Cuando la realidad es muy insoportable las personas la niegan.
Durante el Tercer Reich corrían rumores sobre el exterminio de judíos, los guardias de los campos hablaban, el personal que trasladaba en tren a los miles de judíos se hacía preguntas... En la región que ahora es Bielorrusia, reunían a millares de judíos de diferentes pueblos y los fusilaban en los bosques, forzosamente algunos eran testigos del asesinato sistemático por fusilamiento.
Había información más o menos fiable que llegaba a los líderes locales, pero estos se negaban a creerlo, decían: "no tiene sentido que nos maten, Alemania está en guerra y necesita mano de obra, tiene que haber otro destino para las decenas de miles de deportados".
Ahora, tú puedes decirle a alguien: «
mira, hay contradicciones en el relato de las autoridades, la OMS está financiada por organizaciones privadas y no es imparcial, los tests PCR se han usado para adulterar las estadísticas, los Mass Media han llevado a cabo una campaña de manipulación y propaganda a través del miedo...».
Y es casi imposible que la persona a la que se lo digas no haya sido consciente de al menos un par de esas afirmaciones, sin embargo, se niega a creer que eso esté pasando, porque si eso está pasando tiene que hacerse una pregunta: "¿por qué?".
Esas personas son nuestros padres, nuestros hermanos, primos, compañeros de trabajo, vecinos... Y no quieren hacerse esa pregunta: "¿por qué?". El problema son las implicaciones que tiene darle respuesta, uno quiere llevar una vida cómoda y no comerse demasiado la cabeza,
o en todo caso comérsela con sus propias neuras. Sobre todo en la Europa de los Estados del Bienestar, vivimos con el mito de la democracia y la corrección política, con el mito de los derechos humanos...
La respuesta a la pregunta "¿por qué una falsa pandemia?", conduce a una realidad que resulta demasiado dura y traumática de aceptar, la respuesta es: "para que la gente se vacune". Y obviamente, si tienes que engañar a las masas para que se vacunen, es que la vacuna no contiene nada bueno.
Pero, ¿qué objetivo tangible podría tener la vacuna? El factor común de los organismos supranacionales que presionan para la vacunación de los ciudadanos es una ideología neomalthusiana, es decir, la creencia en los postulados del libro-informe "
Los límites del crecimiento" encargado por el Club de Roma al MIT en 1972. Este informe predice una catástrofe malthusiana consistente en el colapso de la civilización por agotamiento de los recursos naturales, y es significativa su pátina pseudocientífica por tratarse de un estudio encargado al MIT (Instituto tecnológico de Massachusetts
), que se basa en un modelo de dinámica de sistemas llamado "
WORLD 3". Recapitulando: el think tank del Club de Roma, financiado por los Rockefeller entre otros, publicó el libro "Los límites del crecimiento", cuya tesis era que si continuábamos creciendo a este ritmo, se produciría un colapso de la humanidad en 100 años (esto es para el año 2072). Tres años después, en 1975, el
memorandum NSSM 200 se aprueba como política exterior oficial de Estados Unidos.
El fragmento anterior del documento NSSM 200 que he citado, es crucial para entender el objetivo de reducir la población y de las diferentes políticas aplicadas desde la ONU a tal fin.
Para comprender bien las implicaciones del documento NSSM 200, hay que considerar que: cuando se habla de "minerales extranjeros" se refiere en todo momento a reservas probadas de combustibles fósiles y uranio, así como otros minerales estratégicos; Cuando se habla de "política demográfica" se refiere a políticas de reducción de la natalidad, esterilización y aborto; Cuando se habla de "disminución de las presiones poblacionales", se refiere a la reducción de la población para garantizar que este exceso de humanos no consuma las reservas limitadas de combustibles fósiles y uranio, que son vitales para los intereses económicos de Estados Unidos.
Esto significa que hay una agenda de despoblación en marcha.