Iniciado por
cypo
ésta noche han debido de descuartizar a alguien. O alguna suerte de animal desconocido para la ciencia, con capacidades guturales humanas, había caído en alguna trampa. A las tres de la madrugada o así, durante unos veinte minutos, luego calló...
Por unos instantes me pareció una mujer a la que hubieran amordazado y estuvieran pasando a cuchillo. Y experimenté placer. Luego asco por ese placer. Y reflexioné sobre las veces que un gesto contrariado de mi persona haya podido causar encogimiento en alguna hija de Eva. Deseando ser justas y humanas, pero también desear, desear correctamente en torno a su tabla de valoraciones, y de evitar los peligros que las acechan cuando una memoria potente confunde los términos del juego y del romance pasa a la aberrante agresión. Un colega tiene el beneplácito de la naturalidad, incluso inquisitiva y cercana a conquistadora en algún momento rendija de la siempre cambiante realidad. Pero de un acosador sólo puede quedar asco marcado a fuego. O síndrome de estocolmo si acaso hubieran concesiones. La naturalidad permite el correcto despliegue de las violencias propias. Cuando no se despliegan se desbordan. Así que consideré animal a lo que estaba muerto y callado. Y dí por bueno el placer de meneármela pensando en la hembra sometida.