El monstruo de las tres cabezas

Había una vez un lejano reino que se llamaba Foroland, gobernado por un rey sabio y subnormal llamado @Administrador. Sus habitantes pasaban el día felices y sin dar un palo al agua, entregados al placer de decir imbecilidades sin ton ni son en los montones de corrillos que se organizaban para charlar y discutir sobre la esencia de la vida, el tamaño ideal de las tetas mujeriles, los desastres amorosos de los más atontaos, la conveniencia de ejecutar a alguno de ellos, las comidas de mierda de los más mañosos y gilipolleces por el estilo. La vida transcurría plácida, ociosa y sin complicaciones hasta que un mal día hizo presencia en la plaza principal un gran dragón extraño y mefítico con tres cabezas que les habló así:

Buenos días, por favor halluda, no sé qué ponerme, soy un desgraciado y me dan collejas en la universidad, estoy ingresado porque se me ha infectado un huevo comiendo pollas tras un arbusto y me han salido pupas en la boca después de lamerle el coño a una puta sudaca. Soy un fracasado, se me ha roto el coche de 6ª mano que me compré, el precio de los pimientos se ha ido a tomar por saco y las zapatillas stan smith se me han manchado con el colacao que me ha traído la puta de mi madre.

Y así fue repitiendo una y otra vez la misma cuita, sin descanso, durante días y semanas y meses, y aunque de vez en cuando se le cortaba una cabeza, el enorme bicho tenía la capacidad de regenerarla, y hubieron de aguantarse. Al principio fue molesto, pero como el tiempo lo atempera todo, los lugareños fueron acostumbrándose e incluso emprezaron a acercarse de vez en cuando para tirarle cacahuetes y echarse unas risas a costa de su lamento monocorde, permitiendo que el dragón tontorrón formara parte del paisaje. Bien está lo que bien acaba.

Y colorín colorao, han baneado al pobre @Escuchimizao.