El “contrato de citas” como forma de protección de la propiedad.

En el transcurso de la vida, las relaciones de amor comienzan y terminan sin una fecha límite. Pueden durar unos meses, mientras que pueden durar años.

Por esta razón, dependiendo de la duración de la relación, el final del romance puede llevar a una disputa legal sobre si hay algún derecho de propiedad, pensión alimenticia o incluso herencia, derechos garantizados a quienes viven en una unión estable.

Como una forma de evitar los efectos inherentes de la caracterización de una unión estable, varias parejas se han unido al llamado " contrato de citas".

Este contrato tiene como objetivo garantizar, para uno o ambos, la garantía de que sus activos están incomunicados y no se compartirán, precisamente porque la pareja no vive en una unión estable.

También certifica que entre los declarantes, no existe el propósito de formar una familia , sino que están juntos en una relación de afecto, temporal y discontinua.

Aunque este contrato no está descrito por la ley, sus requisitos para realizar son aquellos inherentes al negocio legal general. Es decir: para que el contrato sea redactado, las partes del pacto deben ser personas capaces que lo firmen de manera libre y espontánea, y esto debe hacerse por escrito, por medio de un documento público (escritura pública) o privado que contenga una especificación de fecha.

Con respecto a su término de validez, cuando la relación va de una fecha a una unión o matrimonio estable, o cuando la relación termina, la declaración se extinguirá en todos los aspectos de derecho societario.

Finalmente, a pesar de la armadura que este pacto busca proporcionar a los deponentes, no debe usarse como fraude para tratar de evitar una unión estable. El contrato debe coincidir con la situación real de la pareja, de lo contrario no tendrá ningún efecto legal.

Pole