Roxette me hicieron cambiar el " cedé" que más metía en el equipo de música de mi adolescencia-juventud. Que solía ser el de Eurythmics.
sólo atendemos a los cambios en nuestros gustos cuando son identificables desde afuera por los demás de una manera fehaciente. Los cambios en los gustos son tan dignos de analizar como los que se producen en nuestra viciología. Hay incluso quienes piensan que existen " malos hábitos" que anuncian, por la vía de la estética, la degeneración de alguien. También puede suceder en dirección contraria. Pero son muchas más las estatuas de sal. De algún modo, el nivel de vicio determina el nivel de gusto y apreciación artística - y su contenido- y de ello resulta un " nivel de profundización" que ya raramente suele ser abandonado.
En el caso citado, fué una mayor apertura a una música menos convencional. En los gustos sólo suele contar el último. Como con las mujeres. El último gusto, y ésta es mi teoría, es sólo la enésima matización de algo que ya empezó desde el principio. Lo que debería permitir una " triangulación", una suerte de prognosis sobre la futura evolución, extrapolando.
Conocí a un reputado profesor que sólo amaba la clásica. Con el tiempo descubrió a Eros Ramazzotti. Lo consideró su apertura hacia una música más emocional. Ignoro por donde irá ahora


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Cuando años después sigues escuchando algunos temas, es porque estaban " en el linaje". En mi caso me gusta el binomio melodía-ritmo. Melodía, armonía y ritmo son parámetros " etnicos" del gusto. A un primitivo le haces emocionarse con ritmo. De lo contrario lo aburres. La melodía es como el contenido conceptual. Ya lo dijo Santana: si falla la melodía es como si no hubiese mujer, es aburrido. La evolución en los gustos musicales nos podría incluso vaticinar el tipo de sociedad hacia la que vamos.
Hoy en dia es todo bastante oscuro
