"Artes marciales y motes sin sentido."-Sueño extraño.

Hola a todos/as:

Os voy a contar un sueño extraño que he tenido y que mezcla elementos extraños del pasado y, esta vez, sin ni tan siquiera mencionar el presente. Estaba yo con un grupo de chavales de mi primer instituto ahí jugando a perder el tiempo y, de repente, viene uno que se llama David y a quien en la vida real apodamos "el topo". Pues bien, en este sueño vino este chaval con nosotros y estuvimos hablando un buen rato.

-Hola David, ¿qué tal?-dije yo.

-Hola J. ¡Cuánto tiempo! He venido aquí porque no puedo aguantar que no paren de llamarme "el italiano".-dijo él.

-¿"El italiano"? ¿Por qué te llaman "el italiano"?-dije yo todo intrigado.

-Pues, no sé. Al parecer fue algo que hice en un partido, pero no lo sé exactamente.-dijo él un tanto desconcertado.

-Bueno, pues aquí estarás a gusto con nosotros.-dije yo.

Pasó un rato y, de repente, vinieron unos chavales a meterse con él.

-¡Italiano, italiano! Pero mira que eres italiano, ¿eh¿ Italiano.-le decían todo el rato.

-¡Parad, joder, parad, joder, parad, joder, parad, joder!-decía él.

-Tengo una pregunta. ¿Por qué le llamáis "el italiano" y/o "italiano"?-dije yo.

-Pues porque resulta que ayer fue al Vicente Calderón a ver el Real Madrid - Barcelona y para animarlos, cogió e intentó ponerse de pie mientras intentaba autorrealizarse una felación.-dijeron ellos.

-¿Cómo que intentó autorrealizarse una felación?-dije yo.

-Pue sí. Te lo ves delante de toda la afición, de pie, e intentando llegar con la boca a su pene para poder así incrementar la moral del equipo.-dijeron ellos.

-¡Joder! No tiene ni pies ni cabeza.-dije yo.

Después, aparezco yo con el David este y otros llevando kimonos de karate sin cinturones específicos y luego estaban allí los alumnos del Cobra Kai hablando de sus cosas cuando de repente me cruzo con una de las gordas ballenas que venían conmigo al colegio de primaria.

-¡Eh, foca! ¡Eh, eh, eh, eh, eh, foca! Venga, foca, venga.-decía yo provocándola.

-Ahora verás, intelectual de pacotilla.-dijo ella.

-Intentó pegarme en la cara y yo la esquivé y empecé a pegarle puñetazos mientras le decía lo siguiente: "Tienes que reflexionar, puta vaca, vamos, puta vaca, que ya no te quedan años de esplendor, pues ahora te esperan años de agonía y fracaso sin estudios, ¿eh? ¿Eh? ¿Eh? ¿Eh?"-le decía mientras le golpeaba placenteramente.

Al final se casó la "vacona" como la solíamos llamar de apodo en el colegio y me encontré con mi amigo de la infancia.

-Hola J. Ven conmigo, que te voy a enseñar una técnica que consiste en penetrar la pared con azulejos zen a modo de shuriken."-dijo él.

-Vale, vale.-dije yo.

Después, estamos en el patio de mi casa y cogimos un trozo de azulejo y empezamos a intentar clavarlos en la pared.

-J. Para poder penetrar en tu enemigo, primero debes de ver sus debilidades aun cuando estas parezcan sólidas como murallas.-dijo él.

-Solo hay una forma en la que puedo hacer eso. La meditación.-Entonces medité y me concentré.

-¡Toma, por el culo y a la primera!-dije yo porque conseguí clavar aquel trozo de azulejo como shuriken en la pared.

Después, practicamos un poco clavándolos en el techo como si fueran lanzados por una sonda tipo la de David y Goliat míticos. Finalmente, suena el despertador y aparezco en mi cama aquí en Tailandia para prepararme un nuevo día.

Y, bueno, esto es todo. ¿Qué os ha parecido este sueño?

Saludos.

Pobre Llorica New Age.

Tu si q sabe