empercochamiento

Llueve a la manera sevillana. Todo el dia, toda la noche. Es una putada porque aunque uses elementos de protección, eres vulnerable en los momentos de colocación y recogida. Escampa poco y de vez en cuando cae a lo bruto. Ropa mojada, ropa perdida. Te comes hasta el último bocadillo de esa mierda que llaman " pringá" ( básicamente tocino) y ves aumentar tu barriga. La cincuentona cada vez está más agilipollada cabra loca. Y yo le estoy cogiendo un odio a la tierra del miarma que es que no se pué aguantar. Con todas éstas niñas viejas de la generación Loreal " porque yo lo valgo" con esos culos desaforados y esas mentalidades castrantes que espantan a cualquiera con dos dedos de frente. La gente no se aparta al pasar ni lo más mínimo. Circulan en grupos, en paralelo. Se sienten ofendidísimos si colisionan. Te salen con un "uuyyy..." como si los violaran. Los funcionarios acaparan la calefacción y descansan de haberse tenido que abrochar los uniformes. Es el puto agujero negro del 2020 que aún vive en la Edad Media y/o El Imperio Romano. La gente habla con frases hechas y ríe sin ganas, por quedar bien. De vez en cuando se vé por el horizonte algún macarra enano y canijo que sale volando si sopla el viento pegando alaridos copyright camarón y chuleando como si fuera alguien, cuando no tienen ni media hostia. El corte inglés se les cae a pedazos y los chinos cualquier dia se piran como si nunca hubieran estado. Aparecen bares y hoteles por todos lados. Pero salvo alcohol barato y fritanga, aquí no hay nada que merezca la pena. A menos que te guste ver piedras desmoronadas. Y mojadas.