
Iniciado por
Civuyk
No.No se sale.
Mucha suerte. Quizás nos veamos en reuniones aunque yo hace años que dejé de ir.
Pero quien sabe, nunca es tarde para volver a intentar dejarlo.
Bebida favorita?? Yo empecé con vodka. Porque era el licor más baratos que vendían en los supermercados cercanos a mi casa.
Ya era bebedor habitual a los diecisiete. Eso es algo que sé ahora por supuesto, en su momento no te das cuenta.
Por aquel entonces todavia era un bebedor principalemente social y salía mucho de fiesta, aún con todo ya acostumbraba a guardar una botella bajo el último cajón de mi mesilla de noche.
Retraba el cajón y abajo habia suficiente hueco para guardar una botella, un día mis padres lo descubrieron porque movieron el mueble y tintineo el vidrio. Fué la primera vez que me mandaron al psicólogo.
Antes de mi diagnóstico ( no alcoholismo otra cosa que no viene al caso) Tras dos meses de terapia el psicólogo me dió por perfectamente recuperado, ya no bebia y mantenia relaciones sociales sanas no basadas en el consumo de drogas. Por esa época me pasé al whiskey, que ya no abndoné jamás, mi rubia preciosa. Lo escondía tras la rejilla de los conductos de calefacción. Cuando me fuí de casa por primera vez entre las pocas cosas que me llevé fué una botella a medio terminar, tambiñe le daba al MDMA en esa época.
Y bueno, para que seguir, otras drogas han entrado y han salido. Recaidas épocas de sobriedad, confesiones. intervenciones, promesas y después de todos estos años aquí seguimos.
La realidad es que no quiero dejarlo, he bebido demasiado y durante demasiado tiempo. Beber y dejar de beber.
Levantarse y volver a caer. Ese constante proceso de promesa y engaño, de creer que realmente puedes dejarlo y siempre te das cuenta, de que no.
No puedo porque siempre encuentro un momento, un respiro en el curro, una madrugada, un lunes a las ocho. ¿Por qué? ¿Por qué coño no voy a beber?
Si no quiero nada más. Te cuentas mentiras a ti mismo te dices que bebes porque te hiceron daño, para olvidar, para mitigar el dolor y solo con el tiempo te das cuenta que bebes porque quieres, por la misma razón que te gusta estar solo. Lo he preferido a mi familia, a mis parejas, a mis amigos. Siempre elegí beber. La gran verdad sobre mí mismo es que yo elegí esto.
Es mi último vicio. He dejado las drogas, no fumo, no bebo cafeína, no como ningún alimento procesado, he cortado casi por completo el azúcar a excepción de la fruta o miel.
Todo eso fue fácil de cojones, pero joder si la botella no está en mi cabeza, siempre.