Iniciado por
karpanta
A ver, los dos zumbaos del vídeo, dentro de su delirio nacionalista Yankee, dicen que como en USA no se vive en ninguna parte, y que el más desgraciado de USA vive mejor que el más portentoso de cualquier otro país. Y por eso, todo lo que hayan dicho antes, tengan o no razón, para mi, queda invalidado.
Y te pongo un ejemplo, y me vienes con no sé que mierdas del derecho del individuo, y que en USA si te lo curras, perseveras, cuando eso en 2018 no es verdad, cuando hay millones de americanos pobres, sin apenas cobertura sanitaria, llenos de deudas (la primera la de sus estudios universitarios, ya que les vendieron la moto de que con estudios universitarios su vida sería mejor),...
Y luego hay gente que vive como Dios (uy mira! acabo de demostrar su existencia), el primero un mantenido del Estado que parece que el pastizal que le pagamos entre todos no le basta, y que claro, en vez de hacer las cosas por España (como buen patriota que se dice ser) las hace por dinero (ya que les vendo a los moros un ave, me llevo un dinerito). Pero al yerno, lo repudia, por chorizo, cuando él fue el que le dijo que espabilara que no podía tener a su hija en un mísero piso de 300m2 de la zona más alta de la diagonal.
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). Inventarse palabras no es problema. Fueron los exploradores a lugares inhóspitos los que tuvieron que inventar herramientas. Los viajes al espacio exterior tuvieron consecuencias tales como los bolígrafos con inyección de tinta, las maquinillas de afeitar o el papel de aluminio. Del mismo modo, aquellos que exploren áreas determinadas del conocimiento ( o aspectos concretos multidisciplinares) están en su derecho de construir sus propios conceptos. Incluso en lo habitual, se me ocurre que si Madonna ha tenido una permanente influencia en la música se podría hablar de " permayencia" y medirla en " ciccones" ( apellido). Así, por ejemplo, nos podríamos preguntar por la longevidad de JLo y especular si tiene más " cc" que la susodicha. Me la pela si todo ésto es pelín infantil. No me pone tener que limitarme a las orillas del entendimiento de las cosas.
