en la España actual, el cinismo es tan grande ( soy uno de ellos, cínico sobrevenido y sobrevendido) que muchos lobos incapaces del paso a paso, voy detrás de tí ( fortuna), intentan mantenerse en el juego de tronos a base de maniobras entre el lodo y la Corte

el que se tiene que dar por aludido, que se dé

yo tengo un amigo de más o menos mi generación que pertenece a la categoría de los artistas caídos

existe un principio llamado principio de Abel: la única muerte digna es la que sobreviene de las propias decisiones

mi amigo cantaba al eterno sol del mediterráneo. Era rebelde y tal. Al final optó por lo seguro ( en su derecho está) y como era fuerte como un Roble, cambió la juglaría por la milicia. Quería ver mundo. Sólo vió instrucción. Academia y milicia son los caminos malos. Lo que implique generar ocio es lo correcto. Se gana divirtiendo a los demás. No a base de cojones ni de cerebro. El dinero es fiesta y fantasía. Pero no disciplina ni materia gris.

mi amigo precisa de unos 300 leuros para irse a Germany para terminar sus dias como mecánico. Yo le digo que tal vez, sólo tal vez, algún tito pedro podría haber por ahí. Pero se debate entre no quiero pedir favores ( no es país para tratos) y el en el fondo no tengo ya ganas de nada

se la ha ocurrido que el IMV es el camino correcto. Pero los papeles son sólo papeles. El mundo está entre la vieja academia y los lobos cínicos aferrados a los tronos como los yonkis de gimnasio a la insulina

- quien tiene que entender mis palabras ( tres personas) las entenderán-

mi amigo ha escrito una carta al rey. Muy correcta, muy inútil. No se dá cuenta de que pedir a su majestad coronada que ponga orden en la merienda de negros que es España es como decir:

" querido lobo: le ruego no nos coma el rebaño; atentamente: un cordero"

mi amigo dice que tiene menos futuro que una pompa de jabón en una chumbera. Me cae bien. Nos gusta Sonique, Joshua Guru Proyject y toda esa movida, ahora " underground", en la época del curso CCC de DJ...

pos nada, que tenga suerte en su reentrada en el sentido común

yo seguiré soñando