hacia que me descojonara por dentro, y casi lo deseaba para por fin darme motivos para ir a la cocina, coger un cuchillo jamonero y salir en las noticias al dia siguiente. Pero no, la hija de puta esa se coscó de mis intenciones nada más sentarme, y se giró hacia mí poniéndome una mano en el muslo y pegándome sus pechos a mi brazo. Al menos no es una gorda sin pechos, que ese debe de ser el cúlmen de la hijaputez de Dios, a veces me pregunto de qué sirve una gorda sin tetas, pero bueno, que no era el caso. La tia seguía hablando como si nada pero yo ya no estaba para mierdas, pasé su mano de mi muslo a mi polla y con la otra rodeé su cuello mientras le palpaba una teta. La tia se me lanzó al morro y me empezó a besar como si hiciera meses que no comía, mientras gruñía como una gorrina. Yo que iba empalmadísimo me dejé llevar y durante unos segundos le metí la lengua hasta la tráquea mientras aprepata sus pechos grasientos con toda mi fuerza. Pero solo fueron unos segundos, recordé que estaba de mala ostia, que era gorda y que era insportable, así que la aparté, me puse de pie con una rodilla apollada en el sofá, me saqué la polla y no tuve ni que moverme porque la tia saltó disparada hacia mi verga como un somalí salta a por un trozo de pan. Entendí ese dicho que decía algo así como que había una ley universal que te pemitía follarte a las gordas con todo el desprecio del mundo, así que seguí tan ancestral tradición para no joder las leyes del universo y que este se colapsara en sí mismo, y la pillé por los pelos y me la follé por la boca con desprecio, recordándome otras experiencas sexuales fallidas. Le saqué las tetas para hacer algo mientras me la chupaba, en ocasiones ella alzaba la vista y me miraba pero yo la apretaba hacia mí para que el ángulo de visión impidiera que me volviera a mirar. Y poco más, cuando noté que me iba a correr me aparté y me corrí encima de ella, la tia no se apartó y abrió la boca de par en par, lo suficiente para verle un par de empastes negros y recordarme que ya no podía caer más bajo. Pero yo no quería correrme en su boca sino encima de ella que para algo la saqué de sus morros, así que me limité a dirigir mi pene y me acordé del Mario Sunshine mientras iba tratando de acertar a todo menos a su boca. Fue gracioso. A los 30 segundos ya estaba llamando al ascensor, recuerdo que lo único que dije fue un "pues bueeeeno" aunque en mi defensa diré que le dije adiós con la mano e incluso creo que sonreí.