Y me he acordado del día que,
después de unas cuantas botellas de Ribera, y alguna de Albariño,
casi llegan a las manos los siguientes personajes:
Sujeto A) El indepe vasco.
Sujeto B) El catalán antiindepe.
Sujeto C) El de ciudadanos.
Casi se lía la gorda cuando el efecto de las bebidas alcohólicas sacó de cada uno,
de lo más profundo de su ser y sus entrañas,
sus mayores envalentonamientos políticos,
a cada cuál peor
y a grito pelado en el salón del restaurante,
desde una esquina observábamos algunos el espectáculo,
bien acompañado de unos combinados de ron y ginebras de importación.