Freedom Bocata

En ocasiones uno no tiene ganas de aguantar media hora de cola para ir a comer. Sobre todo cuando la cola está formada por negros, moros, gitanos, sudacas, rumanos, exconvictos o en busca y captura, alcohólicos nada anónimos, colgados y colgadas problemáticos etc. En esos momentos un poco de maña con la cocina viene de perlas:

Ingredientes:

Visítese el WC del burguer de la esquina y, por el camino o de vuelta con las manitas bien limpias, tómese unos paquetillos sin abrir de ketchup, mostaza y mayonesa al descuido de una mesa. Simplemente tener la precaución de que los susodichos estuvieran formando parte de las vituallas o víveres de una " área de coños" ( un grupito de chicas guiris o chicas japos etc, " chica" es primordial para asegurar la asepsia).



Visítense los tres o cuatro conventos habituales en busca de bocatas de salchi, mortadela, choped, huevos revueltos. Una camiseta reversible, una gorrita y/o la ayuda de un colega son imprescindibles para que la " hermana" suelte algo más de lo habitual ( cosa nada infrecuente, ya que hay cola de gente hasta para colársela a la monja).



Pongamos que tenemos una lata de atún excedente de algún encuentrillo nocturno con cruz roja o gilipichis similares. Sólo nos falta algo de verdura. No es de extrañar que la monja obsequie también con algún pepino, tomate o lechuga. Sí, aunque no lo creas chaval, esas cosas se comen...

Finalmente, y como un coche lo aparca cualquiera, recurramos a esas ofertas de queso loncha a euro oiga.



PREPARACIÓN

Búsquese un lugar a salvo de Newton ( caída al suelo que estropearía ingredientes) y golosura de perros espontáneos ( que no dudarán una mierda en robarnos aunque el dueño los haya puesto como el quico de carne de buey en albóndigas).

Ahora procedamos: Es un poco difícil la primera vez, pero se le acaba tomando el tranquillo. Hay que colocarlo todo dentro del pan ( de uno de los bocatas) y juntito. Eso sí, sin tirarlo... La lata de atún probablemente no tendrá abrefácil ( como también tendrá un lema que dirá: " prohibida su venta") así que es hora de clavar de verdad esa navaja que te comprastes en el mercadillo. Con cuidado, no vaya a ser que clavemos otra cosa. Un poquito de palanca y...



alehop!

una birra clónica Low Cost y ya podemos disfrutar ( en el caso más barato, recurrir al área de coños para la cerveza)