un exceso de búsqueda de normalización esconde mediocridad

se reivindica por muchas cosas. Porque tales sean considerados iguales que tales otros. Pero eso puede esconder la mediocridad pretendiendo ser talento que se inhibió por la presión grupal. El talento es un reconocimiento grupal. Lo que lo hace deliberadamente intersubjetivo. No hay una posibilidad de falsacionismo evidente. Pero pareciera que todo valiera a la hora de homogeneizar. Incluído dar por supuestas capacidades no evidenciadas en modo alguno. El ejemplo perfecto lo tenemos en el frikismo. Ser friki como originalidad supuestamente creativa no reconocida. ¿ Rechazas el frikismo? ¡ rechazas un talento!. Por esa condición de chorrez, enviamos infantiladas a Eurovisión o tenemos concursos de belleza en los que Miss Elefanta se considera tía buena por piedad oficializada.

la mediocridad se supera con el distanciamiento respecto de la media. Pero por positivo en el desempeño de la función del tipo que sea. No por defecto. Un cantante friki puede provocar un circo espontáneo de alegre desinhibición, pero no es algo a recordar ni a considerar como mester juglar aceptable. No merece ser esgrimido en un concurso internacional. No tiene visos de que se pueda comercializar salvo en países chorras como el nuestro. Somos chorras porque combinamos fuerza e inteligencia en estudiada maldad. Lo que tiene el precio secundario de una inmensa gilipollez y una brutal tensión que sólo se gestiona terapéuticamente con ese fracaso de la inteligencia que es " el cachondeo". Nos faltan gentes de las que no muestran piedad en una sonrisa y son declaradamente malos. Mucho mejor que ser declaradamente tibio: el deporte nacional.

Iniciado por cypo

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lo hacen para dejar espacio al destacar. Aquí directamente tiramos el destaque al suelo para ocultar éste.

no lo creo