
Iniciado por
condiloma
Siempre tuve la esperanza de que llegaría un día en que podría vivir una experiencia con un travesti o un transexual, porque desde que era adolescente que me vengo sintiendo atraído por los chicos femeninos y pasivos vestidos de nenita
Todo sucedió por casualidad. Un sábado de madrugada, saliendo de un concierto de los Toy dolls, dejé a mis amigos de lado porque iban dobladísimos y salí a buscar mi coche con tal de volver a casa Avanzaba taciturno y cabizbajo, con la capucha puesta, por unas calles que estaban desérticas y prácticamente a oscuras cuando de pronto me encontré de frente, y en mi misma acera, con dos travestis que venían caminado en dirección hacia míEran dos figuras femeninas, una alta y delgada y la otra más bajita y corpulenta. A lo lejos ya pude distinguir que vestían medias negras y faldas de cuero Llevaban gafas de sol a las tantas de la mañana y supuse que eran travestis por la forma de andar, pues a la más alta se le notaba que no estaría acostumbrada a llevar tacones.
El encuentro fue irremediable porque me sentí completamente atraído hacia la más delgadita igual que un insecto hacia la luz Al cruzarme con ellas no dudaron en vacilarme y yo no me achanté, le planté cara a la que me gustaba. Me pidió que me quitaste la capucha y que descubriera mi rostro. Así lo hice y, como debí gustarle, ella me recompensó regalándome un delicioso beso que sabía a licor 43 mezclado con carmín El cabello le olía arrebatadoramente a perfume dulce de mujer. Mientras le comía el cuello a besos se fundió conmigo en un ardiente abrazo que me sirvió para magrearle el culo a placer y ya de paso meterle mano entre las piernas para sentir también que bajo la falda de cuero escondía algo más que unas braguitas sexys La arrastré conmigo hasta el portal más cercano que encontré, le subí la falda y, allí mismo, me arrodillé para poder restregar mi rostro contra el suculento bulto peludo que estaba prisionero dentro de sus sugerentes bragas de algodón. Me obnubilé con el olor de su sexo dentro de aquellas bragas que resultaron ser un tanga y también con el encaje de sus medias a la altura de los níveos muslos que le conferían un aspecto deliciosamente femenino. Poco después ella apartó el tanga hacia un lado para sacarse la polla y me pidió que se la chupase
Nunca antes había hecho algo así, para mí fue una experiencia totalmente nueva Al principio la tenía algo pequeña y flácida, así que opté por besarle los huevos mientras trataba de usar mis dedos para penetrar su culo El rabo se le fue hinchando paulatinamente en mi boca al ritmo de mis caricias y lametones Se le puso muy tiesa y larga, la tenía arqueada hacia un lado y mientras se masturbaba frente a mi cara me iba acariciando el pelo amorosamente con tal de que no dejara de chupársela. Entre tanto la oía jadear y resollar de placer, ella tampoco sé debía esperar que le fuesen a hacer una mamada en plena a calle. Me encantó sobarle la polla y mamársela; muy agradecida, me pidió que me incorporase para regalarme de nuevo un ardiente beso estaba muy cachonda y desatada.
Llegó un momento en que ella se puso tan cerda que no podía aguantar más y, en vista de que teníamos a su amiga allí esperando, me propuso ir al asiento trasero de mi coche para terminar la faena tranquilamente
CONTINUARÁ 1/3