Los p*tos rojos os identificáis con el régimen de los Jemeres Rojos
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Fascista
Los p*tos rojos os identificáis con el régimen de los Jemeres Rojos
Sacado de wikipedia:
Con los Jemeres Rojos se llevó a cabo un genocidio en donde murió una cuarta parte de los habitantes de Camboya, cifra no inferior a los dos millones de personas más las secuelas que ello significó para el país en general. Sus matanzas no se limitaron al suelo camboyano ya que en territorio vietnamita se llevaron a cabo varias, como la más famosa Masacre de Ba Chúc (1978).
Hasta unas semanas antes de la caída de Nom Pen sus más ricos habitantes parecían vivir en un «trance hipnótico». Estaban rodeados y los suministros solo llegaban por aire, pero aún eran frecuentes los descansos por las tardes y los estudiantes iban a la escuela sin miedo a ser reclutados para la defensa.26 El 17 de abril de 1975 la población de la urbe estaba relativamente feliz, finalmente se acababa la guerra civil y nada podía ser peor.39 Los últimos combates habían cesado –algunos de los más fieros habían sido protagonizado por defensores norteamericanos, eran desertores, traficantes y contrabandistas que habían migrado a Camboya tras los acuerdos de paz de 1973– y los disciplinados e inexpresivos guerrilleros adolescentes entraron, impermeables a todo soborno o ruego, esa misma tarde supervisaron la evacuación de toda la población de las grandes ciudades.64
Durante la evacuación de su embajada, los norteamericanos ofrecieron asilo a los principales dirigentes jemeres. Algunos lo rechazaron con la esperanza de negociar un acuerdo final y estando dispuestos a sufrir el destino de su gente. Estaban en la lista negra del KR, los «Siete Traidores», como el general y príncipe Sisowath Sirik Matak (1914-1975), el Primer Ministro Long Boret (1933-1975), el político Lon Non (1930-1975) –hermano de Lon Nol– y la mayoría del gabinete. Poco después todos fueron ejecutados.65 El presidente interino tras la huida del mariscal, Saukam Khoy (1915-2008), y el general a cargo de la defensa, Sak Sutsakhan (1928-2004), eligieron exiliarse a última hora y vivir.66
Año Cero[editar]
Nadie, dentro y fuera de Camboya, se esperaba tal medida y fue el primer aviso de que un proceso excepcional se iniciaba. Se les dijo que saldrían solo por tres días y para protegerlos de bombardeos estadounidenses y asegurar su avituallamiento.67 La decisión había sido tomada por la camarilla gobernante en febrero y según tres problemas: era poco probable que el pequeño PCK y su ejército de adolescentes pudiera controlar a los millones de personas concentrados en Nom Pen. Si se los dispersaba también se los desorganizaría. En segundo lugar, las reservas de arroz se agotaban pues gran parte de la tierra se había dejado de trabajar durante la guerra. Los camboyanos deberían reconstruir su país con trabajo agrícola. Finalmente, y más importante, por la voluntad utópica que dominaba a los polpotistas: trabajo, pureza revolucionaria e independencia nacional. «El país iba a ser reconstruido de la nada».68 Los Jemeres Rojos dividieron el país en seis grandes zonas y 32 regiones. A su vez nacieron distritos, subdistritos y villas, estas últimas no en el sentido tradicional. Las villas fueron abolidas y reemplazadas por «cooperativas de alto nivel» con mandos bastantes autónomos hasta las purgas que buscarían asegurar el poder central, debido a que su aparato burocrático era muy débil, y eliminar toda debilidad en el trato de mandos con pueblerinos, especialmente "nuevos".69
El KR había empezado con este tipo de acciones desde 1973 en las zonas “liberadas” del sudoeste,35 hasta volverlo algo habitual.31 A comienzos de 1971 se empezó a evacuar aldeas enteras y en septiembre de 1973, cuando tomaron la mitad de Kompung Cham, forzaron a 50 000 personas a abandonar sus hogares e ir al interior del país. La ciudad de Katrié, la primera de importancia tomada por el KR, fue desalojada por completo. En marzo siguiente habían capturado Udong y se llevaron 20 000 personas a los campos de la frontera con Vietnam, muchos escaparon a Nom Pen.70 Aquel mismo año de 1974, Pol Pot había empezado a dispersar secretamente las aldeas más compactas, garantizando su mejor control.71
Sin embargo, las muertes fueron escasas. En 1975 la población en general aún estaba sana y bien alimentada. Los heridos, operados convalecientes, desnutridos y enfermos forzados a vaciar los hospitales, los suicidas –a veces familias enteras– y viejos fueron las primeras víctimas. Los muertos eran abandonados allí, donde caían usualmente a los costados de los caminos.72 Se estima que en los hospitales de la capital había cerca de 20 000 heridos.18 Entre los suicidas destacaban los individuos que quedaron separados de sus familiares, los adultos mayores que se sentían una carga para sus familias y los que habían pertenecido a las clases más acomodadas.73 Los que se negaron a seguir las órdenes fueron inmediatamente fusilados.74 Unas dos a tres mil personas fallecieron en la capital75 y unos diez millares en todo el país.67 En el peor de los casos veinte ó treinta mil.76
Aproximadamente la mitad del país, dos77 o tres millones desde Nom Pen y cientos de miles más de las otras ciudades,67 evacuaron sus hogares y dejaron atrás sus pertenencias -a la larga las perdieron-,78 lo poco que llevaban lo perdieron en el camino a manos de guerrilleros o al llegar a destino ante las exigencias de los locales.79 Se iniciaba un periplo en busca de un nuevo “hogar”, a veces por semanas, todo sin recibir alimentos o cuidados médicos de sus “libertadores”. Era fácil separarse de la familia en medio de la confusa marea humana y casi imposible reencontrarse, de hecho, el destino dependía del barrio donde se vivía, muchas familias se separaron para siempre.80 Los yothea, «soldados», no los empujaban pero se mostraban como siempre, inflexibles seres que jamás sonreían.67 Pero si estaban atentos a cualquier signo externo de una buena vida, educación, riqueza y poder, tales como buena ropa, manos suaves y aspecto de estar bien alimentado, era separado e interrogado en los rudimentarios puntos de control en las encrucijadas de las rutas. Todo el que admitía ingenuamente en esas primeras fechas que era un burócrata, empresario, profesor, médico o ingeniero era fusilado. Comenzaba la «“venganza de clases”».81 El usar gafas con cristales gruesos se volvió peligroso,82 porque se le consideraba un símbolo de intelectualidad, amor por leer, pensar y, por tanto, criticar. Deshacerse de ellas, como de los libros, era exigido por los polpotistas para ser perdonado.83 Para dicha de muchos, los Jemeres Rojos decidieron destruir los documentos de identidad, permitiéndoles inventarse una nueva identidad.84 En esos momentos, la capital albergaba veinte mil soldados y oficiales y un número muy similar de funcionarios civiles de la antigua administración, blancos preferidos del KR.85
Se los empujó hacia la campiña circundante. La violencia comenzó a las 7 de la mañana con ataques dirigidos contra las tiendas chinas, y después hubo un saqueo general. Las primeras muertes sucedieron a las 8:45 de la mañana. De los 20.000 heridos que estaban en la ciudad, hacia la caída de la tarde todos estaban en la jungla. (...) Se vaciaron todos los hospitales (...) Fueron destruidos todos los documentos y archivos. Los libros fueron arrojados al río Mekong o quemados en las orillas. Se procedió a incinerar el papel moneda de la Banque Khmer de Commerce. Los automóviles, las motocicletas y las bicicletas fueron [confiscados]. Los [jemeres rojos] dispararon con bazucas y cohetes sobre las casas en las que se advertía movimiento. Se llevaron a cabo muchas ejecuciones sumarias. Se dijo al resto: «Salgan inmediatamente de aquí o los mataremos a todos». Hacia la medianoche se cortó el suministro de agua.86
Esto último beneficio a numerosos funcionarios y militares del bando perdedor. Eran sobrevivientes. Cuando el KR tomó la capital se dio la orden radial a todos los civiles y oficiales que sirvieron a Lon Nol presentarse en el Ministerio de la información, bajo el pretexto de servir al nuevo gobierno o recibir a Sihanouk. Temerosos de un castigo peor si no iban la mayoría se presentó, y todos acabaron ejecutados o muertos poco después en prisión.87 En purgas posteriores, sistemáticamente se ejecutó a antiguos funcionarios de rangos cada vez más bajos. Salvaron algunos empleados claves y difícilmente reemplazables, como los empleados ferroviarios.83
Non Pen quedó vacía y todos los edificios que demostraban su anterior esplendor quedaron en silencio.41 El miedo y odio de los Jemeres Rojos a la «gran prostituta del Mekong», urbe cosmopolita llena de placer y consumo, era total.88
Con el masivo éxodo hacia una vida de esclavos rurales comenzaba en Camboya el Año Cero.41
Campos de la muerte[editar]
Artículo principal: Campos de la Muerte
El voluntarismo polpotista y su búsqueda de una utopía los llevó al proceso más radical de transformación de un país jamás visto.89 Se saltaron el largo periodo de transición que caracterizaba todos los totalitarismos marxistas-leninistas y en una semana vaciaron las ciudades -poniendo fin al antagonismo entre estas y el campo-, la moneda era abolida, se aniquilaron las clases propietarias, intelectuales y comerciantes para poner fin a las diferencias sociales y en menos de dos meses habían colectivizado toda la nación.89
El aparato administrativo del KR era particularmente débil, apenas 120 000 militantes y simpatizantes, la mitad combatientes y la mayoría muy recientes. No podía gestionar adecuadamente el éxodo. Esto permitió a muchos de los desplazados instalarse donde querían o, más frecuentemente, podían. Al menos por un tiempo.84 Es probable que está debilidad (14 000 militantes en 1975) incrementara la paranoia y brutalidad del KR.90 A los pocos meses comenzaron nuevas deportaciones, cientos de miles de antiguos habitantes de las ciudades debieron trasladarse, algunos tres o cuatro veces seguidas, especialmente del este y suroeste al noroeste. Y eso sin contar brigadas de trabajo, que llevaban por meses a jóvenes y adultos sin hijos pequeños lejos de sus aldeas.91 El objetivo era impedir cualquier vínculo duradero que amenazara el poder del régimen entre campesinos y recién llegados o entre estos últimos, quitarle los bienes y cosechas a los nuevos campesinos, controlar los flujos de población, poner en marcha grandes obras para cultivar en las montañas y junglas despobladas y, finalmente, eliminar todas las «bocas inútiles», puesto que estas deportaciones en carretas y trenes atestados y que duraban semanas, afectaban en especial a aquellos que se encontraban desnutridos y agotaban las reservas de medicamentos.92 Tuvieron éxito. Pin Yathay (n. 1944), sobreviviente que escapo al extranjero tras vagar semanas por la selva,93 relata que muchos proyectos de fuga o de rebelión se vieron impedidos por esos traslados.94
Muy distinto era el destino de quienes accedían a un traslado voluntario. Eran trampas perfectas, los habitantes de las ciudades que aceptaban ingenuamente trasladarse a supuestas aldeas con una vida más fácil siempre acababan ejecutados. Yathay se dio cuenta del truco. Los que aceptaban el ofrecimiento involuntariamente admitían aún tener inclinaciones individualistas y no estar conforme con el Angka.95
Las fotografías de las víctimas del Tuol Sleng hoy exhibidas en el Museo del Genocidio.
Ante las desesperantes condiciones de vida muchos intentaron escapar al extranjero. Todo el que era capturado era ejecutado y muchos morían al vagar por largas jornadas en la jungla,96 como el agotamiento se había vuelto general y crónico, era difícil hacer tal esfuerzo físico.97 Al hacerlo sin mapas ni brújula, el escape significaba aún entre los más vigorosos un suicidio en la mayoría de los casos. Se solían hacer en la temporada de lluvias, dificultando la persecución, con pocas provisiones. Por otra parte, eran relativamente frecuentes, ya que la vigilancia en los campos no era muy fuerte. Los soldados y mandos eran escasos en comparación a la población.98 En noviembre de 1976 había 23 000 refugiados en Tailandia y en octubre del año siguiente los que huyeron a Vietnam sumaban 60 000.99
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ForoParalelo: Miembro
Sí. Nada como madrugar para matar a intelectuales con un golpe de azada
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Muchos comunistas, si de identifican.
De todas formas, vamos a ser fieles a la verdad, que la verdad manda por encima de todas las ideologías políticas y electorales.
El régimen de los jemeres rojos fue derribado por otro régimen comunista, en este caso el de Vietnam.
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Forero, no uso el miembro
Alli fue donde nació el perropalismo aunque lo practicaban con chinos
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ForoParalelo: Miembro
Por cierto, el único país con más víctimas de un régimen no exhumadas que España
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