Pepinillos chiquitillos.
La filosofía no es para la vida, sino para las construcciones ajenas a lo puramente orgánico e inerte. Las personas son orgánicas aunque no lo quieran, y a su vez es ese estatus quien promueve lo artificial mediante los impulsos biológicos. La filosofía debería ser aplicada al colectivo, nunca autoaplicada. Todo es inerte cuando se une, permanece en conjunto y quieto, es el universo en su totalidad, y en su vastedad confluyen multitud de sucesos; esa es la parte orgánica a la que pertenecemos, y quien no da cuerda a lo artificial. Intentar controlar este proceso es lo mismo e igual que controlar la infinidad, acción imposible al pertenecer a ese conjunto, ya que la impulsividad le da vida. Como meros engranajes universales, con nuestro movimiento solo ponemos en funcionamiento ese proceso que intentamos evitar, hacemos funcionar la maquinaria. Esta es la vida: algo incontrolable, e intentar controlarla supondría enloquecer. Aquellos que lo intentan son víctima de desórdenes mentales, pues es algo que les llena hasta reventar. Solo en la mente puede ser concebida la idea de lo infinito, e intentar adaptarse al infinito te haría comportarte como él, como un loco o desquiciado, ya que la idea de infinito posee tu mente y destruye la maquinaria pues es el engranaje tratando de sustituirla. Por eso digo que la filosofía no es para la vida, sino para construcciones artificiales. La única manera de detenerse es la muerte, pero el trabajo en vida habrá dado lugar a otro engranaje mediante impulso o estímulo; es proceso inevitable, y además: ¿quién quiere estar muerto? Incluso continúa después de la muerte, ya que cuando la muerte aparece el individuo ya no está presente; la muerte no es para nosotros entonces y todo está vivo. La muerte es ilusionismo. La sociedad necesita filosofía para establecer sus sistemas comunitarios, pero no la persona orgánica. Es decir, puedes definirte dentro de un contexto social, pero no en los designios naturales que rigen la naturaleza y el comportamiento de las cosas.
Que me estas contando, si ni yo me lo ye leidoEl mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
Qué Puticornio, jajajajajaj.El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
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Mi polla es filosofica, yo soy Harry Potter y tú una mierda metamórficaEl mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
La filosofía no es para la vida, sino para las construcciones ajenas a lo puramente orgánico e inerte. Las personas son orgánicas aunque no lo quieran, y a su vez es ese estatus quien promueve lo artificial mediante los impulsos biológicos. La filosofía debería ser aplicada al colectivo, nunca autoaplicada. Todo es inerte cuando se une, permanece en conjunto y quieto, es el universo en su totalidad, y en su vastedad confluyen multitud de sucesos; esa es la parte orgánica a la que pertenecemos, y quien no da cuerda a lo artificial. Intentar controlar este proceso es lo mismo e igual que controlar la infinidad, acción imposible al pertenecer a ese conjunto, ya que la impulsividad le da vida. Como meros engranajes universales, con nuestro movimiento solo ponemos en funcionamiento ese proceso que intentamos evitar, hacemos funcionar la maquinaria. Esta es la vida: algo incontrolable, e intentar controlarla supondría enloquecer. Aquellos que lo intentan son víctima de desórdenes mentales, pues es algo que les llena hasta reventar. Solo en la mente puede ser concebida la idea de lo infinito, e intentar adaptarse al infinito te haría comportarte como él, como un loco o desquiciado, ya que la idea de infinito posee tu mente y destruye la maquinaria pues es el engranaje tratando de sustituirla. Por eso digo que la filosofía no es para la vida, sino para construcciones artificiales. La única manera de detenerse es la muerte, pero el trabajo en vida habrá dado lugar a otro engranaje mediante impulso o estímulo; es proceso inevitable, y además: ¿quién quiere estar muerto? Incluso continúa después de la muerte, ya que cuando la muerte aparece el individuo ya no está presente; la muerte no es para nosotros entonces y todo está vivo. La muerte es ilusionismo. La sociedad necesita filosofía para establecer sus sistemas comunitarios, pero no la persona orgánica. Es decir, puedes definirte dentro de un contexto social, pero no en los designios naturales que rigen la naturaleza y el comportamiento de las cosas.
Sisi you youEl mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
Tu eres el que iba a ser buena gente?El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
Ése es el intento, sí jajajajaj.El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
OK, retiro la petición. Perdón.