Noticia ¿A ÉL también?

El rey Felipe VI sufrió el vacío y algunas burlas de sus compañeros de colegio y de la Academia Militar, según cuenta en un artículo en la revista Pronto el periodista especializado en casa real Jaime Peñafiel. Según recoge el periodista, citando la biografía escolar del entonces príncipe, un día sus compañeros le "encerraron" en el armario en el que los alumnos colgaban la ropa. Como no se movió de allí en largo tiempo y las clases habían comenzado, los responsables del colegio se movilizaron para localizar al príncipe. Peñafiel cita declaraciones del ahora rey asegurando que no fue muy feliz en el colegio Los Rosales, el mismo al que ahora acuden sus hijas, las infantas Leonor y Sofía: "Había días en que iba más a gusto que otros. Dependía de lo que allí me esperaba", cita la revista. googletag.cmd.push(function() { googletag.display('Intext'); }); Según el artículo muchos compañeros del colegio sentía "cierto rechazo -o envidia- por su persona" y cita la anécdota de un día en la que el príncipe regresó al Palacio de la Zarzuela llorando porque no había sido invitado a la fiesta de cumpleaños de un compañero. La reina Sofía intervino y los padres del pequeño cumpleañero explicaron que no había sido invitado por desconocer el protocolo con que habrían de tratarlo. Aunque son comunes entre reclutas, también se citan algunos episodios que el príncipe Felipe sufrió durante su estancia en la Academia Militar, como las ocasiones en las que le obligaban a hacer "la serpiente", por la que tenía que arrastrarse por encima y por debajo de las camas, o "el tiro de pichón", en la que corría por el dormitorio mientras los demás le lanzaban objetos de diversa índole.

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Esta anécdota concuerda en el tiempo con la época en la que era muy difícil ver sonreír al niño príncipe, con doce años. "Siempre parecía enojado", explica Jaime Peñafiel en Pronto. El propio Rey Emérito ha contado que, durante su estancia en la Academia Militar, le hicieron pagar a base de bien por lo que representaba"Muchos no me tragaban", confesó en su día don Juan Carlos. "Me obligaban a hacer la serpiente, arrastrándome a lo largo del dormitorio, pasando por encima y por debajo de las camas alternativamente. También a dormir con 'la novia', que consistía en acostarme desnudo abrazado al sable; o el 'tiro de pichón', en el que me encerraban en la estrecha taquilla o en el armario de la ropa, con los ojos vendados. A la voz de 'pájaro' tenía que salir para recibir una lluvia de todo tipo de objetos", contaba el propio don Juan Carlos.

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La fuente es Peñafiel, que ya me entran dudas por su rencor. Pero aquí o demuestras que eres el más fuerte o el león alfa te matará para asegurar su supervivencia