De purgatorios y limbos, e infiernos

Actualmente la corrección política lleva a la declaración universal del amor y la bondad de Dios. O de cualquier cosa que guarde similitud con el Divino Redentor. La Naturaleza es Madre sabia. Ya tiene formato: Gaia. Una superwoman benigna que no decapita como la Kali esa de la India. Ratzinger quitó el limbo porque no era dogma de fé sino religiosidad popular. Olvidó que vox populi, vox dei. Ya nadie va al infierno porque Dios es psicólogo ( no psiquiatra, que esos son camellos) y aplica el teorema del niño malo que envía a Hitler a purgatorios solipsistas con toda la eternidad para decidir reformarse. Pero el purgatorio es sólo un sucedáneo del infierno. Algo temporal. Sospechoso por ser un limbo. Algunos matemáticos pensaron que los números primos tenían que ver con limbos. Ya que las matemáticas son el lenguaje en el que se escribe el universo. Así que los misterios debían de tener algo que ver. El 666 era sólo cábala. Pero podíamos hacer cábalas con estructuras autoconsistentes e inexistencia de fórmulas calculadoras que abarcaran la complejidad de ciertos guarismos.



Sin un culto a la maldad, o al menos a la realidad " extraña" de la vida, no cabe el conocimiento. Por eso literatura como el Libro Tibetano de los Muertos, el Apocalipsis o la Divina Comedia o películas como Hell Raiser o cuadros como los del Bosco tienen, y siguen teniendo, éxito. Los sapiens sapiens estamos acostumbrados a que la moneda de cualquier mejora - y el conocimiento lo es- se pague con riesgo.



La moratoria a las armas nucleares trajo la consecuencia de acuerdos suavones como el de Kyoto sobre cambio climático: acuerdos tontos que, pese a ser tontos, sobre detalles menores " negociables", entontecen en algunas facetas. Ya podríamos estar llenando el mundo de centrales nucleares. Pero nos dió por los molinillos de viento y los espejitos mágicos colectores solares. Vamos camino de la economía del hidrógeno y, sí, todo eso son cambios potencialmente interesantes. Pero lo flipante hubiese sido lo que se prohibió como " detalle menor", para ir abriendo boca a la distensión:

la propulsión atómica de las naves espaciales

Porque como bien dijo Carl Sagan: cultivar tomates " allá arriba" ni es exploración espacial ni es ná.

Satanás maneja la navegación mejor que Jesusito de mi vida. Que sólo se va de putas y se junta con mariposónes a devorar panes duros y sardinas raquíticas. Mefistófeles, Epimeteo encadenado. La literatura y la tradición son claras: el conocimiento profundo es pecado y potencialmente maligno.





Lo que impide un conocimiento profundo de la realidad es lo mismo que impide una transformación profunda de ésta. Querer conocerla sin transformarla sólo es lícito para herejes. El resto ha de usar una vía lenta llamada " la ley de los hombres".

Iniciado por Zoncio

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Joder cypo-T que pesado