Iniciado por
david.el.nohomo
Esta historia empieza remontándonos en febrero de este año. Hablando con una compañera de la organización en la que milito, sentí una conexión. Dijimos que estaría bien quedar un día para pintar graffiti (no se me ocurría otra cosa que nos gustase a los dos pero que no fuera algo evidente que implicase otras intenciones. En ese momento estaba tanteando). Ella es muy risueña, y eso sumado a que me dijo "tú y yo... Tú y yo tenemos que hacer cosas", me hizo pensar que le atraía.
Tras haber abierto un hilo en este foro diciendo que me gustaba una chica —refiriéndome a ella—, decidí abrirle por chat proponiéndole un día para pintar. Esa propuesta no cuajó, ella al principio se mostraba abierta a quedar pero el mismo día que íbamos a hacerlo, tenía una asamblea importante (y yo tenía una sesión de prácticas en la uni). Mi respuesta fue "vale, pues propón tú un día", me respondió "mmm" y no volvimos a decir nada más.
Aquella semana teníamos sesión plenaria durante el finde. Yo estaba distante con ella porque no me dijo nada para quedar, y desde ese momento hasta que fui a verla a su casa, pasé completamente de ella.
Ahora explico lo de su casa. Ella y dos compañeros más de la organización decidieron vivir juntos. Yo me estaba empezando a llevar con el chico, que tenemos gustos e intereses similares. Esos gustos son el hip hop, y más concretamente improvisar rapeando. Yo empecé a vivir en un piso donde mis compañeros estaban muy metidos en esta cultura, y le propuse al colega de venirse a mi casa para hacernos unos freestyles. Su respuesta fue que prefería que viniera yo a la suya porque estaba muy ajetreado con la nueva casa en la que empezaban a vivir. Decidí ir a hacerle una visita.
Al entrar, ahí estaba la susodicha compañera, de espaldas y hablando con una señora. No se dio ni cuenta de que vine. Al darse cuenta, dijo ¡PERO ADRORO! ¡NO SABÍA QUE ESTABAS AQUÍ! (o algo así). A partir de ese día, empecé a ir de forma constante a su casa.
Llega el 17 de marzo, un día en el que mis sospechas de que le atraía estaban creciendo fuertemente. El motivo es que ella me tocaba mucho: me agarraba de un brazo, se apoyaba en mí... y decidió dormir conmigo en la misma cama.
Esto último, para quien esté fuera de la onda, le sonará como una señal evidente de que hay intenciones sexuales. No es para nada así en nuestro rollo.
Primero, en esa casa todavía no había calefacción, y durante esos días hacía frío. Segundo, esos tres colegas siempre dormían juntos y os aseguro que no había atracción ni contacto sexual entre la chica esta y los dos colegas (entre los dos colegas sí porque tenían una relación sexo-afectiva). Tercero, nos cuestionamos radicalmente la cultura patriarcal. Por ejemplo, que si me atraes y tengo ganas de besarte, te voy a preguntar primero, o si tengo relaciones sexuales contigo, no voy a tratarte como un simple cuerpo del que recibo placer, sino como una persona con sentimientos que se deben cuidar. Todo esto es el respeto, y se opone a la costumbre de ver a una mujer como algo por conquistar, o utilizar para el simple placer. Esto implica concebir las relaciones y ciertas acciones de forma muy diferente a la que estamos acostumbrados en nuestra sociedad.
Debido a esto, que es una forma de proceder de la que no estoy acostumbrado, y a que ella tampoco me dejó tan claro que le interesaba tener algo conmigo, no me lancé a liarme con ella.
Los otros colegas me dijeron que les gustaría que volviera a dormir a su casa.
Llega el fin de semana. El 19 estuve todo el día con ellos. Esa chavala, que a partir de ahora vamos a llamar Cristal, estuvo todo el día queriendo ir conmigo a casi todos lados. Cada vez estaba más confiado con ella. Aquella noche no dormimos juntos porque habían más invitados, y ella durmió con sus compis de casa.
La noche del 22 de marzo, en la que volvimos a dormir juntos, y esta vez abrazados, fue una noche horrible en la que no pegué ojo. Estuve toda la jodida noche nervioso por lanzarme o no lanzarme. Sentía que perdí facultades de ligoteo.
El 23 fue un día más en el que Cristal me hacía sentir que le molaba. A parte de haber tenido varios momentos a solas hablando de nuestras vidas, aquella misma noche me cogió del brazo mientras caminábamos por la calle. Decidí que, al irnos a dormir, le daría un beso en la mejilla tras decirle buenas noches, y ver cómo respondía ante eso.
Pues, a pesar de haber tenido una de las mejores noches de mi vida, el 25, que fui a su casa para quedarme a dormir y empalmar para hacer una sesión plenaria, me dice el colega, que vive con ella, que haberle dado un beso a Cristal le resultó invasivo a ella. Me quedé loquísimo con eso. Era algo que no me esperaba para nada. Antes de que el colega me dijera aquello, Cristal fue quien me abrió la puerta de casa (porque era la única que estaba en ese momento), y el colega me dijo por el móvil que si podía esperar a que llegara él para hablar de algo delicado. A Cristal se la veía apagada, no hablaba, si le preguntaba algo me respondía brevemente y sin esa energía que la caracteriza. No entendía qué le pasaba, imaginé que estaba agotada del trabajo, así que le dije "estás cansada por el curro, no?", me dijo "sí...".
A partir de ese día me quedé petrificado, en plan wtf, y necesitaba comentárselo a alguien. Primero subí un hilo aquí, y al día siguiente, por la tarde, quedé con mis amigos del pueblo. Les resultó extraña la situación, sobretodo por la respuesta que tuvo Cristal, pero me dijeron que lo mejor que podía hacer era disculparme y a otra cosa. Mi mood era bastante de pasar completamente de ella a partir de ahí. Cosa que, como veréis, no he conseguido.
Aquel Lunes, que creo que era 28 de marzo, fui a su casa. Ella ya estaba como siempre, e incluso me dijo alguna cosa suelta con todo el buen rollo. Le pregunté si en algún momento podíamos hablar. Me dijo que sí. Nos quedamos solos en la cocina, nos sentamos y le dije que lamentaba haber hecho algo que le ha resultado invasivo, que yo sólo quería darle una muestra de afecto pero que entendía que lo mejor hubiera sido preguntarle antes. Que si quería perdonarme me lo hiciera saber. No tardó en decirme "Claro que te perdono, Adroro". Nos dimos un abrazo y me dijo que le supo mal haberme visto rayado. En las siguientes noches seguíamos durmiendo abrazados.
En algún día de las primeras semanas de abril le dije lo que sentía por ella, pero sin decir directamente que me gustaba. Le dije que me hacía muy feliz y que valoraba mucho los momentos que estoy con ella. No fue algo tan sencillo como suena, porque sin quererlo le puse algo de suspense: Le dije que si podíamos encontrar algún momento para hablar, y ella estaba intrigada con qué le quería decir. Cuando estábamos 3 personas en la misma habitación, me esperé hasta que se fuera la otra para decírselo a solas. No le dije que me gusta, le dije la definición de lo que creo que es que te guste alguien, aunque sin mencionar las cosas más "fuertes".
Paralelamente, empecé a sospechar que era asexual. Primero porque era muy amiga de un conocido nuestro que es asexual, y segundo porque hizo RT a un tuit sobre el día de la asexualidad, algo anecdótico porque no acostumbra a hacer RTs.
Estuve volviendo a quedar con mi ex, pero se me hacía imposible liarme con ella. Creo que lo de Cristal me dejó con un trauma.
A inicios de mayo Cristal y yo nos agregamos en el Instagram. Cotilleando su perfil, vi que en una foto tenía una pulsera con los colores de la bandera lesbiana. El uno de mayo, mientras yo estaba dibujando, Cristal y su amiga, la que vive con ella, estuvieron comentando las chicas que veían en una aplicación para ligar, en la que, por lo visto, sólo salían mujeres.
Asumí que era lesbiana, pero nunca, NUNCA he visto que saliera de su boca afirmarlo. Mi atracción por ella se quedó en stand by, o bien disminuyó, porque no recuerdo que entre mayo y julio le diera demasiada importancia.
En agosto ocurrió algo que es el origen de porqué ahora vivo con ella: Desaparece el iPad de Cristal. El domingo 7 se encontraron una silla debajo de la ventana de su cocina, por la parte de la calle. Nadie supo quién la puso ahí. Dijeron que estaban asustadas. El viernes, el colega se fue a trabajar una semana. El móvil se le estropeó, así que estuvo toda la semana incomunicado. Llamé a Cristal preguntando si estaba bien, me dijo que sí, y le pregunté si quería que fuera a su casa, me dijo "como quieras", así que fui a cuidar de mis amigas.
A los pocos días se descubrió que el iPad lo robó una compañera de la casa, con la que apenas tenían confianza y vivía ahí desde hacía pocos meses. Se descubrió por unas pistas que dejó un día en el que las otras dos personas de la casa no estaban. Esto más adelante acabará creando una ruptura y dos bandos.
El 1 de septiembre me llama mi amigo, que vive con Cristal. Me estuvo diciendo cosas confusas, que me hablaba en clave, y creía que estaba en apuros. Al día siguiente fui a su casa para que me explicara lo que le pasaba. No me respondía el móvil cuando llegué, así que entré por otra puerta. Al llegar al comedor, me encontré con un huevo de gente reunida y con la luz apagada. Sale mi amigo, que a partir de ahora vamos a llamar Magnesio, y me dijo que estaban haciendo una asamblea con la compañera que presuntamente robó el iPad de Cristal. Dije que podía esperarles arriba. Estuve... No sé, 3 horas yo solo esperando a que terminaran. En esa asamblea al principio no estaba Cristal. Llegó más adelante.
Cuando Cristal llegó, la cosa explotó. Le dio un ataque de ansiedad, subió a su habitación y yo estaba preocupadísimo. Llevaba como un mes que sentía que me volvía a pillar de ella.
Al día siguiente había sesión plenaria. Cristal, desde hacía dos meses, ya no formaba parte de la organización. Por la mañana, que me levanté en su casa, hablé con ella a solas. Me puse muy de su parte, porque Magnesio y la otra amiga hicieron las cosas fatal.
Durante la plenaria hablé con Magnesio y nuestra otra amiga, y me explicaron cosas muy relevantes sobre Cristal y la relación que han tenido mientras vivían juntos. El Domingo volvimos juntos a la casa. Tenían que hablar con Cristal. Yo me esperé fuera.
En la reunión que tuvieron, le dijeron a Cristal que no se veían conviviendo más con ella. Eso le provocó a Cristal un ataque de ansiedad. Estuvo un buen rato hiperventilando, así que subí a su habitación con un vaso de agua, le dije que tratara de respirar por la nariz pero no podía, fuimos con ella a la calle. Magnesio y la otra amiga se fueron a dormir a casa de otra amiga.
A Cristal la estuvimos abrazando, cogiendo de la mano... Pero yo personalmente no sabía qué hacer para tranquilizarla y se me hacía raro decir nada.
A partir de ese día estuve yendo a su casa de forma constante. Me propusieron vivir con ellos y el 21 de septiembre oficialmente ya era uno más en la casa.
Aquí acaba la historia de cómo he acabado viviendo con ella. No puedo negar que me sigue gustando, sigo deseando besarla, abrazarla, acariciarla... Y creo que viviendo con ella tengo una oportunidad de oro.
Hace casi dos semanas vino a comer a casa un colega nuestro, que solía quedar mucho con Cristal alrededor de marzo-abril, pero dejaron de verse tanto. Desconocía el motivo y tampoco le daba importancia.
Estaba yo solo con él mientras preparábamos la comida, Cristal se fue antes de que llegara porque había manifestación. Mientras cortábamos las verduras, me dijo "tú y Cristal... Qué lo qué?". Le dije que todo guay, que por qué lo preguntaba. Me dijo que hacía tiempo leyó un tuit mío en el que decía que me gustaba una chica, y supuso que me refería a Cristal. No le dije ni que sí ni que no, pero la cosa es que él me contó que durante el tiempo que estuvieron viéndose, se daban muchos mimos, besitos... Y llegó el punto en que ella empezó a hacerle la cobra. Nunca hablaron nada. Él se quedó dolido.
Esta historia me hizo pensar mucho. Encontré un símil entre su situación y la mía: en mi caso, ella tendía a tocarme mucho, a querer estar conmigo, y cuando le di un beso en el cuello la relación se enfrió. En su caso, era lo mismo pero con besitos, según él, pero de golpe empezó a hacerle la cobra siempre que iba a darle besos.
De ahí he sacado varias conclusiones pero ninguna de estas sé si son acertadas:
A. Cristal tiende a jugar con los sentimientos de los hombres. La opción de pensar en que es una mala persona.
B. Cristal no tiene la capacidad de expresar lo que siente por alguien. La opción racional y realista, porque es algo que también han observado quienes han vivido con ella.
C. Cristal se asusta si ve que está sintiendo algo por otra persona.
D. Cristal se aleja si ve que otra persona se pilla de ella.
Antes de ayer hablé con Magnesio sobre Cristal. Fue la primera vez que le dije que ella me gusta. Me dijo que era complicado saber lo que ella siente. También hablamos sobre lo del otro chico y me dijo que él era bastante pesado, como muy pegajoso. La verdad es que es algo que me imaginaba.
Por último, voy a hablar un poco más de este chaval: Es una persona que parece un boomer en el cuerpo de un adulto joven. Me dijo que a veces sueña con Cristal y se despierta dolido. Me siento muy identificado con él. Por otra parte, aunque no me guste nada sentir esto, me veo en una competición por ver quién se la queda. Eso es algo tóxico que está arraigado en mí, y me ha llevado a abrir este hilo. El motivo es que ayer me dijo que para el cumpleaños de Cristal, que será en un par de semanas, le escribirá una carta diciéndole lo que siente.
No sé cómo va a responder Cristal ante esto, y por eso hasta ahora nunca le he dicho que me gusta. Ella tiene problemas con la gestión de sus emociones y expresión de sus sentimientos. Si yo supiera que si le dijera que me gusta, tuviera mucho que ganar, se lo diría; pero si supiera que eso haría que nuestra relación se tensara, no le diría nada, seguramente.
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Hoy he crecido como filósofo y lo comparto con todos ustedes
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