Le he caneao a un canelo está mañana en la calle

Resulta que iba yo por la calle, a lo mío, como suelo ir, sin miedo y sin prisas. Total, que veo que en la otra acera hay una parejita de estas modernas, como de tribus urbanas o yo qué sé. Digo esto porque iban vestidos muy raros, el que parecía el chico iba con un pijama rosa, gafas fluorescentes, pelo teñido de rubio amarillo chillón, y la que parecía la hembra tampoco se quedaba atrás.

Total que paso por su lado, y el parguelas este me suelta: Oye, que te doy con la plancha, o algo de eso he entendido yo. Y joder, yo que soy veterano del Vietnam, que me he visto todas las películas de Rambo, de Rocky y del Suaseneger ese, y que me jodieron bien los vietcorns en su dia con sus torturas chinas y demás, pues he pillado por banda al moñas este, y le he soltado la más grande en forma de hostias como panes.

Como os podéis imaginar se ha puesto a llorar, y la compañera agarrándome de mis herculeos brazos, y yo quitándomela de encima para seguir dándole al sarasa, hasta que ha bajado su mano a donde tengo la polla, ha visto que aquello se ponía duro, como una piedra, y ha seguido magreando allí.

En fin, como podéis imaginaros, la tipa esta se ha venido conmigo al hotel, hace poco la he dejado rendida del polvazo que le he echado, y aquí estoy de nuevo en la calle, buscando mi destino, cojones. No sé qué habrá sido del notas ese del pijama raro y la plancha.

Y eso es todo, por ahora.

A este Canelo seguro que no.