Nunca he sido muy de bicicleta y tal por aquello de que la infancia es la patria del hombre. Y yo en ella aprendí que los que andan en bicicleta son unos empanaos de la vida (si eres un crío te lo disculpo, pero un HOMBRE a partir de sus 18 necesita carro) que van por ahí mariposóneando o en el mejor de los casos son los típicos domingueros que salen a hacer en canelo con la bicicletita pidiendo que les metan un pase fino. Los triunfadores de la vida van en BMW, Mercedes y demás premium que equivale tanto a decir que tengo ESTATUS, me va bien, soy mejor que tú y cuando suelto acelerones en semáforos las bragas se empapan y los cuellos se rompen. A las tías de hecho les encanta que vayas a buscarlas con el cochazo para así poder presumir de chulazo malencarado y buen carro con las amigas jijij y sentirse envidiadas; el chute que ello les proporciona a su ego lo recompensan con mamazos garganta profundad siendo sodomizadas como auténticas putas sexualmente hablando (ellas mismas te lo dicen que son tus putas cuando eres ALFA).
Pero el rollo es que en Holanda la vaina es muy distinta y no quiero parecer el típico tío aburguesado aparte que es un coñazo hacer planes con gente y tener que tirar de bici de alquiler. En consecuencia quiero pillarme una cacharra potente para chulear duro y ya que estamos disfrutar de una TOP. He visto que hay unas de carbono cojonudas que aparte de no pesar literalmente nada tienen una aerodinámica y demás elementos que las convierten en preciados objetos de consumo. Salir a tomarte algo o a golfear en bici llevando una de puta madre en Holanda adquiere otro matiz. Te otorga integración, espíritu moderno, bohemía. Eso a las mujeres les encanta. Obviamente valen pasta pero pagar entre 2.000 y 3.000 pavos por una buena bici es una inversión más en la vida. Lo que pasa es que soy ignorante en esta materia y paso de andar mirando tiendas y comparando o tirándome por la más cara.
A ver qué me contáis nanos.