He experimentado el verdadero peligro:

Conducir delante de una mujer con un BMW en un carril de aceleración.

Yo estaba parado en el ceda del carril, esperando a que pasasen los coches para así poder acceder a la carretera. De repente, noto que un coche empieza a pitarme. Miro por el retrovisor y veo a una mujer en un BMW tocándome las palmas y pidiéndome prisa. Tras mi correspondiente peineta, la mujer, sin mirar los coches que venían, invadió la mediana y se incorporó a la carretera de una manera temeraria. Para más inri jodió al que venía por detrás, pegando un frenazo y cagándose en los muertos de la mujer entre bocinazos.

Ya sabéis por qué una mujer en la puta vida debería tocar un volante. Y menos si el coche en cuestión es un BMW.