Querido diario,
Hacía ya varíos días que no te escribía, quería descansar un poco el finde y el lunes empezó con mucho trabajo.
Hoy te vengo a contar sobre
Streetxo Londres, uno de los restaurantes de
Dabiz Muñoz. Voy con bastante frecuencia a Londres y Streetxo es parada obligatoria casi siempre que voy.
En mi opinión, Londres se ha convertido en la
capital gastronómica del mundo. Hay tanta diversidad culturaL y de población en esa ciudad, que hay restaurantes de cualquier tipo, pero es que además los hay de cualquier tipo muy buenos.
Independientemente de eso, en cualquier ciudad del mundo, hay
muchos restaurantes donde puedes comer muy bien y todo muy bueno, Streetxo es uno de ellos. Podrás pensar ahora: bueno pues un restaurante bueno más, no? Para nada, lo especial de Streetxo y de Dabiz Muñoz no es que su comida esté más rica que en otro sitio, lo que le hace especial es que lo que comes ahí
no lo puedes encontrar parecido en ningún otro sitio. Ahí está la clave de Dabiz como chef.
El periplo de Dabiz por Londres no ha sido fácil, gente afín al sector de la hostelería me comentaron que tardó varios años en encontrar un local adecuado para abrir Streetxo Londres. De hecho, el local que él quería originalmente para Streetxo no era en el que se está ahora, pero tuvo problemas y necesitó buscar una
ubicación alternativa.
El local es un tanto extraño ya que el restaurante
está en un sótano. Accedes desde la calle a un recibidor donde recogen tu abrigo y esperas a que atiendan la reserva de tu mesa. Ahí mismo, una escalera te guía bien a una semiplanta donde están los baños o al sótano donde está el restaurante. Bajas una escalera y lo primero que encuentras es una
zona de barra donde toman asiento la gente que va a tomar los diferentes cocktails que tiene en carta. Si continúas, ya llegas a la sala donde se encuentra todo el comedor, la
cocina abierta y una barra enfrente de la cocina estilo show-cooking muy de moda en Londres.
La única pega que encuentro a Streetxo está relacionado con el local, no sé si son por los techos o por ser todo un espacio abierto, pero hay
bastante ruido en el restaurante.
La carta, además de tener todos los platos disponibles en raciones y medias raciones, también tiene menús degustación los cuales SI te permiten modificar. Sin más, te dejo con la comida. Espectacular papá
Carpaccio de Hamachi con aji amarillo y lima yuzu. Lo sirven junto con unas toallitas desinfectantes ya que se come con las manos, esto era pre-covid.
Tenía completamente todo el sabor de un buen pescado blanco rebozado a la romana y sus patatas fritas correspondientes, pero no había nada rebozado por ningún lado, no sé como lo hará...
También se come con las manos.
Oreja de cerdo HIPER crujiente, salsa hoisin de fresas, alioli y pepinillo. Que rico... lo pido siempre que voy
Ramen de foie gras, pavo guinea caramelizado con salsa BBQ, trompetillas de la muerte y yema de huevo a baja temperatura.
EL MEJOR. El caldo del ramen tenía tanto sabor que nos hacía falta beber agua después de cada cucharada para limpiar la boca y la garganta. Era un sabor parecido a un cocido madrileño pero reducido e intesificiado x 1000, un sueño húmedo.
Fue el que menos nos gustó, pero sigue siendo un plato que sorprende.
Jalapeños y lima kaffir, aguacate a la parrilla, guisantes, brócoli salteado. El problema de este plato estuvo en el cilantro, a mi me encanta, pero este tenía demasiado.
El típico arroz a banda con un socarrat perfecto, envuelto haciendo la forma de un lingote y con langostinos flambeados y salsa de lima con un toque ahumado.
Pulpo a la brasa, con salsa mole verde de abaneros, col rizada y manzana verde y un crujiente de arroz negro deshidratado.
El pulpo riquísimo, el crujiente de arroz negro deshidratado un poco insípido pero aportaba textura crujiente que es bastante necesaria en un plato tan gelatinoso como el pulpo.
Codillo asado a baja temperatura (estaba la carne tierna y deshuesaba mejor imposible) con aderezo japonés y emulsión vietnamita. También tenía unas láminas finas y ligeras como el papel cebolla de patata negra muy crujiente.
Me faltan fotos del postre. Tomamos palomitas de maíz de caramelo con helado de queso.