Dátiles maduros frescos

Ayer fué un dia duro de esfuerzos físicos para mí. Tuve que recomenzar de nuevo por una incursión nocturna en una de las madrigueras compartidas ( mi compi, mi compadre idiota, está exento de duda). Lo que valió la desaparición de algunas cosas. El metal es lo de menos. Pero me ha quedado claro que prefiero cargar con el equipo a guardarlo. Aunque la madriguera nos ha durado dos años inmaculada. Hasta que el idiota se llevó a una tía para follársela allí mismo.

Sólo comí dos latas de atún con un poco de salsa barbacoa encontrada en el típico paquete de aluminio anodizado hermético en el suelo. Eso y unos dátiles maduros, pero frescos - no pasos-. El dia transcurrió con suerte. Mochila nueva, esterilla, mosquitera, cortauñas y otras tantas historias más o menos básicas. Incluido un bonito termo de aluminio recubierto, forrado, de tela ( bueno, ya no... ) de algún " despistado" .

Los dátiles me dieron energía y una sorpresa: NO HE PROBADO EN LA VIDA LICOR TAN DELICIOSO. Una especie de mezcla de miel y vino de naranja. Pero también he descubierto lo que sucede si el dátil no está " paso" o seco por maduro:



Ese fruto redondeado y anaranjado esconde, además de un sabor exquisito, una fibra tan " estopa" que te facilita el tránsito por el colon. Pero te atasca de cojones en el recto.



Menos mal que cuando me lo propongo soy " muy delicada conmigo mism@ "

Por la mañana me he encontrado con el moro tocapelotas e he ido a muerte a criarle huevos. Como al tipo le gusta poner epítetos y jugar con el lenguaje ( es un tanto atípico y parece un profesor ruso de física, aunque es un paleto) he hecho lo propio con su futuro viaje en ciernes a " Israel". El tipo no se me ha ofendido. Ha empezado con mirada precautoria y ha puesto luego cara de " sí, me voy por fín". Tocáte los huevos, yo pensaba que el cínico alcóholico mamón no tenía ilusiones. En fin, al final casi tan amigos.

Las manos se me arquean al escribir. Estoy agotado física y muscularmente. Pero he dormido bien. Al final he llegado a una conclusión: llevarse bien con las contradicciones propias.

He conocido muchos guerreros que tomaban el pensamiento y la verdad como sistemas referentes absolutos. He conocido muchos pensadores que soñaban con hacer la guerra en plan cruzada. Donde uno no es, se forma un punto o espacio vacío que termina siendo un absoluto. Un cero que esconde alguna esotérica suerte de magia salvífica. De terreno para el culto kármico y supersticioso. De refugio para la justificación. De lugar en donde apoyarse. De consolidación de la realidad en su naturaleza de misterio. Pero si queremos luchar como Lee y pensar como Newton, éste es el precio:

el mundo es totalmente líquido

eres daltonico? es alimonado gilipollas, que pareces tonto tu también