Asi nacen los delfines.

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El sexo con una delfín hembra se realiza mejor en aguas poco profundas, así será cómodo para ambos.

Acuéstala de lado, con el vientre hacia ti. Apóyate sobre los codos y ponte boca abajo. Presiónala con una mano y dirige tu pene con la otra. Ella se inclinará debajo y se inquietará un poco, pero estos son los movimientos que harán que su posición sea más confortable. Tan pronto como tomes la posición deseada, la vagina de la delfín hará varias contracciones musculares, luego comenzará a moverse hacia ti con sacudidas rítmicas.

Todos estos movimientos serán tan agradables que llegarás al clímax muy pronto. Los zoófilos experimentados dicen que las hembras, por regla general, siempre se adaptan a sus parejas. Contienen su orgasmo, hasta el momento en que ocurre en su pareja sexual. Las hembras requieren una actitud más sutil y sensible hacia ellas mismas. Acariciala suavemente con una mano, estimula su clítoris con la otra. Está ubicado en la parte superior de su abertura genital, y si está excitada, el clítoris se hinchará y se parecerá a un pequeño tubérculo.

Frótalo con las yemas de los dedos, pero no intentes hacerlo por vía oral, porque corres el riesgo de quedarte sin nariz. Una delfín hembra puede golpearse la cola por placer. Introduce suavemente tu mano en su agujero de excitación y acaricia suavemente allí. Acaríciala constantemente, acaríciala, déjala sentir tu amor. Después de un tiempo, será superada por un orgasmo. Estará acompañado de temblores, pequeñas sacudidas, a veces sonidos y entumecimiento tio