desechando culturas, volviendo a descubrir la propia

si eres imaginativo, y no demasiado cabrón, ver las arenas de Dune, la aldea de Alderaan, las razas desérticas o las de páramos oscuros en satélites de película, todo ello, te hará vincular tu imaginación con lo exótico. Porque lo exótico da energía a la imaginación. Pero es una proyección. Al igual que los perros y los niños son TONTOS ( el cerebro lo pone el humane adulto) los exóticos asiáticos y tropicales son meras HORMIGAS. Los lugares que viven y la estética de lo que hacen NOS ES EVOCADORA. Pero la onírica cuando despierta resultados es en NUESTRO TERRENO. Nuestra cabeza.

es el elemento impuro y contradictorio que dopa la mente y la hace o la pone a crear ( a parir, vamos... ). En el proceso toda tu cultura propia te puede resultar demasiado cartesiana. Así vas y tiras al Dios Logos del cristianismo de Juan por el puto gordo cruzado de piernas. Mola. Pero no buscas en tu propio entorno cultural. No fusionas. Desechas lo propio. No se puede hacer una aleación con tan sólo uno de los metales.

en el proceso se puede retirar escoria de ambas partes. En el proceso descubres las buenas menas que tu minas tenían.

lo más duro de todo es la cristalización. Me apetece un metal puro de mi propio entorno. No una aleación exótica. Lo sé, soy un tanto carca...

nos hace falta una buena Excalibur y sacarla de la piedra

Hola soy el de las poles. (Supuestamente)