Vale, es cierto, pensad de mí lo que querais.
JURO QUE ESTA HISTORIA ES REAL.
Estaba solo en mi casa, cuando de repente recordé que podía llamar a una chavala para tener un encuentro sexual con ella ya que en otra ocasión ya lo tuvimos. La moza me sacaba un año o dos de edad. La chica en cuestión era objetivamente gorda, no obesa ni gordibuena, gorda. Debo decir en mi defensa que tenía unas tetas espectaculares, muy grandes y redonditas, no estaban caídas... se nota que si no estuviera gorda, seguirían siendo unas tetas increíbles, no eran tetas de gorda.
El caso es que vino a mi casa. La chica se creía que yo debía estar cortado o algo porque me agarró del tiron y nos empezamos a liar. Pero en un punto me empezó como a masticar el labio de abajo y me asusté. Total, que pasamos a lo siguiente.
La metí en la bañera para rociarle agua caliente por las tetas, literal yo creo que solo la llamé para eso. También me la chupó, la chupaba increíble tambien debo decir.
Hasta aquí ni tan mal la historia... lo malo viene ahora.
Cuando me la termina de chupar salimos de la ducha y me dice: "ahora me toca mandar a mí" Lo cual no me hizo saltar ninguna alarma porque soy muy versátil y no me importa ser pasivo o activo y dejar que ellas dominen un poco de vez en cuando.
Después de decir eso, me coge la cabeza y la va bajando hacia abajo... en ese momento pensé: "bien, me va a asfixiar con las tetas en la cara

" pero no... siguió bajando, entonces entendí lo que me estaba apunto de pasar...
Me estampó la cabesa contra la taza del vater y abrió su semidepilado chocho hacia mi cara mientras levantaba una pierna para ponerme el coño en la cara. Una sombra se ciñó sobre mí, cubriendo mi rostro pálido conociendo la situación que se avecinaba (soy de esos cabrones que no le gusta comer coños a gordas)
Mientras abalanzaba ella sus genitales contra mi rostro la oí decir en voz alta: "Aqui viene el treeeen!" (os juro que es real ésto)
Total, ya que estaba empozado decidí comerle el coño lo mejor que sabía. Noté un pelo suelto por mi boca.
Fué tal el susto y el mal rato que me dió un gatillazo y luego no pudimos ni follar
Total que se vistió y me empezó a contar su vida y a tratarme como si fuese su pareja de 5 años... total que la tuve que echar.
Desde ese día me odia, la verdad que me lo tengo merecido.
Esa fué la mujer 89 o 90 con la que tuve algo de sexo (todavía era un inexperto)
P.D: Obviamente no lo vais a creer, me da igual. Yo sé que ésto que cuento es real.