Bonito cuadro
Hitler pintaba ciudades y luego volvía a pintarlas destruídas. Y luego volvía a pintarlas tal y como se las imaginaba nuevas.
Hitler soñó con una Metrópolis Germánica.
Hitler gustaba del esoterismo tibetano. Y situó el origen de la raza aria en dichas coordenadas.
Hitler movía en el tablero de juego de la guerra ejércitos que ya había perdido... Ordenaba tropas ya desaparecidas ante el estupor de sus comandantes.
Hitler usó el aislamiento con su guarida del lobo para intentar capotear la caída.
Hitler quiso cambiar la realidad por otra idea, delirante, a gusto personal.
Hitler está en el Cielo de Olk, Dios de los Delirantes, atravesando las Cortinas del Tiempo en la memoria de los hombres.