Ya estoy a salvo, pero madre mía.
He ido allí en metro, en la línea 5, desde Plaça de Sants hasta Cornellà Centre. Desde Badal, que es la que va después de Plaça de Sants, hasta Cornellà Centre, aquello es Bogotá: 70% de "latinos", 20% de lúmpen autóctono y 10% otros, pero es que han subido dos tíos a pedir limosna y los dos eran panchos de los que van con los altavoces a toda pastilla con cumbias y tal y se dedican a cantar encima de la canción. Eso, para empezar.
He llegado a Cornellà Centre y, en cuanto he subido las escaleras mecánicas, la cosa ha ido a peor: de repente, un pestazo a MIERDA se apodera del lugar. Sí, a MIERDA, a PUTA MIERDA. Al segundo o así, aparece un jambo en chanclas y camiseta sin mangas, de esos calvos con melena asquerosos, todo peludo el pavo, como si llevase un traje de pelo el cabrón
No lo sé a ciencia cierta, pero me da que ese guarro era el responsable de la peste que no me ha dejado en paz durante un buen rato. Al salir, justo delante hay un bar que estaba lleno de viejos jugando a las cartas. Spain at its finest.
Con el aire acondicionado ya se me ha ido la peste del cerdo ése. A ver si se lava, se depila y se va de vacaciones a Turquía. Joder, qué ASCO.
Y eso es todo.