Libro del profeta Ezequiel capítulo 1 (antiguo testamento)

  1. #1
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    Libro del profeta Ezequiel capítulo 1 (antiguo testamento)

    Libro del profeta
    Ezequiel
    Capítulo 1
    Ezequiel ve en visión cuatro seres vivientes, cuatro ruedas y la gloria de Jehová sobre Su trono.

    1 Y aconteció en el año treinta, en el mes cuarto, a los cinco días del mes, que, estando yo en medio de los cautivos, junto al río Quebar, los cielos se abrieron y vi visiones de Dios.

    2 A los cinco días del mes, en el quinto año del cautiverio del rey Joaquín,

    3 vino directamente la palabra de Jehová al sacerdote Ezequiel hijo de Buzi, en la tierra de los caldeos, junto al río Quebar; y vino allí sobre él la mano de Jehová.

    4 Y miré, y he aquí, un viento tempestuoso venía del norte, una gran nube y un fuego relampagueante, y alrededor de él un resplandor, y en medio del fuego algo que parecía como de ámbar,

    5 y en medio de ella, la figura de cuatro seres vivientes. Y esta era su apariencia: había en ellos semejanza de hombre.

    6 Y cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas.

    7 Y las piernas de ellos eran derechas, y la planta de sus pies como planta de pezuña de becerro; y centelleaban a manera de bronce muy bruñido.

    8 Y debajo de sus alas, a sus cuatro lados, tenían manos de hombre; y los cuatro tenían sus caras y sus alas.

    9 Con las alas se tocaban el uno al otro. No se desviaban cuando andaban; cada uno caminaba derecho hacia delante.

    10 Y el aspecto de sus caras era como cara de hombre, y cara de león en el lado derecho de los cuatro, y cara de buey en el lado izquierdo de los cuatro; asimismo los cuatro tenían cara de águila.

    11 Así eran sus caras; y sus alas estaban extendidas hacia arriba; dos de las cuales se tocaban entre sí y con las otras dos cubrían sus cuerpos.

    12 Y cada uno caminaba derecho hacia delante; hacia donde el espíritu los llevaba, ellos iban; cuando andaban, no se desviaban.

    13 En cuanto a la semejanza de los seres vivientes, su apariencia era como de carbones de fuego encendidos, como la apariencia de antorchas que se movían entre los seres vivientes; y el fuego resplandecía, y del fuego salían relámpagos.

    14 Y los seres vivientes corrían y regresaban a semejanza de relámpagos.

    15 Y miré a los seres vivientes, y he aquí, una rueda en la tierra junto a los seres vivientes con sus cuatro caras.

    16 Y el aspecto de las ruedas y su obra era semejante al color del topacio. Y las cuatro tenían un mismo aspecto; su apariencia y su obra eran como una rueda en medio de otra rueda.

    17 Cuando andaban, se movían sobre sus cuatro costados; no se desviaban cuando andaban.

    18 Y sus aros eran altos y espantosos, y los aros estaban llenos de ojos alrededor en las cuatro.

    19 Y cuando los seres vivientes andaban, las ruedas andaban junto a ellos; y cuando los seres vivientes se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban.

    20 Hacia donde el espíritu iba, ellos iban allí adonde el espíritu iba, y las ruedas se levantaban juntamente con ellos, porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas.

    21 Cuando ellos andaban, andaban ellas; y cuando ellos se detenían, se detenían ellas; asimismo, cuando se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban juntamente con ellos, porque el espíritu de cada ser viviente estaba en las ruedas.

    22 Y sobre las cabezas de los seres vivientes aparecía un firmamento a manera de cristal maravilloso, extendido por encima de sus cabezas.

    23 Y debajo del firmamento sus alas se extendían derechas la una hacia la otra; cada uno tenía dos alas con las que cubrían sus cuerpos por un lado y por el otro.

    24 Y oí el ruido de sus alas cuando andaban, como sonido de muchas aguas, como la voz del Omnipotente, como ruido de muchedumbre, como la voz de un ejército. Cuando se detenían, bajaban sus alas.

    25 Y cuando se detenían y bajaban sus alas, se oía una voz por encima del firmamento que estaba sobre sus cabezas.

    26 Y sobre el firmamento que estaba sobre sus cabezas se veía la figura de un trono que parecía de piedra de zafiro; y en lo más alto, sobre la figura del trono, había algo a semejanza de un hombre sentado sobre él.

    27 Y vi algo que tenía la apariencia de ámbar, como la apariencia del fuego dentro de ella alrededor, desde el aspecto de sus lomos hacia arriba; y desde sus lomos hacia abajo, vi que parecía como fuego y que tenía un resplandor alrededor.

    28 Como el aspecto del arco iris que está en las nubes en día de lluvia, así era el aspecto del resplandor alrededor. Esta fue la visión de la semejanza de la gloria de Jehová. Y cuando yo la vi, me postré sobre mi rostro y oí la voz de uno que hablaba.

  2. #2
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    Podrías escribir toda la biblia que me gustaría empezar a leerla online
    https://www.lds.org/scriptures/ot?lang=spa

    No se si es muy fiable.

  3. #3
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  4. #4
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    Podrías escribir toda la biblia que me gustaría empezar a leerla online
    De nada

    http://w2.vatican.va/content/francesco/es/apost_constitutions.index.html

  5. #5
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    Cada era exitosa del desarrollo cultural y Ètico del
    ser humano ha producido su manifiesto literario óun
    argumento que desafÌa las normas existentes y
    propone una aproximaciÛn novedosa a las constantes
    problem·ticas de la civilizaciÛn. No con poca
    frecuencia se ha dado el caso que las realidades del
    nacionalismo polÌtico han sido mezcladas con el
    idealismo de Ènfasis extranacional para producir lo
    que cautelosamente denominamos con el tÈrmino
    existencialismo. Una lista de obras pertinentes podrÌa
    incluir la Rep˙blica de PlatÛn, la PolÌtica de
    AristÛteles, El PrÌncipe de Maquiavelo, y los escritos
    de Nietzsche, Hobbes, Locke, Marx, y Sartre.
    Este es el libro de nuestra Època.
    El amanecer de la Edad Sat·nica fue celebrado el
    30 de abril de 1966 ó el aÒo Uno. En esa fecha,
    Anton Szandor LaVey consagrÛ la Iglesia de Sat·n en
    la ciudad de San Francisco y asumiÛ el oficio de su
    primer Sumo Sacerdote. Lo que habÌa comenzado
    varios aÒos antes como un foro intelectual dedicado a
    la investigaciÛn y aplicaciÛn de las Artes Negras se
    ha expandido desde entonces a un movimiento
    filosÛfico internacional de primera magnitud. El
    Satanismo, que alguna vez fuera la provincia aislada

    * Michael A. Aquino formÛ parte de la AdministraciÛn de la Iglesia de
    Sat·n dese 1969 hasta 1975. Esta introducciÛn apareciÛ en la ediciÛn de la
    Biblia Sat·nica de 1972. Se separÛ de la Iglesia de Sat·n por ëdiferencias
    ideolÛgicasí con Anton LaVey y form˙ su propia organizaciÛn, el Templo
    de Set, que cuenta hoy en dÌa con varios miles de miembros alrededor de
    todo el mundo. Es autor, entre otros libros, de un voluminoso tomo sobre la
    historia de la Iglesia de Sat·n desde 1966 hasta 1975. Actualmente goza de
    una merecida pensiÛn como Teniente Coronel del EjÈrcito de los Estados
    Unidos.
    15
    de exiliados furtivos y excÈntricos radicales, se ha
    convertido en una seria alternativa a las doctrinas del
    teÌsmo y del materialismo. Al promulgar la
    complacencia en lugar de la abstinencia, el
    Satanismo rechaza la nociÛn de que el progreso del
    hombre est· condicionado por su aceptaciÛn de una
    moralidad auto-impuesta. Los Satanistas sostienen
    que un juicio deviene de la comparaciÛn y resoluciÛn
    de los opuestos, y uno no puede hacer alarde de
    justicia al honrar un solo par·metro de
    comportamiento.
    Una aproximaciÛn empÌrica a la moralidad no es
    una innovaciÛn reciente; teÛricos como Pit·goras,
    Hegel, Spencer, y Compte avanzaron la proposiciÛn
    original de la independencia intelectual del homb
    16
    patriarcal. La adoraadoraciÛn de cualquier deidad o
    deidades óbajo cualquier aspectoó es repulsiva
    para el Mago Negro, quien considera todas las
    profesiones de fe o con fianza en una entidad
    protectora sobrenatural como demostraciones
    humillantes de cobardÌa e inseguridad emocional. El
    Satanismo ha sido malintepretado frecuentemente
    como mera ìadoraciÛn al diabloî, cuando de hecho
    constituye un claro rechazo de toda forma de
    adoraciÛn como un componente deseable de la
    personalidad. No es tanto una anti-religiÛn óun
    simple rechazo de cualquier creenciaó sino una noreligiÛn,
    una negativa sin compromiso de todo
    misticismo sustancial. Como tal, representa una
    amenaza mucho m·s seria a las teologÌas organizadas
    que lo que pueden ser los escritos arcaicos de las
    viejas demonologÌas.
    El Ritual y la FantasÌa juegan un papel muy
    importante en las actividades de la Iglesia Sat·nica,
    trabajando sobre el supuesto que la experiencia y el
    control de la irracionalidad metafÌsica y mental son
    necesarias para el fortalecimiento de la psique. De
    esta manera, se hace un esfuerzo para evitar lo que tal
    vez constituÌa el talÛn de Aquiles de la escuela
    Gurdjieff-Ouspensky de evoluciÛn psicolÛgica
    subjetiva; los primerÌsmos discÌpulos de este
    trascendentalismo auto-determinado postularon que
    que todas las sensaciones no-materialistas eran un
    peligro para el estudiante. Un elemento crucial del
    Ritual Sat·nico es la apreciaciÛn de sus cualidades
    inspiradoras e ilustrativas, sin que por ello sea
    necesario considerarlo como una realidad inflexible.
    El Satanismo queda mejor identificado como una
    disposiciÛn que como una religiÛn, ya que se ocupa
    activamente de todas las facetas de la existencia
    humana, y no ˙nicamente de los asÌ llamados
    aspectos espirituales. Sin embargo quienes proclaman
    que el Satanismo constituye un peligro para el
    17
    sistema de justicia y el orden coo`peracional de la
    sociedad han pasado totalmente por alto la idea
    principal. El Satanismo defiende la libertad sin
    restricciones, pero sÛlo hasta el punto que las
    preferencias propias no violen las de otrso. Cabe
    anptar que el Satanismo es una filosofÌa del
    individuo, no de las masas. No existen declaraciones
    polÌticas colectivas a excepciÛn de la advertencia de
    Crowley: ìEl m·s grave de todos los ëpecadosí es el
    autoengaÒoî.
    Mientras la mayorÌa de la poblaciÛn puede
    inclinarse instintivamente a un Satanismo de hecho,
    hay que recordarles que los planteamientos del
    Satanismo no son para irresponsables. No existen
    misioneros Sat·nicos, y hay que cumplir ciertos
    requisitos precisos. La inexperiencia no es motivo de
    desdeÒo, pero la prwetenciosidad, la hipocresÌa, y la
    pomposidad son tratadas con el desprecio que
    merecen. El Satanismo no es menos arte que ciencia,
    y no habr· ìpatrÛn de medida deificadoî.
    El Dr. LaVey est· capacitado de modo singular
    para escribir la historia del nuevo Diabolismo.
    Estadounidense de ascendencia gitana, rumana y
    alsaciana, desde muy temprana edad hizo gala de la
    inquietud caracterÌstica de sus ancestros nÛmadas y
    mostrÛ una simpatÌa inusual por su tradiciÛn arcana y
    mundana. Su temprana preocupaciÛn por las ciencias
    militares lo motivaron a leer diversas publicaciones
    logÌsticas de la Segunda Guerra Mundial, sÛlo para
    descubrir que las visiones de gloria militar que
    caracterizaron la primera guerra mundial habÌan
    cedido lugar al realismo mercenario y desapegado
    durante la segunda conflagraciÛn. Sus experiencias
    como estudiante nada hicieron para borrar el sabor de
    esta primera muestra del cinismo humano, y la
    creciente impaciencia de LaVey con la regimentaciÛn
    estÈril de la educaciÛn convencional lo llevarÌan a
    buscar los extraÒos encantos surrealistas del circo.
    18
    AyudÛ a Clyde Beatty como domador de animales
    salvajes y muy pronto desarrollÛ una fuerte afinidad
    por los grandes felinos, misma que marcarÌa de una
    manera bastante curiosa su personalidad. Todas las
    criaturas animadas son b·sicamente bestiales ó
    razonaba LaVeyó y lo ˙nico que logran los Ûrdenes
    sociales m·s refinados es, cuando mucho, una
    supresiÛn endeble de este salvajismo innato. Del circo
    pasarÌa a las ferias ambulantes ócarnivalsó donde
    el brillo de las artes escÈnicas estaba matizado con la
    lucha cotidiana por conseguir el sustento diario. AquÌ
    LaVey trabajÛ en un mundo patÈtico pero digno,
    poblado de rebeldes, fenÛmenos, patiÒos, y rarezas
    humanas; y aprenderÌa el arte de la magia de escena,
    cuyo Èxito depende de el nivevl de distracciÛn que
    logre inducir en la atenciÛn de su audiencia.
    ObservarÌa, no sin cierta dureza, la fascinaciÛn que el
    hombre "normal" parece tener por sus camaradas
    deformes óregode·ndose de satisfacciÛn al ver cÛmo
    la desgracia se ensaÒa con su prÛjimo en lugar de
    ensaÒarse con uno mismo. Al interesarse cada vez
    m·s en este cruel y licantrÛpico atributo de la
    naturaleza humana, decidiÛ estudiar criminologÌa en
    la univrsidad, e incluso llegÛ a trabajar en calidad de
    fotÛgrafo con el Departamento de PolicÌa de San
    Francisco.
    Como profesional de circo habÌa tenido la
    oportunidad de contemplar el lado carnal del hombre
    en su faceta m·s artÌstica; ahora lo experimentarÌa en
    su aspecto m·s violento y salvaje. Tres aÒos de vivir
    dÌa a dÌa con la sangre, brutalidad y abyecta miseria
    que permean la subcultura criminal lo dejaron
    hastiado, enfermo, desilusionado y leno de ira hacia la
    hipocresÌa imperante de la sociedad amable. Para
    ganarse la vida, se dedicÛ a tocar el Ûrgano de tubos y
    dedicÛ gran parte de sus esfuerzos a lo que habrÌa de
    convertirse en la labor de su vida óla Magia Negra
    LaVey habÌa rechazado desde hace mucho tiempo
    19
    desde hace mucho tiempo los tratados estereotÌpicos
    sobre hechicerÌa ceremonial por ser meros productos
    histÈricos de imagnaciones medievales. El ìViejo
    Culto5
    î, con sus supersticiones, ademanes afectados y
    sus juegos de salÛn infantiles no son para nosotros; lo
    que buscamos es una psicologÌa metafÌsica que
    atraiga al hombre intlectual ˙nicamente despuÈs de
    haberle dado a sus orÌgenes brutales y animales las
    consideraciones apropiadas Esta es la razÛn por la
    cual nuestro sÌmbolo es la Cabra de Mendes6
    .
    Sat·n es, desde lejos, la figura m·s enigm·tica de
    la literatura. Poseedor de toda riqueza imaginable, y
    siendo el m·s poderoso de los Arc·ngeles, rechazÛ
    con desdÈn su excelsa lealtad para proclamar su
    independencia de todo lo que representaba su Jefe
    Celestial. Aunque condenado al m·s espantoso de los
    dominios, un Infierno absolutamente rehuÌdo por la
    divinidad, aceptÛ tales privaciones como la carga de
    su prerrogativa intelectual. En su Imperio Infernal
    uno podr· complacerse impunemente en los placeres
    m·s extraordinarios, sin embargo en medio de tal
    licenciosidad desenfrenada, el Diablo ha mantenido
    una nobleza peculiar. Esta cualidad evasiva fue con
    la cual decidimos identificarnos.
    Este es el principio guÌa del Satanismo: que la la
    consecuencia definitiva del hombre yace no en la
    unidad sino en la dualidad. ⁄nicamente la sÌntesis
    ecide los valores; la adherencia a un orden ˙nico ea
    arbitraria y, por tanto insignificante.
    La Biblia Sat·nica es un documento de lo m·s
    insidioso. Uno se siente fuertemente tentado a
    compararlo con esa mitologÌa malÈfica y oscura que
    es El Rey en Amarillo, un trabajo psicoplÌtico que
    supuestamente llevaba a sus lectores a la demencia y

    5 Old Craft en el texto original óN. del T. (Ver ApÈndice I). 6 La Cabra de Mendes o SÌmbolo de Bafomet es la imagen del Macho
    CabrÌo insertado en una estrella de Cinco puntas (Ver ApÈndice I).
    20
    la perdiciÛn. Por muy c·ndida y coloquial que pueda
    parecer a primera vista, La Biblia Sat·nica no es un
    volumen que pueda ser pasado por alto f·cilmente. Es
    un producto muy de nuestro tiempo, no sÛlo porque
    un libro asÌ óa la par que su autoró probablemente
    habrÌa sido destruido en una Època anterior, sino
    porque su creaciÛn fue una inevitablidad
    evolucionaria.
    T˙, lector, est·s a punto de ser empalado en los
    afilados cuernos de un dilema Sat·nico. Si aceptas los
    postulados de este libro, condenar·s a tus m·s
    preciados santuarios a la aniquilaciÛn. A cambio
    despertar·s óal m·s feroz de los Infiernos. Si
    rechazas su argumento, te resignar·s a una
    desintegraciÛn cancerosa de tu hasta entonces
    inconsciente sentido de identidad. No es de extraÒar
    que el legado del Archienemigo le haya prodigado
    enemigos tan amargos!!
    Cualquiera que sea tu decisiÛn, no podr·s
    postergarla por m·s tiempo. La Biblia Sat·nica
    finalmente articula lo que el hombre, instintivamente,
    siempre ha temido proclamar: que Èl es,
    potencialmente, divino
    Michael A. Aquino
    IVº Magister Templi
    Iglesia de Sat·n, 1972 (VII Anno Satanas)

  6. #6
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    LAS NUEVE
    DECLARACIONES
    SAT£NICAS
    1. °Sat·n representa complacencia, en lugar de
    abstinencia!
    2. °Sat·n representa la existencia vital, en lugar de
    sueÒos espirituales!
    3. °Sat·n representa la sabidurÌa perfecta, en lugar
    del auto engaÒo hipÛcrita!
    4. °Sat·n representa amabilidad hacia quienes la
    merecen, en lugar del amor malgastado en
    ingratos!
    5. °Sat·n representa la venganza, en lugar de ofrecer
    la otra mejilla!
    6. °Sat·n representa responsabilidad para el
    responsable, en lugar de preocuparse por
    vampiros psÌquicos!
    7. °Sat·n representa al hombre como otro animal,
    algunas veces mejor, la mayorÌa de las veces peor
    que aquellos que caminan en cuarto patas, el
    cual, por causa de su "divino desarrollo
    intelectual" se ha convertido en el animal m·s
    vicioso de todos!
    8. °Sat·n representa todos los llamados "pecados",
    mientras lleven a la gratificaciÛn fÌsica, mental o
    emocional!
    9. °Sat·n ha sido el mejor amigo que la Iglesia
    siempre ha tenido, ya que la ha mantenido en el
    negocio todos estos aÒos!

  7. #7
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    El primer libro de la Biblia Sat·nica no es un intento
    de blasfemar, sino una declaraciÛn de lo que podrÌa
    llamarse "indignaciÛn diabÛlica". El Diablo ha sido
    atacado por los hombres de Dios sin reservas ni
    miramientos. Nunca ha habido una oportunidad,
    hablando ficticiamente, para que el PrÌncipe Oscuro
    hable de la misma manera que los voceros del SeÒor
    del Bien. Los agitadores del pasado han gozado de
    libertad para definir el "bien" y el "mal" a su
    acomodo, y han relegado alegremente al olvido a
    cualquiera que no estuvise de acuerdo con sus
    mentiras óverbalmente y a veces, fÌsicamente. Su
    decir de caridad, a los ojos de Su Infernal Majestad,
    no es m·s que una farsa vacÌa --y bastante injusta,
    teniendo en cuenta el hecho obvio que si no fuese por
    su adversario Sat·nico, sus religiones se colapsarÌan.
    Resulta triste, que el personaje alegÛrico que es el
    mayor responsable del Èxito de las religiones
    espirituales, sea tratado con el mÌnimo de compasiÛn
    y el abuso m·s consistente óy por quienes m·s
    untuosamente predican las reglas del juego limpio!
    Durante todos los siglos de insultos que ha recibido el
    Diablo, nunca ha contestado a sus detractores.
    Siempre ha quedado como el caballero, mientras los
    que Èl apoya gritan y deliran. Ha demostrado ser un
    modelo de conducta, pero ahora siente que es hora de
    replicar. Ha decidido finalmente que es tiempo de
    recibir lo que le corresponde. Ahora ya no se
    necesitan los voluminosos reglamentos de hipocresÌa.
    Para poder volver a aprender la Ley de la Selva, ser·
    suficiente una pequeÒa y breve diatriba. Cada verso
    es un infierno. Cada palabra es una lengua de fuego.
    Las llamas del Infierno arden ferozmente... y
    purifican! Leed y aprended la Ley.
    33
    EL
    LIBRO DE
    SAT£N
    ó I ó
    1. En este ·rido desierto de acero y piedra, elevo mi
    voz para que puedas oÌrla, Al Este y al Oeste
    hago una seÒa. Al Norte y al Sur muestro un
    signo que proclama: °Muerte a los dÈbiles, salud
    para los fuertes!
    2. °Abrid los ojos para que pod·is ver, oh, hombres
    de mente enmohecida, y escuchadme bien,
    vosotros, la multitud de seres desorientados!
    3. °Pues yo me alzo para desafiar a la sabidurÌa del
    mundo, para pedir explicaciones a las ´leyesª del
    hombre y de ´Diosª!
    4. Yo exijo razones de vuestras reglas doradas y
    pregunto el porquÈ de vuestros mandamientos
    5. No me inclino en seÒal de sumisiÛn ante ninguno
    de vuestros Ìdolos pintados, y el que me d
    34
    7. Ninguna vetusta falsedad ser· para mÌ una
    verdad; ning˙n dogma sofocante entorpecer· mi
    pluma.
    8. Me aparto de todos los convencionalismos que no
    me lleven al Èxito y a la felicidad en la Tierra.
    9. Elevo con severa energÌa el estandarte de los
    fuertes.
    10. Clavo mi mirada en los ojos vidriosos de vuestro
    espantoso Jehov·, y le tiro de la barba. Alzo un
    hacha y abro en dos su cr·neo devorado por los
    gusanos.
    11. Hago estallar el horrible contenido de los
    sepulcros filosÛficos marchitos, y rÌo con ira
    sardÛnica.
    ó II ó
    1. Mirad al crucifijo. øQuÈ simboliza? P·lida
    incompetencia colgada de un ·rbol.
    2. Pongo en duda todas las cosas. Coloc·ndome
    ante las podridas y barnizadas fachadas de
    vuestros m·s excelsos dogmas morales, escribo
    con letras de llameante desprecio: ´° Ojo! °Mucho
    cuidan! °Todo esto es fraude!.
    3. °Congregaos en torno a mÌ, oh, vosotros que
    desafi·is a la muerte, y la Tierra ser· vuestra,
    para ahora y para siempre!
    4. A la mano muerta se le ha permitido durante
    demasiado tiempo que esterilice el pensamiento
    vivo.
    35
    5. °Los falsos profetas han estado invirtiendo por
    mucho tiempo lo justo y lo injusto, lo bueno y lo
    malo!
    6. Ning˙n credo debe ser aceptado como imposiciÛn
    de la autoridad de una naturaleza ìdivinaî. Las
    religiones deben ser puestas en duda. Ning˙n
    dogma moral debe ser aceptado dado por hecho;
    óninguna patrÛn de medida debe ser deificado.
    En los cÛdigos morales no hay nada
    inherentemente sagrado. Al igual que los Ìdolos
    de madera de tiempos remotos, son obras de
    manos humanas, °y lo que el hombre ha hecho
    puede destruirlo!
    7. El que no se apresura a creer en todo es
    sumamente inteligente, pues disponerse a creer en
    un falso principio es comenzar a carecer de
    sabidurÌa.
    8. El deber principal de toda nueva Època es enseÒar
    a los nuevos hombres a determinar sus libertades,
    a dirigirlas hacia el Èxito material, a rechazar los
    candados y cadenas oxidadas de las costumbres
    muertas que impiden siempre la expansiÛn
    saludable, aquellas teorÌas e ideas que pudieron
    haber significado vida, esperanza y libertad para
    nuestros antepasados, es posible que ahora
    representen para nosotros destrucciÛn, esclavitud
    y deshonor.
    9. °Cu·ndo el medio ambiente cambia, ning˙n ideal
    humano permanece seguro!
    10. Por lo tanto, cada vez que una mentira se haya
    instalado en un trono, asaltÈmosla sin piedad y
    sin escr˙pulos de conciencia, pues nadie puede
    36
    prosperar bajo el dominio de una falsedad
    inconveniente.
    11. °Destronemos los sofismas establecidos,
    arranquÈmoslos de cuajo, quemÈmoslos y
    destruy·moslos, pues son una amenaza para toda
    la autÈntica nobleza del pensamiento y la acciÛn!
    12. °Cada vez que por medio de los resultados quede
    demostrado que una pretendida ´verdadª no es
    m·s que una vana ficciÛn!. °ArrojÈmosla sin
    ceremonia hacia la oscuridad exterior, y que
    caiga entre los dioses muertos, los imperios
    muertos, las filosofÌas muertas y otras ruinas
    in˙tiles! °Su puesto est· entre los trastos viejos!
    13. La m·s peligrosa de todas las mentiras
    entronizadas es la mentira santa, santificada,
    privilegiada; la mentira que todo el mundo toma
    por un modelo de verdad. Es la madre nutricia de
    todos los otros espejismos y errores populares, Es
    el ·rbol, con cabeza de hidra y mil raÌces de lo
    irrazonable, °Es un c·ncer social!
    14. Aquella mentira que se muestra a nosotros como
    media mentira est· medio erradicada; Pero
    aquella mentira que incluso las personas
    inteligentes aceptan como un hecho -la mentira
    que le ha sido inculcada al niÒo cuando reposaba
    en las rodillas de su madre-, °esa es m·s peligrosa
    de afrontar que una pestilencia insidiosa!
    15. Las mentiras populares han sido siempre las m·s
    potentes enemigas de la libertad personal. No
    existe m·s que una forma de hacerles frente:
    arrancarlas, arrancarlas de cuajo, como si fueran
    c·nceres. °Aniquiladlas o ellas aniquilar·n!
    37
    ó III ó
    1. ìAmaos los unos a los otrosî. Se nos dice que
    esto es la ley suprema, Pero øquÈ poder lo ha
    hecho asÌ? øSobre quÈ autoridad racional reposa
    el evangelio del amor? øPor quÈ no habrÌa yo de
    odiar a mis enemigos? Si los ´amoª, øno me
    pongo a merced de ellos?
    2. øEs natural que los enemigos se hagan el bien los
    unos a los otros? øEs bueno eso?
    3. øPuede la vÌctima desgarrada y ensangrentada
    "amar" las fauces ensangrentadas que le van
    arrancando miembro tras miembro?
    4. øNo somos todos por instinto animales de presa?
    Si los seres humanos cesaran totalmente de
    atacarse los unos a los otros, como animales de
    presa, øpodrÌan continuar existiendo?
    5. øNo es el ´deseo lujurioso y camalª un tÈrmino
    m·s veraz para definir al "amor" cuando lo
    aplicamos a la propagaciÛn de la especie'? El
    "amor" de las aduladoras escrituras, øno es un
    simple eufemismo de la actividad sexual? øO
    acaso el ´gran maestroª era un glorificador de los
    eunucos?
    6. Ama a tus enemigos y haz el bien a los que te
    odian y te explotan. øNo es esta la despreciable
    filosofÌa del perro de aguas que gira sobre su
    lomo cuando le dan patadas?
    7. Odia a tus enemigos con todo tu corazÛn, y si un
    hombre te abofetea en la mejilla, °AbofetÈale en
    38
    la otra! AbofetÈale con toda tu alma, pues el velar
    por uno mismo es la ley m·s excelsa.
    8. °El que ofrece la otra mejilla es un perro cobarde!
    9. Devuelve golpe por golpe, desprecio por
    39
    ciclÛn, y despuÈs de que ellos hayan caÌdo,
    regocÌjate de tu propia salvaciÛn.
    5. Entonces todos tus huesos dir·n orgullosamente;
    øQuiÈn est· por encima de mÌ? øNo he sido
    demasiado fuerte para mis adversarios? øNo me
    he liberado yo mismo por medio de mi cerebro y
    mi cuerpo?
    ó V ó

    1. Benditos sean los fuertes, pues de ellos ser· la
    Tierra. °Malditos sean los dÈbiles, pues ellos
    heredar·n el yugo!
    2. Benditos sean los poderosos, pues ellos ser·n
    reverenciados por los hombres... °Malditos sean
    los dÈbiles, pues ellos ser·n borrados de la faz de
    la Tierra!
    3. Benditos sean los audaces, pues ellos ser·n los
    amos del mundo. °Malditos sean los
    virtuosamente dÈbiles, pues ellos quedar·n
    aplastados bajo las pezuÒas del Diablo!.
    4. Benditos sean los triunfadores, pues la victoria es
    la base del derecho... °Malditos sean los vencidos,
    pues ellos ser·n vasallos para siempre!
    5. Benditos sean los de la mano de hierro, pues los
    blandos huir·n ante ellos... °Malditos sean los
    pobres de espÌritu, pues ser·n escupidos!
    6. Benditos sean los que desafÌan a la muerte, pues
    sus dÌas ser·n largos en la Tierra... °Malditos
    sean los que sueÒan con una vida m·s rica m·s
    40
    all· de la tumba, pues ellos perecer·n en medio
    de la abundancia!
    7. Benditos sean los destructores de la falsa
    esperanza, pues ellos son los verdaderos MesÌas...
    °Malditos sean los adoradores de Dios, pues ellos
    ser·n ovejas esquilmadas!
    8. Benditos sean los valientes, pues ellos obtendr·n
    grandes tesoros... ° Malditos sean los que creen
    en el bien y en el mal, pues se dejan asustar por
    sombras!
    9. Benditos sean aquellos que creen en lo que m·s
    les conviene, pues su mente no se aterrorizar·
    nunca... °Malditos sean los ´corderos de Diosª,
    pues ser·n desangrados hasta quedar m·s blancos
    que la nieve!
    10. Bendito sea el hombre que tiene una legiÛn de
    enemigos, pues ellos le har·n hÈroe, °Maldito sea
    el que hace el bien a quien le paga con desprecio,
    pues Èl ser· despreciado!
    11. Benditos sean los de mente poderosa, pues ellos
    superar·n los torbellinos...°Malditos sean los que
    ofrecen mentiras como verdades y verdades como
    mentiras, pues ellos son una abominaciÛn!
    12. °Malditos sean tres veces los dÈbiles a quienes la
    inseguridad les hace viles, pues ellos son una
    abominaciÛn!
    13. El ·ngel del engaÒo que nos hacemos a nosotros
    mismos en el alma de los ´justosª. °La llama
    eterna del poder alcanzado a travÈs del placer
    mora en la carne del satanista!
    41
    42
    (AIRE)
    ó EL LIBRO DE LUCIFER ó
    LA ILUMINACI”N
    43
    44
    El dios romano, Lucifer, era el Portador de Luz, el
    espÌritu del aire, la personificaciÛn de la IluminaciÛn
    y el Conocimiento. En la mitologÌa Cristiana, se
    convirtiÛ en el sinÛnimo del mal, °quÈ es lo ˙nico que
    habrÌa de esperarse de una religiÛn cuya existencia
    misma es perpetuada por definiciones confusas y
    valores fraudulentos! Es hora de aclarar las cosas.
    Deben corregirse los falsos moralismos y los errores
    ocultistas. Tan entretenidas como puedan ser, la
    mayorÌa de historias y obras sobre adoraciÛn del
    Diablo deben ser reconocidas como las ridiculeces
    obsoletas que son. Se ha dicho "la verdad os har·
    libres". La verdad por sÌ misma nunca ha liberado a
    alguien. Es la DUDA la que trae la emancipaciÛn
    mental. Sin el maravilloso elemento de la duda, el
    portal por el cual llega la verdad permanecerÌa
    cerrado, imperturbable ante los golpes enÈrgicos de
    mil Luciferes. Cuan comprensible resulta que las
    Sagradas Escrituras se refieran al monarca Infernal
    como el "padre de las mentiras" óun magnÌfico
    ejemplo de inversiÛn de car·cter. Si uno va a creer
    Èsta acusaciÛn teolÛgica de que el Diablo representa
    la falsedad, entonces debe concluirse que sea °…L, NO
    DIOS, QUIEN ESTABLECI” TODAS LAS RELIGIONES
    ESPIRITUALES Y QUIEN ESCRIBI” TODOS LOS TEXTOS
    SAGRADOS! Cuando una duda es seguida por otra, la
    burbuja, ya repleta de tantas falacias desde hace
    tiempo acumuladas, amenaza con reventar. Para
    quienes ya dudan de las supuestas verdades, este libro
    es la revelaciÛn. Entonces Lucifer se habr· levantado.
    °Ya es tiempo de dudar! La burbuja de la falsedad se
    est· reventando y su sonido es el rugir del mundo.
    45
    SE BUSCA!
    ó DIOS ó
    VIVO O MUERTO!
    L que un Satanista no cree en Dios es un
    concepto popular bastante errÛneo. El concepto
    de ìDiosî, tal como es interpretado por el hombre, ha
    sido tan variado a travÈs de todas las Èpocas, que el
    Satanista simplemente aceptar la definiciÛn que mejor
    se ajuste a sus necesidades. El hombre siempre ha
    creado sus dioses, en vez de sus dioses haberlo creado
    a Èl. Para unos, Dios es benÈvolo; para otros, resulta
    aterrador. Para el Satanista, ìDiosî ópor cualquier
    nombre que se le llame, o bien por ning˙n nombre en
    absolutoó es visto como el factor de equilibrio en la
    Naturaleza, y no como un ser al que le preocupe el
    sufrimiento. Esta poderosa fuerza que permea y
    equilibra el universo es demasiado impersonal para
    preocuparse por la felicidad o la miseria de las
    criaturas de carne y hueso de esta bola de mierda
    sobre la cual vivimos.
    Cualquiera que piense en Sat·n como malo
    deberÌa tener en cuenta todos los hombres, mujeres,
    niÒos y animales que han muerto porque ello era
    ìVoluntad de Diosî. Con toda seguridad, una persona
    que lamente la pÈrdida inoportuna de un ser querido
    °preferirÌa mil veces tenerla otra vez junto a sÌ que en
    las manos de Dios! En cambio, son consolados
    melosamente por el clÈrigo de turno que dice ìFue la
    voluntad de Dios, hija mÌaî; o ìAhora descansa en las
    manos de Dios, hijo mÌoî. Tales frases han sido una
    E
    46
    manera conveniente que los religiosos han utilizado
    para justificar o excusar la impiedad de Dios. Pero si
    Dios est· al mando y es tan benÈvolo como se supone
    que es, øpor quÈ permite que pasen estas cosas?
    Durante mucho tiempo los religiosos se han
    abalanzado sobre sus biblias y reglamentos para
    probar o refutar, justificar, condenar o interpretar.
    El Satanista se da cuenta que el hombre, y la
    acciÛn y reacciÛn del Universo, son responsables de
    todo lo que ocurre, y no se engaÒa creyendo que a
    alguien le importa. °Ya no nos quedaremos sentados y
    aceptaremos el ìdestinoî sin hacer algo al respecto,
    sÛlo porque asÌ lo dice en el CapÌtulo tal y cual,
    Salmo asÌ y as·, y baste con eso! El Satanista sabe
    que el rezar no ayudar· mucho óde hecho,
    disminuye las posibilidades de Èxito, ya que lo que
    suelen hacer las personas devotas es sentarse
    complacidamente y rezar por una situaciÛn que, si
    hicieran algo, la resolverÌan mucho m·s r·pido!
    El Satanista rehuye tÈrminos como ìesperanzaî y
    ìoraciÛnî ya que son indicio de aprehensiÛn. Si
    esperamos y rezamos para que suceda algo, no
    actuaremos en una forma positiva para hacer que
    suceda! El Satanista, d·ndose cuenta que cualquier
    cosa que consiga es gracias a sus propios actos, toma
    control de la situaciÛn en lugar de rezarle a Dios para
    que ello suceda. El pensamiento positivo y la acciÛn
    positiva aÒaden los resultados.
    AsÌ como el Satanista no reza para pedir la ayuda
    de Dios, tampoco le reza para que lo perdone por sus
    propios errores. En otras religiones, cuando uno hace
    mal, va y se le reza a Dios, o se confiesa a un
    intermediario y le pide que ore a Dios para que le
    perdone por sus pecados. El Satanista sabe que si la
    oraciÛn es de ning˙n provecho, el confesarse ante otro
    ser humano como Èl mismo, es menos provechoso óy
    es por dem·s, degradante.
    47
    Cuando un Satanista comete un error, se da cuenta
    que cometer errores es algo natural óy si se siente
    mal por lo que ha hecho, aprender· de ello y se
    cuidar· de no hacer lo mismo de nuevo. Si no se
    siente mal por lo que ha hecho, y sabe que har· lo
    mismo una y otra vez, no tiene por que ir a
    confesarse, mucho menos pedir perdÛn. Pero esto es
    exactamente lo que sucede. La gente confiesa sus
    pecados para que puedan limpiar sus conciencias óy
    tener la libertad de seguir pecando una y otra vez,
    casi siempre cometiendo el mismo pecado.
    Hay tantas definiciones de Dios, en el sentido
    acostumbrado de la palabra, como tipos de personas.
    Las im·genes van desde la creencia en un dios que es
    m·s bien una idea algo vaga, una especie de ìmente
    cÛsmica universalî, hasta una deidad antropomÛrfica
    con una larga barba blanca y sandalias que sigue con
    atenciÛn todas las acciones de cada individuo.
    A˙n dentro de los confines de una religiÛn dada,
    las interpretaciones personales de Dios difieren
    enormemente. Algunas religiones van hasta el punto
    de etiquetar a alguien que pertenece a una secta
    religiosa que no sea la de ellos, tild·ndolo de hereje,
    aunque las doctrinas generales e impresiones que se
    tienen de la divinidad sean bastante parecidas. Por
    ejemplo, los CatÛlicos creen que los Protestantes
    est·n condenados al Infierno simplemente porque no
    pertenecen a la Iglesia CatÛlica. De igual manera,
    muchos grupos que se han separado de la fe
    Cristiana, como las iglesias evangÈlicas o
    revivalistas, creen que los CatÛlicos son paganos que
    adoran im·genes. (Cristo es representado en una
    imagen que sea fÌsicamente m·s parecida al individuo
    que lo estÈ adorando, y sin embargo los Cristianos
    critican a los 'paganos' por adorar im·genes
    labradas.) Y a los JudÌos siempre se les ha
    identificado con el Diablo.
    48
    Si bien en todas estas religiones el dios es
    b·sicamente el mismo, cada una se refiere al camino
    elegido por las otras como reprochable, y para colmo
    de males, cada uno de sus miembros REZA por los de
    las dem·s. Tienen desprecio por sus hermanos en la
    fe solo porque sus religiones portan distintas
    etiquetas, y tienen que liberar esa animosidad de
    alguna manera. QuÈ mejor forma de hacerlo, en vez
    de ìorarî! QuÈ manera tan ridÌculamente cortÈs de
    decir ìte odioî; tal es el apenas disimulado recurso
    conocido como "orar por tu enemigo"! Rezar por el
    propio enemigo no es m·s que rabia disfrazada y
    reprimida, y decididamente de una calidad bastante
    rastrera e inferior!
    Si ha habido una discrepancia tan violenta en
    cuanto a la manera apropiada de adorar a Dios,
    øcu·ntas interpretaciones de Dios puede haber óy
    quiÈn tiene la razÛn?
    Todos los devotos a las ìreligiones de luz blancaî
    se ocupan de complacer a su Dios para que, al morir,
    puedan tener abiertas para sÌ las ìPuertas Perladasî.
    Sin embargo, si un hombre no ha vivido su vida
    seg˙n los reglamentos de su fe, puede, a ˙ltimo
    minuto, llamar un clÈrigo a su lecho de muerte para la
    absoluciÛn final. El sacerdote, pastor o ministro ir·
    corriendo entonces, para que haga ìlas paces con
    Diosî, y para cerciorarse de que el pasaporte para el
    Reino Celestial estÈ en toda regla. (Los Yezidis, una
    secta musulmana de adoradores del Diablo, adoptan
    un punto de vista muy distinto. Creen que Dios es
    todopoderoso, pero que tambiÈn lo perdona todo, y
    que su misericordia es infinita, y por ende, creen que
    es al Diablo al que deben complacer, ya que es el que
    rige sus vidas mientras estÈn aquÌ en la Tierra. Creen
    tan firmemente que Dios perdonar· todos sus pecados
    una vez que se les den los ˙ltimos ritos, que no
    sienten necesidad alguna de preocuparse con la
    opiniÛn que de ellos tenga Dios mientras viven).
    49
    Con todas las contradicciones en las escrituras
    Cristianas, hoy en dÌa mucha gente no acepta
    racionalmente el Cristianismo de la manera en que ha
    sido practicado en el pasado. Un gran n˙mero de
    personas est· comenzando a dudar de la existencia de
    50
    EL DIOS AL QUE SALVAS
    PODRÕA SER T⁄ MISMO!
    ODAS las religiones de naturaleza espiritual son
    invenciones del hombre. …ste ha creado todo un
    sistema de dioses sin otra ayuda que la de su cerebro
    carnal. Solo porque tiene un ego y no puede
    aceptarlo, ha tenido que exteriorizarlo en un gran
    artificio espiritual al cual llama ìDiosî.
    Dios puede hacer todo lo que al hombre le est·
    prohibido hacer ótales como matar gente, hacer
    milagros para gratificar su voluntad, ejercer control
    sin ninguna responsabilidad aparente, etc. Si el
    hombre necesita tal dios y reconoce a Èse dios,
    entonces est· adorando una entidad que ha inventado
    un cerebro humano. Por lo tanto, EST£ ADORANDO AL
    HOMBRE QUE INVENT” A DIOS. øNo es m·s sensato
    adorar un dios que Èl, Èl mismo, ha creado, conforme
    a sus propias necesidades emocionales óuno que
    represente mejor su propio ser fÌsico y carnal que
    tiene la idea y el poder de inventar un dios en primer
    lugar?
    Si el hombre insiste en exteriorizar su propio ser
    verdadero en la forma de ìDiosî, entonces øpor quÈ
    temer a su propio ser, al temer a ìdiosî ópor quÈ
    alabar su propio ser alabando a ìDiosî?ó øpor quÈ
    permanecer por fuera de Dios PARA PODER INMISCUIRSE
    EN RITUALES Y CEREMONIAS RELIGIOSAS EN SU NOMBRE?
    El hombre necesita del ritual y el dogma, pero
    °ninguna ley establece que sea necesario un dios
    exteriorizado para poder realizar rituales y
    ceremonias hechas en el nombre de un dios! øPodrÌa
    ser que, cuando el hombre cierre el vacÌo entre sÌ
    T
    51
    mismo y su ìDiosî, vea al demonio del orgullo
    intentando salir óla personificaciÛn misma de
    Lucifer apareciendo en medio? El hombre ya no
    puede verse a sÌ mismo como dos partes, la carnal y
    la espiritual, sino que las vea converger en una sola, y
    entonces descubrir· horrorizado que son una sola
    entidad carnal ó°Y QUE SIEMPRE FUE ASÕ! Entonces, o
    bien se odiar· a sÌ mismo hasta la muerte, dÌa tras dÌa
    óo se regocijar· de ser lo que es!
    Si se odia a sÌ mismo, buscar· caminos
    espirituales de ìiluminaciÛnî cada vez m·s nuevos y
    m·s complejos, con la esperanza de poder dividirse
    otra vez en su b˙squeda de ìdiosesî m·s fuertes y
    exteriorizados para que azoten su miserable c·scara
    corporal. Si se acepta a sÌ mismo, pero reconoce que
    el ritual y la ceremonia son elementos importantes
    que sus religiones inventadas han utilizado para
    sustentar su fe en una mentira, entonces que sea EL
    MISMO TIPO DE RITUAL el que sustentar· su fe en la
    verdad óel espect·culo primitivo que le har·
    consciente de la sustancia aÒadida a su propio ser
    majestuoso.
    Cuando se ha desvanecido toda fe religiosa en
    mentiras, se debe a que el hombre se ha acercado m·s
    a sÌ mismo y se ha alejado de ìDiosî; m·s cerca al
    ìDiabloî. Si esto es lo que el diablo representa, y un
    hombre vive su vida a la sombra del diablo, con todo
    el vigor de Sat·n moviendo su carne, entonces mejor
    que escape del cacareo y la criticonada de quienes se
    denominan ìjustosî, o bien permanezca
    orgullosamente en sus lugares secretos de la tierra y
    manipule a las masas atontadas a travÈs de su propio
    poder sat·nico, hasta el dÌa en que pueda
    manifestarse en todo su esplendor, proclamando
    ì°SOY UN SATANISTA, INCLINAOS, PORQUE SOY LA
    PERSONIFICACI”N MAS ALTA DE LA VIDA HUMANA!î
    52
    ALGUNAS EVIDENCIAS
    DE LA NUEVA
    EDAD SAT£NICA
    OS siete pecados capitales de la Iglesia Cristiana
    son: codicia, orgullo, envidia, ira, gula, lujuria y
    pereza. El Satanismo recomienda complacerse en
    cada uno de estos ìpecadosî, puesto que todos ellos
    conducen a la satisfacciÛn fÌsica, mental o emocional.
    Un Satanista sabe que no tiene nada de reprobable
    el ser codicioso, ya que ello no significa otra cosa que
    desear m·s de lo que ya tiene. La envidia representa
    considerar favorablemente lo que los otros poseen y
    aspirar a tener las mismas cosas por uno mismo. La
    envidia y la codicia son las fuerzas que motivan la
    ambiciÛn óy sin ambiciÛn, se lograrÌa bien poco
    verdaderamente importante.
    La gula es simplemente comer m·s de lo que
    necesitas para mantenerte vivo. Cuando has comido
    en exceso hasta el punto de la obesidad, otro pecado
    óe1 orgulloó te motivar· a recobrar un aspecto que
    renovar· el respeto hacia ti mismo.
    Todo aquel que compra una prenda de vestir con
    otro objeto que no sea el de cubrir su cuerpo y el de
    protegerse de los elementos naturales, se hace
    culpable de orgullo. Con frecuencia, los satanistas
    encuentran espÌritus ´progresistasª que sostienen que
    las etiquetas no son necesarias. A esos detractores de
    las etiquetas es preciso seÒalarles que una o varias de
    las prendas que ellos mismos llevan no son
    indispensables para mantenerlos abrigados. En esta
    Tierra no hay una sola persona que renuncie al
    L
    53
    omato. El Satanista seÒala que todo el omato que se
    advierta en la persona de esos espÌritus ´progresistasª
    viene a demostrar que tambiÈn ellos son culpables de
    orgullo. Por muy verbosos que esos cÌnicos sean en
    su descripciÛn intelectual de lo muy libres que son, lo
    cierto es que siguen luciendo los elementos del
    orgullo.
    El mostrarse reacio a levantarse por la maÒana es
    ser culpable de pereza, y si permaneces bastante
    tiempo en la cama, puedes encontrarte cometiendo un
    nuevo pecado ólujuria. Sentir la m·s leve agitaciÛn
    del deseo sexual es incurrir en el pecado de la lujuria.
    Para poder asegurar la propagaciÛn de la especie, la
    naturaleza ha hecho de la lujuria el segundo instinto
    m·s poderoso; siendo el primero el instinto de
    conservaciÛn. D·ndose cuenta de esto, la Iglesia
    Cristiana hizo de la fornicaciÛn el "Pecado Original".
    De esta manera, se aseguraron de que nadie escaparÌa
    del pecado, Tu propia existencia es consecuencia del
    pecado °el Pecado Original!
    El instinto m·s fuerte en todos los seres vivos es el
    instinto de conservaciÛn, lo cual nos lleva al ˙ltimo de
    los siete pecados mortales óla ira. øNo es nuestro
    instinto de conservaciÛn el que entra en juego cuando
    alguien nos perjudica, cuando nos encolerizamos lo
    suficiente para protegemos de ataques ulteriores? Un
    Satanista practica el lema: ì°Si un hombre te
    abofetea en la mejilla, rÛmpele la otra!î. Que ning˙n
    ultraje quede sin castigar, SÈ como un leÛn en el
    combate. °SÈ peligroso incluso en la derrota!
    Puesto que los instintos naturales les conducen al
    pecado, todos los hombres son pecadores; y todos los
    pecadores van al Infierno. Si todo el mundo va al
    Infierno, entonces no hay duda de que encontrar·s allÌ
    a todos tus amigos. El Cielo debe estar poblado de
    criaturas m·s bien extraÒas, habida cuenta de que
    todo su af·n en la vida era ir a un lugar en el que
    pudieran taÒer eternamente un arpa.
    54
    "Los tiempos han cambiado. Los jerarcas de la
    Iglesia ya no predican que todos nuestros actos
    naturales son pecaminosos. Ya no pensamos que el
    sexo es sucio óo que sentir orgullo de nosotros
    mismos es vergonzosoó o que desear lo de los dem·s
    es perverso". °Claro que no, los tiempos han
    cambiado! "Si deseas una prueba de ello, basta con
    que mires lo muy liberales que se han vuelto las
    Iglesias. Vamos, si est·n practicando todas las cosas
    que ustedes predican!".
    Los Satanistas oyen constantemente estas
    afirmaciones y otras por el estilo, y no tienen
    inconveniente en admitir que es asÌ. PERO, si el mundo
    ha cambiado tanto, øpor quÈ seguir aferr·ndose a los
    restos de una fe moribunda? Si tantas religiones han
    empezado a negar sus propias escrituras porque han
    quedado desfasadas, y si predican la filosofÌa del
    satanismo, øpor quÈ no llamarle a Èste por su legÌtimo
    nombre óes decir, Satanismo? Ciertamente, eso serÌa
    muchÌsimo menos hipÛcrita.
    En aÒos m·s recientes ha habido un intento de
    humanizar el concepto espiritual del Cristianismo.
    Esto se ha manifestado de las maneras menos
    espirituales posibles. Las misas que habÌan sido
    dichas en latÌn ahora son dichas en los idiomas
    comunes ólo cual lo ˙nico que logra es que todo el
    sin sentido sea mucho mas f·cil de entender, y al
    mismo tiempo priva a la ceremonia de la naturaleza
    esotÈrica que es consistente con los principios del
    dogma. Es mucho m·s f·cil obtener una reacciÛn
    emocional utilizando palabras y frases que no puedan
    ser entendidas, que con declaraciones que a˙n la
    mente m·s simple cuestionar· cuando las escuche en
    un lenguaje m·s comprensible.
    Si los sacerdotes y ministros hubiesen usado hace
    cien aÒos lo que utilizan hoy en dÌa en sus iglesias,
    hubieran sido acusados de herejÌa, llamados
    55
    demonios, la mayorÌa de las veces perseguidos, y sin
    duda hubieran sido excomulgados.
    Los religiosos se quejan: ìdebemos estar acorde
    con los tiempos, estar al tanto de las cosasî olvidando
    que, debido a los factores limitantes y las leyes
    profundamente enraizadas de las religiones, nunca
    podr·n cambiar lo suficiente para estar acorde con las
    necesidades del hombre.
    Las religiones del pasado siempre han
    representado la naturaleza espiritual del hombre, con
    muy poca o ninguna preocupaciÛn por sus
    necesidades carnales o mundanas. Han considerado
    que esta vida no es m·s que transitoria, que la carne
    no es m·s que una envoltura; que los placeres fÌsicos
    son triviales, y el dolor una preparaciÛn digna para el
    ìReino de Diosî. °QuÈ bien se les nota la hipocresÌa
    cuando los ìreligiososî hacen un cambio en su
    religiÛn para confrontar las necesidades del hombre!
    La ˙nica manera que el Cristianismo puede servir por
    completo a las necesidades del hombre es
    convirtiÈndose en lo que el Satanismo es AHORA.
    Se ha hecho necesario que aparezca una nueva
    religiÛn, basada en los instintos naturales del hombre.
    Y ya tiene un nombre. Se llama Satanismo. Es ese
    poder condenado el que ha causado la controversia
    religiosa sobre las medidas de control de la natalidad
    óuna admisiÛn a regaÒadientes de que la actividad
    sexual, por el sÛlo placer de tenerla, llegÛ para
    quedarse.
    Es el ìDiabloî el que ha causado que las mujeres
    comiencen a mostrar sus piernas, para excitar a los
    hombres óel mismo tipo de piernas a las que ahora
    es socialmente aceptable mirar, que son mostradas
    por jÛvenes monjas luciendo h·bitos m·s cortos. °QuÈ
    paso tan acertado en la direcciÛn correcta! øEs
    posible acaso que muy pronto veamos monjas topless
    contone·ndose sensualmente al ritmo de ìMisa
    Solemnis Rockî? Sat·n sonrÌe y dice que por Èl no
    56
    habrÌa ning˙n problema ómuchas monjas son niÒas
    muy lindas con bonitas piernas.
    Muchas iglesias con algunas de las
    congregaciones m·s numerosas tienen la m˙sica m·s
    rÌtmica y sensual ósat·nicamente inspirada. DespuÈs
    de todo, el Diablo siempre ha tenido las mejores
    tonadas.
    A pesar de toda la habladurÌa de la TÌa Marta
    sobre la 'Generosa Cosecha del SeÒor', los picnic
    dominicales, no son m·s que una buena excusa para
    la comilona dominical, y todos saben que tras los
    arbustos suceden cosas m·s interesantes que leer la
    Biblia.
    Los bazares para recolectar fondos para la iglesia
    son lo que antes se conocÌa como carnavales, nada
    m·s que una excusa empleada para celebrar los
    placeres de la carne; y que ahora sÛlo sirven para
    recoger fondos para la iglesia, y mientras el dinero
    siga entrando a la iglesia no hay problema, ya que asÌ
    °podr·n seguir predicando contra las tentaciones del
    Demonio! Cabe anotar que estas cosas solo son
    ceremonias y elementos paganos óque los cristianos
    tomaron prestadas. Cierto, pero los paganos se
    deleitaban en los placeres de la carne, y fueron
    condenados por la misma gente que ahora celebran
    sus rituales, solo que ahora los llaman por nombres
    diferentes.
    Los sacerdotes y ministros siempre van en la
    primera fila en las manifestaciones en pro de la paz, y
    se tienden en las vÌas fÈrreas para detener a los trenes
    que llevan materiales de guerra al frente, con igual
    dedicaciÛn que sus hermanos de h·bito, de los
    mismos seminarios, que bendicen las balas, bombas y
    soldados, actuando como capellanes de las fuerzas
    armadas. Alguien, en alg˙n lado, debe estar
    equivocado. øPodrÌa ser que Sat·n sea el ˙nico
    calificado para actuar como acusador
    57
    Cuando un cachorro alcanza la madurez se
    convierte en perro; cuando el hielo se derrite se le
    llama agua; cuando han transcurrido doce meses,
    tenemos un nuevo calendario con el nombre
    cronolÛgico apropiado; cuando la ìmagiaî se
    convierte en hecho cientÌfico nos referimos a ella
    como medicina, astronomÌa, etc..., cuando un nombre
    ya no es apropiado para una cosa dada, lo m·s lÛgico
    es cambiarlo por uno nuevo que se ajuste mejor para
    tal propÛsito. øPor quÈ, pues, no hacemos lo mismo
    con la religiÛn? øPor quÈ seguir llamando a una
    religiÛn con el mismo nombre cuando los principios
    de Èsa religiÛn ya no se ajustan al original? O, si la
    religiÛn predica lo mismo que siempre ha predicado,
    pero sus seguidores no practican casi ninguna de sus
    enseÒanzas, øpor quÈ siguen llam·ndose a sÌ mismos
    por el nombre dado a los seguidores de esa religiÛn?
    Si no crees en lo que enseÒa tu religiÛn, øpor quÈ
    continuar apoyando una creencia que es
    contradictoria con lo que sientes? Nunca votarÌas por
    una persona o una ideologÌa en la cual no crees, asÌ
    que por quÈ dar tu voto eclesi·stico por una religiÛn
    que ya no es consistente con tus convicciones? No
    tienes derecho alguno para quejarte de una situaciÛn
    polÌtica por la cual has votado o a la que has apoyado
    de alguna manera ólo cual incluye sentarse y asentir
    complacientemente con los vecinos que aprueban esa
    situaciÛn, simplemente porque eres muy perezoso o
    muy cobarde para dar tu opiniÛn. Lo mismo ocurre
    con los temas religiosos. A˙n si no puedes ser
    agresivamente honesto sobre tus opiniones debido a
    las consecuencias desfavorables de tus jefes, tus
    lÌderes de comunidad, etc. Puedes, al menos, ser
    honesto contigo mismo. En la privacidad de tu propio
    hogar, y con tus amigos m·s cercanos debes apoyar
    la religiÛn que abrigue tus mejores intereses.
    ìEl Satanismo est· basado en una filosofÌa muy
    razonableî, dice el emancipado. ìPero øpor quÈ
    58
    llamarlo Satanismo? øPor quÈ no llamarlo algo como
    'Humanismo', o un nombre que no tenga
    connotaciones de un grupo de brujerÌa, algo un poco
    m·s esotÈrico óalgo menos evidente?î Hay m·s de
    una razÛn para esto. El humanismo no es una
    religiÛn. Simplemente es una forma de vida sin
    ceremonia o dogma. El Satanismo tiene ceremonia y
    dogma. El dogma, como se explicar· despuÈs, es
    necesario.
    El Satanismo se diferencia enormemente de las
    dem·s religiones blancas, ìmagia blancaî o grupos
    m·gicos en el mundo de hoy. Estas religiones
    santurronas y desdeÒosas claman que sus miembros
    utilizan los poderes de la magia sÛlo para fines
    altruistas. Los Satanistas miran con desdÈn a los
    grupos de magia ìblancaî porque sienten que el
    altruismo es atentar contar la vida. El no tener un
    deseo de obtener las cosas por ti mismo es algo
    antinatural. El Satanismo representa una forma de
    egoÌsmo controlado. Esto no significa que no debas de
    hacer cosas por alguien m·s. Si haces algo para hacer
    feliz a alguien por quien te preocupas, su felicidad te
    dar· una sensaciÛn de gratificaciÛn.
    El Satanismo defiende la pr·ctica de una forma
    modificada de la Regla de Oro. Nuestra
    interpretaciÛn de esta regla es: ìtrata a los dem·s
    como los dem·s te tratenî; porque si tu ìhaces a los
    dem·s lo que te gustarÌa que te hicieranî, y ellos, a su
    vez, te tratan mal, va contra la naturaleza humana
    seguir trat·ndolos con consideraciÛn. DeberÌas tratar
    a los dem·s como te gustarÌa que te tratasen, pero si
    tu cortesÌa no es correspondida, deberÌan ser tratados
    con la furia que se merecen.
    Los grupos de brujerÌa blanca dicen que si
    maldices a alguien, ese mal se te devuelve el triple, o
    de manera parecida a la del boomerang, regresa a
    quien lo enviÛ. Esto es un indicio m·s de la filosofÌa
    culpabilizante que tienen estos grupos neopaganos y
    59
    pseudocristianos. Los magos blancos quieren hurgar
    en la brujerÌa, pero no pueden divorciarse a sÌ mismos
    del estigma apegado a esto. Por lo tanto, se llaman a
    sÌ mismos magos blancos, y basan el 75% de su
    filosofÌa en los principios trillados y desgastados del
    Cristianismo. Cualquiera que pretenda estar
    interesado en la magia o en lo oculto por otras
    razones que no sea obtener m·s poder personal, es la
    peor clase de hipÛcrita. El Satanista respeta al
    Cristianismo por, al menos, ser consistente con su
    filosofÌa culpabilizante, pero sÛlo puede sentir
    desprecio por las personas que intentan aparecer
    emancipadas de la culpa uniÈndose a un grupo de
    brujerÌa, y seguir practicando la misma filosofÌa
    b·sica del Cristianismo.
    Supuestamente, la magia blanca solo es utilizada
    con propÛsitos buenos o no egoÌstas, y la magia
    negra, se nos dice, es utilizada sÛlo por motivos
    egoÌstas o ìmalos.î El Satanismo no traza tal lÌnea
    divisoria. La magia es magia, no importa si es
    utilizada para ayudar u obstaculizar. El Satanista,
    siendo el mago, deberÌa tener la capacidad de decidir
    lo que es m·s justo, y luego aplicar los poderes de la
    magia para alcanzar sus metas.
    Durante las ceremonias de magia blanca, los
    practicantes permanecen en el interior de un
    pentagrama para protegerse a sÌ mismos de las
    fuerzas "malvadasî a las que invocan para pedir
    ayuda. Para el Satanista, es un tanto hipÛcrita el
    invocar a estas fuerzas para pedir ayuda, mientras
    que al mismo tiempo te proteges de los poderes a los
    que has recurrido. El Satanista se da cuenta que solo
    al aliarse con estas fuerzas puede utilizar del todo los
    Poderes de las Tinieblas para su mejor provecho.
    En una ceremonia de magia Sat·nica, los
    participantes no se toman de las manos y bailan en
    cÌrculo; queman velas de varios colores para varios
    deseos; invocan los nombres del ìPadre Hijo y
    60
    EspÌritu Santoî a la vez que, supuestamente,
    practican las Artes Negras; escogen un ìsantoî como
    guÌa personal para que los ayude en sus problemas;
    se empapan de ung¸entos olorosos y esperan que el
    dinero les llueva; meditan para que poder llegar a un
    ìgran despertar espiritualî; recitan largas letanÌas
    mencionando de vez en cuando el nombre de Jes˙s,
    etc, etc, etc, ad nauseam!
    PORQUE! ó…sta NO es la manera en que se practica
    la magia Sat·nica. Si no puedes separarte del
    autoengaÒo hipÛcrita, nunca tendr·s Èxito como
    mago, mucho menos como Satanista.
    La religiÛn Sat·nica no sÛlo ha levantado la
    moneda óle ha dado la vuelta por completo. Por lo
    tanto, øpor quÈ deberÌa apoyar los mismos principios
    a los cuales se opone por completo, llam·ndosele con
    un nombre que no fuese uno que se sea acorde con las
    doctrinas revertidas que integran la filosofÌa
    Sat·nica? El Satanismo no es una religiÛn de luz
    blanca; °es una religiÛn de la carne, lo mundano, lo
    carnal! ótodo lo cual est· regido por Sat·n, la
    personificaciÛn de la VÌa de la Mano Izquierda7
    .
    Inevitablemente, la siguiente pregunta que se har·
    es: ìEst· bien, no puedes llamarlo Humanismo
    porque el Humanismo no es una religiÛn; øpero por
    quÈ tener una religiÛn primero que todo, si todo lo que
    hacen es lo m·s natural del mundo? øPor quÈ no
    hacerlo y ya?î.
    El hombre moderno ha avanzado mucho; se ha
    desencantado con los dogmas sin sentido de las
    religiones del pasado. Estamos viviendo en una era de
    conocimiento. La psiquiatrÌa ha avanzado a grandes
    pasos para ilustrar al hombre sobre su verdadera
    personalidad. Estamos viviendo en una era de
    conciencia intelectual como ninguna que el mundo
    haya visto.

    7 Ver ApÈndice I.
    61
    Esto est· bien, y tanto mejor óPERO hay una
    pequeÒa falla en Èste nuevo estado de conciencia. Una
    cosa es aceptar algo intelectualmente, pero aceptar la
    misma cosa emocionalmente es algo completamente
    distinto. La ˙nica necesidad que la psiquiatrÌa no
    puede llenar es la necesidad inherente del hombre de
    crear emociones a travÈs del dogma. El hombre
    necesita de la ceremonia y del ritual, de la fantasÌa y
    del encantamiento. La psiquiatrÌa, a pesar de todo lo
    bueno que ha hecho, ha privado al hombre de la
    fantasÌa y el asombro que en el pasado le daba la
    religiÛn.
    El Satanismo, d·ndose cuenta de las necesidades
    actuales del hombre, llena el enorme vacÌo gris que
    existe entre la religiÛn y la psiquiatrÌa. La filosofÌa
    Sat·nica combina los fundamentos de la psicologÌa y
    la creaciÛn honesta de emociones, o dogma. Le da al
    hombre la fantasÌa de la que tanto necesita. No hay
    nada malo con el dogma, con tal que no estÈ basado
    en ideas y acciones que vayan completamente en
    contra de la naturaleza humana.
    La forma m·s r·pida de viajar entre dos puntos es
    en lÌnea recta. Si todas las culpas que se han
    construido pudieran convertirse en ventajas, ello
    elimina la necesidad de purgar intelectualmente a la
    psique en un intento de limpiarla de esas represiones.
    El Satanismo es la ˙nica religiÛn conocida por el
    hombre que acepta al hombre tal como es, y
    promueve la idea de convertir algo malo en algo
    bueno, en lugar de hacer el mayor esfuerzo posible
    para eliminar lo malo.
    Por lo tanto, despuÈs de evaluar intelectualmente
    los problemas a travÈs del sentido com˙n y partiendo
    de lo que nos ha enseÒado la psiquiatrÌa, si a˙n no
    puedes librarte emocionalmente de la culpa
    injustificada, y pones tus teorÌas en acciÛn,
    aprenderÌas a hacer que tu culpa trabaje en tu propio
    beneficio. DeberÌas actuar seg˙n tus instintos
    62
    naturales, y entonces, si no puedes actuar sin sentirte
    culpable, goza de tu culpa. Esto puede sonar como
    una contradicciÛn de tÈrminos, pero si lo analizas con
    cuidado, la culpa puede aÒadir muchas veces un
    estÌmulo a los sentidos. Los adultos harÌan bien en
    aprender una lecciÛn de los niÒos. Muchas veces, los
    niÒos disfrutan haciendo lo que saben que se supone
    no deberÌan estar haciendo.
    SÌ, los tiempos han cambiado, pero el hombre no.
    Las bases del Satanismo siempre han existido. Lo
    ˙nico que es nuevo es la organizaciÛn formal de una
    religiÛn basada en las necesidades universales del
    hombre. Durante siglos, se han dedicado magnificas
    estructuras de piedra, concreto, m·rmol y acero a la
    abstinencia del hombre. Ya es hora que los seres
    humanos dejen de luchar entre sÌ, y dediquen su
    tiempo a construir templos diseÒados para las
    indulgencias del hombre.
    Aunque los tiempos han cambiado, y siempre lo
    har·n, el hombre sigue siendo b·sicamente el mismo.
    Por dos mil aÒos el hombre ha hecho penitencia por
    algo de lo que, en primer lugar, nunca tuvo que
    haberse sentido culpable. Estamos cansados de
    negarnos a nosotros mismos los placeres de la vida
    que nos merecemos. Hoy, como siempre, el hombre
    necesita pasarla bien aquÌ y ahora, en lugar de
    esperar su recompensa en el cielo. AsÌ que, øpor quÈ
    no tener una religiÛn basada en la indulgencia?
    Ciertamente es consistente con la naturaleza de la
    bestia. Ya no somos enclenques suplicantes
    temblando ante un Dios inmisericorde al que no le
    importa si vivimos o morimos. Somos personas
    orgullosas con respeto por nosotros mismos ósomos
    Satanistas!

  8. #8
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    El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
    El problema es que no quiero abandonar el foro mientras leo, necesito que la copieis o la escribáis de puño y letra
    EL INFIERNO, EL DIABLO
    Y C”MO
    VENDER TU ALMA
    AT£N ha sido, con toda seguridad, el mejor
    amigo que la Iglesia jam·s haya tenido, ya que Èl
    la ha mantenido en el negocio todos estos aÒos. La
    falsa doctrina del Infierno y del Diablo ha permitido a
    las Iglesias protestantes y catÛlicas prosperar durante
    demasiado tiempo. Sin un diablo al cual acusar, los
    religiosos de la VÌa de la Mano Derecha8
    , no tendrÌan
    con quÈ amenazar y amedrentar a sus seguidores. A
    guisa de advertencia, dicen. ìSat·n te guÌa a la
    tentaciÛnî; ìSat·n es el prÌncipe del malî; ìSat·n es
    maligno, cruel, brutalî. ìSi cedes a las tentaciones del
    diablo, seguramente sufrir·s condenaciÛn eterna y te
    asar·s en el Infiernoî.
    El significado sem·ntico de Sat·n es el de
    ìadversarioî u ìoposiciÛnî o el de ìacusadorî. La
    misma palabra ìdiabloî viene del hind˙ devi que
    significa ìdiosî. Sat·n representa oposiciÛn a todo las
    religiones que sirven para frustrar y condenar al
    hombre por sus instintos naturales. Le ha sido dado el
    papel de malo simplemente porque representa los
    aspectos carnales, terrenales, y mundanos de vida.
    Sat·n, demonio por excelencia del Mundo
    Occidental, era originalmente un ·ngel cuyo deber era
    informar a Dios de los delitos e iniquidades humanas.
    No fue hasta el siglo XIV que empezÛ a ser
    representado como una deidad maligna que era parte

    8 Ver ApÈndice I
    S
    64
    hombre y parte animal, con cuernos y pezuÒas de
    cabra. Antes que el Cristianismo le diera los nombres
    de Sat·n, Lucifer, etc., la parte carnal de la
    naturaleza humana era regida por el dios entonces
    conocido como Dionisios, o Pan, representado por los
    griegos como un s·tiro o fauno. En sus orÌgenes, Pan
    era el ìbuenoî y simbolizaba la fertilidad y
    fecundidad.
    Siempre que una naciÛn asume una nueva forma
    de gobierno, los hÈroes del pasado se convierten en
    los villanos del presente. Lo mismo sucede con la
    religiÛn. Los primeros Cristianos creÌan que las
    deidades Paganas eran demonios, y acudir a ellos era
    utilizar ìmagia negraî. A los milagrosos eventos
    celestiales los llamaban ìmagia blancaî; Èsta era la
    ˙nica diferencia entre los dos. Los viejos dioses no
    murieron; cayeron al Infierno y se convirtieron en
    demonios. El coco9
    , los duendes, o espÌritus
    ìsalvajesî empleados para asustar a los niÒos se
    derivan de varias creencias eslavas sobre espÌritus
    que habitaban en pantanos. La raÌz eslava ìBogî
    significa ìDiosî lo mismo que la palabra hind˙
    Bhaga, que significa ìdiosî.
    Muchos placeres reverenciados antes del
    advenimiento del Cristianismo fueron condenados por
    la nueva religiÛn. °Se necesitÛ muy poco para
    transformar los cuernos y pezuÒas de Pan en un
    demonio m·s convincente! Los atributos de Pan
    pudieron transformarse f·cilmente en los pecados
    con-castigo-incluido, y asÌ quedaba complta la
    metamorfosis.
    La asociaciÛn de la cabra con el Diablo se halla en
    la Biblia Cristiana. El dÌa m·s sagrado del aÒo, el DÌa
    de la ExpiaciÛn, era celebrado cargando de pecados a
    dos cabras ìsin m·culaî, una como ofrenda al SeÒor,

    9
    En inglÈs, el ìcocoî se conoce como 'the bogey man' o simplemente
    'bogey', de allÌ la explicaciÛn que da el autor. (N. del T.)
    65
    y una a Azazel. La cabra que llevaba los pecados del
    pueblo era arrojada al desierto y se convertÌa en
    ìchivo expiatorioî. …ste es el origen de la cabra que
    a˙n hoy en dÌa se usa en ceremonias de logias, tal
    como solÌa hacerse en Egipto, donde anualmente se la
    sacrificaba a un Dios.
    Los demonios de la humanidad son muchos, y sus
    orÌgenes muy diversos. La celebraciÛn del ritual
    Sat·nico no adopta la invocaciÛn de demonios; esta
    pr·ctica sÛlo es seguida por aquellos que temen las
    fuerzas que ellos mismos conjuran.
    Supuestamente, los demonios son espÌritus
    malÈvolos cuyos atributos conducen a la degradaciÛn
    de las personas o eventos con los que tienen contacto.
    La palabra griega demon denominaba a un espÌritu
    guardi·n o fuente de inspiraciÛn; para asegurarse, los
    teÛlogos inventarÌan posteriormente legiÛn tras legiÛn
    de Èstos heraldos de ómalvadaó inspiraciÛn.
    Un indicio de la cobardÌa de los ìmagosî de la VÌa
    de la Mano Derecha es la pr·ctica de invocar un
    demonio en particular (el cual, supuestamente, serÌa
    un sirviente del diablo) para hacer lo que el mago le
    ordenase. El supuesto es que el demonio, no siendo
    m·s que un lacayo del diablo, es m·s f·cil de
    controlar. La tradiciÛn Ocultista postula que sÛlo un
    hechiceros formidablemente "protegidos" o bien
    dementemente temerario, intentarÌa invocar al Diablo
    en persona.
    El Satanista no llama furtivamente a Èstos diablos
    ìmenoresî, sino que invoca abiertamente aquellos que
    conforman Èse ejÈrcito infernal de duradero ultraje ó
    °los Diablos en persona!
    Como podrÌa esperarse, los teÛlogos han
    catalogado algunos de los nombres de diablos en sus
    listas de demonios, pero el registro que sigue a
    continuaciÛn contiene los nombres usados m·s
    eficazmente en el ritual sat·nico. Estos son los
    nombres y orÌgenes de los Dioses y Diosas invocados,
    66
    que conforman gran parte de los moradores del
    Palacio Real del Infierno.
    LOS CUATRO PRÕNCIPES DE LA
    CORONA DEL INFIERNO
    SAT£Nó(Hebreo) adversario, opositor, acusador,
    SeÒor del Fuego, el infierno, el sur
    LUCIFERó(Romano) portador de luz, iluminaciÛn, el
    aire, estrella matutina, el este
    BELIALó(Hebreo) sin amo, sustento de la tierra,
    independencia, el norte
    LEVIAT£Nó(Hebreo) la serpiente que emerge de las
    profunidades, el mar, el oeste
    LOS NOMBRES INFERNALES
    AbadÛnó(Hebreo) el destructor
    Adramelecódiablo de Samaria
    Ahpuchódiablo Maya
    Arim·nódiablo Mazdeo
    AmÛnódios egipcio con cabeza de sÌmbolo de la
    vida y la reproducciÛn
    ApoliÛnósinÛnimo Griego para Sat·n, el
    archienemigo
    Asmodeoódiablo Hebreo de la sensualidad y la
    lujuria, llamado originalmente "criatura del
    juicio".
    Astarotódiosa fenicia de la lascivia, equivalente a la
    babilÛnica Ishtar
    Azazeló(Hebreo) Le enseÒÛ al hombre a fabricar
    armas de guerra, introdujo los cosmÈticos.
    67
    BaalberithóDios Cananita de la alianza, convertido
    despuÈs en diablo
    Balaamódiablo Hebreo de la avaricia y la codicia
    Bafomet (Baphomet)óadorado por los Templarios
    como un sÌmbolo de Sat·n
    BastóDiosa Egipcia del placer, representada por el
    gato
    Belceb˙ (Beelzebub)ó(Hebreo) SeÒor de las
    Moscas, simbolizado por el escarabajo
    BehemotópersonificaciÛn Hebrea de Sat·n en la
    forma de un elefante
    Beheritónombre Sirio para Sat·n
    Bile`ódios Celta del Infierno
    Chemoshódios nacional de los Moabitas, fue
    transformado en diablo.
    Cimeriesócabalga un caballo negro y gobierna
    £frica
    Coyoteódiablo de los Indios de NorteamÈrica
    DagÛnódiablo vengador del mar; filisteo
    Damballaódios serpiente vud˙
    Demogorgonónombre Griego para el diablo, se dice
    que no deberÌa ser conocido para los humanos.
    Diabolusó(Griego) "el que fluye hacia abajo"
    Dr·culaóPalabra Rumana para "diablo"
    Emma-Oódios JaponÈs del Infierno
    Eurinomio (Euronymous)óprÌncipe Griego de la
    muerte.
    Fenrizóhijo de Loki, representado como un lobo
    Gorgoódiminutivo de Demogorgon, nombre Griego
    para el diablo
    HaborymósinÛnimo Hebreo para Sat·n
    HÈcateódiosa Griega del submundo y la brujerÌa
    Ishtaródiosa Babilonia de la fertilidad
    Kalió(Hind˙) hija de Shiva, suma sacerdotisa de los
    thugs
    Lilit (Liluth)ódiabla Hebrea, la primera esposa de
    Ad·n, quien le enseÒÛ
    68
    Lokiódiablo teutÛnico
    MammÛnódios Arameo de la riqueza y la
    prosperidad
    Maniaódiosa Etrusca del Infierno
    Mantusódios Etrusco del Infierno
    Mardukódios de la ciudad de Babilonia
    MastemaósinÛnimo Hebreo para Sat·n
    Melek Tausódiablo Yezidi
    MefistÛfelesó(Griego) "el que esconde la luz",
    conocido por el "Fausto" de Goethe, Marlow y
    Mann
    MetztlióDiosa Azteca de la noche
    Mictianódios Azteca de la muerte
    Midgardóhijo de Loki, representado como una
    serpiente
    Milcomódiablo Amonita
    Molocódiablo Fenicio y Cananita
    Mormoó(Griego) Rey de los espÌritus antropÛfagos,
    consorte de HÈcate
    Naam· (Naamah) ódemonio femenino Hebreo de la
    seducciÛn
    Nergalódios babilÛnico del Hades
    Nihasaódiablo de los Indios de NorteamÈrica
    Nijaódios polaco del submundo
    O-Yamaónombre JaponÈs para Sat·n
    Panódios Griego del deseo
    PlutÛnódios Griego del inframundo
    Proserpinaóreina Griega del inframundo
    Pwccaónombre galÈs para Sat·n
    RimÛnódiablo Sirio adorado en Damasco
    Sabaziosóde origen Frigio, identificado con
    Dionisio, culto de la serpiente
    Saitanóequivalente enoquiano de Sat·n
    Samaeló(Hebreo) "el veneno de Dios"
    Samnuódiablo del Asia Central
    Seditódiablo de los Indios de NorteamÈrica
    Sekhmetódiosa egipcia de la venganza
    69
    Setódiablo Egipcio
    Shaitanónombre Ar·bigo para Sat·n
    Shivaó(Hind˙) el destructor
    Supayódios Inca del inframundo
    T'an-moócontraparte China del diablo, deseo
    desenfrenado
    Tchortónombre ruso para Sat·n, "el dios negro"
    Tezcatlipocaódios Azteca del Infierno
    Tammuzódios Sumerio que fue luego demonizado
    Tothódios Egipcio de la magia
    Tunridaódiabla Escandinava
    TifÛn (Typhon)ópersonificaciÛn Griega de Sat·n
    Yaotzinódios Azteca del Infierno
    Yen-to-wangódios Chino del Infierno
    Los diablos de las religiones antiguas siempre han
    tenido, al menos en parte, caracterÌsticas animales,
    evidencia de la necesidad constante que tiene el
    hombre de negar que Èl tambiÈn es un animal, porque
    el reconocerlo serÌa como asestarle un poderoso golpe
    a su ego empobrecido.
    El cerdo fue despreciado por los JudÌos y por los
    Egipcios. Simbolizaba a los dioses Osiris, Freya,
    Adonis, PersÈfone, Atis y DÈmeter, y era sacrificado
    a Osiris y a la Luna. Pero con el tiempo, fue
    degradado hasta convertirse en un diablo. Los
    Fenicios adoraban un dios mosca, Baal, del cual se
    deriva el demonio Belceb˙. Tanto Baal como Belceb˙
    se identificaban con el escarabajo de los Egipcios,
    que parecÌa revivir por sÌ mismo, de la misma manera
    que el ave mÌtica, el fÈnix, se levantaba de sus
    propias cenizas. Debido a su contacto con los Persas,
    los antiguos JudÌos creÌan que las dos grandes fuerzas
    en el mundo eran Ahura-Mazda, el dios del fuego, la
    luz, la vida y la bondad; y Arim·n, la serpiente, el
    dios de la oscuridad, la destrucciÛn, la muerte y el
    mal. …stos ejemplos, al igual que muchos otros, no
    sÛlo representan a los diablos del hombre como
    70
    animales, sino que tambiÈn muestran su necesidad de
    sacrificar sus dioses-animales originales, y
    equipararlos a sus diablos.
    Durante la Època de la Reforma, en el s. XIV, un
    alquimista, el Dr. Johann Faustus descubriÛ un
    mÈtodo para invocar un demonio óMefistÛfelesó
    del Infierno y hacer un pacto con Èl. FirmÛ un
    contrato con sangre para dar su alma a MefistÛfeles a
    cambio de la sensaciÛn de juventud, y volviose joven
    de una vez. Cuando llegÛ para Fausto la hora de su
    muerte, Èste se retirÛ a sus aposentos, y volÛ en
    pedazos junto a su laboratorio. …sta historia es una
    protesta de la Època (s. XVI) contra la ciencia, la
    quÌmica y la magia.
    No es necesario vender tu alma al Diablo o hacer
    un pacto con Sat·n para convertirte en Satanista.
    …sta treta fue urdida por el Cristianismo para
    aterrorizar a la gente, de modo que no escaparan del
    redil. Con dedos acusadores y manos temblorosas, le
    enseÒaban a sus seguidores que si cedÌan a las
    tentaciones de Sat·n, y vivÌan su vida seg˙n sus
    preferencias naturales, tendrÌan que pagar por sus
    placeres pecaminosos entregando sus almas a Sat·n y
    sufriendo por toda la eternidad en el Infierno. Se les
    indujo a creer que el pasaporte a la vida eterna era un
    alma pura.
    PÌos profetas le han enseÒado al hombre a temerle
    a Sat·n. øPero quÈ hay de tÈrminos como ìtemeroso
    de Diosî? Si Dios es tan misericordioso, øpor quÈ la
    gente ha de temerle? øHemos de creer que no hay a
    dÛnde escapar de dicho temor? Si has de temerle a
    Dios, øpor quÈ no ser ìtemerosos de Sat·nî y tener la
    diversiÛn que te niega el ser ìtemeroso de Diosî? Sin
    ese temor, los religiosos no habrÌan tenido con quÈ
    esgrimir poder sobre sus seguidores.
    La Diosa Teutona de los muertos e hija de Loki se
    llamaba Hel, diosa pagana de castigo y tortura.
    Cuando se transcribieron los libros del Antiguo
    71
    Testamento, le serÌa aÒadida una "L"10. Los profetas
    que escribieron la Biblia no conocÌan la palabra
    ìHellî; utilizaban el vocablo Hebreo Sheol y el
    vocablo griego Hades, que significaba ësepulcroí, asÌ
    como el griego Tartaros que era la morada de los
    ·ngeles caÌdos, el inframundo (bajo la tierra), y
    Gehenna, el cual era un valle cercano a JerusalÈn
    donde reinaba Moloc, y que a la vez era donde se
    tiraba y quemaba la basura de la ciudad. Fue de allÌ
    de donde la Iglesia Cristiana desarrollÛ la idea del
    ìfuego y azufreî del Infierno.
    El Infierno Protestante y el Infierno CatÛlico son
    lugares de castigo eterno; sin embargo, los CatÛlicos
    tambiÈn creen que existe un ìPurgatorioî donde todas
    las almas van durante un tiempo, y un ìLimboî donde
    van las almas sin bautizar. El Infierno Budista est·
    dividido en ocho secciones, de los cuales son
    expiables las primeras siete. La descripciÛn
    eclesi·stica del Infierno es la de un lugar horrible de
    fuego y tormento; en el Infierno de Dante, y en los
    climas nÛrdicos, se creÌa que era una regiÛn frÌa y
    helada, como un refrigerador gigante.
    (A˙n con todas sus amenazas de condenaciÛn
    eterna y almas rostizadas, los misioneros Cristianos
    se han topado con algunos que no eran tan r·pidos
    para tragarse sus boberÌas. Al igual que la belleza, el
    dolor y el placer est·n en el ojo de quien observa. AsÌ
    pues, cuando los misioneros se aventuraron a Alaska
    y advirtieron a los Esquimales de los horrores del
    Infierno y del lago de fuego que esperaba a todos los
    transgresores, preguntaron ansiosamente: ìøY cÛmo
    llegamos all·?î!)
    La mayorÌa de Satanistas no aceptan a Sat·n
    como un ser antropomorfo con pezuÒas hendidas,
    cuernos y cola terminada en punta. Simplemente
    representa una fuerza de la naturaleza: los poderes de
    10 En inglÈs, "Hell", significa "Infierno" óN. del T.)
    72
    la oscuridad, que se les llama asÌ porque ninguna
    religiÛn ha sacado esos poderes de la oscuridad. Ni la
    ciencia ha sido capaz de dar un tÈrmino tÈcnico a esta
    fuerza11. Es una reserva sin explotar, que muy pocas
    personas pueden utilizar, ya que carecen de la
    capacidad para utilizar una herramienta sin analizar e
    identificar previamente todos los mecanismos que la
    hacen funcionar. Es esta necesidad constante de
    analizar, lo que impide que la mayorÌa de la gente
    logre beneficiarse de esa polifacÈtica llave a lo
    desconocido óa la cual el Satanista prefiere llamar
    ìSat·nî.
    Sat·n, como un dios, semidiÛs, salvador personal,
    o como quieras llamarle, fue inventado por los
    formuladores de toda religiÛn sobre la faz de la Tierra
    con un ˙nico propÛsito ócontrolar las actividades y
    situaciones supuestamente reprobables del hombre
    aquÌ en la Tierra. En consecuencia, cualquier cosa
    que llevara a la gratificaciÛn fÌsica o mental fue
    definido como ìmalaî, asegurando asÌ toda una vida
    de culpa injustificada para todos!
    De modo que, si nos han llamado ìmalosî, malos
    somos ó°y quÈ! °La Edad Sat·nica est· sobre
    nosotros! øPor quÈ no aprovecharse de ello, y
    VIVIR12?

    11 En aÒos recientes, ciertos expositores del Satanismo identifican esta
    descripciÛn de Sat·n con las caracterÌsticas de la Segunda Ley de
    Termodin·mica, o entropÌa. 12 Intraducible juego de palabras; el vocablo inglÈs evil significa
    ìmaldadî, y live óque es igual a evil, escrito al revÈsó significa ìvivirî.
    73
    AMOR Y ODIO
    L Satanismo representa amabilidad con aquellos
    que se la merecen en lugar de amor desperdiciado
    en ingratos.
    No puedes amar a todo el mundo; es ridÌculo
    pensar que puedes. Si amas a todo y a todos perder·s
    tus poderes naturales de selecciÛn y acabar·s siendo
    un pÈsimo juez de car·cter y de calidad. Si algo es
    usado con demasiada libertad pierde su verdadera
    importancia. Por lo tanto, el Satanista cree que debes
    amar fuertemente y por completo a quienes merecen
    tu cariÒo, pero °nunca des la otra mejilla a tu
    enemigo!
    El amor es una de las emociones m·s intensas
    sentidas por el hombre; otra es el odio. Oblig·ndote a
    sentir amor indiscriminado es algo poco natural. Si
    tratas de amar a todo el mundo, lo ˙nico que
    consigues es disminuir tus sentimientos hacia quienes
    merecen tu amor. El odio reprimido puede causar
    muchas enfermedades fÌsicos y emocionales. Al
    aprender cÛmo descargar tu odio y dirigirlo a quienes
    se lo merecen, te limpias a ti mismo de todas Èsas
    emociones malignas y no necesitar·s descargar tu
    odio reprimido sobre tus seres queridos.
    Nunca ha existido un gran movimiento de "amor"
    en la historia de la humanidad que no haya terminado
    asesinando un incontable n˙mero de personas ó
    °debemos suponer que era para demostrar cu·nto las
    amaban! °Todo hipÛcrita que ha caminado sobre la
    faz de la Tierra ha tenido sus bolsillos rebosantes de
    amor!
    Todo religioso farisaico asegura amar a sus
    enemigos; a˙n cuando es atacado se consuela a sÌ
    E
    74
    mismo pensando ìDios los castigar·î. En lugar de
    admitir que son capaces de odiar a sus enemigos y
    tratarlos de la forma que se merecen, dicen: ìBueno,
    pero por la gracia de Dios, voy a rezar por ellosî.
    øPor que habrÌamos de humillarnos y rebajarnos a
    nosotros mismos al sacar una comparaciÛn tan
    incorrecta?
    Se ha pensado que el Satanismo es sinÛnimo de
    crueldad y brutalidad. Esto se debe ˙nicamente a que
    la gente tiene miedo de enfrentar la verdad óy la
    verdad es que el ser humano no es tan benigno ni
    amoroso. SÛlo porque el Satanista admite que el ser
    humano es capaz tanto de amar como lo es de odiar,
    es considerado odioso. Al contrario, como es capaz de
    dar rienda suelta a su odio a travÈs de una expresiÛn
    ritualizada, es mucho m·s capaz de amar ócon el
    m·s profundo amor. Al reconocer y admitir
    honestamente tanto el amor como el odio que siente,
    no confundir· una emociÛn con la otra. Si no eres
    capaz de experimentar una de Èstas dos emociones,
    no podr·s experimentar la otra completamente.
    75
    SEXUALIDAD SAT£NICA
    A habido mucha controversia sobre los puntos
    de vista Sat·nicos sobre "el amor libre". A
    menudo se supone que la actividad sexual es el factor
    m·s importante de la religiÛn Sat·nica, y que la
    disponibilidad de participar en orgÌas sexuales es un
    prerrequisito para convertirse en Satanista. °Nada
    podrÌa estar m·s lejos de la verdad! De hecho, a
    aquellos oportunistas que no tienen mayor interÈs en
    el Satanismo que el de sus aspectos sexuales, se les
    recomienda enf·ticamente que no acudan a Èl.
    El Satanismo sÌ preconiza la libertad sexual, pero
    ˙nicamente en el verdadero sentido de la palabra. En
    el concepto Sat·nico, el amor libre significa
    exactamente eso ólibertad de ser fiel a una persona o
    de satisfacer tus deseos sexuales con tantas personas
    como creas necesario para satisfacer tus necesidades
    particulares.
    El Satanismo no alienta la actividad orgi·stica o el
    adulterio cuando se trata de gente que no podrÌa hacer
    eso de manera natural. Para muchas personas, serÌa
    poco natural y perjudicial ser infiel a quien han
    escogido como pareja. Para otras, serÌa frustrante
    estar sometida sexualmente a una sola. Cada uno
    debe decidir por sÌ mismo quÈ forma de actividad
    sexual se adapta mejor a su personalidad. El forzarte
    a ti mismo a ser ad˙ltero, o a tener pareja sexual
    cuando no est·s casado sÛlo por querer probar a otros
    (o peor a˙n, probarte a ti mismo) que ya est·s
    liberado de toda culpabilidad sexual, es tan errÛneo
    óseg˙n los par·metros del Satanismoó como
    abstenerte de satisfacer tus deseos sexuales debido a
    sentimientos arraigados de culpa.
    H
    76
    Muchos de quienes se preocupan constantemente
    por demostrar su emancipaciÛn de la culpa sexual, en
    realidad est·n atados por una esclavitud sexual a˙n
    mayor que quienes aceptan la actividad sexual como
    una parte natural de la vida y no hacen tanta alharaca
    de su libertad sexual. Por ejemplo es un hecho
    establecido que la ninfÛmana (la mujer de los sueÒos
    de todo hombre, y protagonista de toda novela
    erÛtica) no es libre sexualmente, sino que en realidad
    es frÌgida y va de hombre en hombre porque est· tan
    inhibida que no es capaz de tener una descarga sexual
    satisfactoria.
    Otra idea errÛnea es que la capacidad de tener
    actividad sexual grupal es un indicio de libertad
    sexual. Todos los grupos de sexo-libre tienen una
    cosa en com˙n: No admiten actividad sexual
    fetichista o desviada.
    De hecho, los ejemplos m·s reforzados de
    actividad sexual no-fetichista catalogados sutilmente
    como "sexo libre" tienen un formato en com˙n. Cada
    uno de los participantes en la orgÌa se desviste,
    siguiendo el ejemplo de alguien, y fornican
    mec·nicamente ósiguiendo el ejemplo del lÌder.
    Ninguno de los participantes considera que su forma
    de sexo "emancipado" pueda ser vista como algo
    regimentado e infantil por quienes no son miembros,
    incapaces de igualar la uniformidad con la libertad.
    El Satanista se da cuenta que si ha de ser un
    ëexperto en sexoí (y estar libre por completo de la
    culpa sexual), no puede sentirse atacado por los
    supuestos ërevolucionarios sexualesí m·s de lo que
    puede sentirse atacado por la mojigaterÌa de su
    sociedad culpabilizada. Los grupos de ëlibertad
    sexualí no entienden el verdadero significado de la
    libertad sexual. A menos que la actividad sexual
    pueda expresarse a nivel individual, (lo cual incluye
    fetiches personales) no hay objeto en unirse a una
    organizaciÛn de libertad sexual.
    77
    El Satanismo aprueba cualquier tipo de actividad
    sexual que tienda a satisfacer adecuadamente todos
    tus deseos individuales óya sean heterosexuales,
    homosexuales, bisexuales e incluso asexuales, si lo
    prefieres. El Satanismo aprueba tambiÈn cualquier
    fetichismo o desviaciÛn que enriquezca tu vida
    sexual, siempre que en ello no se vea inaplicado
    alguien que no desee tomar parte en ello.
    El predominio de conductas desviadas y/o
    fetichistas en nuestra sociedad harÌa estremecer la
    imaginaciÛn de quienes a˙n son sexualmente
    ingenuos. Hay m·s variantes sexuales de las que
    puede percibir quien no est· versado en materia
    sexual: el travestismo, el sadismo, el masoquismo, el
    exhibicionismo ópor citar sÛlo algunas de las
    desviaciones m·s predominantes. Todo el mundo
    tiene alguna forma de fetiche, pero debido a que no
    perciben la preponderancia de la actividad fetichista
    en nuestra sociedad, creen que si se someten a sus
    anhelos ìantinaturalesî, ser·n tomados por
    depravados.13
    Incluso el asexual tiene una desviaciÛn: su
    asexualidad. Es muchÌsimo m·s anorrnal tener una
    carencia de deseo sexual (a menos que se trate de un
    caso de enfermedad, de edad avanzada o de cualquier
    otra razÛn v·lida haya causado la disminuciÛn
    sexual) que ser sexualmente promiscuo. Sin embargo,
    si un satanista opta por elegir la sublimaciÛn sexual
    prefiriÈndola a cualquier otra expresiÛn sexual
    abierta, eso es asunto suyo. En muchos casos de
    sublimaciÛn sexual (o de asexualidad), cualquier

    13 El fetichismo no es una pr·ctica exclusiva de los humanos; tambiÈn es
    practicado por los animales. El fetiche es un ingrediente principal en la vida
    sexual de los animales. Por ejemplo, los olores sexuales son necesarios para
    que un animal se sienta atraÌdo sexualmente por otro. Pruebas de
    laboratorio han demostrado que cuando un animal es cientÌficamente
    desodorizado, pierde atractivo sexual para los dem·s animales. La
    estimulaciÛn proporcionada por el olor sexual tambiÈn es disfrutada por el
    hombre, aunque Èste lo niegue con frecuencia.
    78
    intento por emanciparse sexualmente podrÌa tener
    resultados devastadores para el asexual.
    Los asexuales son invariablemente individuos que
    est·n sublimados sexualmente por sus empleos o por
    sus aficiones favoritas. Toda la energÌa e impulsos
    que normalmente estarÌan a la actividad sexual son
    canalizados hacia otros pasatiempos o hacia las
    ocupaciones que prefieran. Si una persona favorece
    otros intereses a la actividad sexual, es su derecho, y
    nadie tiene por quÈ a condenarla por ello. Sin
    embargo, esa persona deberÌa por lo menos reconocer
    el hecho de que ello es una sublimaciÛn sexual.
    Debido a la falta de oportunidades para
    expresarse, muchos deseos sexuales secretos no
    llegan jam·s a trasponer el estado de la fantasÌa. El
    no descargarlos suele llevar a la compulsiÛn y, por lo
    tanto, una gran cantidad de personas idean
    indetectables para dar rienda suelta a sus deseos. No
    por el hecho de que gran parte de la actividad
    fetichista no sea aparente exteriormente, quienes no
    son duchos en materia sexual han de engaÒarse
    pensando que tal actividad no existe. Para citar
    ejemplos de las ingeniosas tÈcnicas utilizadas: El
    travestido masculino se dar· gusto en su fetichismo
    llevando prendas interiores femeninas mientras se
    dedica a sus actividades cotidianas; o la mujer
    masoquista puede llevar una faja de goma varias
    tallas m·s pequeÒa que la suya, y de este modo estar·
    todo el dÌa en condiciones de obtener un placer de su
    incomodidad fetichista sin que nadie se aperciba de
    ello. Estas ilustraciones constituyen ejemplos mucho
    m·s suaves y prevalecientes que otros que podrÌan
    haberse dado.
    El Satanismo alienta cualquier forma de expresiÛn
    sexual que desees, siempre y cuando no perjudiques
    a nadie m·s. Para evitar confusiones, debemos
    aclarar la afirmaciÛn anterior. Al decir que no se debe
    perjudicar a nadie, no incluimos el daÒo no
    79
    intencionado que pueda recaer sobre aquellas
    personas que, a causa de sus ansiedades
    concernientes a la moral sexual, puedan no estar de
    acuerdo con tus puntos de vista sobre el sexo.
    Naturalmente, deberÌas evitar el ofender a quienes
    signifiquen mucho para ti, y por ello me refiero a tus
    amigos y parientes m·s mojigatos. Sin embargo, si te
    esfuerzas sinceramente a evitar ofenderlos, y a pesar
    de tus esfuerzos ellos se dan cuenta accidentalmente,
    no es responsabilidad tuya, y por lo tanto no deberÌas
    sentir culpa alguna ya sea respecto a tus
    convicciones sexuales, como al hecho de que ellos se
    hayan ofendido debido a Èsas convicciones. Si con tus
    actitudes sexuales temes constantemente ofender a los
    mojigatos, entonces no tiene sentido el intentar
    liberarte de la culpa sexual. Sin embargo, de nada
    sirve que hagas ostentaciÛn de tu permisividad.
    La otra excepciÛn a la regla hace referencia a la
    relaciÛn con los masoquistas. Un masoquista extrae
    placer de ser maltratado; en consecuencia, si se le
    niega al masoquista su placer a travÈs del dolor, eso
    le hace sufrir tanto como el verdadero dolor fÌsico
    hace sufrir al que no es masoquista. La historia del
    s·dico autÈnticamente cruel ilustra bien la cuestiÛn.
    El masoquista le dice al s·dico: ´golpÈameª. A lo
    cual el s·dico despiadado responde: "°NO!" Si una
    persona quiere ser maltratada y disfruta sufriendo, no
    hay razÛn alguna para no darle gusto en lo que
    acostumbra.
    En el lenguaje popular, el tÈrmino "s·dico"
    describe a alguien que obtiene placer de la brutalidad
    indiscriminada. Sin embargo, un verdadero s·dico es
    selectivo. De la amplia reserva de vÌctimas
    apropiadas, escoge cuidadosamente, y se deleita
    d·ndoles a quienes gustan vivir en el dolor la
    satisfacciÛn de sus deseos. °El s·dico "bien adaptado"
    es epic˙reo al seleccionar aquellos en quienes su
    energÌa ser· bien invertida! °Si una persona es lo
    80
    bastante saludable para admitir que es un masoquista
    y disfruta siendo esclavizado y azotado, un s·dico
    verdadero estar· dichoso de participar!
    Aparte de las excepciones que citaremos a
    continuaciÛn, el Satanista no herirÌa intencionalmente
    a otros violando sus derechos sexuales. Si intentas
    imponer tus deseos sexuales a quienes no acepten tus
    avances, estar·s infringiendo su libertad sexual. Por
    lo tanto, el Satanista no defiende la violaciÛn, acoso
    sexual a menores de edad, relaciones sexuales con
    animales, o cualquier otra forma de actividad sexual
    que implique la participaciÛn de personas que no se
    presten voluntariamente, o que debido a su inocencia
    o ingenuidad puedan ser intimidados o engaÒados
    para actuar en contra de sus deseos.
    Si todas las partes envueltas son adultos maduros
    que conscientemente asumen toda responsabilidad de
    sus acciones y se comprometen voluntariamente en
    una forma dada de expresiÛn sexual óa˙n si Èsta es
    considerada generalmente como tab˙ó no existe
    razÛn para que repriman sus inclinaciones sexuales.
    Si eres consciente de todas las implicaciones,
    ventajas, y desventajas, y est·s seguro que tus
    acciones no har·n daÒo a quien no desee o se merezca
    dicho trato, no tienes razÛn alguna para suprimir tus
    preferencias sexuales.
    AsÌ como no hay dos personas cuyas preferencias
    culinarias o capacidad para ingerir alimentos sean
    iguales, los gustos y apetitos sexuales variar·n de una
    persona a otra. Ninguna persona o sociedad tiene
    derecho para imponer lÌmites a los par·metros
    sexuales o en la frecuencia sexual de otros. La
    conducta sexual apropiada sÛlo puede ser juzgada
    dentro del contexto de cada situaciÛn individual. Por
    lo tanto, lo que una persona considere moral y
    sexualmente correcto puede ser frustrante para otra.
    Lo contrario tambiÈn es cierto; una persona puede
    tener gran destreza sexual, pero despreciar a otra
    81
    persona cuya capacidad no iguale a la suya propia
    serÌa algo injusto, e imponer sus gustos a otra
    persona serÌa algo muy desconsiderado, por ejemplo,
    el hombre que tiene un voraz apetito sexual, pero que
    las necesidades sexuales de su esposa no se ajustan a
    las de Èl. Es injusto de su parte esperar que ella
    responda de manera entusiasta a sus propuestas, pero
    ella a su vez debe mostrar el mismo grado de
    comprensiÛn. En momentos en los que ella no sienta
    mucha pasiÛn, deberÌa aceptarlo sexualmente, asÌ sea
    de manera pasiva, pero complaciente, o bien no
    quejarse si su esposo decide satisfacer sus
    necesidades en otra parte óincluyendo pr·cticas
    autoerÛticas.
    La relaciÛn ideal es aquella en la que cada persona
    est· profundamente enamorada de la otra y son
    sexualmente compatibles. Sin embargo, las relaciones
    perfectas son relativamente poco comunes. Es
    importante seÒalar aquÌ que el amor espiritual y el
    amor sexual pueden ir de la mano, aunque este no sea
    siempre el caso. Si existe cierto grado de
    compatibilidad sexual, casi siempre es limitado, y
    algunos deseos sexuales, si bien no todos, ser·n
    satisfechos.
    No existe mayor placer sexual que el derivado de
    asociarte con alguien de quien est·s profundamente
    enamorado, si son sexualmente compatibles. Sin
    embargo, si no existe una compatibilidad mutua, ha
    de seÒalarse que la ausencia de compatibilidad no
    indica ausencia de amor espiritual. Uno puede existir
    sin el otro, y esto suele suceder. De hecho, la mayorÌa
    de las veces uno de los miembros de una pareja
    recurrir· a actividades sexuales extramaritales porque
    est· profundamente enamorado de su compaÒero, y
    no quiere herir al otro, o imponer sus exigencias
    sobre su amado. Un amor espiritual profundo es
    enriquecido por el amor sexual, y ciertamente es un
    ingrediente necesario para una relaciÛn satisfactoria;
    82
    pero debido a los diversos gustos sexuales, la
    actividad sexual externa, o la masturbaciÛn, proveen
    el suplemento necesario.
    La masturbaciÛn, considerada por muchas
    personas como un tab˙ sexual, crea un problema de
    culpabilidad que no resulta f·cil de afrontar. En este
    asunto es preciso hacer mucho hincapiÈ, puesto que
    constituye el elemento extremadamente importante de
    muchos actos m·gicos destinados a tener Èxito. Desde
    que la Biblia judeo-cristiana describiÛ el pecado de
    On·n (Gen 38:7-10), el hombre no ha cesado de
    considerar la gravedad y las consecuencias del ´vicio
    solitarioª. Aunque los modernos sexÛlogos han
    explicado que el pecado de On·n es simplemente un
    coitus interruptus, siglos enteros de falsa
    interpretaciÛn teolÛgica han causado un daÒo casi
    irreparable.
    Prescindiendo de los verdaderos crÌmenes
    sexuales, la masturbaciÛn es uno de los actos
    sexuales que peor est· visto. Durante el ˙ltimo siglo
    fueron escritos innumerables textos para describir las
    horrorosas consecuencias de la masturbaciÛn. La
    palidez de la piel, la dificultad en la respiraciÛn, los
    granos en la cara y una pÈrdida del apetito no eran
    m·s que unas cuantas de las muchas caracterÌsticas
    que se suponÌa provenÌan de la pr·ctica de la
    masturbaciÛn. Se aseguraba que se producirÌa un
    total colapso fÌsico y mental si no se atendÌan las
    advertencias de aquellos manuales destinados a la
    juventud.
    Las espeluznantes descripciones de tales textos
    resultarÌan casi risibles si no fuera por el hecho
    lamentable de que, a pesar de que los sexÛlogos,
    doctores o escritores contempor·neos han hecho
    mucho para elimina el estigma de la masturbaciÛn,
    todos los muy arraigados sentimientos de culpabilidad
    creados por las absurdidades de aquellos primeros
    textos sexuales no han podido ser borrados sino de
    83
    una manera parcial. Un gran porcentaje de personas,
    en especial aquellas que han rebasado la edad de
    cuarenta aÒos, no pueden aceptar emocionalmente la
    circunstancia de que la masturbaciÛn es natural y
    saludable. Hay ciertas personas que ahora logran
    aceptarla intelectualmente, pero, como siguen
    consider·ndola con repugnancia, sucede que de un
    modo inconsciente comunican su repugnancia a sus
    hijos.
    En otros tiempos se pensaba que uno se volverÌa
    loco si, a pesar de todas las advertencias, persistÌa en
    sus pr·cticas autoerÛticas. Este ridÌculo mito tomÛ
    cuerpo a causa de ciertos informes que pretendÌan que
    la masturbaciÛn estaba muy extendida entre los
    residentes de los centros psiqui·tricos. Se suponÌa
    que, puesto que casi todos los dementes se
    masturbaban, era su masturbaciÛn la que les habÌa
    vuelto locos. Nadie se detenÌa a pensar que la
    verdadera razÛn de que los dementes se entregaran a
    la pr·ctica de la masturbaciÛn habÌa que ir a
    buscarla en la carencia de compaÒeros del sexo
    opuesto y en esa necesidad de liberar la inhibiciÛn que
    es la caracterÌstica de una locura extrema.
    Muchas personas preferirÌan que su pareja
    busque en otra parte la actividad sexual antes que
    dedicarse con ella a actos autoerÛticos. En esto
    influyen los propios sentimientos de culpabilidad, m·s
    una repugnancia a realizar una masturbaciÛn mutua.
    Hay casos en los que existe tambiÈn el temor a la
    repugnancia de la pareja ósi bien en un sorprendente
    n˙mero de casos se obtiene una excitaciÛn vicaria al
    saber que nuestra pareja est· teniendo experiencias
    sexuales con otrosó aunque esto no sea com˙nmente
    admitido.
    Si se tiene cierta estimulaciÛn sexual al imaginar a
    la pareja de no teniendo relaciones sexuales con otros,
    Èsto deberÌa expresarse abiertamente, de modo que
    ambas partes salgan ganando. Sin embargo, si la
    84
    prohibiciÛn de la masturbaciÛn se debe ˙nicamente a
    sentimientos de culpa de una o ambas partes,
    deberÌan hacer todo intento posible por borrar Èsas
    culpas óo por utilizarlas. Muchas relaciones podrÌan
    salvarse de la destrucciÛn si las personas
    involucradas no sintieran culpa de reaizar actos
    naturales de masturbaciÛn.
    La masturbaciÛn es considerada como mala
    porque produce placer derivado de acarciar
    intencionalmente con la mano un ·rea ìprohibidaî del
    cuerpo. Los sentimientos de culpa que suelen
    acompaÒar la mayorÌa de actos sexuales pueden ser
    mmitigados por la idea religiosamente aceptable de
    que los placweres sensuales son necesarios para la
    procreaciÛn óaunque uno marque cudadosamente los
    dÌas ìsegurosî en el calendario. Sin embargo, no
    puedes apaciguarte a tÌ mismo con Èsta idea mientras
    sigas en tus pr·cticas masturbatorias.
    Por mucho que te hayan hablado de la
    ´Inmaculada ConcepciÛnª óa˙n si la fe ciega te
    permite tragar esa absurdidadó, todos sabemos muy
    bien que si queremos traer al mundo a un niÒo
    tenemos que mantener un contacto sexual con una
    persona del sexo opuesto. Si uno se siente culpable al
    cometer el ìpecado originalî, entonces no hay duda
    de que se sentir· mucho m·s culpable al realizar un
    acto sexual pensando tan sÛlo en uno mismo, y no en
    la necesidad de crear hijos.
    El Satanista se da plena cuenta de las razones por
    las cuales los sacerdotes declaran pecaminosa la
    masturbaciÛn. Tal como ocurre con todos los otros
    actos naturales, las personas la realizar·n por mucho
    que las reprendan severamente. Ahora bien, provocar
    un sentimiento de culpabilidad øes una importante
    faceta de su perverso plan para inducir a las personas
    a expiar sus ´pecadosª. øY quÈ mejor manera de
    expiarlos que pagando las hipotecas sobre los templos
    de la abstinencia?
    85
    Aun cuando el hombre moderno no sienta ya (o
    crea no sentirse ya) bajo el peso de un sentimiento de
    culpabilidad provocado por la religiÛn, la verdad es
    que todavÌa se siente avergonzado si cede al deseo de
    masturbarse. Un hombre puede sentirse privado de su
    masculinidad si se satisface autoerÛticamente en lugar
    de entregarse al juego competitivo de dar caza a una
    mujer. Es posible que una mujer se sienta tentada a
    satisfacerse a sÌ misma sexualmente, pero a˙n asÌ
    echar· de menos esa satisfacciÛn egoÌstica que
    proviene del deporte de la seducciÛn. Ni el cuasiCasanova
    ni la ficticia vampiresa se sienten a gusto
    cuando est·n ìobligadosî a recurrir a la masturbaciÛn
    para obtener una satisfacciÛn sexual: ambos
    preferirÌan incluso un compaÒero inadecuado. Sin
    embargo, sat·nicamente hablando, es mucho mejor
    entregarse a una fantasÌa perfecta que participar con
    otra persona en una vacua experiencia. Con la
    masturbaciÛn, uno domina completamente la
    situaciÛn. Para ilustrar el hecho indiscutible de que la
    masturbaciÛn es una pr·ctica enteramente normal y
    saludable, diremos que es realizada por todos los
    miembros del reino animal. Los niÒos tambiÈn se
    rinden a sus instintivos deseos masturbatorios, salvo
    que hayan sido regaÒados por unos padres
    indignados. Desde luego, en esto suele haber una
    tradiciÛn que se remonta de hijos a padres a todo lo
    largo de una infinita lÌnea ascendente.
    Es lamentable, pero cierto, que los sentimientos de
    culpabilidad sexual de los padres se transmiten
    inmutablemente a sus hijos. Con el objeto de salvar a
    nuestros hijos del triste destino sexual de nuestros
    abuelos, nuestros padres, y posiblemente del nuestro
    propio, nuestra obligaciÛn es conseguir que el
    perverso cÛdigo moral del pasado quede expuesto tal
    como es: una serie de reglas pragm·ticas organizadas
    que, si obedecemos de un modo rÌgido, nos destruir·n.
    Podemos estar seguros de que, si no nos liberamos de
    86
    los ridÌculos niveles sexuales de nuestra sociedad
    actual, y en ellos incluimos a la pretendida revoluciÛn
    sexual, persistir· la neurosis provocada por esas
    sofocantes regulaciones. La adhesiÛn a la nueva
    moralidad del satanismo, que es razonable y
    humanitaria, servir· al desarrollo de una sociedad en
    la que nuestros hijos podr·n crecer saludablemente y
    sin los devastadores inconvenientes morales de una
    sociedad actual que est· enferma.
    87

  9. #9
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    NO TODOS LOS VAMPIROS
    CHUPAN SANGRE!
    L SATANISMO representa responsabilidad para
    el responsable, en lugar de preocuparse por
    vampiros psÌquicos.
    Mucha gente que anda por el mundo practica el
    fino arte de hacer que otros se sientan responsables y
    hasta en deuda con ellos sin causa alguna. El
    Satanismo reconoce a estas alimaÒas por lo que son
    realmente. Los vampiros psÌquicos son personas que
    privan a otros de su energÌa vital. Este tipo de
    persona puede hallarse en todos los niveles de la
    sociedad. No sirven para nada ˙til en nuestras vidas,
    y no son ni objetos de amor ni amigos verdaderos. Sin
    embargo, nos sentimos responsables por el vampiro
    psÌquico sin saber por quÈ.
    Si crees que puedes ser la vÌctima de tal persona,
    hay unas cuantas reglas muy sencillas que te
    ayudar·n a tomar una decisiÛn. øHay una persona
    que llames o visites frecuentemente óaunque
    realmente no quieras hacerloó porque sabes que te
    sentir·s culpable si no lo haces? O bien, øte
    encuentras haciendo favores constantemente para
    alguien que no te lo pide de frente, sino que te lo
    insin˙a? La mayorÌa de las veces el vampiro psÌquico
    utilizar· psicologÌa inversa diciendo "°Oh, no podrÌa
    pedirte que hicieras esto!" ñy t˙, en respuesta,
    insistir·s en hacerlo. El vampiro psÌquico nunca pide
    algo de ti. Eso serÌa demasiado osado y presuntuoso.
    Simplemente dejan que sus deseos sean conocidos de
    maneras sutiles que evitar·n que se les considere una
    plaga. Ellos ìnunca pensarÌan en imponerte algo" y
    E
    88
    siempre estar·n felices y dispuestos a aceptar
    voluntariamente lo que les des, sin la menor queja ó
    aparentemente.
    Sus pecados no son de hecho, sino de omisiÛn. No
    es lo que dicen, sino lo que no dicen, lo que hace que
    te sientas responsable por ellos. Son muy cuidadosos
    como para hacerte una exigencia, porque saben que te
    ofenderÌa, y tendrÌas una razÛn tangible y legÌtima
    para neg·rselas.
    Un gran porcentaje de estas personas tienen
    ìatributosî especiales que hacen que el depender de ti
    sea m·s factible y mucho m·s efectivo. Muchos
    vampiros psÌquicos son inv·lidos (o fingen serlo) o
    est·n "mental o emocionalmente trastornados". Otros
    pueden fingir ignorancia o incompetencia para que t˙,
    por l·stima óo la mayorÌa de las veces, por
    desesperaciÛnó hagas las cosas por ellos.
    Una manera tradicional de desterrar un demonio o
    un elemental es reconocerlo por lo que es, y
    exorcizarlo. El reconocer estos demonios
    contempor·neos y sus mÈtodos, es el ˙nico antÌdoto
    para el efecto devastador que poseen sobre ti.
    La mayorÌa de las personas aceptan estos
    individuos pasivamente viciosos en su valor nominal
    solo porque nunca les han sido seÒaladas sus
    maniobras insidiosas. Se limitan a aceptar estas
    ìpobres almasî por ser menos afortunadas que ellos,
    y sienten que deben ayudarlos de cualquier manera
    posible. Es un sentido equÌvoco de la responsabilidad
    (o un sentimiento infundado de culpa) °el que nutre al
    ìaltruismoî del cual se alimentan tales par·sitos!
    Al vampiro psÌquico se le permite existir porque
    escoge inteligentemente como vÌctimas a personas
    conscientes y responsables ópersonas con gran
    dedicaciÛn a sus ìobligaciones moralesî.
    En algunos casos somos ìvampirizadosî por
    grupos de personas, al igual que por individuos. Toda
    organizaciÛn que se dedique a recaudar fondos, sea
    89
    Èsta una fundaciÛn de caridad, un consejo de
    comunidad o asociaciÛn religiosa o fraternal, etc,
    seleccionan cuidadosamente a una persona que sea
    h·bil en hacer sentir culpable a otros. El trabajo de
    esta persona es el de intimidarnos para que primero
    abramos nuestros corazones, y luego nuestra cartera,
    a quienes se van a beneficiar de su ìbuena voluntadî
    ósin mencionar que en muchos casos, no donan su
    tiempo desinteresadamente, sino que est·n recibiendo
    un jugoso salario por su "noble acciÛn". Son maestros
    en jugar con la compasiÛn de la gente responsable.
    Cuan a menudo vemos niÒos pequeÒos que han sido
    enviados por estos FagÌnes14 santurrones para extraer
    sin dolor donaciones de la gente de buen corazÛn.
    øQuiÈn puede resistirse al encanto y la inocencia de
    un niÒo?
    Estas son, obviamente, personas que no son felices
    a menos que estÈn dando, pero la mayorÌa de nosotros
    no encaja en esta categorÌa. Desafortunadamente, la
    mayorÌa de las veces estamos haciendo cosas que la
    verdad no sentimos que se necesite que hagamos. Una
    persona consciente halla muy difÌcil el decidir entre la
    caridad voluntaria y la obligada. Querr· hacer lo que
    sea m·s justo y correcto, y lo m·s seguro es que halle
    desconcertante el hecho de tratar de decidir a quiÈn
    deberÌa ayudar y quÈ cantidad de ayuda se espera de
    Èl ólegÌtimamente.
    Cada persona debe decidir por sÌ misma cu·les
    son sus obligaciones para con sus amigos, familia y
    comunidad respectivas. Antes de donar tiempo y
    dinero a personas fuera de su cÌrculo familiar y de
    amigos, debe decidir cu·nto puede, sin privar de algo
    a sus seres queridos. Al considerar todo esto, debe de
    asegurarse que se incluir· a sÌ mismo entre sus seres
    queridos. Debe evaluar cuidadosamente la validez de

    14 FagÌn ees un personaje de la novela Oliver Twist de Charles Dickens, y
    era un anciano que daba techo gratis a un grupo de niÒos con la condiciÛn
    de que robaran en la calle y le trajeran el producto de sus hurtos. (N. del T.)
    90
    la peticiÛn que se le hace, y la personalidad o motivos
    de quien le hace dicha peticiÛn. Para una persona
    resulta extremadamente difÌcil aprender a decir ìnoî
    cuando toda su vida ha dicho "sÌ". Pero a menos que
    quiera que se aprovechen de Èl constantemente, tiene
    que aprender a decir "no" cuando las circunstancias
    lo justifiquen. Si se los permites, los vampiros
    psÌquicos se infiltrar·n en tu vida gradualmente hasta
    que ya no tengas privacidad óy tu constante
    preocupaciÛn por ellos te ir· dejando sin ambiciÛn
    alguna.
    Un vampiro psÌquico seleccionar· siempre a una
    persona que estÈ relativamente satisfecha con su vida
    ñuna persona que estÈ felizmente casada, satisfecha
    con su trabajo, y que por lo general est· bien
    adaptada al mundo que le rodea ñpara alimentarse de
    ella. El sÛlo hecho que un vampiro psÌquico escoge a
    una persona feliz para hacerla su vÌctima demuestra
    que a Èl le faltan todas las cosas que tiene la otra
    persona; har· todo lo que pueda para provocar
    problemas y discordia entre su vÌctima y las personas
    a quienes m·s estima.
    Por lo tanto, ten cuidado de cualquier persona que
    parezca no tener amigos de verdad y sin interÈs
    aparente en la vida (excepto t˙). Lo m·s seguro es
    que te diga que es muy selectivo con sus amistades, o
    que no hace amigos f·cilmente debido a que sus
    par·metros son muy altos a la hora de escoger
    amigos. (Para conseguir y conservar amigos, uno
    debe estar dispuesto a dar algo de sÌ mismo ócosa
    que el vampiro psÌquico es incapaz de hacer). Pero se
    apresurar· a aÒadir que t˙ llenas todos los requisitos
    y que verdaderamente eres una sobresaliente
    excepciÛn sobre todo el gÈnero humano ñque t˙ eres
    uno de los pocos que de son dignos de su amistad.
    A menos que confundas amor desesperado (que es
    una cosa bastante egoÌsta) con vampirismo psÌquico,
    hay que aclarar la enorme diferencia entre ambos. La
    91
    ˙nica manera de determinar si est·s siendo
    vampirizado es sopesar lo que le das a esa persona, y
    compararlo con lo que esa persona te da a cambio.
    Puede que a veces te irriten las obligaciones que te
    impone un ser querido, un amigo cercano, o hasta tu
    jefe. Pero antes de que los consideres vampiros
    psÌquicos, debes preguntarte a ti mismo "øQuÈ estoy
    obteniendo a cambio?" Si tu pareja insiste en que la
    llames con frecuencia, y le pides que tenga en cuenta
    el tiempo que pasa lejos de ti, has de saber que esa es
    una situaciÛn de intercambio. O si un amigo tiene la
    costumbre de llamarte a pedirte favores en los
    momentos m·s inoportunos, pero igualmente
    dependes de ellos para dar prioridad a tus necesidades
    m·s inmediatas, considÈralo como un intercambio
    favorable. Si tu jefe te pide que hagas un poco m·s de
    lo que normalmente se espera que hagas, pero en el
    futuro ignorar· una tardanza ocasional o te dar·
    tiempo libre cuando lo necesites, seguramente no
    tienes razÛn alguna para quejarte ni necesitas sentir
    que se est· aprovechando de ti.
    En cambio, estar·s siendo vampirizado si te
    llaman incesantemente o esperan que hagas alg˙n
    favor por alguien que, cuando necesites un favor,
    siempre resulta tener "otras ocupaciones m·s
    importantes".
    Muchos vampiros psÌquicos te dar·n cosas
    materiales con el propÛsito expreso de hacerte sentir
    que les debes algo a cambio, y de esta forma te atan a
    ellos. La diferencia entre tu dar, y el de ellos, es que
    tu forma de pagarles a cambio siempre ha de ser algo
    no-material. Quieren que te sientas obligado hacia
    ellos, estarÌan muy decepcionados y hasta resentidos
    si intentases compensarles con cosas materiales. En
    esencia, les habr·s "vendido tu alma" y al no
    record·rtelo, te recordar·n constantemente que est·s
    en deuda con ellos.
    92
    Siendo puramente Sat·nico, la ˙nica manera de
    tratar con un vampiro psÌquico es "hacerte el tonto" y
    actuar como si fueran altruistas genuinos, y que
    realmente no esperan nada a cambio. EnsÈÒales una
    lecciÛn al aceptar cortÈsmente lo que te dan,
    agradeciÈndoles lo suficiente como para que se entere
    todo el mundo, °y luego te vas! De esta manera
    saldr·s victorioso. øQuÈ podr·n decir? Y cuando,
    inevitablemente, se espere de ti que retribuyas su
    ìgenerosidadî (°aquÌ viene lo difÌcil!) dices ìNOî ó
    pero, una vez m·s, °cortÈsmente! Cuando sientan que
    est·s escapando de sus garras, pasar·n dos cosas:
    Primero, actuar·n "destrozados", esperando que tu
    antiguo sentimiento del deber y de compasiÛn y de
    deber aflore nuevamente, y cuando (y si) nada
    sucediese, mostrar·n su verdadera identidad y se
    mostrar·n furiosos y vengativos.
    Una vez que los tengas en Èste punto, podr·s hacer
    el papel de la parte ìofendidaî. DespuÈs de todo, no
    has hecho nada malo ósimplemente tenÌas ìotras
    obligaciones m·s urgentesî en el momento, y ya que
    no se esperaba nada a cambio de su obsequio, no
    deberÌa haber resentimiento de parte de ellos.
    Por lo general, el vampiro psÌquico se dar· cuenta
    que sus mÈtodos han sido descubiertos y no
    presionar· la situaciÛn. No seguir· desperdiciando su
    valioso tiempo contigo, sino que se mover· hacia la
    siguiente vÌctima indefensa.
    Sin embargo, hay momentos en los que el vampiro
    psÌquico no soltar· su presa tan f·cilmente, y har·
    todo lo que estÈ a su alcance para atormentarte. Para
    esto tendr·n mucho tiempo disponible, ya que una vez
    rechazados, dejar·n todo a un lado (es decir, lo poco
    que tengan) para dedicar cada momento de vigilia a
    planear la venganza a la que creen tener derecho. Por
    esta razÛn, lo mejor es, primero que todo, evitar una
    relaciÛn con este tipo de personas. Su "adulaciÛn" y
    dependencia de ti puede, al principio, ser muy
    93
    halagadora, y sus obsequios materiales muy
    atractivos, pero una y otra vez terminar·s pagando un
    precio bastante alto por ellos.
    No desperdicies tu tiempo con personas que
    terminan destruyÈndote; en vez de ello concÈntrate en
    quienes apreciar·n tu responsabilidad hacia ellos y,
    de la misma manera, ellos hacia ti.
    Y si eres un vampiro psÌquico ó°atiende este
    consejo! CuÌdate del Satanista ó°est· pronto y
    dispuesto a clavar gustoso la proverbial estaca en tu
    corazÛn!

  10. #10
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    Libro del profeta
    Ezequiel
    Capítulo 1
    Ezequiel ve en visión cuatro seres vivientes, cuatro ruedas y la gloria de Jehová sobre Su trono.

    1 Y aconteció en el año treinta, en el mes cuarto, a los cinco días del mes, que, estando yo en medio de los cautivos, junto al río Quebar, los cielos se abrieron y vi visiones de Dios.

    2 A los cinco días del mes, en el quinto año del cautiverio del rey Joaquín,

    3 vino directamente la palabra de Jehová al sacerdote Ezequiel hijo de Buzi, en la tierra de los caldeos, junto al río Quebar; y vino allí sobre él la mano de Jehová.

    4 Y miré, y he aquí, un viento tempestuoso venía del norte, una gran nube y un fuego relampagueante, y alrededor de él un resplandor, y en medio del fuego algo que parecía como de ámbar,

    5 y en medio de ella, la figura de cuatro seres vivientes. Y esta era su apariencia: había en ellos semejanza de hombre.

    6 Y cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas.

    7 Y las piernas de ellos eran derechas, y la planta de sus pies como planta de pezuña de becerro; y centelleaban a manera de bronce muy bruñido.

    8 Y debajo de sus alas, a sus cuatro lados, tenían manos de hombre; y los cuatro tenían sus caras y sus alas.

    9 Con las alas se tocaban el uno al otro. No se desviaban cuando andaban; cada uno caminaba derecho hacia delante.

    10 Y el aspecto de sus caras era como cara de hombre, y cara de león en el lado derecho de los cuatro, y cara de buey en el lado izquierdo de los cuatro; asimismo los cuatro tenían cara de águila.

    11 Así eran sus caras; y sus alas estaban extendidas hacia arriba; dos de las cuales se tocaban entre sí y con las otras dos cubrían sus cuerpos.

    12 Y cada uno caminaba derecho hacia delante; hacia donde el espíritu los llevaba, ellos iban; cuando andaban, no se desviaban.

    13 En cuanto a la semejanza de los seres vivientes, su apariencia era como de carbones de fuego encendidos, como la apariencia de antorchas que se movían entre los seres vivientes; y el fuego resplandecía, y del fuego salían relámpagos.

    14 Y los seres vivientes corrían y regresaban a semejanza de relámpagos.

    15 Y miré a los seres vivientes, y he aquí, una rueda en la tierra junto a los seres vivientes con sus cuatro caras.

    16 Y el aspecto de las ruedas y su obra era semejante al color del topacio. Y las cuatro tenían un mismo aspecto; su apariencia y su obra eran como una rueda en medio de otra rueda.

    17 Cuando andaban, se movían sobre sus cuatro costados; no se desviaban cuando andaban.

    18 Y sus aros eran altos y espantosos, y los aros estaban llenos de ojos alrededor en las cuatro.

    19 Y cuando los seres vivientes andaban, las ruedas andaban junto a ellos; y cuando los seres vivientes se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban.

    20 Hacia donde el espíritu iba, ellos iban allí adonde el espíritu iba, y las ruedas se levantaban juntamente con ellos, porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas.

    21 Cuando ellos andaban, andaban ellas; y cuando ellos se detenían, se detenían ellas; asimismo, cuando se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban juntamente con ellos, porque el espíritu de cada ser viviente estaba en las ruedas.

    22 Y sobre las cabezas de los seres vivientes aparecía un firmamento a manera de cristal maravilloso, extendido por encima de sus cabezas.

    23 Y debajo del firmamento sus alas se extendían derechas la una hacia la otra; cada uno tenía dos alas con las que cubrían sus cuerpos por un lado y por el otro.

    24 Y oí el ruido de sus alas cuando andaban, como sonido de muchas aguas, como la voz del Omnipotente, como ruido de muchedumbre, como la voz de un ejército. Cuando se detenían, bajaban sus alas.

    25 Y cuando se detenían y bajaban sus alas, se oía una voz por encima del firmamento que estaba sobre sus cabezas.

    26 Y sobre el firmamento que estaba sobre sus cabezas se veía la figura de un trono que parecía de piedra de zafiro; y en lo más alto, sobre la figura del trono, había algo a semejanza de un hombre sentado sobre él.

    27 Y vi algo que tenía la apariencia de ámbar, como la apariencia del fuego dentro de ella alrededor, desde el aspecto de sus lomos hacia arriba; y desde sus lomos hacia abajo, vi que parecía como fuego y que tenía un resplandor alrededor.

    28 Como el aspecto del arco iris que está en las nubes en día de lluvia, así era el aspecto del resplandor alrededor. Esta fue la visión de la semejanza de la gloria de Jehová. Y cuando yo la vi, me postré sobre mi rostro y oí la voz de uno que hablaba.

    Cada era exitosa del desarrollo cultural y Ètico del
    ser humano ha producido su manifiesto literario óun
    argumento que desafÌa las normas existentes y
    propone una aproximaciÛn novedosa a las constantes
    problem·ticas de la civilizaciÛn. No con poca
    frecuencia se ha dado el caso que las realidades del
    nacionalismo polÌtico han sido mezcladas con el
    idealismo de Ènfasis extranacional para producir lo
    que cautelosamente denominamos con el tÈrmino
    existencialismo. Una lista de obras pertinentes podrÌa
    incluir la Rep˙blica de PlatÛn, la PolÌtica de
    AristÛteles, El PrÌncipe de Maquiavelo, y los escritos
    de Nietzsche, Hobbes, Locke, Marx, y Sartre.
    Este es el libro de nuestra Època.
    El amanecer de la Edad Sat·nica fue celebrado el
    30 de abril de 1966 ó el aÒo Uno. En esa fecha,
    Anton Szandor LaVey consagrÛ la Iglesia de Sat·n en
    la ciudad de San Francisco y asumiÛ el oficio de su
    primer Sumo Sacerdote. Lo que habÌa comenzado
    varios aÒos antes como un foro intelectual dedicado a
    la investigaciÛn y aplicaciÛn de las Artes Negras se
    ha expandido desde entonces a un movimiento
    filosÛfico internacional de primera magnitud. El
    Satanismo, que alguna vez fuera la provincia aislada

    * Michael A. Aquino formÛ parte de la AdministraciÛn de la Iglesia de
    Sat·n dese 1969 hasta 1975. Esta introducciÛn apareciÛ en la ediciÛn de la
    Biblia Sat·nica de 1972. Se separÛ de la Iglesia de Sat·n por ëdiferencias
    ideolÛgicasí con Anton LaVey y form˙ su propia organizaciÛn, el Templo
    de Set, que cuenta hoy en dÌa con varios miles de miembros alrededor de
    todo el mundo. Es autor, entre otros libros, de un voluminoso tomo sobre la
    historia de la Iglesia de Sat·n desde 1966 hasta 1975. Actualmente goza de
    una merecida pensiÛn como Teniente Coronel del EjÈrcito de los Estados
    Unidos.
    15
    de exiliados furtivos y excÈntricos radicales, se ha
    convertido en una seria alternativa a las doctrinas del
    teÌsmo y del materialismo. Al promulgar la
    complacencia en lugar de la abstinencia, el
    Satanismo rechaza la nociÛn de que el progreso del
    hombre est· condicionado por su aceptaciÛn de una
    moralidad auto-impuesta. Los Satanistas sostienen
    que un juicio deviene de la comparaciÛn y resoluciÛn
    de los opuestos, y uno no puede hacer alarde de
    justicia al honrar un solo par·metro de
    comportamiento.
    Una aproximaciÛn empÌrica a la moralidad no es
    una innovaciÛn reciente; teÛricos como Pit·goras,
    Hegel, Spencer, y Compte avanzaron la proposiciÛn
    original de la independencia intelectual del homb
    16
    patriarcal. La adoraadoraciÛn de cualquier deidad o
    deidades óbajo cualquier aspectoó es repulsiva
    para el Mago Negro, quien considera todas las
    profesiones de fe o con fianza en una entidad
    protectora sobrenatural como demostraciones
    humillantes de cobardÌa e inseguridad emocional. El
    Satanismo ha sido malintepretado frecuentemente
    como mera ìadoraciÛn al diabloî, cuando de hecho
    constituye un claro rechazo de toda forma de
    adoraciÛn como un componente deseable de la
    personalidad. No es tanto una anti-religiÛn óun
    simple rechazo de cualquier creenciaó sino una noreligiÛn,
    una negativa sin compromiso de todo
    misticismo sustancial. Como tal, representa una
    amenaza mucho m·s seria a las teologÌas organizadas
    que lo que pueden ser los escritos arcaicos de las
    viejas demonologÌas.
    El Ritual y la FantasÌa juegan un papel muy
    importante en las actividades de la Iglesia Sat·nica,
    trabajando sobre el supuesto que la experiencia y el
    control de la irracionalidad metafÌsica y mental son
    necesarias para el fortalecimiento de la psique. De
    esta manera, se hace un esfuerzo para evitar lo que tal
    vez constituÌa el talÛn de Aquiles de la escuela
    Gurdjieff-Ouspensky de evoluciÛn psicolÛgica
    subjetiva; los primerÌsmos discÌpulos de este
    trascendentalismo auto-determinado postularon que
    que todas las sensaciones no-materialistas eran un
    peligro para el estudiante. Un elemento crucial del
    Ritual Sat·nico es la apreciaciÛn de sus cualidades
    inspiradoras e ilustrativas, sin que por ello sea
    necesario considerarlo como una realidad inflexible.
    El Satanismo queda mejor identificado como una
    disposiciÛn que como una religiÛn, ya que se ocupa
    activamente de todas las facetas de la existencia
    humana, y no ˙nicamente de los asÌ llamados
    aspectos espirituales. Sin embargo quienes proclaman
    que el Satanismo constituye un peligro para el
    17
    sistema de justicia y el orden coo`peracional de la
    sociedad han pasado totalmente por alto la idea
    principal. El Satanismo defiende la libertad sin
    restricciones, pero sÛlo hasta el punto que las
    preferencias propias no violen las de otrso. Cabe
    anptar que el Satanismo es una filosofÌa del
    individuo, no de las masas. No existen declaraciones
    polÌticas colectivas a excepciÛn de la advertencia de
    Crowley: ìEl m·s grave de todos los ëpecadosí es el
    autoengaÒoî.
    Mientras la mayorÌa de la poblaciÛn puede
    inclinarse instintivamente a un Satanismo de hecho,
    hay que recordarles que los planteamientos del
    Satanismo no son para irresponsables. No existen
    misioneros Sat·nicos, y hay que cumplir ciertos
    requisitos precisos. La inexperiencia no es motivo de
    desdeÒo, pero la prwetenciosidad, la hipocresÌa, y la
    pomposidad son tratadas con el desprecio que
    merecen. El Satanismo no es menos arte que ciencia,
    y no habr· ìpatrÛn de medida deificadoî.
    El Dr. LaVey est· capacitado de modo singular
    para escribir la historia del nuevo Diabolismo.
    Estadounidense de ascendencia gitana, rumana y
    alsaciana, desde muy temprana edad hizo gala de la
    inquietud caracterÌstica de sus ancestros nÛmadas y
    mostrÛ una simpatÌa inusual por su tradiciÛn arcana y
    mundana. Su temprana preocupaciÛn por las ciencias
    militares lo motivaron a leer diversas publicaciones
    logÌsticas de la Segunda Guerra Mundial, sÛlo para
    descubrir que las visiones de gloria militar que
    caracterizaron la primera guerra mundial habÌan
    cedido lugar al realismo mercenario y desapegado
    durante la segunda conflagraciÛn. Sus experiencias
    como estudiante nada hicieron para borrar el sabor de
    esta primera muestra del cinismo humano, y la
    creciente impaciencia de LaVey con la regimentaciÛn
    estÈril de la educaciÛn convencional lo llevarÌan a
    buscar los extraÒos encantos surrealistas del circo.
    18
    AyudÛ a Clyde Beatty como domador de animales
    salvajes y muy pronto desarrollÛ una fuerte afinidad
    por los grandes felinos, misma que marcarÌa de una
    manera bastante curiosa su personalidad. Todas las
    criaturas animadas son b·sicamente bestiales ó
    razonaba LaVeyó y lo ˙nico que logran los Ûrdenes
    sociales m·s refinados es, cuando mucho, una
    supresiÛn endeble de este salvajismo innato. Del circo
    pasarÌa a las ferias ambulantes ócarnivalsó donde
    el brillo de las artes escÈnicas estaba matizado con la
    lucha cotidiana por conseguir el sustento diario. AquÌ
    LaVey trabajÛ en un mundo patÈtico pero digno,
    poblado de rebeldes, fenÛmenos, patiÒos, y rarezas
    humanas; y aprenderÌa el arte de la magia de escena,
    cuyo Èxito depende de el nivevl de distracciÛn que
    logre inducir en la atenciÛn de su audiencia.
    ObservarÌa, no sin cierta dureza, la fascinaciÛn que el
    hombre "normal" parece tener por sus camaradas
    deformes óregode·ndose de satisfacciÛn al ver cÛmo
    la desgracia se ensaÒa con su prÛjimo en lugar de
    ensaÒarse con uno mismo. Al interesarse cada vez
    m·s en este cruel y licantrÛpico atributo de la
    naturaleza humana, decidiÛ estudiar criminologÌa en
    la univrsidad, e incluso llegÛ a trabajar en calidad de
    fotÛgrafo con el Departamento de PolicÌa de San
    Francisco.
    Como profesional de circo habÌa tenido la
    oportunidad de contemplar el lado carnal del hombre
    en su faceta m·s artÌstica; ahora lo experimentarÌa en
    su aspecto m·s violento y salvaje. Tres aÒos de vivir
    dÌa a dÌa con la sangre, brutalidad y abyecta miseria
    que permean la subcultura criminal lo dejaron
    hastiado, enfermo, desilusionado y leno de ira hacia la
    hipocresÌa imperante de la sociedad amable. Para
    ganarse la vida, se dedicÛ a tocar el Ûrgano de tubos y
    dedicÛ gran parte de sus esfuerzos a lo que habrÌa de
    convertirse en la labor de su vida óla Magia Negra
    LaVey habÌa rechazado desde hace mucho tiempo
    19
    desde hace mucho tiempo los tratados estereotÌpicos
    sobre hechicerÌa ceremonial por ser meros productos
    histÈricos de imagnaciones medievales. El ìViejo
    Culto5
    î, con sus supersticiones, ademanes afectados y
    sus juegos de salÛn infantiles no son para nosotros; lo
    que buscamos es una psicologÌa metafÌsica que
    atraiga al hombre intlectual ˙nicamente despuÈs de
    haberle dado a sus orÌgenes brutales y animales las
    consideraciones apropiadas Esta es la razÛn por la
    cual nuestro sÌmbolo es la Cabra de Mendes6
    .
    Sat·n es, desde lejos, la figura m·s enigm·tica de
    la literatura. Poseedor de toda riqueza imaginable, y
    siendo el m·s poderoso de los Arc·ngeles, rechazÛ
    con desdÈn su excelsa lealtad para proclamar su
    independencia de todo lo que representaba su Jefe
    Celestial. Aunque condenado al m·s espantoso de los
    dominios, un Infierno absolutamente rehuÌdo por la
    divinidad, aceptÛ tales privaciones como la carga de
    su prerrogativa intelectual. En su Imperio Infernal
    uno podr· complacerse impunemente en los placeres
    m·s extraordinarios, sin embargo en medio de tal
    licenciosidad desenfrenada, el Diablo ha mantenido
    una nobleza peculiar. Esta cualidad evasiva fue con
    la cual decidimos identificarnos.
    Este es el principio guÌa del Satanismo: que la la
    consecuencia definitiva del hombre yace no en la
    unidad sino en la dualidad. ⁄nicamente la sÌntesis
    ecide los valores; la adherencia a un orden ˙nico ea
    arbitraria y, por tanto insignificante.
    La Biblia Sat·nica es un documento de lo m·s
    insidioso. Uno se siente fuertemente tentado a
    compararlo con esa mitologÌa malÈfica y oscura que
    es El Rey en Amarillo, un trabajo psicoplÌtico que
    supuestamente llevaba a sus lectores a la demencia y

    5 Old Craft en el texto original óN. del T. (Ver ApÈndice I). 6 La Cabra de Mendes o SÌmbolo de Bafomet es la imagen del Macho
    CabrÌo insertado en una estrella de Cinco puntas (Ver ApÈndice I).
    20
    la perdiciÛn. Por muy c·ndida y coloquial que pueda
    parecer a primera vista, La Biblia Sat·nica no es un
    volumen que pueda ser pasado por alto f·cilmente. Es
    un producto muy de nuestro tiempo, no sÛlo porque
    un libro asÌ óa la par que su autoró probablemente
    habrÌa sido destruido en una Època anterior, sino
    porque su creaciÛn fue una inevitablidad
    evolucionaria.
    T˙, lector, est·s a punto de ser empalado en los
    afilados cuernos de un dilema Sat·nico. Si aceptas los
    postulados de este libro, condenar·s a tus m·s
    preciados santuarios a la aniquilaciÛn. A cambio
    despertar·s óal m·s feroz de los Infiernos. Si
    rechazas su argumento, te resignar·s a una
    desintegraciÛn cancerosa de tu hasta entonces
    inconsciente sentido de identidad. No es de extraÒar
    que el legado del Archienemigo le haya prodigado
    enemigos tan amargos!!
    Cualquiera que sea tu decisiÛn, no podr·s
    postergarla por m·s tiempo. La Biblia Sat·nica
    finalmente articula lo que el hombre, instintivamente,
    siempre ha temido proclamar: que Èl es,
    potencialmente, divino
    Michael A. Aquino
    IVº Magister Templi
    Iglesia de Sat·n, 1972 (VII Anno Satanas)

    LAS NUEVE
    DECLARACIONES
    SAT£NICAS
    1. °Sat·n representa complacencia, en lugar de
    abstinencia!
    2. °Sat·n representa la existencia vital, en lugar de
    sueÒos espirituales!
    3. °Sat·n representa la sabidurÌa perfecta, en lugar
    del auto engaÒo hipÛcrita!
    4. °Sat·n representa amabilidad hacia quienes la
    merecen, en lugar del amor malgastado en
    ingratos!
    5. °Sat·n representa la venganza, en lugar de ofrecer
    la otra mejilla!
    6. °Sat·n representa responsabilidad para el
    responsable, en lugar de preocuparse por
    vampiros psÌquicos!
    7. °Sat·n representa al hombre como otro animal,
    algunas veces mejor, la mayorÌa de las veces peor
    que aquellos que caminan en cuarto patas, el
    cual, por causa de su "divino desarrollo
    intelectual" se ha convertido en el animal m·s
    vicioso de todos!
    8. °Sat·n representa todos los llamados "pecados",
    mientras lleven a la gratificaciÛn fÌsica, mental o
    emocional!
    9. °Sat·n ha sido el mejor amigo que la Iglesia
    siempre ha tenido, ya que la ha mantenido en el
    negocio todos estos aÒos!

    El primer libro de la Biblia Sat·nica no es un intento
    de blasfemar, sino una declaraciÛn de lo que podrÌa
    llamarse "indignaciÛn diabÛlica". El Diablo ha sido
    atacado por los hombres de Dios sin reservas ni
    miramientos. Nunca ha habido una oportunidad,
    hablando ficticiamente, para que el PrÌncipe Oscuro
    hable de la misma manera que los voceros del SeÒor
    del Bien. Los agitadores del pasado han gozado de
    libertad para definir el "bien" y el "mal" a su
    acomodo, y han relegado alegremente al olvido a
    cualquiera que no estuvise de acuerdo con sus
    mentiras óverbalmente y a veces, fÌsicamente. Su
    decir de caridad, a los ojos de Su Infernal Majestad,
    no es m·s que una farsa vacÌa --y bastante injusta,
    teniendo en cuenta el hecho obvio que si no fuese por
    su adversario Sat·nico, sus religiones se colapsarÌan.
    Resulta triste, que el personaje alegÛrico que es el
    mayor responsable del Èxito de las religiones
    espirituales, sea tratado con el mÌnimo de compasiÛn
    y el abuso m·s consistente óy por quienes m·s
    untuosamente predican las reglas del juego limpio!
    Durante todos los siglos de insultos que ha recibido el
    Diablo, nunca ha contestado a sus detractores.
    Siempre ha quedado como el caballero, mientras los
    que Èl apoya gritan y deliran. Ha demostrado ser un
    modelo de conducta, pero ahora siente que es hora de
    replicar. Ha decidido finalmente que es tiempo de
    recibir lo que le corresponde. Ahora ya no se
    necesitan los voluminosos reglamentos de hipocresÌa.
    Para poder volver a aprender la Ley de la Selva, ser·
    suficiente una pequeÒa y breve diatriba. Cada verso
    es un infierno. Cada palabra es una lengua de fuego.
    Las llamas del Infierno arden ferozmente... y
    purifican! Leed y aprended la Ley.
    33
    EL
    LIBRO DE
    SAT£N
    ó I ó
    1. En este ·rido desierto de acero y piedra, elevo mi
    voz para que puedas oÌrla, Al Este y al Oeste
    hago una seÒa. Al Norte y al Sur muestro un
    signo que proclama: °Muerte a los dÈbiles, salud
    para los fuertes!
    2. °Abrid los ojos para que pod·is ver, oh, hombres
    de mente enmohecida, y escuchadme bien,
    vosotros, la multitud de seres desorientados!
    3. °Pues yo me alzo para desafiar a la sabidurÌa del
    mundo, para pedir explicaciones a las ´leyesª del
    hombre y de ´Diosª!
    4. Yo exijo razones de vuestras reglas doradas y
    pregunto el porquÈ de vuestros mandamientos
    5. No me inclino en seÒal de sumisiÛn ante ninguno
    de vuestros Ìdolos pintados, y el que me d
    34
    7. Ninguna vetusta falsedad ser· para mÌ una
    verdad; ning˙n dogma sofocante entorpecer· mi
    pluma.
    8. Me aparto de todos los convencionalismos que no
    me lleven al Èxito y a la felicidad en la Tierra.
    9. Elevo con severa energÌa el estandarte de los
    fuertes.
    10. Clavo mi mirada en los ojos vidriosos de vuestro
    espantoso Jehov·, y le tiro de la barba. Alzo un
    hacha y abro en dos su cr·neo devorado por los
    gusanos.
    11. Hago estallar el horrible contenido de los
    sepulcros filosÛficos marchitos, y rÌo con ira
    sardÛnica.
    ó II ó
    1. Mirad al crucifijo. øQuÈ simboliza? P·lida
    incompetencia colgada de un ·rbol.
    2. Pongo en duda todas las cosas. Coloc·ndome
    ante las podridas y barnizadas fachadas de
    vuestros m·s excelsos dogmas morales, escribo
    con letras de llameante desprecio: ´° Ojo! °Mucho
    cuidan! °Todo esto es fraude!.
    3. °Congregaos en torno a mÌ, oh, vosotros que
    desafi·is a la muerte, y la Tierra ser· vuestra,
    para ahora y para siempre!
    4. A la mano muerta se le ha permitido durante
    demasiado tiempo que esterilice el pensamiento
    vivo.
    35
    5. °Los falsos profetas han estado invirtiendo por
    mucho tiempo lo justo y lo injusto, lo bueno y lo
    malo!
    6. Ning˙n credo debe ser aceptado como imposiciÛn
    de la autoridad de una naturaleza ìdivinaî. Las
    religiones deben ser puestas en duda. Ning˙n
    dogma moral debe ser aceptado dado por hecho;
    óninguna patrÛn de medida debe ser deificado.
    En los cÛdigos morales no hay nada
    inherentemente sagrado. Al igual que los Ìdolos
    de madera de tiempos remotos, son obras de
    manos humanas, °y lo que el hombre ha hecho
    puede destruirlo!
    7. El que no se apresura a creer en todo es
    sumamente inteligente, pues disponerse a creer en
    un falso principio es comenzar a carecer de
    sabidurÌa.
    8. El deber principal de toda nueva Època es enseÒar
    a los nuevos hombres a determinar sus libertades,
    a dirigirlas hacia el Èxito material, a rechazar los
    candados y cadenas oxidadas de las costumbres
    muertas que impiden siempre la expansiÛn
    saludable, aquellas teorÌas e ideas que pudieron
    haber significado vida, esperanza y libertad para
    nuestros antepasados, es posible que ahora
    representen para nosotros destrucciÛn, esclavitud
    y deshonor.
    9. °Cu·ndo el medio ambiente cambia, ning˙n ideal
    humano permanece seguro!
    10. Por lo tanto, cada vez que una mentira se haya
    instalado en un trono, asaltÈmosla sin piedad y
    sin escr˙pulos de conciencia, pues nadie puede
    36
    prosperar bajo el dominio de una falsedad
    inconveniente.
    11. °Destronemos los sofismas establecidos,
    arranquÈmoslos de cuajo, quemÈmoslos y
    destruy·moslos, pues son una amenaza para toda
    la autÈntica nobleza del pensamiento y la acciÛn!
    12. °Cada vez que por medio de los resultados quede
    demostrado que una pretendida ´verdadª no es
    m·s que una vana ficciÛn!. °ArrojÈmosla sin
    ceremonia hacia la oscuridad exterior, y que
    caiga entre los dioses muertos, los imperios
    muertos, las filosofÌas muertas y otras ruinas
    in˙tiles! °Su puesto est· entre los trastos viejos!
    13. La m·s peligrosa de todas las mentiras
    entronizadas es la mentira santa, santificada,
    privilegiada; la mentira que todo el mundo toma
    por un modelo de verdad. Es la madre nutricia de
    todos los otros espejismos y errores populares, Es
    el ·rbol, con cabeza de hidra y mil raÌces de lo
    irrazonable, °Es un c·ncer social!
    14. Aquella mentira que se muestra a nosotros como
    media mentira est· medio erradicada; Pero
    aquella mentira que incluso las personas
    inteligentes aceptan como un hecho -la mentira
    que le ha sido inculcada al niÒo cuando reposaba
    en las rodillas de su madre-, °esa es m·s peligrosa
    de afrontar que una pestilencia insidiosa!
    15. Las mentiras populares han sido siempre las m·s
    potentes enemigas de la libertad personal. No
    existe m·s que una forma de hacerles frente:
    arrancarlas, arrancarlas de cuajo, como si fueran
    c·nceres. °Aniquiladlas o ellas aniquilar·n!
    37
    ó III ó
    1. ìAmaos los unos a los otrosî. Se nos dice que
    esto es la ley suprema, Pero øquÈ poder lo ha
    hecho asÌ? øSobre quÈ autoridad racional reposa
    el evangelio del amor? øPor quÈ no habrÌa yo de
    odiar a mis enemigos? Si los ´amoª, øno me
    pongo a merced de ellos?
    2. øEs natural que los enemigos se hagan el bien los
    unos a los otros? øEs bueno eso?
    3. øPuede la vÌctima desgarrada y ensangrentada
    "amar" las fauces ensangrentadas que le van
    arrancando miembro tras miembro?
    4. øNo somos todos por instinto animales de presa?
    Si los seres humanos cesaran totalmente de
    atacarse los unos a los otros, como animales de
    presa, øpodrÌan continuar existiendo?
    5. øNo es el ´deseo lujurioso y camalª un tÈrmino
    m·s veraz para definir al "amor" cuando lo
    aplicamos a la propagaciÛn de la especie'? El
    "amor" de las aduladoras escrituras, øno es un
    simple eufemismo de la actividad sexual? øO
    acaso el ´gran maestroª era un glorificador de los
    eunucos?
    6. Ama a tus enemigos y haz el bien a los que te
    odian y te explotan. øNo es esta la despreciable
    filosofÌa del perro de aguas que gira sobre su
    lomo cuando le dan patadas?
    7. Odia a tus enemigos con todo tu corazÛn, y si un
    hombre te abofetea en la mejilla, °AbofetÈale en
    38
    la otra! AbofetÈale con toda tu alma, pues el velar
    por uno mismo es la ley m·s excelsa.
    8. °El que ofrece la otra mejilla es un perro cobarde!
    9. Devuelve golpe por golpe, desprecio por
    39
    ciclÛn, y despuÈs de que ellos hayan caÌdo,
    regocÌjate de tu propia salvaciÛn.
    5. Entonces todos tus huesos dir·n orgullosamente;
    øQuiÈn est· por encima de mÌ? øNo he sido
    demasiado fuerte para mis adversarios? øNo me
    he liberado yo mismo por medio de mi cerebro y
    mi cuerpo?
    ó V ó

    1. Benditos sean los fuertes, pues de ellos ser· la
    Tierra. °Malditos sean los dÈbiles, pues ellos
    heredar·n el yugo!
    2. Benditos sean los poderosos, pues ellos ser·n
    reverenciados por los hombres... °Malditos sean
    los dÈbiles, pues ellos ser·n borrados de la faz de
    la Tierra!
    3. Benditos sean los audaces, pues ellos ser·n los
    amos del mundo. °Malditos sean los
    virtuosamente dÈbiles, pues ellos quedar·n
    aplastados bajo las pezuÒas del Diablo!.
    4. Benditos sean los triunfadores, pues la victoria es
    la base del derecho... °Malditos sean los vencidos,
    pues ellos ser·n vasallos para siempre!
    5. Benditos sean los de la mano de hierro, pues los
    blandos huir·n ante ellos... °Malditos sean los
    pobres de espÌritu, pues ser·n escupidos!
    6. Benditos sean los que desafÌan a la muerte, pues
    sus dÌas ser·n largos en la Tierra... °Malditos
    sean los que sueÒan con una vida m·s rica m·s
    40
    all· de la tumba, pues ellos perecer·n en medio
    de la abundancia!
    7. Benditos sean los destructores de la falsa
    esperanza, pues ellos son los verdaderos MesÌas...
    °Malditos sean los adoradores de Dios, pues ellos
    ser·n ovejas esquilmadas!
    8. Benditos sean los valientes, pues ellos obtendr·n
    grandes tesoros... ° Malditos sean los que creen
    en el bien y en el mal, pues se dejan asustar por
    sombras!
    9. Benditos sean aquellos que creen en lo que m·s
    les conviene, pues su mente no se aterrorizar·
    nunca... °Malditos sean los ´corderos de Diosª,
    pues ser·n desangrados hasta quedar m·s blancos
    que la nieve!
    10. Bendito sea el hombre que tiene una legiÛn de
    enemigos, pues ellos le har·n hÈroe, °Maldito sea
    el que hace el bien a quien le paga con desprecio,
    pues Èl ser· despreciado!
    11. Benditos sean los de mente poderosa, pues ellos
    superar·n los torbellinos...°Malditos sean los que
    ofrecen mentiras como verdades y verdades como
    mentiras, pues ellos son una abominaciÛn!
    12. °Malditos sean tres veces los dÈbiles a quienes la
    inseguridad les hace viles, pues ellos son una
    abominaciÛn!
    13. El ·ngel del engaÒo que nos hacemos a nosotros
    mismos en el alma de los ´justosª. °La llama
    eterna del poder alcanzado a travÈs del placer
    mora en la carne del satanista!
    41
    42
    (AIRE)
    ó EL LIBRO DE LUCIFER ó
    LA ILUMINACI”N
    43
    44
    El dios romano, Lucifer, era el Portador de Luz, el
    espÌritu del aire, la personificaciÛn de la IluminaciÛn
    y el Conocimiento. En la mitologÌa Cristiana, se
    convirtiÛ en el sinÛnimo del mal, °quÈ es lo ˙nico que
    habrÌa de esperarse de una religiÛn cuya existencia
    misma es perpetuada por definiciones confusas y
    valores fraudulentos! Es hora de aclarar las cosas.
    Deben corregirse los falsos moralismos y los errores
    ocultistas. Tan entretenidas como puedan ser, la
    mayorÌa de historias y obras sobre adoraciÛn del
    Diablo deben ser reconocidas como las ridiculeces
    obsoletas que son. Se ha dicho "la verdad os har·
    libres". La verdad por sÌ misma nunca ha liberado a
    alguien. Es la DUDA la que trae la emancipaciÛn
    mental. Sin el maravilloso elemento de la duda, el
    portal por el cual llega la verdad permanecerÌa
    cerrado, imperturbable ante los golpes enÈrgicos de
    mil Luciferes. Cuan comprensible resulta que las
    Sagradas Escrituras se refieran al monarca Infernal
    como el "padre de las mentiras" óun magnÌfico
    ejemplo de inversiÛn de car·cter. Si uno va a creer
    Èsta acusaciÛn teolÛgica de que el Diablo representa
    la falsedad, entonces debe concluirse que sea °…L, NO
    DIOS, QUIEN ESTABLECI” TODAS LAS RELIGIONES
    ESPIRITUALES Y QUIEN ESCRIBI” TODOS LOS TEXTOS
    SAGRADOS! Cuando una duda es seguida por otra, la
    burbuja, ya repleta de tantas falacias desde hace
    tiempo acumuladas, amenaza con reventar. Para
    quienes ya dudan de las supuestas verdades, este libro
    es la revelaciÛn. Entonces Lucifer se habr· levantado.
    °Ya es tiempo de dudar! La burbuja de la falsedad se
    est· reventando y su sonido es el rugir del mundo.
    45
    SE BUSCA!
    ó DIOS ó
    VIVO O MUERTO!
    L que un Satanista no cree en Dios es un
    concepto popular bastante errÛneo. El concepto
    de ìDiosî, tal como es interpretado por el hombre, ha
    sido tan variado a travÈs de todas las Èpocas, que el
    Satanista simplemente aceptar la definiciÛn que mejor
    se ajuste a sus necesidades. El hombre siempre ha
    creado sus dioses, en vez de sus dioses haberlo creado
    a Èl. Para unos, Dios es benÈvolo; para otros, resulta
    aterrador. Para el Satanista, ìDiosî ópor cualquier
    nombre que se le llame, o bien por ning˙n nombre en
    absolutoó es visto como el factor de equilibrio en la
    Naturaleza, y no como un ser al que le preocupe el
    sufrimiento. Esta poderosa fuerza que permea y
    equilibra el universo es demasiado impersonal para
    preocuparse por la felicidad o la miseria de las
    criaturas de carne y hueso de esta bola de mierda
    sobre la cual vivimos.
    Cualquiera que piense en Sat·n como malo
    deberÌa tener en cuenta todos los hombres, mujeres,
    niÒos y animales que han muerto porque ello era
    ìVoluntad de Diosî. Con toda seguridad, una persona
    que lamente la pÈrdida inoportuna de un ser querido
    °preferirÌa mil veces tenerla otra vez junto a sÌ que en
    las manos de Dios! En cambio, son consolados
    melosamente por el clÈrigo de turno que dice ìFue la
    voluntad de Dios, hija mÌaî; o ìAhora descansa en las
    manos de Dios, hijo mÌoî. Tales frases han sido una
    E
    46
    manera conveniente que los religiosos han utilizado
    para justificar o excusar la impiedad de Dios. Pero si
    Dios est· al mando y es tan benÈvolo como se supone
    que es, øpor quÈ permite que pasen estas cosas?
    Durante mucho tiempo los religiosos se han
    abalanzado sobre sus biblias y reglamentos para
    probar o refutar, justificar, condenar o interpretar.
    El Satanista se da cuenta que el hombre, y la
    acciÛn y reacciÛn del Universo, son responsables de
    todo lo que ocurre, y no se engaÒa creyendo que a
    alguien le importa. °Ya no nos quedaremos sentados y
    aceptaremos el ìdestinoî sin hacer algo al respecto,
    sÛlo porque asÌ lo dice en el CapÌtulo tal y cual,
    Salmo asÌ y as·, y baste con eso! El Satanista sabe
    que el rezar no ayudar· mucho óde hecho,
    disminuye las posibilidades de Èxito, ya que lo que
    suelen hacer las personas devotas es sentarse
    complacidamente y rezar por una situaciÛn que, si
    hicieran algo, la resolverÌan mucho m·s r·pido!
    El Satanista rehuye tÈrminos como ìesperanzaî y
    ìoraciÛnî ya que son indicio de aprehensiÛn. Si
    esperamos y rezamos para que suceda algo, no
    actuaremos en una forma positiva para hacer que
    suceda! El Satanista, d·ndose cuenta que cualquier
    cosa que consiga es gracias a sus propios actos, toma
    control de la situaciÛn en lugar de rezarle a Dios para
    que ello suceda. El pensamiento positivo y la acciÛn
    positiva aÒaden los resultados.
    AsÌ como el Satanista no reza para pedir la ayuda
    de Dios, tampoco le reza para que lo perdone por sus
    propios errores. En otras religiones, cuando uno hace
    mal, va y se le reza a Dios, o se confiesa a un
    intermediario y le pide que ore a Dios para que le
    perdone por sus pecados. El Satanista sabe que si la
    oraciÛn es de ning˙n provecho, el confesarse ante otro
    ser humano como Èl mismo, es menos provechoso óy
    es por dem·s, degradante.
    47
    Cuando un Satanista comete un error, se da cuenta
    que cometer errores es algo natural óy si se siente
    mal por lo que ha hecho, aprender· de ello y se
    cuidar· de no hacer lo mismo de nuevo. Si no se
    siente mal por lo que ha hecho, y sabe que har· lo
    mismo una y otra vez, no tiene por que ir a
    confesarse, mucho menos pedir perdÛn. Pero esto es
    exactamente lo que sucede. La gente confiesa sus
    pecados para que puedan limpiar sus conciencias óy
    tener la libertad de seguir pecando una y otra vez,
    casi siempre cometiendo el mismo pecado.
    Hay tantas definiciones de Dios, en el sentido
    acostumbrado de la palabra, como tipos de personas.
    Las im·genes van desde la creencia en un dios que es
    m·s bien una idea algo vaga, una especie de ìmente
    cÛsmica universalî, hasta una deidad antropomÛrfica
    con una larga barba blanca y sandalias que sigue con
    atenciÛn todas las acciones de cada individuo.
    A˙n dentro de los confines de una religiÛn dada,
    las interpretaciones personales de Dios difieren
    enormemente. Algunas religiones van hasta el punto
    de etiquetar a alguien que pertenece a una secta
    religiosa que no sea la de ellos, tild·ndolo de hereje,
    aunque las doctrinas generales e impresiones que se
    tienen de la divinidad sean bastante parecidas. Por
    ejemplo, los CatÛlicos creen que los Protestantes
    est·n condenados al Infierno simplemente porque no
    pertenecen a la Iglesia CatÛlica. De igual manera,
    muchos grupos que se han separado de la fe
    Cristiana, como las iglesias evangÈlicas o
    revivalistas, creen que los CatÛlicos son paganos que
    adoran im·genes. (Cristo es representado en una
    imagen que sea fÌsicamente m·s parecida al individuo
    que lo estÈ adorando, y sin embargo los Cristianos
    critican a los 'paganos' por adorar im·genes
    labradas.) Y a los JudÌos siempre se les ha
    identificado con el Diablo.
    48
    Si bien en todas estas religiones el dios es
    b·sicamente el mismo, cada una se refiere al camino
    elegido por las otras como reprochable, y para colmo
    de males, cada uno de sus miembros REZA por los de
    las dem·s. Tienen desprecio por sus hermanos en la
    fe solo porque sus religiones portan distintas
    etiquetas, y tienen que liberar esa animosidad de
    alguna manera. QuÈ mejor forma de hacerlo, en vez
    de ìorarî! QuÈ manera tan ridÌculamente cortÈs de
    decir ìte odioî; tal es el apenas disimulado recurso
    conocido como "orar por tu enemigo"! Rezar por el
    propio enemigo no es m·s que rabia disfrazada y
    reprimida, y decididamente de una calidad bastante
    rastrera e inferior!
    Si ha habido una discrepancia tan violenta en
    cuanto a la manera apropiada de adorar a Dios,
    øcu·ntas interpretaciones de Dios puede haber óy
    quiÈn tiene la razÛn?
    Todos los devotos a las ìreligiones de luz blancaî
    se ocupan de complacer a su Dios para que, al morir,
    puedan tener abiertas para sÌ las ìPuertas Perladasî.
    Sin embargo, si un hombre no ha vivido su vida
    seg˙n los reglamentos de su fe, puede, a ˙ltimo
    minuto, llamar un clÈrigo a su lecho de muerte para la
    absoluciÛn final. El sacerdote, pastor o ministro ir·
    corriendo entonces, para que haga ìlas paces con
    Diosî, y para cerciorarse de que el pasaporte para el
    Reino Celestial estÈ en toda regla. (Los Yezidis, una
    secta musulmana de adoradores del Diablo, adoptan
    un punto de vista muy distinto. Creen que Dios es
    todopoderoso, pero que tambiÈn lo perdona todo, y
    que su misericordia es infinita, y por ende, creen que
    es al Diablo al que deben complacer, ya que es el que
    rige sus vidas mientras estÈn aquÌ en la Tierra. Creen
    tan firmemente que Dios perdonar· todos sus pecados
    una vez que se les den los ˙ltimos ritos, que no
    sienten necesidad alguna de preocuparse con la
    opiniÛn que de ellos tenga Dios mientras viven).
    49
    Con todas las contradicciones en las escrituras
    Cristianas, hoy en dÌa mucha gente no acepta
    racionalmente el Cristianismo de la manera en que ha
    sido practicado en el pasado. Un gran n˙mero de
    personas est· comenzando a dudar de la existencia de
    50
    EL DIOS AL QUE SALVAS
    PODRÕA SER T⁄ MISMO!
    ODAS las religiones de naturaleza espiritual son
    invenciones del hombre. …ste ha creado todo un
    sistema de dioses sin otra ayuda que la de su cerebro
    carnal. Solo porque tiene un ego y no puede
    aceptarlo, ha tenido que exteriorizarlo en un gran
    artificio espiritual al cual llama ìDiosî.
    Dios puede hacer todo lo que al hombre le est·
    prohibido hacer ótales como matar gente, hacer
    milagros para gratificar su voluntad, ejercer control
    sin ninguna responsabilidad aparente, etc. Si el
    hombre necesita tal dios y reconoce a Èse dios,
    entonces est· adorando una entidad que ha inventado
    un cerebro humano. Por lo tanto, EST£ ADORANDO AL
    HOMBRE QUE INVENT” A DIOS. øNo es m·s sensato
    adorar un dios que Èl, Èl mismo, ha creado, conforme
    a sus propias necesidades emocionales óuno que
    represente mejor su propio ser fÌsico y carnal que
    tiene la idea y el poder de inventar un dios en primer
    lugar?
    Si el hombre insiste en exteriorizar su propio ser
    verdadero en la forma de ìDiosî, entonces øpor quÈ
    temer a su propio ser, al temer a ìdiosî ópor quÈ
    alabar su propio ser alabando a ìDiosî?ó øpor quÈ
    permanecer por fuera de Dios PARA PODER INMISCUIRSE
    EN RITUALES Y CEREMONIAS RELIGIOSAS EN SU NOMBRE?
    El hombre necesita del ritual y el dogma, pero
    °ninguna ley establece que sea necesario un dios
    exteriorizado para poder realizar rituales y
    ceremonias hechas en el nombre de un dios! øPodrÌa
    ser que, cuando el hombre cierre el vacÌo entre sÌ
    T
    51
    mismo y su ìDiosî, vea al demonio del orgullo
    intentando salir óla personificaciÛn misma de
    Lucifer apareciendo en medio? El hombre ya no
    puede verse a sÌ mismo como dos partes, la carnal y
    la espiritual, sino que las vea converger en una sola, y
    entonces descubrir· horrorizado que son una sola
    entidad carnal ó°Y QUE SIEMPRE FUE ASÕ! Entonces, o
    bien se odiar· a sÌ mismo hasta la muerte, dÌa tras dÌa
    óo se regocijar· de ser lo que es!
    Si se odia a sÌ mismo, buscar· caminos
    espirituales de ìiluminaciÛnî cada vez m·s nuevos y
    m·s complejos, con la esperanza de poder dividirse
    otra vez en su b˙squeda de ìdiosesî m·s fuertes y
    exteriorizados para que azoten su miserable c·scara
    corporal. Si se acepta a sÌ mismo, pero reconoce que
    el ritual y la ceremonia son elementos importantes
    que sus religiones inventadas han utilizado para
    sustentar su fe en una mentira, entonces que sea EL
    MISMO TIPO DE RITUAL el que sustentar· su fe en la
    verdad óel espect·culo primitivo que le har·
    consciente de la sustancia aÒadida a su propio ser
    majestuoso.
    Cuando se ha desvanecido toda fe religiosa en
    mentiras, se debe a que el hombre se ha acercado m·s
    a sÌ mismo y se ha alejado de ìDiosî; m·s cerca al
    ìDiabloî. Si esto es lo que el diablo representa, y un
    hombre vive su vida a la sombra del diablo, con todo
    el vigor de Sat·n moviendo su carne, entonces mejor
    que escape del cacareo y la criticonada de quienes se
    denominan ìjustosî, o bien permanezca
    orgullosamente en sus lugares secretos de la tierra y
    manipule a las masas atontadas a travÈs de su propio
    poder sat·nico, hasta el dÌa en que pueda
    manifestarse en todo su esplendor, proclamando
    ì°SOY UN SATANISTA, INCLINAOS, PORQUE SOY LA
    PERSONIFICACI”N MAS ALTA DE LA VIDA HUMANA!î
    52
    ALGUNAS EVIDENCIAS
    DE LA NUEVA
    EDAD SAT£NICA
    OS siete pecados capitales de la Iglesia Cristiana
    son: codicia, orgullo, envidia, ira, gula, lujuria y
    pereza. El Satanismo recomienda complacerse en
    cada uno de estos ìpecadosî, puesto que todos ellos
    conducen a la satisfacciÛn fÌsica, mental o emocional.
    Un Satanista sabe que no tiene nada de reprobable
    el ser codicioso, ya que ello no significa otra cosa que
    desear m·s de lo que ya tiene. La envidia representa
    considerar favorablemente lo que los otros poseen y
    aspirar a tener las mismas cosas por uno mismo. La
    envidia y la codicia son las fuerzas que motivan la
    ambiciÛn óy sin ambiciÛn, se lograrÌa bien poco
    verdaderamente importante.
    La gula es simplemente comer m·s de lo que
    necesitas para mantenerte vivo. Cuando has comido
    en exceso hasta el punto de la obesidad, otro pecado
    óe1 orgulloó te motivar· a recobrar un aspecto que
    renovar· el respeto hacia ti mismo.
    Todo aquel que compra una prenda de vestir con
    otro objeto que no sea el de cubrir su cuerpo y el de
    protegerse de los elementos naturales, se hace
    culpable de orgullo. Con frecuencia, los satanistas
    encuentran espÌritus ´progresistasª que sostienen que
    las etiquetas no son necesarias. A esos detractores de
    las etiquetas es preciso seÒalarles que una o varias de
    las prendas que ellos mismos llevan no son
    indispensables para mantenerlos abrigados. En esta
    Tierra no hay una sola persona que renuncie al
    L
    53
    omato. El Satanista seÒala que todo el omato que se
    advierta en la persona de esos espÌritus ´progresistasª
    viene a demostrar que tambiÈn ellos son culpables de
    orgullo. Por muy verbosos que esos cÌnicos sean en
    su descripciÛn intelectual de lo muy libres que son, lo
    cierto es que siguen luciendo los elementos del
    orgullo.
    El mostrarse reacio a levantarse por la maÒana es
    ser culpable de pereza, y si permaneces bastante
    tiempo en la cama, puedes encontrarte cometiendo un
    nuevo pecado ólujuria. Sentir la m·s leve agitaciÛn
    del deseo sexual es incurrir en el pecado de la lujuria.
    Para poder asegurar la propagaciÛn de la especie, la
    naturaleza ha hecho de la lujuria el segundo instinto
    m·s poderoso; siendo el primero el instinto de
    conservaciÛn. D·ndose cuenta de esto, la Iglesia
    Cristiana hizo de la fornicaciÛn el "Pecado Original".
    De esta manera, se aseguraron de que nadie escaparÌa
    del pecado, Tu propia existencia es consecuencia del
    pecado °el Pecado Original!
    El instinto m·s fuerte en todos los seres vivos es el
    instinto de conservaciÛn, lo cual nos lleva al ˙ltimo de
    los siete pecados mortales óla ira. øNo es nuestro
    instinto de conservaciÛn el que entra en juego cuando
    alguien nos perjudica, cuando nos encolerizamos lo
    suficiente para protegemos de ataques ulteriores? Un
    Satanista practica el lema: ì°Si un hombre te
    abofetea en la mejilla, rÛmpele la otra!î. Que ning˙n
    ultraje quede sin castigar, SÈ como un leÛn en el
    combate. °SÈ peligroso incluso en la derrota!
    Puesto que los instintos naturales les conducen al
    pecado, todos los hombres son pecadores; y todos los
    pecadores van al Infierno. Si todo el mundo va al
    Infierno, entonces no hay duda de que encontrar·s allÌ
    a todos tus amigos. El Cielo debe estar poblado de
    criaturas m·s bien extraÒas, habida cuenta de que
    todo su af·n en la vida era ir a un lugar en el que
    pudieran taÒer eternamente un arpa.
    54
    "Los tiempos han cambiado. Los jerarcas de la
    Iglesia ya no predican que todos nuestros actos
    naturales son pecaminosos. Ya no pensamos que el
    sexo es sucio óo que sentir orgullo de nosotros
    mismos es vergonzosoó o que desear lo de los dem·s
    es perverso". °Claro que no, los tiempos han
    cambiado! "Si deseas una prueba de ello, basta con
    que mires lo muy liberales que se han vuelto las
    Iglesias. Vamos, si est·n practicando todas las cosas
    que ustedes predican!".
    Los Satanistas oyen constantemente estas
    afirmaciones y otras por el estilo, y no tienen
    inconveniente en admitir que es asÌ. PERO, si el mundo
    ha cambiado tanto, øpor quÈ seguir aferr·ndose a los
    restos de una fe moribunda? Si tantas religiones han
    empezado a negar sus propias escrituras porque han
    quedado desfasadas, y si predican la filosofÌa del
    satanismo, øpor quÈ no llamarle a Èste por su legÌtimo
    nombre óes decir, Satanismo? Ciertamente, eso serÌa
    muchÌsimo menos hipÛcrita.
    En aÒos m·s recientes ha habido un intento de
    humanizar el concepto espiritual del Cristianismo.
    Esto se ha manifestado de las maneras menos
    espirituales posibles. Las misas que habÌan sido
    dichas en latÌn ahora son dichas en los idiomas
    comunes ólo cual lo ˙nico que logra es que todo el
    sin sentido sea mucho mas f·cil de entender, y al
    mismo tiempo priva a la ceremonia de la naturaleza
    esotÈrica que es consistente con los principios del
    dogma. Es mucho m·s f·cil obtener una reacciÛn
    emocional utilizando palabras y frases que no puedan
    ser entendidas, que con declaraciones que a˙n la
    mente m·s simple cuestionar· cuando las escuche en
    un lenguaje m·s comprensible.
    Si los sacerdotes y ministros hubiesen usado hace
    cien aÒos lo que utilizan hoy en dÌa en sus iglesias,
    hubieran sido acusados de herejÌa, llamados
    55
    demonios, la mayorÌa de las veces perseguidos, y sin
    duda hubieran sido excomulgados.
    Los religiosos se quejan: ìdebemos estar acorde
    con los tiempos, estar al tanto de las cosasî olvidando
    que, debido a los factores limitantes y las leyes
    profundamente enraizadas de las religiones, nunca
    podr·n cambiar lo suficiente para estar acorde con las
    necesidades del hombre.
    Las religiones del pasado siempre han
    representado la naturaleza espiritual del hombre, con
    muy poca o ninguna preocupaciÛn por sus
    necesidades carnales o mundanas. Han considerado
    que esta vida no es m·s que transitoria, que la carne
    no es m·s que una envoltura; que los placeres fÌsicos
    son triviales, y el dolor una preparaciÛn digna para el
    ìReino de Diosî. °QuÈ bien se les nota la hipocresÌa
    cuando los ìreligiososî hacen un cambio en su
    religiÛn para confrontar las necesidades del hombre!
    La ˙nica manera que el Cristianismo puede servir por
    completo a las necesidades del hombre es
    convirtiÈndose en lo que el Satanismo es AHORA.
    Se ha hecho necesario que aparezca una nueva
    religiÛn, basada en los instintos naturales del hombre.
    Y ya tiene un nombre. Se llama Satanismo. Es ese
    poder condenado el que ha causado la controversia
    religiosa sobre las medidas de control de la natalidad
    óuna admisiÛn a regaÒadientes de que la actividad
    sexual, por el sÛlo placer de tenerla, llegÛ para
    quedarse.
    Es el ìDiabloî el que ha causado que las mujeres
    comiencen a mostrar sus piernas, para excitar a los
    hombres óel mismo tipo de piernas a las que ahora
    es socialmente aceptable mirar, que son mostradas
    por jÛvenes monjas luciendo h·bitos m·s cortos. °QuÈ
    paso tan acertado en la direcciÛn correcta! øEs
    posible acaso que muy pronto veamos monjas topless
    contone·ndose sensualmente al ritmo de ìMisa
    Solemnis Rockî? Sat·n sonrÌe y dice que por Èl no
    56
    habrÌa ning˙n problema ómuchas monjas son niÒas
    muy lindas con bonitas piernas.
    Muchas iglesias con algunas de las
    congregaciones m·s numerosas tienen la m˙sica m·s
    rÌtmica y sensual ósat·nicamente inspirada. DespuÈs
    de todo, el Diablo siempre ha tenido las mejores
    tonadas.
    A pesar de toda la habladurÌa de la TÌa Marta
    sobre la 'Generosa Cosecha del SeÒor', los picnic
    dominicales, no son m·s que una buena excusa para
    la comilona dominical, y todos saben que tras los
    arbustos suceden cosas m·s interesantes que leer la
    Biblia.
    Los bazares para recolectar fondos para la iglesia
    son lo que antes se conocÌa como carnavales, nada
    m·s que una excusa empleada para celebrar los
    placeres de la carne; y que ahora sÛlo sirven para
    recoger fondos para la iglesia, y mientras el dinero
    siga entrando a la iglesia no hay problema, ya que asÌ
    °podr·n seguir predicando contra las tentaciones del
    Demonio! Cabe anotar que estas cosas solo son
    ceremonias y elementos paganos óque los cristianos
    tomaron prestadas. Cierto, pero los paganos se
    deleitaban en los placeres de la carne, y fueron
    condenados por la misma gente que ahora celebran
    sus rituales, solo que ahora los llaman por nombres
    diferentes.
    Los sacerdotes y ministros siempre van en la
    primera fila en las manifestaciones en pro de la paz, y
    se tienden en las vÌas fÈrreas para detener a los trenes
    que llevan materiales de guerra al frente, con igual
    dedicaciÛn que sus hermanos de h·bito, de los
    mismos seminarios, que bendicen las balas, bombas y
    soldados, actuando como capellanes de las fuerzas
    armadas. Alguien, en alg˙n lado, debe estar
    equivocado. øPodrÌa ser que Sat·n sea el ˙nico
    calificado para actuar como acusador
    57
    Cuando un cachorro alcanza la madurez se
    convierte en perro; cuando el hielo se derrite se le
    llama agua; cuando han transcurrido doce meses,
    tenemos un nuevo calendario con el nombre
    cronolÛgico apropiado; cuando la ìmagiaî se
    convierte en hecho cientÌfico nos referimos a ella
    como medicina, astronomÌa, etc..., cuando un nombre
    ya no es apropiado para una cosa dada, lo m·s lÛgico
    es cambiarlo por uno nuevo que se ajuste mejor para
    tal propÛsito. øPor quÈ, pues, no hacemos lo mismo
    con la religiÛn? øPor quÈ seguir llamando a una
    religiÛn con el mismo nombre cuando los principios
    de Èsa religiÛn ya no se ajustan al original? O, si la
    religiÛn predica lo mismo que siempre ha predicado,
    pero sus seguidores no practican casi ninguna de sus
    enseÒanzas, øpor quÈ siguen llam·ndose a sÌ mismos
    por el nombre dado a los seguidores de esa religiÛn?
    Si no crees en lo que enseÒa tu religiÛn, øpor quÈ
    continuar apoyando una creencia que es
    contradictoria con lo que sientes? Nunca votarÌas por
    una persona o una ideologÌa en la cual no crees, asÌ
    que por quÈ dar tu voto eclesi·stico por una religiÛn
    que ya no es consistente con tus convicciones? No
    tienes derecho alguno para quejarte de una situaciÛn
    polÌtica por la cual has votado o a la que has apoyado
    de alguna manera ólo cual incluye sentarse y asentir
    complacientemente con los vecinos que aprueban esa
    situaciÛn, simplemente porque eres muy perezoso o
    muy cobarde para dar tu opiniÛn. Lo mismo ocurre
    con los temas religiosos. A˙n si no puedes ser
    agresivamente honesto sobre tus opiniones debido a
    las consecuencias desfavorables de tus jefes, tus
    lÌderes de comunidad, etc. Puedes, al menos, ser
    honesto contigo mismo. En la privacidad de tu propio
    hogar, y con tus amigos m·s cercanos debes apoyar
    la religiÛn que abrigue tus mejores intereses.
    ìEl Satanismo est· basado en una filosofÌa muy
    razonableî, dice el emancipado. ìPero øpor quÈ
    58
    llamarlo Satanismo? øPor quÈ no llamarlo algo como
    'Humanismo', o un nombre que no tenga
    connotaciones de un grupo de brujerÌa, algo un poco
    m·s esotÈrico óalgo menos evidente?î Hay m·s de
    una razÛn para esto. El humanismo no es una
    religiÛn. Simplemente es una forma de vida sin
    ceremonia o dogma. El Satanismo tiene ceremonia y
    dogma. El dogma, como se explicar· despuÈs, es
    necesario.
    El Satanismo se diferencia enormemente de las
    dem·s religiones blancas, ìmagia blancaî o grupos
    m·gicos en el mundo de hoy. Estas religiones
    santurronas y desdeÒosas claman que sus miembros
    utilizan los poderes de la magia sÛlo para fines
    altruistas. Los Satanistas miran con desdÈn a los
    grupos de magia ìblancaî porque sienten que el
    altruismo es atentar contar la vida. El no tener un
    deseo de obtener las cosas por ti mismo es algo
    antinatural. El Satanismo representa una forma de
    egoÌsmo controlado. Esto no significa que no debas de
    hacer cosas por alguien m·s. Si haces algo para hacer
    feliz a alguien por quien te preocupas, su felicidad te
    dar· una sensaciÛn de gratificaciÛn.
    El Satanismo defiende la pr·ctica de una forma
    modificada de la Regla de Oro. Nuestra
    interpretaciÛn de esta regla es: ìtrata a los dem·s
    como los dem·s te tratenî; porque si tu ìhaces a los
    dem·s lo que te gustarÌa que te hicieranî, y ellos, a su
    vez, te tratan mal, va contra la naturaleza humana
    seguir trat·ndolos con consideraciÛn. DeberÌas tratar
    a los dem·s como te gustarÌa que te tratasen, pero si
    tu cortesÌa no es correspondida, deberÌan ser tratados
    con la furia que se merecen.
    Los grupos de brujerÌa blanca dicen que si
    maldices a alguien, ese mal se te devuelve el triple, o
    de manera parecida a la del boomerang, regresa a
    quien lo enviÛ. Esto es un indicio m·s de la filosofÌa
    culpabilizante que tienen estos grupos neopaganos y
    59
    pseudocristianos. Los magos blancos quieren hurgar
    en la brujerÌa, pero no pueden divorciarse a sÌ mismos
    del estigma apegado a esto. Por lo tanto, se llaman a
    sÌ mismos magos blancos, y basan el 75% de su
    filosofÌa en los principios trillados y desgastados del
    Cristianismo. Cualquiera que pretenda estar
    interesado en la magia o en lo oculto por otras
    razones que no sea obtener m·s poder personal, es la
    peor clase de hipÛcrita. El Satanista respeta al
    Cristianismo por, al menos, ser consistente con su
    filosofÌa culpabilizante, pero sÛlo puede sentir
    desprecio por las personas que intentan aparecer
    emancipadas de la culpa uniÈndose a un grupo de
    brujerÌa, y seguir practicando la misma filosofÌa
    b·sica del Cristianismo.
    Supuestamente, la magia blanca solo es utilizada
    con propÛsitos buenos o no egoÌstas, y la magia
    negra, se nos dice, es utilizada sÛlo por motivos
    egoÌstas o ìmalos.î El Satanismo no traza tal lÌnea
    divisoria. La magia es magia, no importa si es
    utilizada para ayudar u obstaculizar. El Satanista,
    siendo el mago, deberÌa tener la capacidad de decidir
    lo que es m·s justo, y luego aplicar los poderes de la
    magia para alcanzar sus metas.
    Durante las ceremonias de magia blanca, los
    practicantes permanecen en el interior de un
    pentagrama para protegerse a sÌ mismos de las
    fuerzas "malvadasî a las que invocan para pedir
    ayuda. Para el Satanista, es un tanto hipÛcrita el
    invocar a estas fuerzas para pedir ayuda, mientras
    que al mismo tiempo te proteges de los poderes a los
    que has recurrido. El Satanista se da cuenta que solo
    al aliarse con estas fuerzas puede utilizar del todo los
    Poderes de las Tinieblas para su mejor provecho.
    En una ceremonia de magia Sat·nica, los
    participantes no se toman de las manos y bailan en
    cÌrculo; queman velas de varios colores para varios
    deseos; invocan los nombres del ìPadre Hijo y
    60
    EspÌritu Santoî a la vez que, supuestamente,
    practican las Artes Negras; escogen un ìsantoî como
    guÌa personal para que los ayude en sus problemas;
    se empapan de ung¸entos olorosos y esperan que el
    dinero les llueva; meditan para que poder llegar a un
    ìgran despertar espiritualî; recitan largas letanÌas
    mencionando de vez en cuando el nombre de Jes˙s,
    etc, etc, etc, ad nauseam!
    PORQUE! ó…sta NO es la manera en que se practica
    la magia Sat·nica. Si no puedes separarte del
    autoengaÒo hipÛcrita, nunca tendr·s Èxito como
    mago, mucho menos como Satanista.
    La religiÛn Sat·nica no sÛlo ha levantado la
    moneda óle ha dado la vuelta por completo. Por lo
    tanto, øpor quÈ deberÌa apoyar los mismos principios
    a los cuales se opone por completo, llam·ndosele con
    un nombre que no fuese uno que se sea acorde con las
    doctrinas revertidas que integran la filosofÌa
    Sat·nica? El Satanismo no es una religiÛn de luz
    blanca; °es una religiÛn de la carne, lo mundano, lo
    carnal! ótodo lo cual est· regido por Sat·n, la
    personificaciÛn de la VÌa de la Mano Izquierda7
    .
    Inevitablemente, la siguiente pregunta que se har·
    es: ìEst· bien, no puedes llamarlo Humanismo
    porque el Humanismo no es una religiÛn; øpero por
    quÈ tener una religiÛn primero que todo, si todo lo que
    hacen es lo m·s natural del mundo? øPor quÈ no
    hacerlo y ya?î.
    El hombre moderno ha avanzado mucho; se ha
    desencantado con los dogmas sin sentido de las
    religiones del pasado. Estamos viviendo en una era de
    conocimiento. La psiquiatrÌa ha avanzado a grandes
    pasos para ilustrar al hombre sobre su verdadera
    personalidad. Estamos viviendo en una era de
    conciencia intelectual como ninguna que el mundo
    haya visto.

    7 Ver ApÈndice I.
    61
    Esto est· bien, y tanto mejor óPERO hay una
    pequeÒa falla en Èste nuevo estado de conciencia. Una
    cosa es aceptar algo intelectualmente, pero aceptar la
    misma cosa emocionalmente es algo completamente
    distinto. La ˙nica necesidad que la psiquiatrÌa no
    puede llenar es la necesidad inherente del hombre de
    crear emociones a travÈs del dogma. El hombre
    necesita de la ceremonia y del ritual, de la fantasÌa y
    del encantamiento. La psiquiatrÌa, a pesar de todo lo
    bueno que ha hecho, ha privado al hombre de la
    fantasÌa y el asombro que en el pasado le daba la
    religiÛn.
    El Satanismo, d·ndose cuenta de las necesidades
    actuales del hombre, llena el enorme vacÌo gris que
    existe entre la religiÛn y la psiquiatrÌa. La filosofÌa
    Sat·nica combina los fundamentos de la psicologÌa y
    la creaciÛn honesta de emociones, o dogma. Le da al
    hombre la fantasÌa de la que tanto necesita. No hay
    nada malo con el dogma, con tal que no estÈ basado
    en ideas y acciones que vayan completamente en
    contra de la naturaleza humana.
    La forma m·s r·pida de viajar entre dos puntos es
    en lÌnea recta. Si todas las culpas que se han
    construido pudieran convertirse en ventajas, ello
    elimina la necesidad de purgar intelectualmente a la
    psique en un intento de limpiarla de esas represiones.
    El Satanismo es la ˙nica religiÛn conocida por el
    hombre que acepta al hombre tal como es, y
    promueve la idea de convertir algo malo en algo
    bueno, en lugar de hacer el mayor esfuerzo posible
    para eliminar lo malo.
    Por lo tanto, despuÈs de evaluar intelectualmente
    los problemas a travÈs del sentido com˙n y partiendo
    de lo que nos ha enseÒado la psiquiatrÌa, si a˙n no
    puedes librarte emocionalmente de la culpa
    injustificada, y pones tus teorÌas en acciÛn,
    aprenderÌas a hacer que tu culpa trabaje en tu propio
    beneficio. DeberÌas actuar seg˙n tus instintos
    62
    naturales, y entonces, si no puedes actuar sin sentirte
    culpable, goza de tu culpa. Esto puede sonar como
    una contradicciÛn de tÈrminos, pero si lo analizas con
    cuidado, la culpa puede aÒadir muchas veces un
    estÌmulo a los sentidos. Los adultos harÌan bien en
    aprender una lecciÛn de los niÒos. Muchas veces, los
    niÒos disfrutan haciendo lo que saben que se supone
    no deberÌan estar haciendo.
    SÌ, los tiempos han cambiado, pero el hombre no.
    Las bases del Satanismo siempre han existido. Lo
    ˙nico que es nuevo es la organizaciÛn formal de una
    religiÛn basada en las necesidades universales del
    hombre. Durante siglos, se han dedicado magnificas
    estructuras de piedra, concreto, m·rmol y acero a la
    abstinencia del hombre. Ya es hora que los seres
    humanos dejen de luchar entre sÌ, y dediquen su
    tiempo a construir templos diseÒados para las
    indulgencias del hombre.
    Aunque los tiempos han cambiado, y siempre lo
    har·n, el hombre sigue siendo b·sicamente el mismo.
    Por dos mil aÒos el hombre ha hecho penitencia por
    algo de lo que, en primer lugar, nunca tuvo que
    haberse sentido culpable. Estamos cansados de
    negarnos a nosotros mismos los placeres de la vida
    que nos merecemos. Hoy, como siempre, el hombre
    necesita pasarla bien aquÌ y ahora, en lugar de
    esperar su recompensa en el cielo. AsÌ que, øpor quÈ
    no tener una religiÛn basada en la indulgencia?
    Ciertamente es consistente con la naturaleza de la
    bestia. Ya no somos enclenques suplicantes
    temblando ante un Dios inmisericorde al que no le
    importa si vivimos o morimos. Somos personas
    orgullosas con respeto por nosotros mismos ósomos
    Satanistas!

    EL INFIERNO, EL DIABLO
    Y C”MO
    VENDER TU ALMA
    AT£N ha sido, con toda seguridad, el mejor
    amigo que la Iglesia jam·s haya tenido, ya que Èl
    la ha mantenido en el negocio todos estos aÒos. La
    falsa doctrina del Infierno y del Diablo ha permitido a
    las Iglesias protestantes y catÛlicas prosperar durante
    demasiado tiempo. Sin un diablo al cual acusar, los
    religiosos de la VÌa de la Mano Derecha8
    , no tendrÌan
    con quÈ amenazar y amedrentar a sus seguidores. A
    guisa de advertencia, dicen. ìSat·n te guÌa a la
    tentaciÛnî; ìSat·n es el prÌncipe del malî; ìSat·n es
    maligno, cruel, brutalî. ìSi cedes a las tentaciones del
    diablo, seguramente sufrir·s condenaciÛn eterna y te
    asar·s en el Infiernoî.
    El significado sem·ntico de Sat·n es el de
    ìadversarioî u ìoposiciÛnî o el de ìacusadorî. La
    misma palabra ìdiabloî viene del hind˙ devi que
    significa ìdiosî. Sat·n representa oposiciÛn a todo las
    religiones que sirven para frustrar y condenar al
    hombre por sus instintos naturales. Le ha sido dado el
    papel de malo simplemente porque representa los
    aspectos carnales, terrenales, y mundanos de vida.
    Sat·n, demonio por excelencia del Mundo
    Occidental, era originalmente un ·ngel cuyo deber era
    informar a Dios de los delitos e iniquidades humanas.
    No fue hasta el siglo XIV que empezÛ a ser
    representado como una deidad maligna que era parte

    8 Ver ApÈndice I
    S
    64
    hombre y parte animal, con cuernos y pezuÒas de
    cabra. Antes que el Cristianismo le diera los nombres
    de Sat·n, Lucifer, etc., la parte carnal de la
    naturaleza humana era regida por el dios entonces
    conocido como Dionisios, o Pan, representado por los
    griegos como un s·tiro o fauno. En sus orÌgenes, Pan
    era el ìbuenoî y simbolizaba la fertilidad y
    fecundidad.
    Siempre que una naciÛn asume una nueva forma
    de gobierno, los hÈroes del pasado se convierten en
    los villanos del presente. Lo mismo sucede con la
    religiÛn. Los primeros Cristianos creÌan que las
    deidades Paganas eran demonios, y acudir a ellos era
    utilizar ìmagia negraî. A los milagrosos eventos
    celestiales los llamaban ìmagia blancaî; Èsta era la
    ˙nica diferencia entre los dos. Los viejos dioses no
    murieron; cayeron al Infierno y se convirtieron en
    demonios. El coco9
    , los duendes, o espÌritus
    ìsalvajesî empleados para asustar a los niÒos se
    derivan de varias creencias eslavas sobre espÌritus
    que habitaban en pantanos. La raÌz eslava ìBogî
    significa ìDiosî lo mismo que la palabra hind˙
    Bhaga, que significa ìdiosî.
    Muchos placeres reverenciados antes del
    advenimiento del Cristianismo fueron condenados por
    la nueva religiÛn. °Se necesitÛ muy poco para
    transformar los cuernos y pezuÒas de Pan en un
    demonio m·s convincente! Los atributos de Pan
    pudieron transformarse f·cilmente en los pecados
    con-castigo-incluido, y asÌ quedaba complta la
    metamorfosis.
    La asociaciÛn de la cabra con el Diablo se halla en
    la Biblia Cristiana. El dÌa m·s sagrado del aÒo, el DÌa
    de la ExpiaciÛn, era celebrado cargando de pecados a
    dos cabras ìsin m·culaî, una como ofrenda al SeÒor,

    9
    En inglÈs, el ìcocoî se conoce como 'the bogey man' o simplemente
    'bogey', de allÌ la explicaciÛn que da el autor. (N. del T.)
    65
    y una a Azazel. La cabra que llevaba los pecados del
    pueblo era arrojada al desierto y se convertÌa en
    ìchivo expiatorioî. …ste es el origen de la cabra que
    a˙n hoy en dÌa se usa en ceremonias de logias, tal
    como solÌa hacerse en Egipto, donde anualmente se la
    sacrificaba a un Dios.
    Los demonios de la humanidad son muchos, y sus
    orÌgenes muy diversos. La celebraciÛn del ritual
    Sat·nico no adopta la invocaciÛn de demonios; esta
    pr·ctica sÛlo es seguida por aquellos que temen las
    fuerzas que ellos mismos conjuran.
    Supuestamente, los demonios son espÌritus
    malÈvolos cuyos atributos conducen a la degradaciÛn
    de las personas o eventos con los que tienen contacto.
    La palabra griega demon denominaba a un espÌritu
    guardi·n o fuente de inspiraciÛn; para asegurarse, los
    teÛlogos inventarÌan posteriormente legiÛn tras legiÛn
    de Èstos heraldos de ómalvadaó inspiraciÛn.
    Un indicio de la cobardÌa de los ìmagosî de la VÌa
    de la Mano Derecha es la pr·ctica de invocar un
    demonio en particular (el cual, supuestamente, serÌa
    un sirviente del diablo) para hacer lo que el mago le
    ordenase. El supuesto es que el demonio, no siendo
    m·s que un lacayo del diablo, es m·s f·cil de
    controlar. La tradiciÛn Ocultista postula que sÛlo un
    hechiceros formidablemente "protegidos" o bien
    dementemente temerario, intentarÌa invocar al Diablo
    en persona.
    El Satanista no llama furtivamente a Èstos diablos
    ìmenoresî, sino que invoca abiertamente aquellos que
    conforman Èse ejÈrcito infernal de duradero ultraje ó
    °los Diablos en persona!
    Como podrÌa esperarse, los teÛlogos han
    catalogado algunos de los nombres de diablos en sus
    listas de demonios, pero el registro que sigue a
    continuaciÛn contiene los nombres usados m·s
    eficazmente en el ritual sat·nico. Estos son los
    nombres y orÌgenes de los Dioses y Diosas invocados,
    66
    que conforman gran parte de los moradores del
    Palacio Real del Infierno.
    LOS CUATRO PRÕNCIPES DE LA
    CORONA DEL INFIERNO
    SAT£Nó(Hebreo) adversario, opositor, acusador,
    SeÒor del Fuego, el infierno, el sur
    LUCIFERó(Romano) portador de luz, iluminaciÛn, el
    aire, estrella matutina, el este
    BELIALó(Hebreo) sin amo, sustento de la tierra,
    independencia, el norte
    LEVIAT£Nó(Hebreo) la serpiente que emerge de las
    profunidades, el mar, el oeste
    LOS NOMBRES INFERNALES
    AbadÛnó(Hebreo) el destructor
    Adramelecódiablo de Samaria
    Ahpuchódiablo Maya
    Arim·nódiablo Mazdeo
    AmÛnódios egipcio con cabeza de sÌmbolo de la
    vida y la reproducciÛn
    ApoliÛnósinÛnimo Griego para Sat·n, el
    archienemigo
    Asmodeoódiablo Hebreo de la sensualidad y la
    lujuria, llamado originalmente "criatura del
    juicio".
    Astarotódiosa fenicia de la lascivia, equivalente a la
    babilÛnica Ishtar
    Azazeló(Hebreo) Le enseÒÛ al hombre a fabricar
    armas de guerra, introdujo los cosmÈticos.
    67
    BaalberithóDios Cananita de la alianza, convertido
    despuÈs en diablo
    Balaamódiablo Hebreo de la avaricia y la codicia
    Bafomet (Baphomet)óadorado por los Templarios
    como un sÌmbolo de Sat·n
    BastóDiosa Egipcia del placer, representada por el
    gato
    Belceb˙ (Beelzebub)ó(Hebreo) SeÒor de las
    Moscas, simbolizado por el escarabajo
    BehemotópersonificaciÛn Hebrea de Sat·n en la
    forma de un elefante
    Beheritónombre Sirio para Sat·n
    Bile`ódios Celta del Infierno
    Chemoshódios nacional de los Moabitas, fue
    transformado en diablo.
    Cimeriesócabalga un caballo negro y gobierna
    £frica
    Coyoteódiablo de los Indios de NorteamÈrica
    DagÛnódiablo vengador del mar; filisteo
    Damballaódios serpiente vud˙
    Demogorgonónombre Griego para el diablo, se dice
    que no deberÌa ser conocido para los humanos.
    Diabolusó(Griego) "el que fluye hacia abajo"
    Dr·culaóPalabra Rumana para "diablo"
    Emma-Oódios JaponÈs del Infierno
    Eurinomio (Euronymous)óprÌncipe Griego de la
    muerte.
    Fenrizóhijo de Loki, representado como un lobo
    Gorgoódiminutivo de Demogorgon, nombre Griego
    para el diablo
    HaborymósinÛnimo Hebreo para Sat·n
    HÈcateódiosa Griega del submundo y la brujerÌa
    Ishtaródiosa Babilonia de la fertilidad
    Kalió(Hind˙) hija de Shiva, suma sacerdotisa de los
    thugs
    Lilit (Liluth)ódiabla Hebrea, la primera esposa de
    Ad·n, quien le enseÒÛ
    68
    Lokiódiablo teutÛnico
    MammÛnódios Arameo de la riqueza y la
    prosperidad
    Maniaódiosa Etrusca del Infierno
    Mantusódios Etrusco del Infierno
    Mardukódios de la ciudad de Babilonia
    MastemaósinÛnimo Hebreo para Sat·n
    Melek Tausódiablo Yezidi
    MefistÛfelesó(Griego) "el que esconde la luz",
    conocido por el "Fausto" de Goethe, Marlow y
    Mann
    MetztlióDiosa Azteca de la noche
    Mictianódios Azteca de la muerte
    Midgardóhijo de Loki, representado como una
    serpiente
    Milcomódiablo Amonita
    Molocódiablo Fenicio y Cananita
    Mormoó(Griego) Rey de los espÌritus antropÛfagos,
    consorte de HÈcate
    Naam· (Naamah) ódemonio femenino Hebreo de la
    seducciÛn
    Nergalódios babilÛnico del Hades
    Nihasaódiablo de los Indios de NorteamÈrica
    Nijaódios polaco del submundo
    O-Yamaónombre JaponÈs para Sat·n
    Panódios Griego del deseo
    PlutÛnódios Griego del inframundo
    Proserpinaóreina Griega del inframundo
    Pwccaónombre galÈs para Sat·n
    RimÛnódiablo Sirio adorado en Damasco
    Sabaziosóde origen Frigio, identificado con
    Dionisio, culto de la serpiente
    Saitanóequivalente enoquiano de Sat·n
    Samaeló(Hebreo) "el veneno de Dios"
    Samnuódiablo del Asia Central
    Seditódiablo de los Indios de NorteamÈrica
    Sekhmetódiosa egipcia de la venganza
    69
    Setódiablo Egipcio
    Shaitanónombre Ar·bigo para Sat·n
    Shivaó(Hind˙) el destructor
    Supayódios Inca del inframundo
    T'an-moócontraparte China del diablo, deseo
    desenfrenado
    Tchortónombre ruso para Sat·n, "el dios negro"
    Tezcatlipocaódios Azteca del Infierno
    Tammuzódios Sumerio que fue luego demonizado
    Tothódios Egipcio de la magia
    Tunridaódiabla Escandinava
    TifÛn (Typhon)ópersonificaciÛn Griega de Sat·n
    Yaotzinódios Azteca del Infierno
    Yen-to-wangódios Chino del Infierno
    Los diablos de las religiones antiguas siempre han
    tenido, al menos en parte, caracterÌsticas animales,
    evidencia de la necesidad constante que tiene el
    hombre de negar que Èl tambiÈn es un animal, porque
    el reconocerlo serÌa como asestarle un poderoso golpe
    a su ego empobrecido.
    El cerdo fue despreciado por los JudÌos y por los
    Egipcios. Simbolizaba a los dioses Osiris, Freya,
    Adonis, PersÈfone, Atis y DÈmeter, y era sacrificado
    a Osiris y a la Luna. Pero con el tiempo, fue
    degradado hasta convertirse en un diablo. Los
    Fenicios adoraban un dios mosca, Baal, del cual se
    deriva el demonio Belceb˙. Tanto Baal como Belceb˙
    se identificaban con el escarabajo de los Egipcios,
    que parecÌa revivir por sÌ mismo, de la misma manera
    que el ave mÌtica, el fÈnix, se levantaba de sus
    propias cenizas. Debido a su contacto con los Persas,
    los antiguos JudÌos creÌan que las dos grandes fuerzas
    en el mundo eran Ahura-Mazda, el dios del fuego, la
    luz, la vida y la bondad; y Arim·n, la serpiente, el
    dios de la oscuridad, la destrucciÛn, la muerte y el
    mal. …stos ejemplos, al igual que muchos otros, no
    sÛlo representan a los diablos del hombre como
    70
    animales, sino que tambiÈn muestran su necesidad de
    sacrificar sus dioses-animales originales, y
    equipararlos a sus diablos.
    Durante la Època de la Reforma, en el s. XIV, un
    alquimista, el Dr. Johann Faustus descubriÛ un
    mÈtodo para invocar un demonio óMefistÛfelesó
    del Infierno y hacer un pacto con Èl. FirmÛ un
    contrato con sangre para dar su alma a MefistÛfeles a
    cambio de la sensaciÛn de juventud, y volviose joven
    de una vez. Cuando llegÛ para Fausto la hora de su
    muerte, Èste se retirÛ a sus aposentos, y volÛ en
    pedazos junto a su laboratorio. …sta historia es una
    protesta de la Època (s. XVI) contra la ciencia, la
    quÌmica y la magia.
    No es necesario vender tu alma al Diablo o hacer
    un pacto con Sat·n para convertirte en Satanista.
    …sta treta fue urdida por el Cristianismo para
    aterrorizar a la gente, de modo que no escaparan del
    redil. Con dedos acusadores y manos temblorosas, le
    enseÒaban a sus seguidores que si cedÌan a las
    tentaciones de Sat·n, y vivÌan su vida seg˙n sus
    preferencias naturales, tendrÌan que pagar por sus
    placeres pecaminosos entregando sus almas a Sat·n y
    sufriendo por toda la eternidad en el Infierno. Se les
    indujo a creer que el pasaporte a la vida eterna era un
    alma pura.
    PÌos profetas le han enseÒado al hombre a temerle
    a Sat·n. øPero quÈ hay de tÈrminos como ìtemeroso
    de Diosî? Si Dios es tan misericordioso, øpor quÈ la
    gente ha de temerle? øHemos de creer que no hay a
    dÛnde escapar de dicho temor? Si has de temerle a
    Dios, øpor quÈ no ser ìtemerosos de Sat·nî y tener la
    diversiÛn que te niega el ser ìtemeroso de Diosî? Sin
    ese temor, los religiosos no habrÌan tenido con quÈ
    esgrimir poder sobre sus seguidores.
    La Diosa Teutona de los muertos e hija de Loki se
    llamaba Hel, diosa pagana de castigo y tortura.
    Cuando se transcribieron los libros del Antiguo
    71
    Testamento, le serÌa aÒadida una "L"10. Los profetas
    que escribieron la Biblia no conocÌan la palabra
    ìHellî; utilizaban el vocablo Hebreo Sheol y el
    vocablo griego Hades, que significaba ësepulcroí, asÌ
    como el griego Tartaros que era la morada de los
    ·ngeles caÌdos, el inframundo (bajo la tierra), y
    Gehenna, el cual era un valle cercano a JerusalÈn
    donde reinaba Moloc, y que a la vez era donde se
    tiraba y quemaba la basura de la ciudad. Fue de allÌ
    de donde la Iglesia Cristiana desarrollÛ la idea del
    ìfuego y azufreî del Infierno.
    El Infierno Protestante y el Infierno CatÛlico son
    lugares de castigo eterno; sin embargo, los CatÛlicos
    tambiÈn creen que existe un ìPurgatorioî donde todas
    las almas van durante un tiempo, y un ìLimboî donde
    van las almas sin bautizar. El Infierno Budista est·
    dividido en ocho secciones, de los cuales son
    expiables las primeras siete. La descripciÛn
    eclesi·stica del Infierno es la de un lugar horrible de
    fuego y tormento; en el Infierno de Dante, y en los
    climas nÛrdicos, se creÌa que era una regiÛn frÌa y
    helada, como un refrigerador gigante.
    (A˙n con todas sus amenazas de condenaciÛn
    eterna y almas rostizadas, los misioneros Cristianos
    se han topado con algunos que no eran tan r·pidos
    para tragarse sus boberÌas. Al igual que la belleza, el
    dolor y el placer est·n en el ojo de quien observa. AsÌ
    pues, cuando los misioneros se aventuraron a Alaska
    y advirtieron a los Esquimales de los horrores del
    Infierno y del lago de fuego que esperaba a todos los
    transgresores, preguntaron ansiosamente: ìøY cÛmo
    llegamos all·?î!)
    La mayorÌa de Satanistas no aceptan a Sat·n
    como un ser antropomorfo con pezuÒas hendidas,
    cuernos y cola terminada en punta. Simplemente
    representa una fuerza de la naturaleza: los poderes de
    10 En inglÈs, "Hell", significa "Infierno" óN. del T.)
    72
    la oscuridad, que se les llama asÌ porque ninguna
    religiÛn ha sacado esos poderes de la oscuridad. Ni la
    ciencia ha sido capaz de dar un tÈrmino tÈcnico a esta
    fuerza11. Es una reserva sin explotar, que muy pocas
    personas pueden utilizar, ya que carecen de la
    capacidad para utilizar una herramienta sin analizar e
    identificar previamente todos los mecanismos que la
    hacen funcionar. Es esta necesidad constante de
    analizar, lo que impide que la mayorÌa de la gente
    logre beneficiarse de esa polifacÈtica llave a lo
    desconocido óa la cual el Satanista prefiere llamar
    ìSat·nî.
    Sat·n, como un dios, semidiÛs, salvador personal,
    o como quieras llamarle, fue inventado por los
    formuladores de toda religiÛn sobre la faz de la Tierra
    con un ˙nico propÛsito ócontrolar las actividades y
    situaciones supuestamente reprobables del hombre
    aquÌ en la Tierra. En consecuencia, cualquier cosa
    que llevara a la gratificaciÛn fÌsica o mental fue
    definido como ìmalaî, asegurando asÌ toda una vida
    de culpa injustificada para todos!
    De modo que, si nos han llamado ìmalosî, malos
    somos ó°y quÈ! °La Edad Sat·nica est· sobre
    nosotros! øPor quÈ no aprovecharse de ello, y
    VIVIR12?

    11 En aÒos recientes, ciertos expositores del Satanismo identifican esta
    descripciÛn de Sat·n con las caracterÌsticas de la Segunda Ley de
    Termodin·mica, o entropÌa. 12 Intraducible juego de palabras; el vocablo inglÈs evil significa
    ìmaldadî, y live óque es igual a evil, escrito al revÈsó significa ìvivirî.
    73
    AMOR Y ODIO
    L Satanismo representa amabilidad con aquellos
    que se la merecen en lugar de amor desperdiciado
    en ingratos.
    No puedes amar a todo el mundo; es ridÌculo
    pensar que puedes. Si amas a todo y a todos perder·s
    tus poderes naturales de selecciÛn y acabar·s siendo
    un pÈsimo juez de car·cter y de calidad. Si algo es
    usado con demasiada libertad pierde su verdadera
    importancia. Por lo tanto, el Satanista cree que debes
    amar fuertemente y por completo a quienes merecen
    tu cariÒo, pero °nunca des la otra mejilla a tu
    enemigo!
    El amor es una de las emociones m·s intensas
    sentidas por el hombre; otra es el odio. Oblig·ndote a
    sentir amor indiscriminado es algo poco natural. Si
    tratas de amar a todo el mundo, lo ˙nico que
    consigues es disminuir tus sentimientos hacia quienes
    merecen tu amor. El odio reprimido puede causar
    muchas enfermedades fÌsicos y emocionales. Al
    aprender cÛmo descargar tu odio y dirigirlo a quienes
    se lo merecen, te limpias a ti mismo de todas Èsas
    emociones malignas y no necesitar·s descargar tu
    odio reprimido sobre tus seres queridos.
    Nunca ha existido un gran movimiento de "amor"
    en la historia de la humanidad que no haya terminado
    asesinando un incontable n˙mero de personas ó
    °debemos suponer que era para demostrar cu·nto las
    amaban! °Todo hipÛcrita que ha caminado sobre la
    faz de la Tierra ha tenido sus bolsillos rebosantes de
    amor!
    Todo religioso farisaico asegura amar a sus
    enemigos; a˙n cuando es atacado se consuela a sÌ
    E
    74
    mismo pensando ìDios los castigar·î. En lugar de
    admitir que son capaces de odiar a sus enemigos y
    tratarlos de la forma que se merecen, dicen: ìBueno,
    pero por la gracia de Dios, voy a rezar por ellosî.
    øPor que habrÌamos de humillarnos y rebajarnos a
    nosotros mismos al sacar una comparaciÛn tan
    incorrecta?
    Se ha pensado que el Satanismo es sinÛnimo de
    crueldad y brutalidad. Esto se debe ˙nicamente a que
    la gente tiene miedo de enfrentar la verdad óy la
    verdad es que el ser humano no es tan benigno ni
    amoroso. SÛlo porque el Satanista admite que el ser
    humano es capaz tanto de amar como lo es de odiar,
    es considerado odioso. Al contrario, como es capaz de
    dar rienda suelta a su odio a travÈs de una expresiÛn
    ritualizada, es mucho m·s capaz de amar ócon el
    m·s profundo amor. Al reconocer y admitir
    honestamente tanto el amor como el odio que siente,
    no confundir· una emociÛn con la otra. Si no eres
    capaz de experimentar una de Èstas dos emociones,
    no podr·s experimentar la otra completamente.
    75
    SEXUALIDAD SAT£NICA
    A habido mucha controversia sobre los puntos
    de vista Sat·nicos sobre "el amor libre". A
    menudo se supone que la actividad sexual es el factor
    m·s importante de la religiÛn Sat·nica, y que la
    disponibilidad de participar en orgÌas sexuales es un
    prerrequisito para convertirse en Satanista. °Nada
    podrÌa estar m·s lejos de la verdad! De hecho, a
    aquellos oportunistas que no tienen mayor interÈs en
    el Satanismo que el de sus aspectos sexuales, se les
    recomienda enf·ticamente que no acudan a Èl.
    El Satanismo sÌ preconiza la libertad sexual, pero
    ˙nicamente en el verdadero sentido de la palabra. En
    el concepto Sat·nico, el amor libre significa
    exactamente eso ólibertad de ser fiel a una persona o
    de satisfacer tus deseos sexuales con tantas personas
    como creas necesario para satisfacer tus necesidades
    particulares.
    El Satanismo no alienta la actividad orgi·stica o el
    adulterio cuando se trata de gente que no podrÌa hacer
    eso de manera natural. Para muchas personas, serÌa
    poco natural y perjudicial ser infiel a quien han
    escogido como pareja. Para otras, serÌa frustrante
    estar sometida sexualmente a una sola. Cada uno
    debe decidir por sÌ mismo quÈ forma de actividad
    sexual se adapta mejor a su personalidad. El forzarte
    a ti mismo a ser ad˙ltero, o a tener pareja sexual
    cuando no est·s casado sÛlo por querer probar a otros
    (o peor a˙n, probarte a ti mismo) que ya est·s
    liberado de toda culpabilidad sexual, es tan errÛneo
    óseg˙n los par·metros del Satanismoó como
    abstenerte de satisfacer tus deseos sexuales debido a
    sentimientos arraigados de culpa.
    H
    76
    Muchos de quienes se preocupan constantemente
    por demostrar su emancipaciÛn de la culpa sexual, en
    realidad est·n atados por una esclavitud sexual a˙n
    mayor que quienes aceptan la actividad sexual como
    una parte natural de la vida y no hacen tanta alharaca
    de su libertad sexual. Por ejemplo es un hecho
    establecido que la ninfÛmana (la mujer de los sueÒos
    de todo hombre, y protagonista de toda novela
    erÛtica) no es libre sexualmente, sino que en realidad
    es frÌgida y va de hombre en hombre porque est· tan
    inhibida que no es capaz de tener una descarga sexual
    satisfactoria.
    Otra idea errÛnea es que la capacidad de tener
    actividad sexual grupal es un indicio de libertad
    sexual. Todos los grupos de sexo-libre tienen una
    cosa en com˙n: No admiten actividad sexual
    fetichista o desviada.
    De hecho, los ejemplos m·s reforzados de
    actividad sexual no-fetichista catalogados sutilmente
    como "sexo libre" tienen un formato en com˙n. Cada
    uno de los participantes en la orgÌa se desviste,
    siguiendo el ejemplo de alguien, y fornican
    mec·nicamente ósiguiendo el ejemplo del lÌder.
    Ninguno de los participantes considera que su forma
    de sexo "emancipado" pueda ser vista como algo
    regimentado e infantil por quienes no son miembros,
    incapaces de igualar la uniformidad con la libertad.
    El Satanista se da cuenta que si ha de ser un
    ëexperto en sexoí (y estar libre por completo de la
    culpa sexual), no puede sentirse atacado por los
    supuestos ërevolucionarios sexualesí m·s de lo que
    puede sentirse atacado por la mojigaterÌa de su
    sociedad culpabilizada. Los grupos de ëlibertad
    sexualí no entienden el verdadero significado de la
    libertad sexual. A menos que la actividad sexual
    pueda expresarse a nivel individual, (lo cual incluye
    fetiches personales) no hay objeto en unirse a una
    organizaciÛn de libertad sexual.
    77
    El Satanismo aprueba cualquier tipo de actividad
    sexual que tienda a satisfacer adecuadamente todos
    tus deseos individuales óya sean heterosexuales,
    homosexuales, bisexuales e incluso asexuales, si lo
    prefieres. El Satanismo aprueba tambiÈn cualquier
    fetichismo o desviaciÛn que enriquezca tu vida
    sexual, siempre que en ello no se vea inaplicado
    alguien que no desee tomar parte en ello.
    El predominio de conductas desviadas y/o
    fetichistas en nuestra sociedad harÌa estremecer la
    imaginaciÛn de quienes a˙n son sexualmente
    ingenuos. Hay m·s variantes sexuales de las que
    puede percibir quien no est· versado en materia
    sexual: el travestismo, el sadismo, el masoquismo, el
    exhibicionismo ópor citar sÛlo algunas de las
    desviaciones m·s predominantes. Todo el mundo
    tiene alguna forma de fetiche, pero debido a que no
    perciben la preponderancia de la actividad fetichista
    en nuestra sociedad, creen que si se someten a sus
    anhelos ìantinaturalesî, ser·n tomados por
    depravados.13
    Incluso el asexual tiene una desviaciÛn: su
    asexualidad. Es muchÌsimo m·s anorrnal tener una
    carencia de deseo sexual (a menos que se trate de un
    caso de enfermedad, de edad avanzada o de cualquier
    otra razÛn v·lida haya causado la disminuciÛn
    sexual) que ser sexualmente promiscuo. Sin embargo,
    si un satanista opta por elegir la sublimaciÛn sexual
    prefiriÈndola a cualquier otra expresiÛn sexual
    abierta, eso es asunto suyo. En muchos casos de
    sublimaciÛn sexual (o de asexualidad), cualquier

    13 El fetichismo no es una pr·ctica exclusiva de los humanos; tambiÈn es
    practicado por los animales. El fetiche es un ingrediente principal en la vida
    sexual de los animales. Por ejemplo, los olores sexuales son necesarios para
    que un animal se sienta atraÌdo sexualmente por otro. Pruebas de
    laboratorio han demostrado que cuando un animal es cientÌficamente
    desodorizado, pierde atractivo sexual para los dem·s animales. La
    estimulaciÛn proporcionada por el olor sexual tambiÈn es disfrutada por el
    hombre, aunque Èste lo niegue con frecuencia.
    78
    intento por emanciparse sexualmente podrÌa tener
    resultados devastadores para el asexual.
    Los asexuales son invariablemente individuos que
    est·n sublimados sexualmente por sus empleos o por
    sus aficiones favoritas. Toda la energÌa e impulsos
    que normalmente estarÌan a la actividad sexual son
    canalizados hacia otros pasatiempos o hacia las
    ocupaciones que prefieran. Si una persona favorece
    otros intereses a la actividad sexual, es su derecho, y
    nadie tiene por quÈ a condenarla por ello. Sin
    embargo, esa persona deberÌa por lo menos reconocer
    el hecho de que ello es una sublimaciÛn sexual.
    Debido a la falta de oportunidades para
    expresarse, muchos deseos sexuales secretos no
    llegan jam·s a trasponer el estado de la fantasÌa. El
    no descargarlos suele llevar a la compulsiÛn y, por lo
    tanto, una gran cantidad de personas idean
    indetectables para dar rienda suelta a sus deseos. No
    por el hecho de que gran parte de la actividad
    fetichista no sea aparente exteriormente, quienes no
    son duchos en materia sexual han de engaÒarse
    pensando que tal actividad no existe. Para citar
    ejemplos de las ingeniosas tÈcnicas utilizadas: El
    travestido masculino se dar· gusto en su fetichismo
    llevando prendas interiores femeninas mientras se
    dedica a sus actividades cotidianas; o la mujer
    masoquista puede llevar una faja de goma varias
    tallas m·s pequeÒa que la suya, y de este modo estar·
    todo el dÌa en condiciones de obtener un placer de su
    incomodidad fetichista sin que nadie se aperciba de
    ello. Estas ilustraciones constituyen ejemplos mucho
    m·s suaves y prevalecientes que otros que podrÌan
    haberse dado.
    El Satanismo alienta cualquier forma de expresiÛn
    sexual que desees, siempre y cuando no perjudiques
    a nadie m·s. Para evitar confusiones, debemos
    aclarar la afirmaciÛn anterior. Al decir que no se debe
    perjudicar a nadie, no incluimos el daÒo no
    79
    intencionado que pueda recaer sobre aquellas
    personas que, a causa de sus ansiedades
    concernientes a la moral sexual, puedan no estar de
    acuerdo con tus puntos de vista sobre el sexo.
    Naturalmente, deberÌas evitar el ofender a quienes
    signifiquen mucho para ti, y por ello me refiero a tus
    amigos y parientes m·s mojigatos. Sin embargo, si te
    esfuerzas sinceramente a evitar ofenderlos, y a pesar
    de tus esfuerzos ellos se dan cuenta accidentalmente,
    no es responsabilidad tuya, y por lo tanto no deberÌas
    sentir culpa alguna ya sea respecto a tus
    convicciones sexuales, como al hecho de que ellos se
    hayan ofendido debido a Èsas convicciones. Si con tus
    actitudes sexuales temes constantemente ofender a los
    mojigatos, entonces no tiene sentido el intentar
    liberarte de la culpa sexual. Sin embargo, de nada
    sirve que hagas ostentaciÛn de tu permisividad.
    La otra excepciÛn a la regla hace referencia a la
    relaciÛn con los masoquistas. Un masoquista extrae
    placer de ser maltratado; en consecuencia, si se le
    niega al masoquista su placer a travÈs del dolor, eso
    le hace sufrir tanto como el verdadero dolor fÌsico
    hace sufrir al que no es masoquista. La historia del
    s·dico autÈnticamente cruel ilustra bien la cuestiÛn.
    El masoquista le dice al s·dico: ´golpÈameª. A lo
    cual el s·dico despiadado responde: "°NO!" Si una
    persona quiere ser maltratada y disfruta sufriendo, no
    hay razÛn alguna para no darle gusto en lo que
    acostumbra.
    En el lenguaje popular, el tÈrmino "s·dico"
    describe a alguien que obtiene placer de la brutalidad
    indiscriminada. Sin embargo, un verdadero s·dico es
    selectivo. De la amplia reserva de vÌctimas
    apropiadas, escoge cuidadosamente, y se deleita
    d·ndoles a quienes gustan vivir en el dolor la
    satisfacciÛn de sus deseos. °El s·dico "bien adaptado"
    es epic˙reo al seleccionar aquellos en quienes su
    energÌa ser· bien invertida! °Si una persona es lo
    80
    bastante saludable para admitir que es un masoquista
    y disfruta siendo esclavizado y azotado, un s·dico
    verdadero estar· dichoso de participar!
    Aparte de las excepciones que citaremos a
    continuaciÛn, el Satanista no herirÌa intencionalmente
    a otros violando sus derechos sexuales. Si intentas
    imponer tus deseos sexuales a quienes no acepten tus
    avances, estar·s infringiendo su libertad sexual. Por
    lo tanto, el Satanista no defiende la violaciÛn, acoso
    sexual a menores de edad, relaciones sexuales con
    animales, o cualquier otra forma de actividad sexual
    que implique la participaciÛn de personas que no se
    presten voluntariamente, o que debido a su inocencia
    o ingenuidad puedan ser intimidados o engaÒados
    para actuar en contra de sus deseos.
    Si todas las partes envueltas son adultos maduros
    que conscientemente asumen toda responsabilidad de
    sus acciones y se comprometen voluntariamente en
    una forma dada de expresiÛn sexual óa˙n si Èsta es
    considerada generalmente como tab˙ó no existe
    razÛn para que repriman sus inclinaciones sexuales.
    Si eres consciente de todas las implicaciones,
    ventajas, y desventajas, y est·s seguro que tus
    acciones no har·n daÒo a quien no desee o se merezca
    dicho trato, no tienes razÛn alguna para suprimir tus
    preferencias sexuales.
    AsÌ como no hay dos personas cuyas preferencias
    culinarias o capacidad para ingerir alimentos sean
    iguales, los gustos y apetitos sexuales variar·n de una
    persona a otra. Ninguna persona o sociedad tiene
    derecho para imponer lÌmites a los par·metros
    sexuales o en la frecuencia sexual de otros. La
    conducta sexual apropiada sÛlo puede ser juzgada
    dentro del contexto de cada situaciÛn individual. Por
    lo tanto, lo que una persona considere moral y
    sexualmente correcto puede ser frustrante para otra.
    Lo contrario tambiÈn es cierto; una persona puede
    tener gran destreza sexual, pero despreciar a otra
    81
    persona cuya capacidad no iguale a la suya propia
    serÌa algo injusto, e imponer sus gustos a otra
    persona serÌa algo muy desconsiderado, por ejemplo,
    el hombre que tiene un voraz apetito sexual, pero que
    las necesidades sexuales de su esposa no se ajustan a
    las de Èl. Es injusto de su parte esperar que ella
    responda de manera entusiasta a sus propuestas, pero
    ella a su vez debe mostrar el mismo grado de
    comprensiÛn. En momentos en los que ella no sienta
    mucha pasiÛn, deberÌa aceptarlo sexualmente, asÌ sea
    de manera pasiva, pero complaciente, o bien no
    quejarse si su esposo decide satisfacer sus
    necesidades en otra parte óincluyendo pr·cticas
    autoerÛticas.
    La relaciÛn ideal es aquella en la que cada persona
    est· profundamente enamorada de la otra y son
    sexualmente compatibles. Sin embargo, las relaciones
    perfectas son relativamente poco comunes. Es
    importante seÒalar aquÌ que el amor espiritual y el
    amor sexual pueden ir de la mano, aunque este no sea
    siempre el caso. Si existe cierto grado de
    compatibilidad sexual, casi siempre es limitado, y
    algunos deseos sexuales, si bien no todos, ser·n
    satisfechos.
    No existe mayor placer sexual que el derivado de
    asociarte con alguien de quien est·s profundamente
    enamorado, si son sexualmente compatibles. Sin
    embargo, si no existe una compatibilidad mutua, ha
    de seÒalarse que la ausencia de compatibilidad no
    indica ausencia de amor espiritual. Uno puede existir
    sin el otro, y esto suele suceder. De hecho, la mayorÌa
    de las veces uno de los miembros de una pareja
    recurrir· a actividades sexuales extramaritales porque
    est· profundamente enamorado de su compaÒero, y
    no quiere herir al otro, o imponer sus exigencias
    sobre su amado. Un amor espiritual profundo es
    enriquecido por el amor sexual, y ciertamente es un
    ingrediente necesario para una relaciÛn satisfactoria;
    82
    pero debido a los diversos gustos sexuales, la
    actividad sexual externa, o la masturbaciÛn, proveen
    el suplemento necesario.
    La masturbaciÛn, considerada por muchas
    personas como un tab˙ sexual, crea un problema de
    culpabilidad que no resulta f·cil de afrontar. En este
    asunto es preciso hacer mucho hincapiÈ, puesto que
    constituye el elemento extremadamente importante de
    muchos actos m·gicos destinados a tener Èxito. Desde
    que la Biblia judeo-cristiana describiÛ el pecado de
    On·n (Gen 38:7-10), el hombre no ha cesado de
    considerar la gravedad y las consecuencias del ´vicio
    solitarioª. Aunque los modernos sexÛlogos han
    explicado que el pecado de On·n es simplemente un
    coitus interruptus, siglos enteros de falsa
    interpretaciÛn teolÛgica han causado un daÒo casi
    irreparable.
    Prescindiendo de los verdaderos crÌmenes
    sexuales, la masturbaciÛn es uno de los actos
    sexuales que peor est· visto. Durante el ˙ltimo siglo
    fueron escritos innumerables textos para describir las
    horrorosas consecuencias de la masturbaciÛn. La
    palidez de la piel, la dificultad en la respiraciÛn, los
    granos en la cara y una pÈrdida del apetito no eran
    m·s que unas cuantas de las muchas caracterÌsticas
    que se suponÌa provenÌan de la pr·ctica de la
    masturbaciÛn. Se aseguraba que se producirÌa un
    total colapso fÌsico y mental si no se atendÌan las
    advertencias de aquellos manuales destinados a la
    juventud.
    Las espeluznantes descripciones de tales textos
    resultarÌan casi risibles si no fuera por el hecho
    lamentable de que, a pesar de que los sexÛlogos,
    doctores o escritores contempor·neos han hecho
    mucho para elimina el estigma de la masturbaciÛn,
    todos los muy arraigados sentimientos de culpabilidad
    creados por las absurdidades de aquellos primeros
    textos sexuales no han podido ser borrados sino de
    83
    una manera parcial. Un gran porcentaje de personas,
    en especial aquellas que han rebasado la edad de
    cuarenta aÒos, no pueden aceptar emocionalmente la
    circunstancia de que la masturbaciÛn es natural y
    saludable. Hay ciertas personas que ahora logran
    aceptarla intelectualmente, pero, como siguen
    consider·ndola con repugnancia, sucede que de un
    modo inconsciente comunican su repugnancia a sus
    hijos.
    En otros tiempos se pensaba que uno se volverÌa
    loco si, a pesar de todas las advertencias, persistÌa en
    sus pr·cticas autoerÛticas. Este ridÌculo mito tomÛ
    cuerpo a causa de ciertos informes que pretendÌan que
    la masturbaciÛn estaba muy extendida entre los
    residentes de los centros psiqui·tricos. Se suponÌa
    que, puesto que casi todos los dementes se
    masturbaban, era su masturbaciÛn la que les habÌa
    vuelto locos. Nadie se detenÌa a pensar que la
    verdadera razÛn de que los dementes se entregaran a
    la pr·ctica de la masturbaciÛn habÌa que ir a
    buscarla en la carencia de compaÒeros del sexo
    opuesto y en esa necesidad de liberar la inhibiciÛn que
    es la caracterÌstica de una locura extrema.
    Muchas personas preferirÌan que su pareja
    busque en otra parte la actividad sexual antes que
    dedicarse con ella a actos autoerÛticos. En esto
    influyen los propios sentimientos de culpabilidad, m·s
    una repugnancia a realizar una masturbaciÛn mutua.
    Hay casos en los que existe tambiÈn el temor a la
    repugnancia de la pareja ósi bien en un sorprendente
    n˙mero de casos se obtiene una excitaciÛn vicaria al
    saber que nuestra pareja est· teniendo experiencias
    sexuales con otrosó aunque esto no sea com˙nmente
    admitido.
    Si se tiene cierta estimulaciÛn sexual al imaginar a
    la pareja de no teniendo relaciones sexuales con otros,
    Èsto deberÌa expresarse abiertamente, de modo que
    ambas partes salgan ganando. Sin embargo, si la
    84
    prohibiciÛn de la masturbaciÛn se debe ˙nicamente a
    sentimientos de culpa de una o ambas partes,
    deberÌan hacer todo intento posible por borrar Èsas
    culpas óo por utilizarlas. Muchas relaciones podrÌan
    salvarse de la destrucciÛn si las personas
    involucradas no sintieran culpa de reaizar actos
    naturales de masturbaciÛn.
    La masturbaciÛn es considerada como mala
    porque produce placer derivado de acarciar
    intencionalmente con la mano un ·rea ìprohibidaî del
    cuerpo. Los sentimientos de culpa que suelen
    acompaÒar la mayorÌa de actos sexuales pueden ser
    mmitigados por la idea religiosamente aceptable de
    que los placweres sensuales son necesarios para la
    procreaciÛn óaunque uno marque cudadosamente los
    dÌas ìsegurosî en el calendario. Sin embargo, no
    puedes apaciguarte a tÌ mismo con Èsta idea mientras
    sigas en tus pr·cticas masturbatorias.
    Por mucho que te hayan hablado de la
    ´Inmaculada ConcepciÛnª óa˙n si la fe ciega te
    permite tragar esa absurdidadó, todos sabemos muy
    bien que si queremos traer al mundo a un niÒo
    tenemos que mantener un contacto sexual con una
    persona del sexo opuesto. Si uno se siente culpable al
    cometer el ìpecado originalî, entonces no hay duda
    de que se sentir· mucho m·s culpable al realizar un
    acto sexual pensando tan sÛlo en uno mismo, y no en
    la necesidad de crear hijos.
    El Satanista se da plena cuenta de las razones por
    las cuales los sacerdotes declaran pecaminosa la
    masturbaciÛn. Tal como ocurre con todos los otros
    actos naturales, las personas la realizar·n por mucho
    que las reprendan severamente. Ahora bien, provocar
    un sentimiento de culpabilidad øes una importante
    faceta de su perverso plan para inducir a las personas
    a expiar sus ´pecadosª. øY quÈ mejor manera de
    expiarlos que pagando las hipotecas sobre los templos
    de la abstinencia?
    85
    Aun cuando el hombre moderno no sienta ya (o
    crea no sentirse ya) bajo el peso de un sentimiento de
    culpabilidad provocado por la religiÛn, la verdad es
    que todavÌa se siente avergonzado si cede al deseo de
    masturbarse. Un hombre puede sentirse privado de su
    masculinidad si se satisface autoerÛticamente en lugar
    de entregarse al juego competitivo de dar caza a una
    mujer. Es posible que una mujer se sienta tentada a
    satisfacerse a sÌ misma sexualmente, pero a˙n asÌ
    echar· de menos esa satisfacciÛn egoÌstica que
    proviene del deporte de la seducciÛn. Ni el cuasiCasanova
    ni la ficticia vampiresa se sienten a gusto
    cuando est·n ìobligadosî a recurrir a la masturbaciÛn
    para obtener una satisfacciÛn sexual: ambos
    preferirÌan incluso un compaÒero inadecuado.

  11. #11
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    Libro del profeta
    Ezequiel
    Capítulo 1
    Ezequiel ve en visión cuatro seres vivientes, cuatro ruedas y la gloria de Jehová sobre Su trono.

    1 Y aconteció en el año treinta, en el mes cuarto, a los cinco días del mes, que, estando yo en medio de los cautivos, junto al río Quebar, los cielos se abrieron y vi visiones de Dios.

    2 A los cinco días del mes, en el quinto año del cautiverio del rey Joaquín,

    3 vino directamente la palabra de Jehová al sacerdote Ezequiel hijo de Buzi, en la tierra de los caldeos, junto al río Quebar; y vino allí sobre él la mano de Jehová.

    4 Y miré, y he aquí, un viento tempestuoso venía del norte, una gran nube y un fuego relampagueante, y alrededor de él un resplandor, y en medio del fuego algo que parecía como de ámbar,

    5 y en medio de ella, la figura de cuatro seres vivientes. Y esta era su apariencia: había en ellos semejanza de hombre.

    6 Y cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas.

    7 Y las piernas de ellos eran derechas, y la planta de sus pies como planta de pezuña de becerro; y centelleaban a manera de bronce muy bruñido.

    8 Y debajo de sus alas, a sus cuatro lados, tenían manos de hombre; y los cuatro tenían sus caras y sus alas.

    9 Con las alas se tocaban el uno al otro. No se desviaban cuando andaban; cada uno caminaba derecho hacia delante.

    10 Y el aspecto de sus caras era como cara de hombre, y cara de león en el lado derecho de los cuatro, y cara de buey en el lado izquierdo de los cuatro; asimismo los cuatro tenían cara de águila.

    11 Así eran sus caras; y sus alas estaban extendidas hacia arriba; dos de las cuales se tocaban entre sí y con las otras dos cubrían sus cuerpos.

    12 Y cada uno caminaba derecho hacia delante; hacia donde el espíritu los llevaba, ellos iban; cuando andaban, no se desviaban.

    13 En cuanto a la semejanza de los seres vivientes, su apariencia era como de carbones de fuego encendidos, como la apariencia de antorchas que se movían entre los seres vivientes; y el fuego resplandecía, y del fuego salían relámpagos.

    14 Y los seres vivientes corrían y regresaban a semejanza de relámpagos.

    15 Y miré a los seres vivientes, y he aquí, una rueda en la tierra junto a los seres vivientes con sus cuatro caras.

    16 Y el aspecto de las ruedas y su obra era semejante al color del topacio. Y las cuatro tenían un mismo aspecto; su apariencia y su obra eran como una rueda en medio de otra rueda.

    17 Cuando andaban, se movían sobre sus cuatro costados; no se desviaban cuando andaban.

    18 Y sus aros eran altos y espantosos, y los aros estaban llenos de ojos alrededor en las cuatro.

    19 Y cuando los seres vivientes andaban, las ruedas andaban junto a ellos; y cuando los seres vivientes se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban.

    20 Hacia donde el espíritu iba, ellos iban allí adonde el espíritu iba, y las ruedas se levantaban juntamente con ellos, porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas.

    21 Cuando ellos andaban, andaban ellas; y cuando ellos se detenían, se detenían ellas; asimismo, cuando se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban juntamente con ellos, porque el espíritu de cada ser viviente estaba en las ruedas.

    22 Y sobre las cabezas de los seres vivientes aparecía un firmamento a manera de cristal maravilloso, extendido por encima de sus cabezas.

    23 Y debajo del firmamento sus alas se extendían derechas la una hacia la otra; cada uno tenía dos alas con las que cubrían sus cuerpos por un lado y por el otro.

    24 Y oí el ruido de sus alas cuando andaban, como sonido de muchas aguas, como la voz del Omnipotente, como ruido de muchedumbre, como la voz de un ejército. Cuando se detenían, bajaban sus alas.

    25 Y cuando se detenían y bajaban sus alas, se oía una voz por encima del firmamento que estaba sobre sus cabezas.

    26 Y sobre el firmamento que estaba sobre sus cabezas se veía la figura de un trono que parecía de piedra de zafiro; y en lo más alto, sobre la figura del trono, había algo a semejanza de un hombre sentado sobre él.

    27 Y vi algo que tenía la apariencia de ámbar, como la apariencia del fuego dentro de ella alrededor, desde el aspecto de sus lomos hacia arriba; y desde sus lomos hacia abajo, vi que parecía como fuego y que tenía un resplandor alrededor.

    28 Como el aspecto del arco iris que está en las nubes en día de lluvia, así era el aspecto del resplandor alrededor. Esta fue la visión de la semejanza de la gloria de Jehová. Y cuando yo la vi, me postré sobre mi rostro y oí la voz de uno que hablaba.

    Cada era exitosa del desarrollo cultural y Ètico del
    ser humano ha producido su manifiesto literario óun
    argumento que desafÌa las normas existentes y
    propone una aproximaciÛn novedosa a las constantes
    problem·ticas de la civilizaciÛn. No con poca
    frecuencia se ha dado el caso que las realidades del
    nacionalismo polÌtico han sido mezcladas con el
    idealismo de Ènfasis extranacional para producir lo
    que cautelosamente denominamos con el tÈrmino
    existencialismo. Una lista de obras pertinentes podrÌa
    incluir la Rep˙blica de PlatÛn, la PolÌtica de
    AristÛteles, El PrÌncipe de Maquiavelo, y los escritos
    de Nietzsche, Hobbes, Locke, Marx, y Sartre.
    Este es el libro de nuestra Època.
    El amanecer de la Edad Sat·nica fue celebrado el
    30 de abril de 1966 ó el aÒo Uno. En esa fecha,
    Anton Szandor LaVey consagrÛ la Iglesia de Sat·n en
    la ciudad de San Francisco y asumiÛ el oficio de su
    primer Sumo Sacerdote. Lo que habÌa comenzado
    varios aÒos antes como un foro intelectual dedicado a
    la investigaciÛn y aplicaciÛn de las Artes Negras se
    ha expandido desde entonces a un movimiento
    filosÛfico internacional de primera magnitud. El
    Satanismo, que alguna vez fuera la provincia aislada

    * Michael A. Aquino formÛ parte de la AdministraciÛn de la Iglesia de
    Sat·n dese 1969 hasta 1975. Esta introducciÛn apareciÛ en la ediciÛn de la
    Biblia Sat·nica de 1972. Se separÛ de la Iglesia de Sat·n por ëdiferencias
    ideolÛgicasí con Anton LaVey y form˙ su propia organizaciÛn, el Templo
    de Set, que cuenta hoy en dÌa con varios miles de miembros alrededor de
    todo el mundo. Es autor, entre otros libros, de un voluminoso tomo sobre la
    historia de la Iglesia de Sat·n desde 1966 hasta 1975. Actualmente goza de
    una merecida pensiÛn como Teniente Coronel del EjÈrcito de los Estados
    Unidos.
    15
    de exiliados furtivos y excÈntricos radicales, se ha
    convertido en una seria alternativa a las doctrinas del
    teÌsmo y del materialismo. Al promulgar la
    complacencia en lugar de la abstinencia, el
    Satanismo rechaza la nociÛn de que el progreso del
    hombre est· condicionado por su aceptaciÛn de una
    moralidad auto-impuesta. Los Satanistas sostienen
    que un juicio deviene de la comparaciÛn y resoluciÛn
    de los opuestos, y uno no puede hacer alarde de
    justicia al honrar un solo par·metro de
    comportamiento.
    Una aproximaciÛn empÌrica a la moralidad no es
    una innovaciÛn reciente; teÛricos como Pit·goras,
    Hegel, Spencer, y Compte avanzaron la proposiciÛn
    original de la independencia intelectual del homb
    16
    patriarcal. La adoraadoraciÛn de cualquier deidad o
    deidades óbajo cualquier aspectoó es repulsiva
    para el Mago Negro, quien considera todas las
    profesiones de fe o con fianza en una entidad
    protectora sobrenatural como demostraciones
    humillantes de cobardÌa e inseguridad emocional. El
    Satanismo ha sido malintepretado frecuentemente
    como mera ìadoraciÛn al diabloî, cuando de hecho
    constituye un claro rechazo de toda forma de
    adoraciÛn como un componente deseable de la
    personalidad. No es tanto una anti-religiÛn óun
    simple rechazo de cualquier creenciaó sino una noreligiÛn,
    una negativa sin compromiso de todo
    misticismo sustancial. Como tal, representa una
    amenaza mucho m·s seria a las teologÌas organizadas
    que lo que pueden ser los escritos arcaicos de las
    viejas demonologÌas.
    El Ritual y la FantasÌa juegan un papel muy
    importante en las actividades de la Iglesia Sat·nica,
    trabajando sobre el supuesto que la experiencia y el
    control de la irracionalidad metafÌsica y mental son
    necesarias para el fortalecimiento de la psique. De
    esta manera, se hace un esfuerzo para evitar lo que tal
    vez constituÌa el talÛn de Aquiles de la escuela
    Gurdjieff-Ouspensky de evoluciÛn psicolÛgica
    subjetiva; los primerÌsmos discÌpulos de este
    trascendentalismo auto-determinado postularon que
    que todas las sensaciones no-materialistas eran un
    peligro para el estudiante. Un elemento crucial del
    Ritual Sat·nico es la apreciaciÛn de sus cualidades
    inspiradoras e ilustrativas, sin que por ello sea
    necesario considerarlo como una realidad inflexible.
    El Satanismo queda mejor identificado como una
    disposiciÛn que como una religiÛn, ya que se ocupa
    activamente de todas las facetas de la existencia
    humana, y no ˙nicamente de los asÌ llamados
    aspectos espirituales. Sin embargo quienes proclaman
    que el Satanismo constituye un peligro para el
    17
    sistema de justicia y el orden coo`peracional de la
    sociedad han pasado totalmente por alto la idea
    principal. El Satanismo defiende la libertad sin
    restricciones, pero sÛlo hasta el punto que las
    preferencias propias no violen las de otrso. Cabe
    anptar que el Satanismo es una filosofÌa del
    individuo, no de las masas. No existen declaraciones
    polÌticas colectivas a excepciÛn de la advertencia de
    Crowley: ìEl m·s grave de todos los ëpecadosí es el
    autoengaÒoî.
    Mientras la mayorÌa de la poblaciÛn puede
    inclinarse instintivamente a un Satanismo de hecho,
    hay que recordarles que los planteamientos del
    Satanismo no son para irresponsables. No existen
    misioneros Sat·nicos, y hay que cumplir ciertos
    requisitos precisos. La inexperiencia no es motivo de
    desdeÒo, pero la prwetenciosidad, la hipocresÌa, y la
    pomposidad son tratadas con el desprecio que
    merecen. El Satanismo no es menos arte que ciencia,
    y no habr· ìpatrÛn de medida deificadoî.
    El Dr. LaVey est· capacitado de modo singular
    para escribir la historia del nuevo Diabolismo.
    Estadounidense de ascendencia gitana, rumana y
    alsaciana, desde muy temprana edad hizo gala de la
    inquietud caracterÌstica de sus ancestros nÛmadas y
    mostrÛ una simpatÌa inusual por su tradiciÛn arcana y
    mundana. Su temprana preocupaciÛn por las ciencias
    militares lo motivaron a leer diversas publicaciones
    logÌsticas de la Segunda Guerra Mundial, sÛlo para
    descubrir que las visiones de gloria militar que
    caracterizaron la primera guerra mundial habÌan
    cedido lugar al realismo mercenario y desapegado
    durante la segunda conflagraciÛn. Sus experiencias
    como estudiante nada hicieron para borrar el sabor de
    esta primera muestra del cinismo humano, y la
    creciente impaciencia de LaVey con la regimentaciÛn
    estÈril de la educaciÛn convencional lo llevarÌan a
    buscar los extraÒos encantos surrealistas del circo.
    18
    AyudÛ a Clyde Beatty como domador de animales
    salvajes y muy pronto desarrollÛ una fuerte afinidad
    por los grandes felinos, misma que marcarÌa de una
    manera bastante curiosa su personalidad. Todas las
    criaturas animadas son b·sicamente bestiales ó
    razonaba LaVeyó y lo ˙nico que logran los Ûrdenes
    sociales m·s refinados es, cuando mucho, una
    supresiÛn endeble de este salvajismo innato. Del circo
    pasarÌa a las ferias ambulantes ócarnivalsó donde
    el brillo de las artes escÈnicas estaba matizado con la
    lucha cotidiana por conseguir el sustento diario. AquÌ
    LaVey trabajÛ en un mundo patÈtico pero digno,
    poblado de rebeldes, fenÛmenos, patiÒos, y rarezas
    humanas; y aprenderÌa el arte de la magia de escena,
    cuyo Èxito depende de el nivevl de distracciÛn que
    logre inducir en la atenciÛn de su audiencia.
    ObservarÌa, no sin cierta dureza, la fascinaciÛn que el
    hombre "normal" parece tener por sus camaradas
    deformes óregode·ndose de satisfacciÛn al ver cÛmo
    la desgracia se ensaÒa con su prÛjimo en lugar de
    ensaÒarse con uno mismo. Al interesarse cada vez
    m·s en este cruel y licantrÛpico atributo de la
    naturaleza humana, decidiÛ estudiar criminologÌa en
    la univrsidad, e incluso llegÛ a trabajar en calidad de
    fotÛgrafo con el Departamento de PolicÌa de San
    Francisco.
    Como profesional de circo habÌa tenido la
    oportunidad de contemplar el lado carnal del hombre
    en su faceta m·s artÌstica; ahora lo experimentarÌa en
    su aspecto m·s violento y salvaje. Tres aÒos de vivir
    dÌa a dÌa con la sangre, brutalidad y abyecta miseria
    que permean la subcultura criminal lo dejaron
    hastiado, enfermo, desilusionado y leno de ira hacia la
    hipocresÌa imperante de la sociedad amable. Para
    ganarse la vida, se dedicÛ a tocar el Ûrgano de tubos y
    dedicÛ gran parte de sus esfuerzos a lo que habrÌa de
    convertirse en la labor de su vida óla Magia Negra
    LaVey habÌa rechazado desde hace mucho tiempo
    19
    desde hace mucho tiempo los tratados estereotÌpicos
    sobre hechicerÌa ceremonial por ser meros productos
    histÈricos de imagnaciones medievales. El ìViejo
    Culto5
    î, con sus supersticiones, ademanes afectados y
    sus juegos de salÛn infantiles no son para nosotros; lo
    que buscamos es una psicologÌa metafÌsica que
    atraiga al hombre intlectual ˙nicamente despuÈs de
    haberle dado a sus orÌgenes brutales y animales las
    consideraciones apropiadas Esta es la razÛn por la
    cual nuestro sÌmbolo es la Cabra de Mendes6
    .
    Sat·n es, desde lejos, la figura m·s enigm·tica de
    la literatura. Poseedor de toda riqueza imaginable, y
    siendo el m·s poderoso de los Arc·ngeles, rechazÛ
    con desdÈn su excelsa lealtad para proclamar su
    independencia de todo lo que representaba su Jefe
    Celestial. Aunque condenado al m·s espantoso de los
    dominios, un Infierno absolutamente rehuÌdo por la
    divinidad, aceptÛ tales privaciones como la carga de
    su prerrogativa intelectual. En su Imperio Infernal
    uno podr· complacerse impunemente en los placeres
    m·s extraordinarios, sin embargo en medio de tal
    licenciosidad desenfrenada, el Diablo ha mantenido
    una nobleza peculiar. Esta cualidad evasiva fue con
    la cual decidimos identificarnos.
    Este es el principio guÌa del Satanismo: que la la
    consecuencia definitiva del hombre yace no en la
    unidad sino en la dualidad. ⁄nicamente la sÌntesis
    ecide los valores; la adherencia a un orden ˙nico ea
    arbitraria y, por tanto insignificante.
    La Biblia Sat·nica es un documento de lo m·s
    insidioso. Uno se siente fuertemente tentado a
    compararlo con esa mitologÌa malÈfica y oscura que
    es El Rey en Amarillo, un trabajo psicoplÌtico que
    supuestamente llevaba a sus lectores a la demencia y

    5 Old Craft en el texto original óN. del T. (Ver ApÈndice I). 6 La Cabra de Mendes o SÌmbolo de Bafomet es la imagen del Macho
    CabrÌo insertado en una estrella de Cinco puntas (Ver ApÈndice I).
    20
    la perdiciÛn. Por muy c·ndida y coloquial que pueda
    parecer a primera vista, La Biblia Sat·nica no es un
    volumen que pueda ser pasado por alto f·cilmente. Es
    un producto muy de nuestro tiempo, no sÛlo porque
    un libro asÌ óa la par que su autoró probablemente
    habrÌa sido destruido en una Època anterior, sino
    porque su creaciÛn fue una inevitablidad
    evolucionaria.
    T˙, lector, est·s a punto de ser empalado en los
    afilados cuernos de un dilema Sat·nico. Si aceptas los
    postulados de este libro, condenar·s a tus m·s
    preciados santuarios a la aniquilaciÛn. A cambio
    despertar·s óal m·s feroz de los Infiernos. Si
    rechazas su argumento, te resignar·s a una
    desintegraciÛn cancerosa de tu hasta entonces
    inconsciente sentido de identidad. No es de extraÒar
    que el legado del Archienemigo le haya prodigado
    enemigos tan amargos!!
    Cualquiera que sea tu decisiÛn, no podr·s
    postergarla por m·s tiempo. La Biblia Sat·nica
    finalmente articula lo que el hombre, instintivamente,
    siempre ha temido proclamar: que Èl es,
    potencialmente, divino
    Michael A. Aquino
    IVº Magister Templi
    Iglesia de Sat·n, 1972 (VII Anno Satanas)

    LAS NUEVE
    DECLARACIONES
    SAT£NICAS
    1. °Sat·n representa complacencia, en lugar de
    abstinencia!
    2. °Sat·n representa la existencia vital, en lugar de
    sueÒos espirituales!
    3. °Sat·n representa la sabidurÌa perfecta, en lugar
    del auto engaÒo hipÛcrita!
    4. °Sat·n representa amabilidad hacia quienes la
    merecen, en lugar del amor malgastado en
    ingratos!
    5. °Sat·n representa la venganza, en lugar de ofrecer
    la otra mejilla!
    6. °Sat·n representa responsabilidad para el
    responsable, en lugar de preocuparse por
    vampiros psÌquicos!
    7. °Sat·n representa al hombre como otro animal,
    algunas veces mejor, la mayorÌa de las veces peor
    que aquellos que caminan en cuarto patas, el
    cual, por causa de su "divino desarrollo
    intelectual" se ha convertido en el animal m·s
    vicioso de todos!
    8. °Sat·n representa todos los llamados "pecados",
    mientras lleven a la gratificaciÛn fÌsica, mental o
    emocional!
    9. °Sat·n ha sido el mejor amigo que la Iglesia
    siempre ha tenido, ya que la ha mantenido en el
    negocio todos estos aÒos!

    El primer libro de la Biblia Sat·nica no es un intento
    de blasfemar, sino una declaraciÛn de lo que podrÌa
    llamarse "indignaciÛn diabÛlica". El Diablo ha sido
    atacado por los hombres de Dios sin reservas ni
    miramientos. Nunca ha habido una oportunidad,
    hablando ficticiamente, para que el PrÌncipe Oscuro
    hable de la misma manera que los voceros del SeÒor
    del Bien. Los agitadores del pasado han gozado de
    libertad para definir el "bien" y el "mal" a su
    acomodo, y han relegado alegremente al olvido a
    cualquiera que no estuvise de acuerdo con sus
    mentiras óverbalmente y a veces, fÌsicamente. Su
    decir de caridad, a los ojos de Su Infernal Majestad,
    no es m·s que una farsa vacÌa --y bastante injusta,
    teniendo en cuenta el hecho obvio que si no fuese por
    su adversario Sat·nico, sus religiones se colapsarÌan.
    Resulta triste, que el personaje alegÛrico que es el
    mayor responsable del Èxito de las religiones
    espirituales, sea tratado con el mÌnimo de compasiÛn
    y el abuso m·s consistente óy por quienes m·s
    untuosamente predican las reglas del juego limpio!
    Durante todos los siglos de insultos que ha recibido el
    Diablo, nunca ha contestado a sus detractores.
    Siempre ha quedado como el caballero, mientras los
    que Èl apoya gritan y deliran. Ha demostrado ser un
    modelo de conducta, pero ahora siente que es hora de
    replicar. Ha decidido finalmente que es tiempo de
    recibir lo que le corresponde. Ahora ya no se
    necesitan los voluminosos reglamentos de hipocresÌa.
    Para poder volver a aprender la Ley de la Selva, ser·
    suficiente una pequeÒa y breve diatriba. Cada verso
    es un infierno. Cada palabra es una lengua de fuego.
    Las llamas del Infierno arden ferozmente... y
    purifican! Leed y aprended la Ley.
    33
    EL
    LIBRO DE
    SAT£N
    ó I ó
    1. En este ·rido desierto de acero y piedra, elevo mi
    voz para que puedas oÌrla, Al Este y al Oeste
    hago una seÒa. Al Norte y al Sur muestro un
    signo que proclama: °Muerte a los dÈbiles, salud
    para los fuertes!
    2. °Abrid los ojos para que pod·is ver, oh, hombres
    de mente enmohecida, y escuchadme bien,
    vosotros, la multitud de seres desorientados!
    3. °Pues yo me alzo para desafiar a la sabidurÌa del
    mundo, para pedir explicaciones a las ´leyesª del
    hombre y de ´Diosª!
    4. Yo exijo razones de vuestras reglas doradas y
    pregunto el porquÈ de vuestros mandamientos
    5. No me inclino en seÒal de sumisiÛn ante ninguno
    de vuestros Ìdolos pintados, y el que me d
    34
    7. Ninguna vetusta falsedad ser· para mÌ una
    verdad; ning˙n dogma sofocante entorpecer· mi
    pluma.
    8. Me aparto de todos los convencionalismos que no
    me lleven al Èxito y a la felicidad en la Tierra.
    9. Elevo con severa energÌa el estandarte de los
    fuertes.
    10. Clavo mi mirada en los ojos vidriosos de vuestro
    espantoso Jehov·, y le tiro de la barba. Alzo un
    hacha y abro en dos su cr·neo devorado por los
    gusanos.
    11. Hago estallar el horrible contenido de los
    sepulcros filosÛficos marchitos, y rÌo con ira
    sardÛnica.
    ó II ó
    1. Mirad al crucifijo. øQuÈ simboliza? P·lida
    incompetencia colgada de un ·rbol.
    2. Pongo en duda todas las cosas. Coloc·ndome
    ante las podridas y barnizadas fachadas de
    vuestros m·s excelsos dogmas morales, escribo
    con letras de llameante desprecio: ´° Ojo! °Mucho
    cuidan! °Todo esto es fraude!.
    3. °Congregaos en torno a mÌ, oh, vosotros que
    desafi·is a la muerte, y la Tierra ser· vuestra,
    para ahora y para siempre!
    4. A la mano muerta se le ha permitido durante
    demasiado tiempo que esterilice el pensamiento
    vivo.
    35
    5. °Los falsos profetas han estado invirtiendo por
    mucho tiempo lo justo y lo injusto, lo bueno y lo
    malo!
    6. Ning˙n credo debe ser aceptado como imposiciÛn
    de la autoridad de una naturaleza ìdivinaî. Las
    religiones deben ser puestas en duda. Ning˙n
    dogma moral debe ser aceptado dado por hecho;
    óninguna patrÛn de medida debe ser deificado.
    En los cÛdigos morales no hay nada
    inherentemente sagrado. Al igual que los Ìdolos
    de madera de tiempos remotos, son obras de
    manos humanas, °y lo que el hombre ha hecho
    puede destruirlo!
    7. El que no se apresura a creer en todo es
    sumamente inteligente, pues disponerse a creer en
    un falso principio es comenzar a carecer de
    sabidurÌa.
    8. El deber principal de toda nueva Època es enseÒar
    a los nuevos hombres a determinar sus libertades,
    a dirigirlas hacia el Èxito material, a rechazar los
    candados y cadenas oxidadas de las costumbres
    muertas que impiden siempre la expansiÛn
    saludable, aquellas teorÌas e ideas que pudieron
    haber significado vida, esperanza y libertad para
    nuestros antepasados, es posible que ahora
    representen para nosotros destrucciÛn, esclavitud
    y deshonor.
    9. °Cu·ndo el medio ambiente cambia, ning˙n ideal
    humano permanece seguro!
    10. Por lo tanto, cada vez que una mentira se haya
    instalado en un trono, asaltÈmosla sin piedad y
    sin escr˙pulos de conciencia, pues nadie puede
    36
    prosperar bajo el dominio de una falsedad
    inconveniente.
    11. °Destronemos los sofismas establecidos,
    arranquÈmoslos de cuajo, quemÈmoslos y
    destruy·moslos, pues son una amenaza para toda
    la autÈntica nobleza del pensamiento y la acciÛn!
    12. °Cada vez que por medio de los resultados quede
    demostrado que una pretendida ´verdadª no es
    m·s que una vana ficciÛn!. °ArrojÈmosla sin
    ceremonia hacia la oscuridad exterior, y que
    caiga entre los dioses muertos, los imperios
    muertos, las filosofÌas muertas y otras ruinas
    in˙tiles! °Su puesto est· entre los trastos viejos!
    13. La m·s peligrosa de todas las mentiras
    entronizadas es la mentira santa, santificada,
    privilegiada; la mentira que todo el mundo toma
    por un modelo de verdad. Es la madre nutricia de
    todos los otros espejismos y errores populares, Es
    el ·rbol, con cabeza de hidra y mil raÌces de lo
    irrazonable, °Es un c·ncer social!
    14. Aquella mentira que se muestra a nosotros como
    media mentira est· medio erradicada; Pero
    aquella mentira que incluso las personas
    inteligentes aceptan como un hecho -la mentira
    que le ha sido inculcada al niÒo cuando reposaba
    en las rodillas de su madre-, °esa es m·s peligrosa
    de afrontar que una pestilencia insidiosa!
    15. Las mentiras populares han sido siempre las m·s
    potentes enemigas de la libertad personal. No
    existe m·s que una forma de hacerles frente:
    arrancarlas, arrancarlas de cuajo, como si fueran
    c·nceres. °Aniquiladlas o ellas aniquilar·n!
    37
    ó III ó
    1. ìAmaos los unos a los otrosî. Se nos dice que
    esto es la ley suprema, Pero øquÈ poder lo ha
    hecho asÌ? øSobre quÈ autoridad racional reposa
    el evangelio del amor? øPor quÈ no habrÌa yo de
    odiar a mis enemigos? Si los ´amoª, øno me
    pongo a merced de ellos?
    2. øEs natural que los enemigos se hagan el bien los
    unos a los otros? øEs bueno eso?
    3. øPuede la vÌctima desgarrada y ensangrentada
    "amar" las fauces ensangrentadas que le van
    arrancando miembro tras miembro?
    4. øNo somos todos por instinto animales de presa?
    Si los seres humanos cesaran totalmente de
    atacarse los unos a los otros, como animales de
    presa, øpodrÌan continuar existiendo?
    5. øNo es el ´deseo lujurioso y camalª un tÈrmino
    m·s veraz para definir al "amor" cuando lo
    aplicamos a la propagaciÛn de la especie'? El
    "amor" de las aduladoras escrituras, øno es un
    simple eufemismo de la actividad sexual? øO
    acaso el ´gran maestroª era un glorificador de los
    eunucos?
    6. Ama a tus enemigos y haz el bien a los que te
    odian y te explotan. øNo es esta la despreciable
    filosofÌa del perro de aguas que gira sobre su
    lomo cuando le dan patadas?
    7. Odia a tus enemigos con todo tu corazÛn, y si un
    hombre te abofetea en la mejilla, °AbofetÈale en
    38
    la otra! AbofetÈale con toda tu alma, pues el velar
    por uno mismo es la ley m·s excelsa.
    8. °El que ofrece la otra mejilla es un perro cobarde!
    9. Devuelve golpe por golpe, desprecio por
    39
    ciclÛn, y despuÈs de que ellos hayan caÌdo,
    regocÌjate de tu propia salvaciÛn.
    5. Entonces todos tus huesos dir·n orgullosamente;
    øQuiÈn est· por encima de mÌ? øNo he sido
    demasiado fuerte para mis adversarios? øNo me
    he liberado yo mismo por medio de mi cerebro y
    mi cuerpo?
    ó V ó

    1. Benditos sean los fuertes, pues de ellos ser· la
    Tierra. °Malditos sean los dÈbiles, pues ellos
    heredar·n el yugo!
    2. Benditos sean los poderosos, pues ellos ser·n
    reverenciados por los hombres... °Malditos sean
    los dÈbiles, pues ellos ser·n borrados de la faz de
    la Tierra!
    3. Benditos sean los audaces, pues ellos ser·n los
    amos del mundo. °Malditos sean los
    virtuosamente dÈbiles, pues ellos quedar·n
    aplastados bajo las pezuÒas del Diablo!.
    4. Benditos sean los triunfadores, pues la victoria es
    la base del derecho... °Malditos sean los vencidos,
    pues ellos ser·n vasallos para siempre!
    5. Benditos sean los de la mano de hierro, pues los
    blandos huir·n ante ellos... °Malditos sean los
    pobres de espÌritu, pues ser·n escupidos!
    6. Benditos sean los que desafÌan a la muerte, pues
    sus dÌas ser·n largos en la Tierra... °Malditos
    sean los que sueÒan con una vida m·s rica m·s
    40
    all· de la tumba, pues ellos perecer·n en medio
    de la abundancia!
    7. Benditos sean los destructores de la falsa
    esperanza, pues ellos son los verdaderos MesÌas...
    °Malditos sean los adoradores de Dios, pues ellos
    ser·n ovejas esquilmadas!
    8. Benditos sean los valientes, pues ellos obtendr·n
    grandes tesoros... ° Malditos sean los que creen
    en el bien y en el mal, pues se dejan asustar por
    sombras!
    9. Benditos sean aquellos que creen en lo que m·s
    les conviene, pues su mente no se aterrorizar·
    nunca... °Malditos sean los ´corderos de Diosª,
    pues ser·n desangrados hasta quedar m·s blancos
    que la nieve!
    10. Bendito sea el hombre que tiene una legiÛn de
    enemigos, pues ellos le har·n hÈroe, °Maldito sea
    el que hace el bien a quien le paga con desprecio,
    pues Èl ser· despreciado!
    11. Benditos sean los de mente poderosa, pues ellos
    superar·n los torbellinos...°Malditos sean los que
    ofrecen mentiras como verdades y verdades como
    mentiras, pues ellos son una abominaciÛn!
    12. °Malditos sean tres veces los dÈbiles a quienes la
    inseguridad les hace viles, pues ellos son una
    abominaciÛn!
    13. El ·ngel del engaÒo que nos hacemos a nosotros
    mismos en el alma de los ´justosª. °La llama
    eterna del poder alcanzado a travÈs del placer
    mora en la carne del satanista!
    41
    42
    (AIRE)
    ó EL LIBRO DE LUCIFER ó
    LA ILUMINACI”N
    43
    44
    El dios romano, Lucifer, era el Portador de Luz, el
    espÌritu del aire, la personificaciÛn de la IluminaciÛn
    y el Conocimiento. En la mitologÌa Cristiana, se
    convirtiÛ en el sinÛnimo del mal, °quÈ es lo ˙nico que
    habrÌa de esperarse de una religiÛn cuya existencia
    misma es perpetuada por definiciones confusas y
    valores fraudulentos! Es hora de aclarar las cosas.
    Deben corregirse los falsos moralismos y los errores
    ocultistas. Tan entretenidas como puedan ser, la
    mayorÌa de historias y obras sobre adoraciÛn del
    Diablo deben ser reconocidas como las ridiculeces
    obsoletas que son. Se ha dicho "la verdad os har·
    libres". La verdad por sÌ misma nunca ha liberado a
    alguien. Es la DUDA la que trae la emancipaciÛn
    mental. Sin el maravilloso elemento de la duda, el
    portal por el cual llega la verdad permanecerÌa
    cerrado, imperturbable ante los golpes enÈrgicos de
    mil Luciferes. Cuan comprensible resulta que las
    Sagradas Escrituras se refieran al monarca Infernal
    como el "padre de las mentiras" óun magnÌfico
    ejemplo de inversiÛn de car·cter. Si uno va a creer
    Èsta acusaciÛn teolÛgica de que el Diablo representa
    la falsedad, entonces debe concluirse que sea °…L, NO
    DIOS, QUIEN ESTABLECI” TODAS LAS RELIGIONES
    ESPIRITUALES Y QUIEN ESCRIBI” TODOS LOS TEXTOS
    SAGRADOS! Cuando una duda es seguida por otra, la
    burbuja, ya repleta de tantas falacias desde hace
    tiempo acumuladas, amenaza con reventar. Para
    quienes ya dudan de las supuestas verdades, este libro
    es la revelaciÛn. Entonces Lucifer se habr· levantado.
    °Ya es tiempo de dudar! La burbuja de la falsedad se
    est· reventando y su sonido es el rugir del mundo.
    45
    SE BUSCA!
    ó DIOS ó
    VIVO O MUERTO!
    L que un Satanista no cree en Dios es un
    concepto popular bastante errÛneo. El concepto
    de ìDiosî, tal como es interpretado por el hombre, ha
    sido tan variado a travÈs de todas las Èpocas, que el
    Satanista simplemente aceptar la definiciÛn que mejor
    se ajuste a sus necesidades. El hombre siempre ha
    creado sus dioses, en vez de sus dioses haberlo creado
    a Èl. Para unos, Dios es benÈvolo; para otros, resulta
    aterrador. Para el Satanista, ìDiosî ópor cualquier
    nombre que se le llame, o bien por ning˙n nombre en
    absolutoó es visto como el factor de equilibrio en la
    Naturaleza, y no como un ser al que le preocupe el
    sufrimiento. Esta poderosa fuerza que permea y
    equilibra el universo es demasiado impersonal para
    preocuparse por la felicidad o la miseria de las
    criaturas de carne y hueso de esta bola de mierda
    sobre la cual vivimos.
    Cualquiera que piense en Sat·n como malo
    deberÌa tener en cuenta todos los hombres, mujeres,
    niÒos y animales que han muerto porque ello era
    ìVoluntad de Diosî. Con toda seguridad, una persona
    que lamente la pÈrdida inoportuna de un ser querido
    °preferirÌa mil veces tenerla otra vez junto a sÌ que en
    las manos de Dios! En cambio, son consolados
    melosamente por el clÈrigo de turno que dice ìFue la
    voluntad de Dios, hija mÌaî; o ìAhora descansa en las
    manos de Dios, hijo mÌoî. Tales frases han sido una
    E
    46
    manera conveniente que los religiosos han utilizado
    para justificar o excusar la impiedad de Dios. Pero si
    Dios est· al mando y es tan benÈvolo como se supone
    que es, øpor quÈ permite que pasen estas cosas?
    Durante mucho tiempo los religiosos se han
    abalanzado sobre sus biblias y reglamentos para
    probar o refutar, justificar, condenar o interpretar.
    El Satanista se da cuenta que el hombre, y la
    acciÛn y reacciÛn del Universo, son responsables de
    todo lo que ocurre, y no se engaÒa creyendo que a
    alguien le importa. °Ya no nos quedaremos sentados y
    aceptaremos el ìdestinoî sin hacer algo al respecto,
    sÛlo porque asÌ lo dice en el CapÌtulo tal y cual,
    Salmo asÌ y as·, y baste con eso! El Satanista sabe
    que el rezar no ayudar· mucho óde hecho,
    disminuye las posibilidades de Èxito, ya que lo que
    suelen hacer las personas devotas es sentarse
    complacidamente y rezar por una situaciÛn que, si
    hicieran algo, la resolverÌan mucho m·s r·pido!
    El Satanista rehuye tÈrminos como ìesperanzaî y
    ìoraciÛnî ya que son indicio de aprehensiÛn. Si
    esperamos y rezamos para que suceda algo, no
    actuaremos en una forma positiva para hacer que
    suceda! El Satanista, d·ndose cuenta que cualquier
    cosa que consiga es gracias a sus propios actos, toma
    control de la situaciÛn en lugar de rezarle a Dios para
    que ello suceda. El pensamiento positivo y la acciÛn
    positiva aÒaden los resultados.
    AsÌ como el Satanista no reza para pedir la ayuda
    de Dios, tampoco le reza para que lo perdone por sus
    propios errores. En otras religiones, cuando uno hace
    mal, va y se le reza a Dios, o se confiesa a un
    intermediario y le pide que ore a Dios para que le
    perdone por sus pecados. El Satanista sabe que si la
    oraciÛn es de ning˙n provecho, el confesarse ante otro
    ser humano como Èl mismo, es menos provechoso óy
    es por dem·s, degradante.
    47
    Cuando un Satanista comete un error, se da cuenta
    que cometer errores es algo natural óy si se siente
    mal por lo que ha hecho, aprender· de ello y se
    cuidar· de no hacer lo mismo de nuevo. Si no se
    siente mal por lo que ha hecho, y sabe que har· lo
    mismo una y otra vez, no tiene por que ir a
    confesarse, mucho menos pedir perdÛn. Pero esto es
    exactamente lo que sucede. La gente confiesa sus
    pecados para que puedan limpiar sus conciencias óy
    tener la libertad de seguir pecando una y otra vez,
    casi siempre cometiendo el mismo pecado.
    Hay tantas definiciones de Dios, en el sentido
    acostumbrado de la palabra, como tipos de personas.
    Las im·genes van desde la creencia en un dios que es
    m·s bien una idea algo vaga, una especie de ìmente
    cÛsmica universalî, hasta una deidad antropomÛrfica
    con una larga barba blanca y sandalias que sigue con
    atenciÛn todas las acciones de cada individuo.
    A˙n dentro de los confines de una religiÛn dada,
    las interpretaciones personales de Dios difieren
    enormemente. Algunas religiones van hasta el punto
    de etiquetar a alguien que pertenece a una secta
    religiosa que no sea la de ellos, tild·ndolo de hereje,
    aunque las doctrinas generales e impresiones que se
    tienen de la divinidad sean bastante parecidas. Por
    ejemplo, los CatÛlicos creen que los Protestantes
    est·n condenados al Infierno simplemente porque no
    pertenecen a la Iglesia CatÛlica. De igual manera,
    muchos grupos que se han separado de la fe
    Cristiana, como las iglesias evangÈlicas o
    revivalistas, creen que los CatÛlicos son paganos que
    adoran im·genes. (Cristo es representado en una
    imagen que sea fÌsicamente m·s parecida al individuo
    que lo estÈ adorando, y sin embargo los Cristianos
    critican a los 'paganos' por adorar im·genes
    labradas.) Y a los JudÌos siempre se les ha
    identificado con el Diablo.
    48
    Si bien en todas estas religiones el dios es
    b·sicamente el mismo, cada una se refiere al camino
    elegido por las otras como reprochable, y para colmo
    de males, cada uno de sus miembros REZA por los de
    las dem·s. Tienen desprecio por sus hermanos en la
    fe solo porque sus religiones portan distintas
    etiquetas, y tienen que liberar esa animosidad de
    alguna manera. QuÈ mejor forma de hacerlo, en vez
    de ìorarî! QuÈ manera tan ridÌculamente cortÈs de
    decir ìte odioî; tal es el apenas disimulado recurso
    conocido como "orar por tu enemigo"! Rezar por el
    propio enemigo no es m·s que rabia disfrazada y
    reprimida, y decididamente de una calidad bastante
    rastrera e inferior!
    Si ha habido una discrepancia tan violenta en
    cuanto a la manera apropiada de adorar a Dios,
    øcu·ntas interpretaciones de Dios puede haber óy
    quiÈn tiene la razÛn?
    Todos los devotos a las ìreligiones de luz blancaî
    se ocupan de complacer a su Dios para que, al morir,
    puedan tener abiertas para sÌ las ìPuertas Perladasî.
    Sin embargo, si un hombre no ha vivido su vida
    seg˙n los reglamentos de su fe, puede, a ˙ltimo
    minuto, llamar un clÈrigo a su lecho de muerte para la
    absoluciÛn final. El sacerdote, pastor o ministro ir·
    corriendo entonces, para que haga ìlas paces con
    Diosî, y para cerciorarse de que el pasaporte para el
    Reino Celestial estÈ en toda regla. (Los Yezidis, una
    secta musulmana de adoradores del Diablo, adoptan
    un punto de vista muy distinto. Creen que Dios es
    todopoderoso, pero que tambiÈn lo perdona todo, y
    que su misericordia es infinita, y por ende, creen que
    es al Diablo al que deben complacer, ya que es el que
    rige sus vidas mientras estÈn aquÌ en la Tierra. Creen
    tan firmemente que Dios perdonar· todos sus pecados
    una vez que se les den los ˙ltimos ritos, que no
    sienten necesidad alguna de preocuparse con la
    opiniÛn que de ellos tenga Dios mientras viven).
    49
    Con todas las contradicciones en las escrituras
    Cristianas, hoy en dÌa mucha gente no acepta
    racionalmente el Cristianismo de la manera en que ha
    sido practicado en el pasado. Un gran n˙mero de
    personas est· comenzando a dudar de la existencia de
    50
    EL DIOS AL QUE SALVAS
    PODRÕA SER T⁄ MISMO!
    ODAS las religiones de naturaleza espiritual son
    invenciones del hombre. …ste ha creado todo un
    sistema de dioses sin otra ayuda que la de su cerebro
    carnal. Solo porque tiene un ego y no puede
    aceptarlo, ha tenido que exteriorizarlo en un gran
    artificio espiritual al cual llama ìDiosî.
    Dios puede hacer todo lo que al hombre le est·
    prohibido hacer ótales como matar gente, hacer
    milagros para gratificar su voluntad, ejercer control
    sin ninguna responsabilidad aparente, etc. Si el
    hombre necesita tal dios y reconoce a Èse dios,
    entonces est· adorando una entidad que ha inventado
    un cerebro humano. Por lo tanto, EST£ ADORANDO AL
    HOMBRE QUE INVENT” A DIOS. øNo es m·s sensato
    adorar un dios que Èl, Èl mismo, ha creado, conforme
    a sus propias necesidades emocionales óuno que
    represente mejor su propio ser fÌsico y carnal que
    tiene la idea y el poder de inventar un dios en primer
    lugar?
    Si el hombre insiste en exteriorizar su propio ser
    verdadero en la forma de ìDiosî, entonces øpor quÈ
    temer a su propio ser, al temer a ìdiosî ópor quÈ
    alabar su propio ser alabando a ìDiosî?ó øpor quÈ
    permanecer por fuera de Dios PARA PODER INMISCUIRSE
    EN RITUALES Y CEREMONIAS RELIGIOSAS EN SU NOMBRE?
    El hombre necesita del ritual y el dogma, pero
    °ninguna ley establece que sea necesario un dios
    exteriorizado para poder realizar rituales y
    ceremonias hechas en el nombre de un dios! øPodrÌa
    ser que, cuando el hombre cierre el vacÌo entre sÌ
    T
    51
    mismo y su ìDiosî, vea al demonio del orgullo
    intentando salir óla personificaciÛn misma de
    Lucifer apareciendo en medio? El hombre ya no
    puede verse a sÌ mismo como dos partes, la carnal y
    la espiritual, sino que las vea converger en una sola, y
    entonces descubrir· horrorizado que son una sola
    entidad carnal ó°Y QUE SIEMPRE FUE ASÕ! Entonces, o
    bien se odiar· a sÌ mismo hasta la muerte, dÌa tras dÌa
    óo se regocijar· de ser lo que es!
    Si se odia a sÌ mismo, buscar· caminos
    espirituales de ìiluminaciÛnî cada vez m·s nuevos y
    m·s complejos, con la esperanza de poder dividirse
    otra vez en su b˙squeda de ìdiosesî m·s fuertes y
    exteriorizados para que azoten su miserable c·scara
    corporal. Si se acepta a sÌ mismo, pero reconoce que
    el ritual y la ceremonia son elementos importantes
    que sus religiones inventadas han utilizado para
    sustentar su fe en una mentira, entonces que sea EL
    MISMO TIPO DE RITUAL el que sustentar· su fe en la
    verdad óel espect·culo primitivo que le har·
    consciente de la sustancia aÒadida a su propio ser
    majestuoso.
    Cuando se ha desvanecido toda fe religiosa en
    mentiras, se debe a que el hombre se ha acercado m·s
    a sÌ mismo y se ha alejado de ìDiosî; m·s cerca al
    ìDiabloî. Si esto es lo que el diablo representa, y un
    hombre vive su vida a la sombra del diablo, con todo
    el vigor de Sat·n moviendo su carne, entonces mejor
    que escape del cacareo y la criticonada de quienes se
    denominan ìjustosî, o bien permanezca
    orgullosamente en sus lugares secretos de la tierra y
    manipule a las masas atontadas a travÈs de su propio
    poder sat·nico, hasta el dÌa en que pueda
    manifestarse en todo su esplendor, proclamando
    ì°SOY UN SATANISTA, INCLINAOS, PORQUE SOY LA
    PERSONIFICACI”N MAS ALTA DE LA VIDA HUMANA!î
    52
    ALGUNAS EVIDENCIAS
    DE LA NUEVA
    EDAD SAT£NICA
    OS siete pecados capitales de la Iglesia Cristiana
    son: codicia, orgullo, envidia, ira, gula, lujuria y
    pereza. El Satanismo recomienda complacerse en
    cada uno de estos ìpecadosî, puesto que todos ellos
    conducen a la satisfacciÛn fÌsica, mental o emocional.
    Un Satanista sabe que no tiene nada de reprobable
    el ser codicioso, ya que ello no significa otra cosa que
    desear m·s de lo que ya tiene. La envidia representa
    considerar favorablemente lo que los otros poseen y
    aspirar a tener las mismas cosas por uno mismo. La
    envidia y la codicia son las fuerzas que motivan la
    ambiciÛn óy sin ambiciÛn, se lograrÌa bien poco
    verdaderamente importante.
    La gula es simplemente comer m·s de lo que
    necesitas para mantenerte vivo. Cuando has comido
    en exceso hasta el punto de la obesidad, otro pecado
    óe1 orgulloó te motivar· a recobrar un aspecto que
    renovar· el respeto hacia ti mismo.
    Todo aquel que compra una prenda de vestir con
    otro objeto que no sea el de cubrir su cuerpo y el de
    protegerse de los elementos naturales, se hace
    culpable de orgullo. Con frecuencia, los satanistas
    encuentran espÌritus ´progresistasª que sostienen que
    las etiquetas no son necesarias. A esos detractores de
    las etiquetas es preciso seÒalarles que una o varias de
    las prendas que ellos mismos llevan no son
    indispensables para mantenerlos abrigados. En esta
    Tierra no hay una sola persona que renuncie al
    L
    53
    omato. El Satanista seÒala que todo el omato que se
    advierta en la persona de esos espÌritus ´progresistasª
    viene a demostrar que tambiÈn ellos son culpables de
    orgullo. Por muy verbosos que esos cÌnicos sean en
    su descripciÛn intelectual de lo muy libres que son, lo
    cierto es que siguen luciendo los elementos del
    orgullo.
    El mostrarse reacio a levantarse por la maÒana es
    ser culpable de pereza, y si permaneces bastante
    tiempo en la cama, puedes encontrarte cometiendo un
    nuevo pecado ólujuria. Sentir la m·s leve agitaciÛn
    del deseo sexual es incurrir en el pecado de la lujuria.
    Para poder asegurar la propagaciÛn de la especie, la
    naturaleza ha hecho de la lujuria el segundo instinto
    m·s poderoso; siendo el primero el instinto de
    conservaciÛn. D·ndose cuenta de esto, la Iglesia
    Cristiana hizo de la fornicaciÛn el "Pecado Original".
    De esta manera, se aseguraron de que nadie escaparÌa
    del pecado, Tu propia existencia es consecuencia del
    pecado °el Pecado Original!
    El instinto m·s fuerte en todos los seres vivos es el
    instinto de conservaciÛn, lo cual nos lleva al ˙ltimo de
    los siete pecados mortales óla ira. øNo es nuestro
    instinto de conservaciÛn el que entra en juego cuando
    alguien nos perjudica, cuando nos encolerizamos lo
    suficiente para protegemos de ataques ulteriores? Un
    Satanista practica el lema: ì°Si un hombre te
    abofetea en la mejilla, rÛmpele la otra!î. Que ning˙n
    ultraje quede sin castigar, SÈ como un leÛn en el
    combate. °SÈ peligroso incluso en la derrota!
    Puesto que los instintos naturales les conducen al
    pecado, todos los hombres son pecadores; y todos los
    pecadores van al Infierno. Si todo el mundo va al
    Infierno, entonces no hay duda de que encontrar·s allÌ
    a todos tus amigos. El Cielo debe estar poblado de
    criaturas m·s bien extraÒas, habida cuenta de que
    todo su af·n en la vida era ir a un lugar en el que
    pudieran taÒer eternamente un arpa.
    54
    "Los tiempos han cambiado. Los jerarcas de la
    Iglesia ya no predican que todos nuestros actos
    naturales son pecaminosos. Ya no pensamos que el
    sexo es sucio óo que sentir orgullo de nosotros
    mismos es vergonzosoó o que desear lo de los dem·s
    es perverso". °Claro que no, los tiempos han
    cambiado! "Si deseas una prueba de ello, basta con
    que mires lo muy liberales que se han vuelto las
    Iglesias. Vamos, si est·n practicando todas las cosas
    que ustedes predican!".
    Los Satanistas oyen constantemente estas
    afirmaciones y otras por el estilo, y no tienen
    inconveniente en admitir que es asÌ. PERO, si el mundo
    ha cambiado tanto, øpor quÈ seguir aferr·ndose a los
    restos de una fe moribunda? Si tantas religiones han
    empezado a negar sus propias escrituras porque han
    quedado desfasadas, y si predican la filosofÌa del
    satanismo, øpor quÈ no llamarle a Èste por su legÌtimo
    nombre óes decir, Satanismo? Ciertamente, eso serÌa
    muchÌsimo menos hipÛcrita.
    En aÒos m·s recientes ha habido un intento de
    humanizar el concepto espiritual del Cristianismo.
    Esto se ha manifestado de las maneras menos
    espirituales posibles. Las misas que habÌan sido
    dichas en latÌn ahora son dichas en los idiomas
    comunes ólo cual lo ˙nico que logra es que todo el
    sin sentido sea mucho mas f·cil de entender, y al
    mismo tiempo priva a la ceremonia de la naturaleza
    esotÈrica que es consistente con los principios del
    dogma. Es mucho m·s f·cil obtener una reacciÛn
    emocional utilizando palabras y frases que no puedan
    ser entendidas, que con declaraciones que a˙n la
    mente m·s simple cuestionar· cuando las escuche en
    un lenguaje m·s comprensible.
    Si los sacerdotes y ministros hubiesen usado hace
    cien aÒos lo que utilizan hoy en dÌa en sus iglesias,
    hubieran sido acusados de herejÌa, llamados
    55
    demonios, la mayorÌa de las veces perseguidos, y sin
    duda hubieran sido excomulgados.
    Los religiosos se quejan: ìdebemos estar acorde
    con los tiempos, estar al tanto de las cosasî olvidando
    que, debido a los factores limitantes y las leyes
    profundamente enraizadas de las religiones, nunca
    podr·n cambiar lo suficiente para estar acorde con las
    necesidades del hombre.
    Las religiones del pasado siempre han
    representado la naturaleza espiritual del hombre, con
    muy poca o ninguna preocupaciÛn por sus
    necesidades carnales o mundanas. Han considerado
    que esta vida no es m·s que transitoria, que la carne
    no es m·s que una envoltura; que los placeres fÌsicos
    son triviales, y el dolor una preparaciÛn digna para el
    ìReino de Diosî. °QuÈ bien se les nota la hipocresÌa
    cuando los ìreligiososî hacen un cambio en su
    religiÛn para confrontar las necesidades del hombre!
    La ˙nica manera que el Cristianismo puede servir por
    completo a las necesidades del hombre es
    convirtiÈndose en lo que el Satanismo es AHORA.
    Se ha hecho necesario que aparezca una nueva
    religiÛn, basada en los instintos naturales del hombre.
    Y ya tiene un nombre. Se llama Satanismo. Es ese
    poder condenado el que ha causado la controversia
    religiosa sobre las medidas de control de la natalidad
    óuna admisiÛn a regaÒadientes de que la actividad
    sexual, por el sÛlo placer de tenerla, llegÛ para
    quedarse.
    Es el ìDiabloî el que ha causado que las mujeres
    comiencen a mostrar sus piernas, para excitar a los
    hombres óel mismo tipo de piernas a las que ahora
    es socialmente aceptable mirar, que son mostradas
    por jÛvenes monjas luciendo h·bitos m·s cortos. °QuÈ
    paso tan acertado en la direcciÛn correcta! øEs
    posible acaso que muy pronto veamos monjas topless
    contone·ndose sensualmente al ritmo de ìMisa
    Solemnis Rockî? Sat·n sonrÌe y dice que por Èl no
    56
    habrÌa ning˙n problema ómuchas monjas son niÒas
    muy lindas con bonitas piernas.
    Muchas iglesias con algunas de las
    congregaciones m·s numerosas tienen la m˙sica m·s
    rÌtmica y sensual ósat·nicamente inspirada. DespuÈs
    de todo, el Diablo siempre ha tenido las mejores
    tonadas.
    A pesar de toda la habladurÌa de la TÌa Marta
    sobre la 'Generosa Cosecha del SeÒor', los picnic
    dominicales, no son m·s que una buena excusa para
    la comilona dominical, y todos saben que tras los
    arbustos suceden cosas m·s interesantes que leer la
    Biblia.
    Los bazares para recolectar fondos para la iglesia
    son lo que antes se conocÌa como carnavales, nada
    m·s que una excusa empleada para celebrar los
    placeres de la carne; y que ahora sÛlo sirven para
    recoger fondos para la iglesia, y mientras el dinero
    siga entrando a la iglesia no hay problema, ya que asÌ
    °podr·n seguir predicando contra las tentaciones del
    Demonio! Cabe anotar que estas cosas solo son
    ceremonias y elementos paganos óque los cristianos
    tomaron prestadas. Cierto, pero los paganos se
    deleitaban en los placeres de la carne, y fueron
    condenados por la misma gente que ahora celebran
    sus rituales, solo que ahora los llaman por nombres
    diferentes.
    Los sacerdotes y ministros siempre van en la
    primera fila en las manifestaciones en pro de la paz, y
    se tienden en las vÌas fÈrreas para detener a los trenes
    que llevan materiales de guerra al frente, con igual
    dedicaciÛn que sus hermanos de h·bito, de los
    mismos seminarios, que bendicen las balas, bombas y
    soldados, actuando como capellanes de las fuerzas
    armadas. Alguien, en alg˙n lado, debe estar
    equivocado. øPodrÌa ser que Sat·n sea el ˙nico
    calificado para actuar como acusador
    57
    Cuando un cachorro alcanza la madurez se
    convierte en perro; cuando el hielo se derrite se le
    llama agua; cuando han transcurrido doce meses,
    tenemos un nuevo calendario con el nombre
    cronolÛgico apropiado; cuando la ìmagiaî se
    convierte en hecho cientÌfico nos referimos a ella
    como medicina, astronomÌa, etc..., cuando un nombre
    ya no es apropiado para una cosa dada, lo m·s lÛgico
    es cambiarlo por uno nuevo que se ajuste mejor para
    tal propÛsito. øPor quÈ, pues, no hacemos lo mismo
    con la religiÛn? øPor quÈ seguir llamando a una
    religiÛn con el mismo nombre cuando los principios
    de Èsa religiÛn ya no se ajustan al original? O, si la
    religiÛn predica lo mismo que siempre ha predicado,
    pero sus seguidores no practican casi ninguna de sus
    enseÒanzas, øpor quÈ siguen llam·ndose a sÌ mismos
    por el nombre dado a los seguidores de esa religiÛn?
    Si no crees en lo que enseÒa tu religiÛn, øpor quÈ
    continuar apoyando una creencia que es
    contradictoria con lo que sientes? Nunca votarÌas por
    una persona o una ideologÌa en la cual no crees, asÌ
    que por quÈ dar tu voto eclesi·stico por una religiÛn
    que ya no es consistente con tus convicciones? No
    tienes derecho alguno para quejarte de una situaciÛn
    polÌtica por la cual has votado o a la que has apoyado
    de alguna manera ólo cual incluye sentarse y asentir
    complacientemente con los vecinos que aprueban esa
    situaciÛn, simplemente porque eres muy perezoso o
    muy cobarde para dar tu opiniÛn. Lo mismo ocurre
    con los temas religiosos. A˙n si no puedes ser
    agresivamente honesto sobre tus opiniones debido a
    las consecuencias desfavorables de tus jefes, tus
    lÌderes de comunidad, etc. Puedes, al menos, ser
    honesto contigo mismo. En la privacidad de tu propio
    hogar, y con tus amigos m·s cercanos debes apoyar
    la religiÛn que abrigue tus mejores intereses.
    ìEl Satanismo est· basado en una filosofÌa muy
    razonableî, dice el emancipado. ìPero øpor quÈ
    58
    llamarlo Satanismo? øPor quÈ no llamarlo algo como
    'Humanismo', o un nombre que no tenga
    connotaciones de un grupo de brujerÌa, algo un poco
    m·s esotÈrico óalgo menos evidente?î Hay m·s de
    una razÛn para esto. El humanismo no es una
    religiÛn. Simplemente es una forma de vida sin
    ceremonia o dogma. El Satanismo tiene ceremonia y
    dogma. El dogma, como se explicar· despuÈs, es
    necesario.
    El Satanismo se diferencia enormemente de las
    dem·s religiones blancas, ìmagia blancaî o grupos
    m·gicos en el mundo de hoy. Estas religiones
    santurronas y desdeÒosas claman que sus miembros
    utilizan los poderes de la magia sÛlo para fines
    altruistas. Los Satanistas miran con desdÈn a los
    grupos de magia ìblancaî porque sienten que el
    altruismo es atentar contar la vida. El no tener un
    deseo de obtener las cosas por ti mismo es algo
    antinatural. El Satanismo representa una forma de
    egoÌsmo controlado. Esto no significa que no debas de
    hacer cosas por alguien m·s. Si haces algo para hacer
    feliz a alguien por quien te preocupas, su felicidad te
    dar· una sensaciÛn de gratificaciÛn.
    El Satanismo defiende la pr·ctica de una forma
    modificada de la Regla de Oro. Nuestra
    interpretaciÛn de esta regla es: ìtrata a los dem·s
    como los dem·s te tratenî; porque si tu ìhaces a los
    dem·s lo que te gustarÌa que te hicieranî, y ellos, a su
    vez, te tratan mal, va contra la naturaleza humana
    seguir trat·ndolos con consideraciÛn. DeberÌas tratar
    a los dem·s como te gustarÌa que te tratasen, pero si
    tu cortesÌa no es correspondida, deberÌan ser tratados
    con la furia que se merecen.
    Los grupos de brujerÌa blanca dicen que si
    maldices a alguien, ese mal se te devuelve el triple, o
    de manera parecida a la del boomerang, regresa a
    quien lo enviÛ. Esto es un indicio m·s de la filosofÌa
    culpabilizante que tienen estos grupos neopaganos y
    59
    pseudocristianos. Los magos blancos quieren hurgar
    en la brujerÌa, pero no pueden divorciarse a sÌ mismos
    del estigma apegado a esto. Por lo tanto, se llaman a
    sÌ mismos magos blancos, y basan el 75% de su
    filosofÌa en los principios trillados y desgastados del
    Cristianismo. Cualquiera que pretenda estar
    interesado en la magia o en lo oculto por otras
    razones que no sea obtener m·s poder personal, es la
    peor clase de hipÛcrita. El Satanista respeta al
    Cristianismo por, al menos, ser consistente con su
    filosofÌa culpabilizante, pero sÛlo puede sentir
    desprecio por las personas que intentan aparecer
    emancipadas de la culpa uniÈndose a un grupo de
    brujerÌa, y seguir practicando la misma filosofÌa
    b·sica del Cristianismo.
    Supuestamente, la magia blanca solo es utilizada
    con propÛsitos buenos o no egoÌstas, y la magia
    negra, se nos dice, es utilizada sÛlo por motivos
    egoÌstas o ìmalos.î El Satanismo no traza tal lÌnea
    divisoria. La magia es magia, no importa si es
    utilizada para ayudar u obstaculizar. El Satanista,
    siendo el mago, deberÌa tener la capacidad de decidir
    lo que es m·s justo, y luego aplicar los poderes de la
    magia para alcanzar sus metas.
    Durante las ceremonias de magia blanca, los
    practicantes permanecen en el interior de un
    pentagrama para protegerse a sÌ mismos de las
    fuerzas "malvadasî a las que invocan para pedir
    ayuda. Para el Satanista, es un tanto hipÛcrita el
    invocar a estas fuerzas para pedir ayuda, mientras
    que al mismo tiempo te proteges de los poderes a los
    que has recurrido. El Satanista se da cuenta que solo
    al aliarse con estas fuerzas puede utilizar del todo los
    Poderes de las Tinieblas para su mejor provecho.
    En una ceremonia de magia Sat·nica, los
    participantes no se toman de las manos y bailan en
    cÌrculo; queman velas de varios colores para varios
    deseos; invocan los nombres del ìPadre Hijo y
    60
    EspÌritu Santoî a la vez que, supuestamente,
    practican las Artes Negras; escogen un ìsantoî como
    guÌa personal para que los ayude en sus problemas;
    se empapan de ung¸entos olorosos y esperan que el
    dinero les llueva; meditan para que poder llegar a un
    ìgran despertar espiritualî; recitan largas letanÌas
    mencionando de vez en cuando el nombre de Jes˙s,
    etc, etc, etc, ad nauseam!
    PORQUE! ó…sta NO es la manera en que se practica
    la magia Sat·nica. Si no puedes separarte del
    autoengaÒo hipÛcrita, nunca tendr·s Èxito como
    mago, mucho menos como Satanista.
    La religiÛn Sat·nica no sÛlo ha levantado la
    moneda óle ha dado la vuelta por completo. Por lo
    tanto, øpor quÈ deberÌa apoyar los mismos principios
    a los cuales se opone por completo, llam·ndosele con
    un nombre que no fuese uno que se sea acorde con las
    doctrinas revertidas que integran la filosofÌa
    Sat·nica? El Satanismo no es una religiÛn de luz
    blanca; °es una religiÛn de la carne, lo mundano, lo
    carnal! ótodo lo cual est· regido por Sat·n, la
    personificaciÛn de la VÌa de la Mano Izquierda7
    .
    Inevitablemente, la siguiente pregunta que se har·
    es: ìEst· bien, no puedes llamarlo Humanismo
    porque el Humanismo no es una religiÛn; øpero por
    quÈ tener una religiÛn primero que todo, si todo lo que
    hacen es lo m·s natural del mundo? øPor quÈ no
    hacerlo y ya?î.
    El hombre moderno ha avanzado mucho; se ha
    desencantado con los dogmas sin sentido de las
    religiones del pasado. Estamos viviendo en una era de
    conocimiento. La psiquiatrÌa ha avanzado a grandes
    pasos para ilustrar al hombre sobre su verdadera
    personalidad. Estamos viviendo en una era de
    conciencia intelectual como ninguna que el mundo
    haya visto.

    7 Ver ApÈndice I.
    61
    Esto est· bien, y tanto mejor óPERO hay una
    pequeÒa falla en Èste nuevo estado de conciencia. Una
    cosa es aceptar algo intelectualmente, pero aceptar la
    misma cosa emocionalmente es algo completamente
    distinto. La ˙nica necesidad que la psiquiatrÌa no
    puede llenar es la necesidad inherente del hombre de
    crear emociones a travÈs del dogma. El hombre
    necesita de la ceremonia y del ritual, de la fantasÌa y
    del encantamiento. La psiquiatrÌa, a pesar de todo lo
    bueno que ha hecho, ha privado al hombre de la
    fantasÌa y el asombro que en el pasado le daba la
    religiÛn.
    El Satanismo, d·ndose cuenta de las necesidades
    actuales del hombre, llena el enorme vacÌo gris que
    existe entre la religiÛn y la psiquiatrÌa. La filosofÌa
    Sat·nica combina los fundamentos de la psicologÌa y
    la creaciÛn honesta de emociones, o dogma. Le da al
    hombre la fantasÌa de la que tanto necesita. No hay
    nada malo con el dogma, con tal que no estÈ basado
    en ideas y acciones que vayan completamente en
    contra de la naturaleza humana.
    La forma m·s r·pida de viajar entre dos puntos es
    en lÌnea recta. Si todas las culpas que se han
    construido pudieran convertirse en ventajas, ello
    elimina la necesidad de purgar intelectualmente a la
    psique en un intento de limpiarla de esas represiones.
    El Satanismo es la ˙nica religiÛn conocida por el
    hombre que acepta al hombre tal como es, y
    promueve la idea de convertir algo malo en algo
    bueno, en lugar de hacer el mayor esfuerzo posible
    para eliminar lo malo.
    Por lo tanto, despuÈs de evaluar intelectualmente
    los problemas a travÈs del sentido com˙n y partiendo
    de lo que nos ha enseÒado la psiquiatrÌa, si a˙n no
    puedes librarte emocionalmente de la culpa
    injustificada, y pones tus teorÌas en acciÛn,
    aprenderÌas a hacer que tu culpa trabaje en tu propio
    beneficio. DeberÌas actuar seg˙n tus instintos
    62
    naturales, y entonces, si no puedes actuar sin sentirte
    culpable, goza de tu culpa. Esto puede sonar como
    una contradicciÛn de tÈrminos, pero si lo analizas con
    cuidado, la culpa puede aÒadir muchas veces un
    estÌmulo a los sentidos. Los adultos harÌan bien en
    aprender una lecciÛn de los niÒos. Muchas veces, los
    niÒos disfrutan haciendo lo que saben que se supone
    no deberÌan estar haciendo.
    SÌ, los tiempos han cambiado, pero el hombre no.
    Las bases del Satanismo siempre han existido. Lo
    ˙nico que es nuevo es la organizaciÛn formal de una
    religiÛn basada en las necesidades universales del
    hombre. Durante siglos, se han dedicado magnificas
    estructuras de piedra, concreto, m·rmol y acero a la
    abstinencia del hombre. Ya es hora que los seres
    humanos dejen de luchar entre sÌ, y dediquen su
    tiempo a construir templos diseÒados para las
    indulgencias del hombre.
    Aunque los tiempos han cambiado, y siempre lo
    har·n, el hombre sigue siendo b·sicamente el mismo.
    Por dos mil aÒos el hombre ha hecho penitencia por
    algo de lo que, en primer lugar, nunca tuvo que
    haberse sentido culpable. Estamos cansados de
    negarnos a nosotros mismos los placeres de la vida
    que nos merecemos. Hoy, como siempre, el hombre
    necesita pasarla bien aquÌ y ahora, en lugar de
    esperar su recompensa en el cielo. AsÌ que, øpor quÈ
    no tener una religiÛn basada en la indulgencia?
    Ciertamente es consistente con la naturaleza de la
    bestia. Ya no somos enclenques suplicantes
    temblando ante un Dios inmisericorde al que no le
    importa si vivimos o morimos. Somos personas
    orgullosas con respeto por nosotros mismos ósomos
    Satanistas!

    EL INFIERNO, EL DIABLO
    Y C”MO
    VENDER TU ALMA
    AT£N ha sido, con toda seguridad, el mejor
    amigo que la Iglesia jam·s haya tenido, ya que Èl
    la ha mantenido en el negocio todos estos aÒos. La
    falsa doctrina del Infierno y del Diablo ha permitido a
    las Iglesias protestantes y catÛlicas prosperar durante
    demasiado tiempo. Sin un diablo al cual acusar, los
    religiosos de la VÌa de la Mano Derecha8
    , no tendrÌan
    con quÈ amenazar y amedrentar a sus seguidores. A
    guisa de advertencia, dicen. ìSat·n te guÌa a la
    tentaciÛnî; ìSat·n es el prÌncipe del malî; ìSat·n es
    maligno, cruel, brutalî. ìSi cedes a las tentaciones del
    diablo, seguramente sufrir·s condenaciÛn eterna y te
    asar·s en el Infiernoî.
    El significado sem·ntico de Sat·n es el de
    ìadversarioî u ìoposiciÛnî o el de ìacusadorî. La
    misma palabra ìdiabloî viene del hind˙ devi que
    significa ìdiosî. Sat·n representa oposiciÛn a todo las
    religiones que sirven para frustrar y condenar al
    hombre por sus instintos naturales. Le ha sido dado el
    papel de malo simplemente porque representa los
    aspectos carnales, terrenales, y mundanos de vida.
    Sat·n, demonio por excelencia del Mundo
    Occidental, era originalmente un ·ngel cuyo deber era
    informar a Dios de los delitos e iniquidades humanas.
    No fue hasta el siglo XIV que empezÛ a ser
    representado como una deidad maligna que era parte

    8 Ver ApÈndice I
    S
    64
    hombre y parte animal, con cuernos y pezuÒas de
    cabra. Antes que el Cristianismo le diera los nombres
    de Sat·n, Lucifer, etc., la parte carnal de la
    naturaleza humana era regida por el dios entonces
    conocido como Dionisios, o Pan, representado por los
    griegos como un s·tiro o fauno. En sus orÌgenes, Pan
    era el ìbuenoî y simbolizaba la fertilidad y
    fecundidad.
    Siempre que una naciÛn asume una nueva forma
    de gobierno, los hÈroes del pasado se convierten en
    los villanos del presente. Lo mismo sucede con la
    religiÛn. Los primeros Cristianos creÌan que las
    deidades Paganas eran demonios, y acudir a ellos era
    utilizar ìmagia negraî. A los milagrosos eventos
    celestiales los llamaban ìmagia blancaî; Èsta era la
    ˙nica diferencia entre los dos. Los viejos dioses no
    murieron; cayeron al Infierno y se convirtieron en
    demonios. El coco9
    , los duendes, o espÌritus
    ìsalvajesî empleados para asustar a los niÒos se
    derivan de varias creencias eslavas sobre espÌritus
    que habitaban en pantanos. La raÌz eslava ìBogî
    significa ìDiosî lo mismo que la palabra hind˙
    Bhaga, que significa ìdiosî.
    Muchos placeres reverenciados antes del
    advenimiento del Cristianismo fueron condenados por
    la nueva religiÛn. °Se necesitÛ muy poco para
    transformar los cuernos y pezuÒas de Pan en un
    demonio m·s convincente! Los atributos de Pan
    pudieron transformarse f·cilmente en los pecados
    con-castigo-incluido, y asÌ quedaba complta la
    metamorfosis.
    La asociaciÛn de la cabra con el Diablo se halla en
    la Biblia Cristiana. El dÌa m·s sagrado del aÒo, el DÌa
    de la ExpiaciÛn, era celebrado cargando de pecados a
    dos cabras ìsin m·culaî, una como ofrenda al SeÒor,

    9
    En inglÈs, el ìcocoî se conoce como 'the bogey man' o simplemente
    'bogey', de allÌ la explicaciÛn que da el autor. (N. del T.)
    65
    y una a Azazel. La cabra que llevaba los pecados del
    pueblo era arrojada al desierto y se convertÌa en
    ìchivo expiatorioî. …ste es el origen de la cabra que
    a˙n hoy en dÌa se usa en ceremonias de logias, tal
    como solÌa hacerse en Egipto, donde anualmente se la
    sacrificaba a un Dios.
    Los demonios de la humanidad son muchos, y sus
    orÌgenes muy diversos. La celebraciÛn del ritual
    Sat·nico no adopta la invocaciÛn de demonios; esta
    pr·ctica sÛlo es seguida por aquellos que temen las
    fuerzas que ellos mismos conjuran.
    Supuestamente, los demonios son espÌritus
    malÈvolos cuyos atributos conducen a la degradaciÛn
    de las personas o eventos con los que tienen contacto.
    La palabra griega demon denominaba a un espÌritu
    guardi·n o fuente de inspiraciÛn; para asegurarse, los
    teÛlogos inventarÌan posteriormente legiÛn tras legiÛn
    de Èstos heraldos de ómalvadaó inspiraciÛn.
    Un indicio de la cobardÌa de los ìmagosî de la VÌa
    de la Mano Derecha es la pr·ctica de invocar un
    demonio en particular (el cual, supuestamente, serÌa
    un sirviente del diablo) para hacer lo que el mago le
    ordenase. El supuesto es que el demonio, no siendo
    m·s que un lacayo del diablo, es m·s f·cil de
    controlar. La tradiciÛn Ocultista postula que sÛlo un
    hechiceros formidablemente "protegidos" o bien
    dementemente temerario, intentarÌa invocar al Diablo
    en persona.
    El Satanista no llama furtivamente a Èstos diablos
    ìmenoresî, sino que invoca abiertamente aquellos que
    conforman Èse ejÈrcito infernal de duradero ultraje ó
    °los Diablos en persona!
    Como podrÌa esperarse, los teÛlogos han
    catalogado algunos de los nombres de diablos en sus
    listas de demonios, pero el registro que sigue a
    continuaciÛn contiene los nombres usados m·s
    eficazmente en el ritual sat·nico. Estos son los
    nombres y orÌgenes de los Dioses y Diosas invocados,
    66
    que conforman gran parte de los moradores del
    Palacio Real del Infierno.
    LOS CUATRO PRÕNCIPES DE LA
    CORONA DEL INFIERNO
    SAT£Nó(Hebreo) adversario, opositor, acusador,
    SeÒor del Fuego, el infierno, el sur
    LUCIFERó(Romano) portador de luz, iluminaciÛn, el
    aire, estrella matutina, el este
    BELIALó(Hebreo) sin amo, sustento de la tierra,
    independencia, el norte
    LEVIAT£Nó(Hebreo) la serpiente que emerge de las
    profunidades, el mar, el oeste
    LOS NOMBRES INFERNALES
    AbadÛnó(Hebreo) el destructor
    Adramelecódiablo de Samaria
    Ahpuchódiablo Maya
    Arim·nódiablo Mazdeo
    AmÛnódios egipcio con cabeza de sÌmbolo de la
    vida y la reproducciÛn
    ApoliÛnósinÛnimo Griego para Sat·n, el
    archienemigo
    Asmodeoódiablo Hebreo de la sensualidad y la
    lujuria, llamado originalmente "criatura del
    juicio".
    Astarotódiosa fenicia de la lascivia, equivalente a la
    babilÛnica Ishtar
    Azazeló(Hebreo) Le enseÒÛ al hombre a fabricar
    armas de guerra, introdujo los cosmÈticos.
    67
    BaalberithóDios Cananita de la alianza, convertido
    despuÈs en diablo
    Balaamódiablo Hebreo de la avaricia y la codicia
    Bafomet (Baphomet)óadorado por los Templarios
    como un sÌmbolo de Sat·n
    BastóDiosa Egipcia del placer, representada por el
    gato
    Belceb˙ (Beelzebub)ó(Hebreo) SeÒor de las
    Moscas, simbolizado por el escarabajo
    BehemotópersonificaciÛn Hebrea de Sat·n en la
    forma de un elefante
    Beheritónombre Sirio para Sat·n
    Bile`ódios Celta del Infierno
    Chemoshódios nacional de los Moabitas, fue
    transformado en diablo.
    Cimeriesócabalga un caballo negro y gobierna
    £frica
    Coyoteódiablo de los Indios de NorteamÈrica
    DagÛnódiablo vengador del mar; filisteo
    Damballaódios serpiente vud˙
    Demogorgonónombre Griego para el diablo, se dice
    que no deberÌa ser conocido para los humanos.
    Diabolusó(Griego) "el que fluye hacia abajo"
    Dr·culaóPalabra Rumana para "diablo"
    Emma-Oódios JaponÈs del Infierno
    Eurinomio (Euronymous)óprÌncipe Griego de la
    muerte.
    Fenrizóhijo de Loki, representado como un lobo
    Gorgoódiminutivo de Demogorgon, nombre Griego
    para el diablo
    HaborymósinÛnimo Hebreo para Sat·n
    HÈcateódiosa Griega del submundo y la brujerÌa
    Ishtaródiosa Babilonia de la fertilidad
    Kalió(Hind˙) hija de Shiva, suma sacerdotisa de los
    thugs
    Lilit (Liluth)ódiabla Hebrea, la primera esposa de
    Ad·n, quien le enseÒÛ
    68
    Lokiódiablo teutÛnico
    MammÛnódios Arameo de la riqueza y la
    prosperidad
    Maniaódiosa Etrusca del Infierno
    Mantusódios Etrusco del Infierno
    Mardukódios de la ciudad de Babilonia
    MastemaósinÛnimo Hebreo para Sat·n
    Melek Tausódiablo Yezidi
    MefistÛfelesó(Griego) "el que esconde la luz",
    conocido por el "Fausto" de Goethe, Marlow y
    Mann
    MetztlióDiosa Azteca de la noche
    Mictianódios Azteca de la muerte
    Midgardóhijo de Loki, representado como una
    serpiente
    Milcomódiablo Amonita
    Molocódiablo Fenicio y Cananita
    Mormoó(Griego) Rey de los espÌritus antropÛfagos,
    consorte de HÈcate
    Naam· (Naamah) ódemonio femenino Hebreo de la
    seducciÛn
    Nergalódios babilÛnico del Hades
    Nihasaódiablo de los Indios de NorteamÈrica
    Nijaódios polaco del submundo
    O-Yamaónombre JaponÈs para Sat·n
    Panódios Griego del deseo
    PlutÛnódios Griego del inframundo
    Proserpinaóreina Griega del inframundo
    Pwccaónombre galÈs para Sat·n
    RimÛnódiablo Sirio adorado en Damasco
    Sabaziosóde origen Frigio, identificado con
    Dionisio, culto de la serpiente
    Saitanóequivalente enoquiano de Sat·n
    Samaeló(Hebreo) "el veneno de Dios"
    Samnuódiablo del Asia Central
    Seditódiablo de los Indios de NorteamÈrica
    Sekhmetódiosa egipcia de la venganza
    69
    Setódiablo Egipcio
    Shaitanónombre Ar·bigo para Sat·n
    Shivaó(Hind˙) el destructor
    Supayódios Inca del inframundo
    T'an-moócontraparte China del diablo, deseo
    desenfrenado
    Tchortónombre ruso para Sat·n, "el dios negro"
    Tezcatlipocaódios Azteca del Infierno
    Tammuzódios Sumerio que fue luego demonizado
    Tothódios Egipcio de la magia
    Tunridaódiabla Escandinava
    TifÛn (Typhon)ópersonificaciÛn Griega de Sat·n
    Yaotzinódios Azteca del Infierno
    Yen-to-wangódios Chino del Infierno
    Los diablos de las religiones antiguas siempre han
    tenido, al menos en parte, caracterÌsticas animales,
    evidencia de la necesidad constante que tiene el
    hombre de negar que Èl tambiÈn es un animal, porque
    el reconocerlo serÌa como asestarle un poderoso golpe
    a su ego empobrecido.
    El cerdo fue despreciado por los JudÌos y por los
    Egipcios. Simbolizaba a los dioses Osiris, Freya,
    Adonis, PersÈfone, Atis y DÈmeter, y era sacrificado
    a Osiris y a la Luna. Pero con el tiempo, fue
    degradado hasta convertirse en un diablo. Los
    Fenicios adoraban un dios mosca, Baal, del cual se
    deriva el demonio Belceb˙. Tanto Baal como Belceb˙
    se identificaban con el escarabajo de los Egipcios,
    que parecÌa revivir por sÌ mismo, de la misma manera
    que el ave mÌtica, el fÈnix, se levantaba de sus
    propias cenizas. Debido a su contacto con los Persas,
    los antiguos JudÌos creÌan que las dos grandes fuerzas
    en el mundo eran Ahura-Mazda, el dios del fuego, la
    luz, la vida y la bondad; y Arim·n, la serpiente, el
    dios de la oscuridad, la destrucciÛn, la muerte y el
    mal. …stos ejemplos, al igual que muchos otros, no
    sÛlo representan a los diablos del hombre como
    70
    animales, sino que tambiÈn muestran su necesidad de
    sacrificar sus dioses-animales originales, y
    equipararlos a sus diablos.
    Durante la Època de la Reforma, en el s. XIV, un
    alquimista, el Dr. Johann Faustus descubriÛ un
    mÈtodo para invocar un demonio óMefistÛfelesó
    del Infierno y hacer un pacto con Èl. FirmÛ un
    contrato con sangre para dar su alma a MefistÛfeles a
    cambio de la sensaciÛn de juventud, y volviose joven
    de una vez. Cuando llegÛ para Fausto la hora de su
    muerte, Èste se retirÛ a sus aposentos, y volÛ en
    pedazos junto a su laboratorio. …sta historia es una
    protesta de la Època (s. XVI) contra la ciencia, la
    quÌmica y la magia.
    No es necesario vender tu alma al Diablo o hacer
    un pacto con Sat·n para convertirte en Satanista.
    …sta treta fue urdida por el Cristianismo para
    aterrorizar a la gente, de modo que no escaparan del
    redil. Con dedos acusadores y manos temblorosas, le
    enseÒaban a sus seguidores que si cedÌan a las
    tentaciones de Sat·n, y vivÌan su vida seg˙n sus
    preferencias naturales, tendrÌan que pagar por sus
    placeres pecaminosos entregando sus almas a Sat·n y
    sufriendo por toda la eternidad en el Infierno. Se les
    indujo a creer que el pasaporte a la vida eterna era un
    alma pura.
    PÌos profetas le han enseÒado al hombre a temerle
    a Sat·n. øPero quÈ hay de tÈrminos como ìtemeroso
    de Diosî? Si Dios es tan misericordioso, øpor quÈ la
    gente ha de temerle? øHemos de creer que no hay a
    dÛnde escapar de dicho temor? Si has de temerle a
    Dios, øpor quÈ no ser ìtemerosos de Sat·nî y tener la
    diversiÛn que te niega el ser ìtemeroso de Diosî? Sin
    ese temor, los religiosos no habrÌan tenido con quÈ
    esgrimir poder sobre sus seguidores.
    La Diosa Teutona de los muertos e hija de Loki se
    llamaba Hel, diosa pagana de castigo y tortura.
    Cuando se transcribieron los libros del Antiguo
    71
    Testamento, le serÌa aÒadida una "L"10. Los profetas
    que escribieron la Biblia no conocÌan la palabra
    ìHellî; utilizaban el vocablo Hebreo Sheol y el
    vocablo griego Hades, que significaba ësepulcroí, asÌ
    como el griego Tartaros que era la morada de los
    ·ngeles caÌdos, el inframundo (bajo la tierra), y
    Gehenna, el cual era un valle cercano a JerusalÈn
    donde reinaba Moloc, y que a la vez era donde se
    tiraba y quemaba la basura de la ciudad. Fue de allÌ
    de donde la Iglesia Cristiana desarrollÛ la idea del
    ìfuego y azufreî del Infierno.
    El Infierno Protestante y el Infierno CatÛlico son
    lugares de castigo eterno; sin embargo, los CatÛlicos
    tambiÈn creen que existe un ìPurgatorioî donde todas
    las almas van durante un tiempo, y un ìLimboî donde
    van las almas sin bautizar. El Infierno Budista est·
    dividido en ocho secciones, de los cuales son
    expiables las primeras siete. La descripciÛn
    eclesi·stica del Infierno es la de un lugar horrible de
    fuego y tormento; en el Infierno de Dante, y en los
    climas nÛrdicos, se creÌa que era una regiÛn frÌa y
    helada, como un refrigerador gigante.
    (A˙n con todas sus amenazas de condenaciÛn
    eterna y almas rostizadas, los misioneros Cristianos
    se han topado con algunos que no eran tan r·pidos
    para tragarse sus boberÌas. Al igual que la belleza, el
    dolor y el placer est·n en el ojo de quien observa. AsÌ
    pues, cuando los misioneros se aventuraron a Alaska
    y advirtieron a los Esquimales de los horrores del
    Infierno y del lago de fuego que esperaba a todos los
    transgresores, preguntaron ansiosamente: ìøY cÛmo
    llegamos all·?î!)
    La mayorÌa de Satanistas no aceptan a Sat·n
    como un ser antropomorfo con pezuÒas hendidas,
    cuernos y cola terminada en punta. Simplemente
    representa una fuerza de la naturaleza: los poderes de
    10 En inglÈs, "Hell", significa "Infierno" óN. del T.)
    72
    la oscuridad, que se les llama asÌ porque ninguna
    religiÛn ha sacado esos poderes de la oscuridad. Ni la
    ciencia ha sido capaz de dar un tÈrmino tÈcnico a esta
    fuerza11. Es una reserva sin explotar, que muy pocas
    personas pueden utilizar, ya que carecen de la
    capacidad para utilizar una herramienta sin analizar e
    identificar previamente todos los mecanismos que la
    hacen funcionar. Es esta necesidad constante de
    analizar, lo que impide que la mayorÌa de la gente
    logre beneficiarse de esa polifacÈtica llave a lo
    desconocido óa la cual el Satanista prefiere llamar
    ìSat·nî.
    Sat·n, como un dios, semidiÛs, salvador personal,
    o como quieras llamarle, fue inventado por los
    formuladores de toda religiÛn sobre la faz de la Tierra
    con un ˙nico propÛsito ócontrolar las actividades y
    situaciones supuestamente reprobables del hombre
    aquÌ en la Tierra. En consecuencia, cualquier cosa
    que llevara a la gratificaciÛn fÌsica o mental fue
    definido como ìmalaî, asegurando asÌ toda una vida
    de culpa injustificada para todos!
    De modo que, si nos han llamado ìmalosî, malos
    somos ó°y quÈ! °La Edad Sat·nica est· sobre
    nosotros! øPor quÈ no aprovecharse de ello, y
    VIVIR12?

    11 En aÒos recientes, ciertos expositores del Satanismo identifican esta
    descripciÛn de Sat·n con las caracterÌsticas de la Segunda Ley de
    Termodin·mica, o entropÌa. 12 Intraducible juego de palabras; el vocablo inglÈs evil significa
    ìmaldadî, y live óque es igual a evil, escrito al revÈsó significa ìvivirî.
    73
    AMOR Y ODIO
    L Satanismo representa amabilidad con aquellos
    que se la merecen en lugar de amor desperdiciado
    en ingratos.
    No puedes amar a todo el mundo; es ridÌculo
    pensar que puedes. Si amas a todo y a todos perder·s
    tus poderes naturales de selecciÛn y acabar·s siendo
    un pÈsimo juez de car·cter y de calidad. Si algo es
    usado con demasiada libertad pierde su verdadera
    importancia. Por lo tanto, el Satanista cree que debes
    amar fuertemente y por completo a quienes merecen
    tu cariÒo, pero °nunca des la otra mejilla a tu
    enemigo!
    El amor es una de las emociones m·s intensas
    sentidas por el hombre; otra es el odio. Oblig·ndote a
    sentir amor indiscriminado es algo poco natural. Si
    tratas de amar a todo el mundo, lo ˙nico que
    consigues es disminuir tus sentimientos hacia quienes
    merecen tu amor. El odio reprimido puede causar
    muchas enfermedades fÌsicos y emocionales. Al
    aprender cÛmo descargar tu odio y dirigirlo a quienes
    se lo merecen, te limpias a ti mismo de todas Èsas
    emociones malignas y no necesitar·s descargar tu
    odio reprimido sobre tus seres queridos.
    Nunca ha existido un gran movimiento de "amor"
    en la historia de la humanidad que no haya terminado
    asesinando un incontable n˙mero de personas ó
    °debemos suponer que era para demostrar cu·nto las
    amaban! °Todo hipÛcrita que ha caminado sobre la
    faz de la Tierra ha tenido sus bolsillos rebosantes de
    amor!
    Todo religioso farisaico asegura amar a sus
    enemigos; a˙n cuando es atacado se consuela a sÌ
    E
    74
    mismo pensando ìDios los castigar·î. En lugar de
    admitir que son capaces de odiar a sus enemigos y
    tratarlos de la forma que se merecen, dicen: ìBueno,
    pero por la gracia de Dios, voy a rezar por ellosî.
    øPor que habrÌamos de humillarnos y rebajarnos a
    nosotros mismos al sacar una comparaciÛn tan
    incorrecta?
    Se ha pensado que el Satanismo es sinÛnimo de
    crueldad y brutalidad. Esto se debe ˙nicamente a que
    la gente tiene miedo de enfrentar la verdad óy la
    verdad es que el ser humano no es tan benigno ni
    amoroso. SÛlo porque el Satanista admite que el ser
    humano es capaz tanto de amar como lo es de odiar,
    es considerado odioso. Al contrario, como es capaz de
    dar rienda suelta a su odio a travÈs de una expresiÛn
    ritualizada, es mucho m·s capaz de amar ócon el
    m·s profundo amor. Al reconocer y admitir
    honestamente tanto el amor como el odio que siente,
    no confundir· una emociÛn con la otra. Si no eres
    capaz de experimentar una de Èstas dos emociones,
    no podr·s experimentar la otra completamente.
    75
    SEXUALIDAD SAT£NICA
    A habido mucha controversia sobre los puntos
    de vista Sat·nicos sobre "el amor libre". A
    menudo se supone que la actividad sexual es el factor
    m·s importante de la religiÛn Sat·nica, y que la
    disponibilidad de participar en orgÌas sexuales es un
    prerrequisito para convertirse en Satanista. °Nada
    podrÌa estar m·s lejos de la verdad! De hecho, a
    aquellos oportunistas que no tienen mayor interÈs en
    el Satanismo que el de sus aspectos sexuales, se les
    recomienda enf·ticamente que no acudan a Èl.
    El Satanismo sÌ preconiza la libertad sexual, pero
    ˙nicamente en el verdadero sentido de la palabra. En
    el concepto Sat·nico, el amor libre significa
    exactamente eso ólibertad de ser fiel a una persona o
    de satisfacer tus deseos sexuales con tantas personas
    como creas necesario para satisfacer tus necesidades
    particulares.
    El Satanismo no alienta la actividad orgi·stica o el
    adulterio cuando se trata de gente que no podrÌa hacer
    eso de manera natural. Para muchas personas, serÌa
    poco natural y perjudicial ser infiel a quien han
    escogido como pareja. Para otras, serÌa frustrante
    estar sometida sexualmente a una sola. Cada uno
    debe decidir por sÌ mismo quÈ forma de actividad
    sexual se adapta mejor a su personalidad. El forzarte
    a ti mismo a ser ad˙ltero, o a tener pareja sexual
    cuando no est·s casado sÛlo por querer probar a otros
    (o peor a˙n, probarte a ti mismo) que ya est·s
    liberado de toda culpabilidad sexual, es tan errÛneo
    óseg˙n los par·metros del Satanismoó como
    abstenerte de satisfacer tus deseos sexuales debido a
    sentimientos arraigados de culpa.
    H
    76
    Muchos de quienes se preocupan constantemente
    por demostrar su emancipaciÛn de la culpa sexual, en
    realidad est·n atados por una esclavitud sexual a˙n
    mayor que quienes aceptan la actividad sexual como
    una parte natural de la vida y no hacen tanta alharaca
    de su libertad sexual. Por ejemplo es un hecho
    establecido que la ninfÛmana (la mujer de los sueÒos
    de todo hombre, y protagonista de toda novela
    erÛtica) no es libre sexualmente, sino que en realidad
    es frÌgida y va de hombre en hombre porque est· tan
    inhibida que no es capaz de tener una descarga sexual
    satisfactoria.
    Otra idea errÛnea es que la capacidad de tener
    actividad sexual grupal es un indicio de libertad
    sexual. Todos los grupos de sexo-libre tienen una
    cosa en com˙n: No admiten actividad sexual
    fetichista o desviada.
    De hecho, los ejemplos m·s reforzados de
    actividad sexual no-fetichista catalogados sutilmente
    como "sexo libre" tienen un formato en com˙n. Cada
    uno de los participantes en la orgÌa se desviste,
    siguiendo el ejemplo de alguien, y fornican
    mec·nicamente ósiguiendo el ejemplo del lÌder.
    Ninguno de los participantes considera que su forma
    de sexo "emancipado" pueda ser vista como algo
    regimentado e infantil por quienes no son miembros,
    incapaces de igualar la uniformidad con la libertad.
    El Satanista se da cuenta que si ha de ser un
    ëexperto en sexoí (y estar libre por completo de la
    culpa sexual), no puede sentirse atacado por los
    supuestos ërevolucionarios sexualesí m·s de lo que
    puede sentirse atacado por la mojigaterÌa de su
    sociedad culpabilizada. Los grupos de ëlibertad
    sexualí no entienden el verdadero significado de la
    libertad sexual. A menos que la actividad sexual
    pueda expresarse a nivel individual, (lo cual incluye
    fetiches personales) no hay objeto en unirse a una
    organizaciÛn de libertad sexual.
    77
    El Satanismo aprueba cualquier tipo de actividad
    sexual que tienda a satisfacer adecuadamente todos
    tus deseos individuales óya sean heterosexuales,
    homosexuales, bisexuales e incluso asexuales, si lo
    prefieres. El Satanismo aprueba tambiÈn cualquier
    fetichismo o desviaciÛn que enriquezca tu vida
    sexual, siempre que en ello no se vea inaplicado
    alguien que no desee tomar parte en ello.
    El predominio de conductas desviadas y/o
    fetichistas en nuestra sociedad harÌa estremecer la
    imaginaciÛn de quienes a˙n son sexualmente
    ingenuos. Hay m·s variantes sexuales de las que
    puede percibir quien no est· versado en materia
    sexual: el travestismo, el sadismo, el masoquismo, el
    exhibicionismo ópor citar sÛlo algunas de las
    desviaciones m·s predominantes. Todo el mundo
    tiene alguna forma de fetiche, pero debido a que no
    perciben la preponderancia de la actividad fetichista
    en nuestra sociedad, creen que si se someten a sus
    anhelos ìantinaturalesî, ser·n tomados por
    depravados.13
    Incluso el asexual tiene una desviaciÛn: su
    asexualidad. Es muchÌsimo m·s anorrnal tener una
    carencia de deseo sexual (a menos que se trate de un
    caso de enfermedad, de edad avanzada o de cualquier
    otra razÛn v·lida haya causado la disminuciÛn
    sexual) que ser sexualmente promiscuo. Sin embargo,
    si un satanista opta por elegir la sublimaciÛn sexual
    prefiriÈndola a cualquier otra expresiÛn sexual
    abierta, eso es asunto suyo. En muchos casos de
    sublimaciÛn sexual (o de asexualidad), cualquier

    13 El fetichismo no es una pr·ctica exclusiva de los humanos; tambiÈn es
    practicado por los animales. El fetiche es un ingrediente principal en la vida
    sexual de los animales. Por ejemplo, los olores sexuales son necesarios para
    que un animal se sienta atraÌdo sexualmente por otro. Pruebas de
    laboratorio han demostrado que cuando un animal es cientÌficamente
    desodorizado, pierde atractivo sexual para los dem·s animales. La
    estimulaciÛn proporcionada por el olor sexual tambiÈn es disfrutada por el
    hombre, aunque Èste lo niegue con frecuencia.
    78
    intento por emanciparse sexualmente podrÌa tener
    resultados devastadores para el asexual.
    Los asexuales son invariablemente individuos que
    est·n sublimados sexualmente por sus empleos o por
    sus aficiones favoritas. Toda la energÌa e impulsos
    que normalmente estarÌan a la actividad sexual son
    canalizados hacia otros pasatiempos o hacia las
    ocupaciones que prefieran. Si una persona favorece
    otros intereses a la actividad sexual, es su derecho, y
    nadie tiene por quÈ a condenarla por ello. Sin
    embargo, esa persona deberÌa por lo menos reconocer
    el hecho de que ello es una sublimaciÛn sexual.
    Debido a la falta de oportunidades para
    expresarse, muchos deseos sexuales secretos no
    llegan jam·s a trasponer el estado de la fantasÌa. El
    no descargarlos suele llevar a la compulsiÛn y, por lo
    tanto, una gran cantidad de personas idean
    indetectables para dar rienda suelta a sus deseos. No
    por el hecho de que gran parte de la actividad
    fetichista no sea aparente exteriormente, quienes no
    son duchos en materia sexual han de engaÒarse
    pensando que tal actividad no existe. Para citar
    ejemplos de las ingeniosas tÈcnicas utilizadas: El
    travestido masculino se dar· gusto en su fetichismo
    llevando prendas interiores femeninas mientras se
    dedica a sus actividades cotidianas; o la mujer
    masoquista puede llevar una faja de goma varias
    tallas m·s pequeÒa que la suya, y de este modo estar·
    todo el dÌa en condiciones de obtener un placer de su
    incomodidad fetichista sin que nadie se aperciba de
    ello. Estas ilustraciones constituyen ejemplos mucho
    m·s suaves y prevalecientes que otros que podrÌan
    haberse dado.
    El Satanismo alienta cualquier forma de expresiÛn
    sexual que desees, siempre y cuando no perjudiques
    a nadie m·s. Para evitar confusiones, debemos
    aclarar la afirmaciÛn anterior. Al decir que no se debe
    perjudicar a nadie, no incluimos el daÒo no
    79
    intencionado que pueda recaer sobre aquellas
    personas que, a causa de sus ansiedades
    concernientes a la moral sexual, puedan no estar de
    acuerdo con tus puntos de vista sobre el sexo.
    Naturalmente, deberÌas evitar el ofender a quienes
    signifiquen mucho para ti, y por ello me refiero a tus
    amigos y parientes m·s mojigatos. Sin embargo, si te
    esfuerzas sinceramente a evitar ofenderlos, y a pesar
    de tus esfuerzos ellos se dan cuenta accidentalmente,
    no es responsabilidad tuya, y por lo tanto no deberÌas
    sentir culpa alguna ya sea respecto a tus
    convicciones sexuales, como al hecho de que ellos se
    hayan ofendido debido a Èsas convicciones. Si con tus
    actitudes sexuales temes constantemente ofender a los
    mojigatos, entonces no tiene sentido el intentar
    liberarte de la culpa sexual. Sin embargo, de nada
    sirve que hagas ostentaciÛn de tu permisividad.
    La otra excepciÛn a la regla hace referencia a la
    relaciÛn con los masoquistas. Un masoquista extrae
    placer de ser maltratado; en consecuencia, si se le
    niega al masoquista su placer a travÈs del dolor, eso
    le hace sufrir tanto como el verdadero dolor fÌsico
    hace sufrir al que no es masoquista. La historia del
    s·dico autÈnticamente cruel ilustra bien la cuestiÛn.
    El masoquista le dice al s·dico: ´golpÈameª. A lo
    cual el s·dico despiadado responde: "°NO!" Si una
    persona quiere ser maltratada y disfruta sufriendo, no
    hay razÛn alguna para no darle gusto en lo que
    acostumbra.
    En el lenguaje popular, el tÈrmino "s·dico"
    describe a alguien que obtiene placer de la brutalidad
    indiscriminada. Sin embargo, un verdadero s·dico es
    selectivo. De la amplia reserva de vÌctimas
    apropiadas, escoge cuidadosamente, y se deleita
    d·ndoles a quienes gustan vivir en el dolor la
    satisfacciÛn de sus deseos. °El s·dico "bien adaptado"
    es epic˙reo al seleccionar aquellos en quienes su
    energÌa ser· bien invertida! °Si una persona es lo
    80
    bastante saludable para admitir que es un masoquista
    y disfruta siendo esclavizado y azotado, un s·dico
    verdadero estar· dichoso de participar!
    Aparte de las excepciones que citaremos a
    continuaciÛn, el Satanista no herirÌa intencionalmente
    a otros violando sus derechos sexuales. Si intentas
    imponer tus deseos sexuales a quienes no acepten tus
    avances, estar·s infringiendo su libertad sexual. Por
    lo tanto, el Satanista no defiende la violaciÛn, acoso
    sexual a menores de edad, relaciones sexuales con
    animales, o cualquier otra forma de actividad sexual
    que implique la participaciÛn de personas que no se
    presten voluntariamente, o que debido a su inocencia
    o ingenuidad puedan ser intimidados o engaÒados
    para actuar en contra de sus deseos.
    Si todas las partes envueltas son adultos maduros
    que conscientemente asumen toda responsabilidad de
    sus acciones y se comprometen voluntariamente en
    una forma dada de expresiÛn sexual óa˙n si Èsta es
    considerada generalmente como tab˙ó no existe
    razÛn para que repriman sus inclinaciones sexuales.
    Si eres consciente de todas las implicaciones,
    ventajas, y desventajas, y est·s seguro que tus
    acciones no har·n daÒo a quien no desee o se merezca
    dicho trato, no tienes razÛn alguna para suprimir tus
    preferencias sexuales.
    AsÌ como no hay dos personas cuyas preferencias
    culinarias o capacidad para ingerir alimentos sean
    iguales, los gustos y apetitos sexuales variar·n de una
    persona a otra. Ninguna persona o sociedad tiene
    derecho para imponer lÌmites a los par·metros
    sexuales o en la frecuencia sexual de otros. La
    conducta sexual apropiada sÛlo puede ser juzgada
    dentro del contexto de cada situaciÛn individual. Por
    lo tanto, lo que una persona considere moral y
    sexualmente correcto puede ser frustrante para otra.
    Lo contrario tambiÈn es cierto; una persona puede
    tener gran destreza sexual, pero despreciar a otra
    81
    persona cuya capacidad no iguale a la suya propia
    serÌa algo injusto, e imponer sus gustos a otra
    persona serÌa algo muy desconsiderado, por ejemplo,
    el hombre que tiene un voraz apetito sexual, pero que
    las necesidades sexuales de su esposa no se ajustan a
    las de Èl. Es injusto de su parte esperar que ella
    responda de manera entusiasta a sus propuestas, pero
    ella a su vez debe mostrar el mismo grado de
    comprensiÛn. En momentos en los que ella no sienta
    mucha pasiÛn, deberÌa aceptarlo sexualmente, asÌ sea
    de manera pasiva, pero complaciente, o bien no
    quejarse si su esposo decide satisfacer sus
    necesidades en otra parte óincluyendo pr·cticas
    autoerÛticas.
    La relaciÛn ideal es aquella en la que cada persona
    est· profundamente enamorada de la otra y son
    sexualmente compatibles. Sin embargo, las relaciones
    perfectas son relativamente poco comunes. Es
    importante seÒalar aquÌ que el amor espiritual y el
    amor sexual pueden ir de la mano, aunque este no sea
    siempre el caso. Si existe cierto grado de
    compatibilidad sexual, casi siempre es limitado, y
    algunos deseos sexuales, si bien no todos, ser·n
    satisfechos.
    No existe mayor placer sexual que el derivado de
    asociarte con alguien de quien est·s profundamente
    enamorado, si son sexualmente compatibles. Sin
    embargo, si no existe una compatibilidad mutua, ha
    de seÒalarse que la ausencia de compatibilidad no
    indica ausencia de amor espiritual. Uno puede existir
    sin el otro, y esto suele suceder. De hecho, la mayorÌa
    de las veces uno de los miembros de una pareja
    recurrir· a actividades sexuales extramaritales porque
    est· profundamente enamorado de su compaÒero, y
    no quiere herir al otro, o imponer sus exigencias
    sobre su amado. Un amor espiritual profundo es
    enriquecido por el amor sexual, y ciertamente es un
    ingrediente necesario para una relaciÛn satisfactoria;
    82
    pero debido a los diversos gustos sexuales, la
    actividad sexual externa, o la masturbaciÛn, proveen
    el suplemento necesario.
    La masturbaciÛn, considerada por muchas
    personas como un tab˙ sexual, crea un problema de
    culpabilidad que no resulta f·cil de afrontar. En este
    asunto es preciso hacer mucho hincapiÈ, puesto que
    constituye el elemento extremadamente importante de
    muchos actos m·gicos destinados a tener Èxito. Desde
    que la Biblia judeo-cristiana describiÛ el pecado de
    On·n (Gen 38:7-10), el hombre no ha cesado de
    considerar la gravedad y las consecuencias del ´vicio
    solitarioª. Aunque los modernos sexÛlogos han
    explicado que el pecado de On·n es simplemente un
    coitus interruptus, siglos enteros de falsa
    interpretaciÛn teolÛgica han causado un daÒo casi
    irreparable.
    Prescindiendo de los verdaderos crÌmenes
    sexuales, la masturbaciÛn es uno de los actos
    sexuales que peor est· visto. Durante el ˙ltimo siglo
    fueron escritos innumerables textos para describir las
    horrorosas consecuencias de la masturbaciÛn. La
    palidez de la piel, la dificultad en la respiraciÛn, los
    granos en la cara y una pÈrdida del apetito no eran
    m·s que unas cuantas de las muchas caracterÌsticas
    que se suponÌa provenÌan de la pr·ctica de la
    masturbaciÛn. Se aseguraba que se producirÌa un
    total colapso fÌsico y mental si no se atendÌan las
    advertencias de aquellos manuales destinados a la
    juventud.
    Las espeluznantes descripciones de tales textos
    resultarÌan casi risibles si no fuera por el hecho
    lamentable de que, a pesar de que los sexÛlogos,
    doctores o escritores contempor·neos han hecho
    mucho para elimina el estigma de la masturbaciÛn,
    todos los muy arraigados sentimientos de culpabilidad
    creados por las absurdidades de aquellos primeros
    textos sexuales no han podido ser borrados sino de
    83
    una manera parcial. Un gran porcentaje de personas,
    en especial aquellas que han rebasado la edad de
    cuarenta aÒos, no pueden aceptar emocionalmente la
    circunstancia de que la masturbaciÛn es natural y
    saludable. Hay ciertas personas que ahora logran
    aceptarla intelectualmente, pero, como siguen
    consider·ndola con repugnancia, sucede que de un
    modo inconsciente comunican su repugnancia a sus
    hijos.
    En otros tiempos se pensaba que uno se volverÌa
    loco si, a pesar de todas las advertencias, persistÌa en
    sus pr·cticas autoerÛticas. Este ridÌculo mito tomÛ
    cuerpo a causa de ciertos informes que pretendÌan que
    la masturbaciÛn estaba muy extendida entre los
    residentes de los centros psiqui·tricos. Se suponÌa
    que, puesto que casi todos los dementes se
    masturbaban, era su masturbaciÛn la que les habÌa
    vuelto locos. Nadie se detenÌa a pensar que la
    verdadera razÛn de que los dementes se entregaran a
    la pr·ctica de la masturbaciÛn habÌa que ir a
    buscarla en la carencia de compaÒeros del sexo
    opuesto y en esa necesidad de liberar la inhibiciÛn que
    es la caracterÌstica de una locura extrema.
    Muchas personas preferirÌan que su pareja
    busque en otra parte la actividad sexual antes que
    dedicarse con ella a actos autoerÛticos. En esto
    influyen los propios sentimientos de culpabilidad, m·s
    una repugnancia a realizar una masturbaciÛn mutua.
    Hay casos en los que existe tambiÈn el temor a la
    repugnancia de la pareja ósi bien en un sorprendente
    n˙mero de casos se obtiene una excitaciÛn vicaria al
    saber que nuestra pareja est· teniendo experiencias
    sexuales con otrosó aunque esto no sea com˙nmente
    admitido.
    Si se tiene cierta estimulaciÛn sexual al imaginar a
    la pareja de no teniendo relaciones sexuales con otros,
    Èsto deberÌa expresarse abiertamente, de modo que
    ambas partes salgan ganando. Sin embargo, si la
    84
    prohibiciÛn de la masturbaciÛn se debe ˙nicamente a
    sentimientos de culpa de una o ambas partes,
    deberÌan hacer todo intento posible por borrar Èsas
    culpas óo por utilizarlas. Muchas relaciones podrÌan
    salvarse de la destrucciÛn si las personas
    involucradas no sintieran culpa de reaizar actos
    naturales de masturbaciÛn.
    La masturbaciÛn es considerada como mala
    porque produce placer derivado de acarciar
    intencionalmente con la mano un ·rea ìprohibidaî del
    cuerpo. Los sentimientos de culpa que suelen
    acompaÒar la mayorÌa de actos sexuales pueden ser
    mmitigados por la idea religiosamente aceptable de
    que los placweres sensuales son necesarios para la
    procreaciÛn óaunque uno marque cudadosamente los
    dÌas ìsegurosî en el calendario. Sin embargo, no
    puedes apaciguarte a tÌ mismo con Èsta idea mientras
    sigas en tus pr·cticas masturbatorias.
    Por mucho que te hayan hablado de la
    ´Inmaculada ConcepciÛnª óa˙n si la fe ciega te
    permite tragar esa absurdidadó, todos sabemos muy
    bien que si queremos traer al mundo a un niÒo
    tenemos que mantener un contacto sexual con una
    persona del sexo opuesto. Si uno se siente culpable al
    cometer el ìpecado originalî, entonces no hay duda
    de que se sentir· mucho m·s culpable al realizar un
    acto sexual pensando tan sÛlo en uno mismo, y no en
    la necesidad de crear hijos.
    El Satanista se da plena cuenta de las razones por
    las cuales los sacerdotes declaran pecaminosa la
    masturbaciÛn. Tal como ocurre con todos los otros
    actos naturales, las personas la realizar·n por mucho
    que las reprendan severamente. Ahora bien, provocar
    un sentimiento de culpabilidad øes una importante
    faceta de su perverso plan para inducir a las personas
    a expiar sus ´pecadosª. øY quÈ mejor manera de
    expiarlos que pagando las hipotecas sobre los templos
    de la abstinencia?
    85
    Aun cuando el hombre moderno no sienta ya (o
    crea no sentirse ya) bajo el peso de un sentimiento de
    culpabilidad provocado por la religiÛn, la verdad es
    que todavÌa se siente avergonzado si cede al deseo de
    masturbarse. Un hombre puede sentirse privado de su
    masculinidad si se satisface autoerÛticamente en lugar
    de entregarse al juego competitivo de dar caza a una
    mujer. Es posible que una mujer se sienta tentada a
    satisfacerse a sÌ misma sexualmente, pero a˙n asÌ
    echar· de menos esa satisfacciÛn egoÌstica que
    proviene del deporte de la seducciÛn. Ni el cuasiCasanova
    ni la ficticia vampiresa se sienten a gusto
    cuando est·n ìobligadosî a recurrir a la masturbaciÛn
    para obtener una satisfacciÛn sexual: ambos
    preferirÌan incluso un compaÒero inadecuada.

  12. #12
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    Está completa?
    Si, he seguido un algoritmo mediante el cual las segundas letras de cada tercera letra expresa una inducción lógica que permite deducir la composición ordenada de las palabras, siempre que encuentras una frase que haga referencia al Maligno, o al Malogrado, la palabra siguiente contiene la regla fundamental sobre como realizar dicha composición para reformular la frase y poder acceder al siguiente capítulo

  13. #13
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    Que me LOL

    Libro del profeta
    Ezequiel
    Capítulo 1
    Ezequiel ve en visión cuatro seres vivientes, cuatro ruedas y la gloria de Jehová sobre Su trono.

    1 Y aconteció en el año treinta, en el mes cuarto, a los cinco días del mes, que, estando yo en medio de los cautivos, junto al río Quebar, los cielos se abrieron y vi visiones de Dios.

    2 A los cinco días del mes, en el quinto año del cautiverio del rey Joaquín,

    3 vino directamente la palabra de Jehová al sacerdote Ezequiel hijo de Buzi, en la tierra de los caldeos, junto al río Quebar; y vino allí sobre él la mano de Jehová.

    4 Y miré, y he aquí, un viento tempestuoso venía del norte, una gran nube y un fuego relampagueante, y alrededor de él un resplandor, y en medio del fuego algo que parecía como de ámbar,

    5 y en medio de ella, la figura de cuatro seres vivientes. Y esta era su apariencia: había en ellos semejanza de hombre.

    6 Y cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas.

    7 Y las piernas de ellos eran derechas, y la planta de sus pies como planta de pezuña de becerro; y centelleaban a manera de bronce muy bruñido.

    8 Y debajo de sus alas, a sus cuatro lados, tenían manos de hombre; y los cuatro tenían sus caras y sus alas.

    9 Con las alas se tocaban el uno al otro. No se desviaban cuando andaban; cada uno caminaba derecho hacia delante.

    10 Y el aspecto de sus caras era como cara de hombre, y cara de león en el lado derecho de los cuatro, y cara de buey en el lado izquierdo de los cuatro; asimismo los cuatro tenían cara de águila.

    11 Así eran sus caras; y sus alas estaban extendidas hacia arriba; dos de las cuales se tocaban entre sí y con las otras dos cubrían sus cuerpos.

    12 Y cada uno caminaba derecho hacia delante; hacia donde el espíritu los llevaba, ellos iban; cuando andaban, no se desviaban.

    13 En cuanto a la semejanza de los seres vivientes, su apariencia era como de carbones de fuego encendidos, como la apariencia de antorchas que se movían entre los seres vivientes; y el fuego resplandecía, y del fuego salían relámpagos.

    14 Y los seres vivientes corrían y regresaban a semejanza de relámpagos.

    15 Y miré a los seres vivientes, y he aquí, una rueda en la tierra junto a los seres vivientes con sus cuatro caras.

    16 Y el aspecto de las ruedas y su obra era semejante al color del topacio. Y las cuatro tenían un mismo aspecto; su apariencia y su obra eran como una rueda en medio de otra rueda.

    17 Cuando andaban, se movían sobre sus cuatro costados; no se desviaban cuando andaban.

    18 Y sus aros eran altos y espantosos, y los aros estaban llenos de ojos alrededor en las cuatro.

    19 Y cuando los seres vivientes andaban, las ruedas andaban junto a ellos; y cuando los seres vivientes se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban.

    20 Hacia donde el espíritu iba, ellos iban allí adonde el espíritu iba, y las ruedas se levantaban juntamente con ellos, porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas.

    21 Cuando ellos andaban, andaban ellas; y cuando ellos se detenían, se detenían ellas; asimismo, cuando se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban juntamente con ellos, porque el espíritu de cada ser viviente estaba en las ruedas.

    22 Y sobre las cabezas de los seres vivientes aparecía un firmamento a manera de cristal maravilloso, extendido por encima de sus cabezas.

    23 Y debajo del firmamento sus alas se extendían derechas la una hacia la otra; cada uno tenía dos alas con las que cubrían sus cuerpos por un lado y por el otro.

    24 Y oí el ruido de sus alas cuando andaban, como sonido de muchas aguas, como la voz del Omnipotente, como ruido de muchedumbre, como la voz de un ejército. Cuando se detenían, bajaban sus alas.

    25 Y cuando se detenían y bajaban sus alas, se oía una voz por encima del firmamento que estaba sobre sus cabezas.

    26 Y sobre el firmamento que estaba sobre sus cabezas se veía la figura de un trono que parecía de piedra de zafiro; y en lo más alto, sobre la figura del trono, había algo a semejanza de un hombre sentado sobre él.

    27 Y vi algo que tenía la apariencia de ámbar, como la apariencia del fuego dentro de ella alrededor, desde el aspecto de sus lomos hacia arriba; y desde sus lomos hacia abajo, vi que parecía como fuego y que tenía un resplandor alrededor.

    28 Como el aspecto del arco iris que está en las nubes en día de lluvia, así era el aspecto del resplandor alrededor. Esta fue la visión de la semejanza de la gloria de Jehová. Y cuando yo la vi, me postré sobre mi rostro y oí la voz de uno que hablaba.

    Cada era exitosa del desarrollo cultural y Ètico del
    ser humano ha producido su manifiesto literario óun
    argumento que desafÌa las normas existentes y
    propone una aproximaciÛn novedosa a las constantes
    problem·ticas de la civilizaciÛn. No con poca
    frecuencia se ha dado el caso que las realidades del
    nacionalismo polÌtico han sido mezcladas con el
    idealismo de Ènfasis extranacional para producir lo
    que cautelosamente denominamos con el tÈrmino
    existencialismo. Una lista de obras pertinentes podrÌa
    incluir la Rep˙blica de PlatÛn, la PolÌtica de
    AristÛteles, El PrÌncipe de Maquiavelo, y los escritos
    de Nietzsche, Hobbes, Locke, Marx, y Sartre.
    Este es el libro de nuestra Època.
    El amanecer de la Edad Sat·nica fue celebrado el
    30 de abril de 1966 ó el aÒo Uno. En esa fecha,
    Anton Szandor LaVey consagrÛ la Iglesia de Sat·n en
    la ciudad de San Francisco y asumiÛ el oficio de su
    primer Sumo Sacerdote. Lo que habÌa comenzado
    varios aÒos antes como un foro intelectual dedicado a
    la investigaciÛn y aplicaciÛn de las Artes Negras se
    ha expandido desde entonces a un movimiento
    filosÛfico internacional de primera magnitud. El
    Satanismo, que alguna vez fuera la provincia aislada

    * Michael A. Aquino formÛ parte de la AdministraciÛn de la Iglesia de
    Sat·n dese 1969 hasta 1975. Esta introducciÛn apareciÛ en la ediciÛn de la
    Biblia Sat·nica de 1972. Se separÛ de la Iglesia de Sat·n por ëdiferencias
    ideolÛgicasí con Anton LaVey y form˙ su propia organizaciÛn, el Templo
    de Set, que cuenta hoy en dÌa con varios miles de miembros alrededor de
    todo el mundo. Es autor, entre otros libros, de un voluminoso tomo sobre la
    historia de la Iglesia de Sat·n desde 1966 hasta 1975. Actualmente goza de
    una merecida pensiÛn como Teniente Coronel del EjÈrcito de los Estados
    Unidos.
    15
    de exiliados furtivos y excÈntricos radicales, se ha
    convertido en una seria alternativa a las doctrinas del
    teÌsmo y del materialismo. Al promulgar la
    complacencia en lugar de la abstinencia, el
    Satanismo rechaza la nociÛn de que el progreso del
    hombre est· condicionado por su aceptaciÛn de una
    moralidad auto-impuesta. Los Satanistas sostienen
    que un juicio deviene de la comparaciÛn y resoluciÛn
    de los opuestos, y uno no puede hacer alarde de
    justicia al honrar un solo par·metro de
    comportamiento.
    Una aproximaciÛn empÌrica a la moralidad no es
    una innovaciÛn reciente; teÛricos como Pit·goras,
    Hegel, Spencer, y Compte avanzaron la proposiciÛn
    original de la independencia intelectual del homb
    16
    patriarcal. La adoraadoraciÛn de cualquier deidad o
    deidades óbajo cualquier aspectoó es repulsiva
    para el Mago Negro, quien considera todas las
    profesiones de fe o con fianza en una entidad
    protectora sobrenatural como demostraciones
    humillantes de cobardÌa e inseguridad emocional. El
    Satanismo ha sido malintepretado frecuentemente
    como mera ìadoraciÛn al diabloî, cuando de hecho
    constituye un claro rechazo de toda forma de
    adoraciÛn como un componente deseable de la
    personalidad. No es tanto una anti-religiÛn óun
    simple rechazo de cualquier creenciaó sino una noreligiÛn,
    una negativa sin compromiso de todo
    misticismo sustancial. Como tal, representa una
    amenaza mucho m·s seria a las teologÌas organizadas
    que lo que pueden ser los escritos arcaicos de las
    viejas demonologÌas.
    El Ritual y la FantasÌa juegan un papel muy
    importante en las actividades de la Iglesia Sat·nica,
    trabajando sobre el supuesto que la experiencia y el
    control de la irracionalidad metafÌsica y mental son
    necesarias para el fortalecimiento de la psique. De
    esta manera, se hace un esfuerzo para evitar lo que tal
    vez constituÌa el talÛn de Aquiles de la escuela
    Gurdjieff-Ouspensky de evoluciÛn psicolÛgica
    subjetiva; los primerÌsmos discÌpulos de este
    trascendentalismo auto-determinado postularon que
    que todas las sensaciones no-materialistas eran un
    peligro para el estudiante. Un elemento crucial del
    Ritual Sat·nico es la apreciaciÛn de sus cualidades
    inspiradoras e ilustrativas, sin que por ello sea
    necesario considerarlo como una realidad inflexible.
    El Satanismo queda mejor identificado como una
    disposiciÛn que como una religiÛn, ya que se ocupa
    activamente de todas las facetas de la existencia
    humana, y no ˙nicamente de los asÌ llamados
    aspectos espirituales. Sin embargo quienes proclaman
    que el Satanismo constituye un peligro para el
    17
    sistema de justicia y el orden coo`peracional de la
    sociedad han pasado totalmente por alto la idea
    principal. El Satanismo defiende la libertad sin
    restricciones, pero sÛlo hasta el punto que las
    preferencias propias no violen las de otrso. Cabe
    anptar que el Satanismo es una filosofÌa del
    individuo, no de las masas. No existen declaraciones
    polÌticas colectivas a excepciÛn de la advertencia de
    Crowley: ìEl m·s grave de todos los ëpecadosí es el
    autoengaÒoî.
    Mientras la mayorÌa de la poblaciÛn puede
    inclinarse instintivamente a un Satanismo de hecho,
    hay que recordarles que los planteamientos del
    Satanismo no son para irresponsables. No existen
    misioneros Sat·nicos, y hay que cumplir ciertos
    requisitos precisos. La inexperiencia no es motivo de
    desdeÒo, pero la prwetenciosidad, la hipocresÌa, y la
    pomposidad son tratadas con el desprecio que
    merecen. El Satanismo no es menos arte que ciencia,
    y no habr· ìpatrÛn de medida deificadoî.
    El Dr. LaVey est· capacitado de modo singular
    para escribir la historia del nuevo Diabolismo.
    Estadounidense de ascendencia gitana, rumana y
    alsaciana, desde muy temprana edad hizo gala de la
    inquietud caracterÌstica de sus ancestros nÛmadas y
    mostrÛ una simpatÌa inusual por su tradiciÛn arcana y
    mundana. Su temprana preocupaciÛn por las ciencias
    militares lo motivaron a leer diversas publicaciones
    logÌsticas de la Segunda Guerra Mundial, sÛlo para
    descubrir que las visiones de gloria militar que
    caracterizaron la primera guerra mundial habÌan
    cedido lugar al realismo mercenario y desapegado
    durante la segunda conflagraciÛn. Sus experiencias
    como estudiante nada hicieron para borrar el sabor de
    esta primera muestra del cinismo humano, y la
    creciente impaciencia de LaVey con la regimentaciÛn
    estÈril de la educaciÛn convencional lo llevarÌan a
    buscar los extraÒos encantos surrealistas del circo.
    18
    AyudÛ a Clyde Beatty como domador de animales
    salvajes y muy pronto desarrollÛ una fuerte afinidad
    por los grandes felinos, misma que marcarÌa de una
    manera bastante curiosa su personalidad. Todas las
    criaturas animadas son b·sicamente bestiales ó
    razonaba LaVeyó y lo ˙nico que logran los Ûrdenes
    sociales m·s refinados es, cuando mucho, una
    supresiÛn endeble de este salvajismo innato. Del circo
    pasarÌa a las ferias ambulantes ócarnivalsó donde
    el brillo de las artes escÈnicas estaba matizado con la
    lucha cotidiana por conseguir el sustento diario. AquÌ
    LaVey trabajÛ en un mundo patÈtico pero digno,
    poblado de rebeldes, fenÛmenos, patiÒos, y rarezas
    humanas; y aprenderÌa el arte de la magia de escena,
    cuyo Èxito depende de el nivevl de distracciÛn que
    logre inducir en la atenciÛn de su audiencia.
    ObservarÌa, no sin cierta dureza, la fascinaciÛn que el
    hombre "normal" parece tener por sus camaradas
    deformes óregode·ndose de satisfacciÛn al ver cÛmo
    la desgracia se ensaÒa con su prÛjimo en lugar de
    ensaÒarse con uno mismo. Al interesarse cada vez
    m·s en este cruel y licantrÛpico atributo de la
    naturaleza humana, decidiÛ estudiar criminologÌa en
    la univrsidad, e incluso llegÛ a trabajar en calidad de
    fotÛgrafo con el Departamento de PolicÌa de San
    Francisco.
    Como profesional de circo habÌa tenido la
    oportunidad de contemplar el lado carnal del hombre
    en su faceta m·s artÌstica; ahora lo experimentarÌa en
    su aspecto m·s violento y salvaje. Tres aÒos de vivir
    dÌa a dÌa con la sangre, brutalidad y abyecta miseria
    que permean la subcultura criminal lo dejaron
    hastiado, enfermo, desilusionado y leno de ira hacia la
    hipocresÌa imperante de la sociedad amable. Para
    ganarse la vida, se dedicÛ a tocar el Ûrgano de tubos y
    dedicÛ gran parte de sus esfuerzos a lo que habrÌa de
    convertirse en la labor de su vida óla Magia Negra
    LaVey habÌa rechazado desde hace mucho tiempo
    19
    desde hace mucho tiempo los tratados estereotÌpicos
    sobre hechicerÌa ceremonial por ser meros productos
    histÈricos de imagnaciones medievales. El ìViejo
    Culto5
    î, con sus supersticiones, ademanes afectados y
    sus juegos de salÛn infantiles no son para nosotros; lo
    que buscamos es una psicologÌa metafÌsica que
    atraiga al hombre intlectual ˙nicamente despuÈs de
    haberle dado a sus orÌgenes brutales y animales las
    consideraciones apropiadas Esta es la razÛn por la
    cual nuestro sÌmbolo es la Cabra de Mendes6
    .
    Sat·n es, desde lejos, la figura m·s enigm·tica de
    la literatura. Poseedor de toda riqueza imaginable, y
    siendo el m·s poderoso de los Arc·ngeles, rechazÛ
    con desdÈn su excelsa lealtad para proclamar su
    independencia de todo lo que representaba su Jefe
    Celestial. Aunque condenado al m·s espantoso de los
    dominios, un Infierno absolutamente rehuÌdo por la
    divinidad, aceptÛ tales privaciones como la carga de
    su prerrogativa intelectual. En su Imperio Infernal
    uno podr· complacerse impunemente en los placeres
    m·s extraordinarios, sin embargo en medio de tal
    licenciosidad desenfrenada, el Diablo ha mantenido
    una nobleza peculiar. Esta cualidad evasiva fue con
    la cual decidimos identificarnos.
    Este es el principio guÌa del Satanismo: que la la
    consecuencia definitiva del hombre yace no en la
    unidad sino en la dualidad. ⁄nicamente la sÌntesis
    ecide los valores; la adherencia a un orden ˙nico ea
    arbitraria y, por tanto insignificante.
    La Biblia Sat·nica es un documento de lo m·s
    insidioso. Uno se siente fuertemente tentado a
    compararlo con esa mitologÌa malÈfica y oscura que
    es El Rey en Amarillo, un trabajo psicoplÌtico que
    supuestamente llevaba a sus lectores a la demencia y

    5 Old Craft en el texto original óN. del T. (Ver ApÈndice I). 6 La Cabra de Mendes o SÌmbolo de Bafomet es la imagen del Macho
    CabrÌo insertado en una estrella de Cinco puntas (Ver ApÈndice I).
    20
    la perdiciÛn. Por muy c·ndida y coloquial que pueda
    parecer a primera vista, La Biblia Sat·nica no es un
    volumen que pueda ser pasado por alto f·cilmente. Es
    un producto muy de nuestro tiempo, no sÛlo porque
    un libro asÌ óa la par que su autoró probablemente
    habrÌa sido destruido en una Època anterior, sino
    porque su creaciÛn fue una inevitablidad
    evolucionaria.
    T˙, lector, est·s a punto de ser empalado en los
    afilados cuernos de un dilema Sat·nico. Si aceptas los
    postulados de este libro, condenar·s a tus m·s
    preciados santuarios a la aniquilaciÛn. A cambio
    despertar·s óal m·s feroz de los Infiernos. Si
    rechazas su argumento, te resignar·s a una
    desintegraciÛn cancerosa de tu hasta entonces
    inconsciente sentido de identidad. No es de extraÒar
    que el legado del Archienemigo le haya prodigado
    enemigos tan amargos!!
    Cualquiera que sea tu decisiÛn, no podr·s
    postergarla por m·s tiempo. La Biblia Sat·nica
    finalmente articula lo que el hombre, instintivamente,
    siempre ha temido proclamar: que Èl es,
    potencialmente, divino
    Michael A. Aquino
    IVº Magister Templi
    Iglesia de Sat·n, 1972 (VII Anno Satanas)

    LAS NUEVE
    DECLARACIONES
    SAT£NICAS
    1. °Sat·n representa complacencia, en lugar de
    abstinencia!
    2. °Sat·n representa la existencia vital, en lugar de
    sueÒos espirituales!
    3. °Sat·n representa la sabidurÌa perfecta, en lugar
    del auto engaÒo hipÛcrita!
    4. °Sat·n representa amabilidad hacia quienes la
    merecen, en lugar del amor malgastado en
    ingratos!
    5. °Sat·n representa la venganza, en lugar de ofrecer
    la otra mejilla!
    6. °Sat·n representa responsabilidad para el
    responsable, en lugar de preocuparse por
    vampiros psÌquicos!
    7. °Sat·n representa al hombre como otro animal,
    algunas veces mejor, la mayorÌa de las veces peor
    que aquellos que caminan en cuarto patas, el
    cual, por causa de su "divino desarrollo
    intelectual" se ha convertido en el animal m·s
    vicioso de todos!
    8. °Sat·n representa todos los llamados "pecados",
    mientras lleven a la gratificaciÛn fÌsica, mental o
    emocional!
    9. °Sat·n ha sido el mejor amigo que la Iglesia
    siempre ha tenido, ya que la ha mantenido en el
    negocio todos estos aÒos!

    El primer libro de la Biblia Sat·nica no es un intento
    de blasfemar, sino una declaraciÛn de lo que podrÌa
    llamarse "indignaciÛn diabÛlica". El Diablo ha sido
    atacado por los hombres de Dios sin reservas ni
    miramientos. Nunca ha habido una oportunidad,
    hablando ficticiamente, para que el PrÌncipe Oscuro
    hable de la misma manera que los voceros del SeÒor
    del Bien. Los agitadores del pasado han gozado de
    libertad para definir el "bien" y el "mal" a su
    acomodo, y han relegado alegremente al olvido a
    cualquiera que no estuvise de acuerdo con sus
    mentiras óverbalmente y a veces, fÌsicamente. Su
    decir de caridad, a los ojos de Su Infernal Majestad,
    no es m·s que una farsa vacÌa --y bastante injusta,
    teniendo en cuenta el hecho obvio que si no fuese por
    su adversario Sat·nico, sus religiones se colapsarÌan.
    Resulta triste, que el personaje alegÛrico que es el
    mayor responsable del Èxito de las religiones
    espirituales, sea tratado con el mÌnimo de compasiÛn
    y el abuso m·s consistente óy por quienes m·s
    untuosamente predican las reglas del juego limpio!
    Durante todos los siglos de insultos que ha recibido el
    Diablo, nunca ha contestado a sus detractores.
    Siempre ha quedado como el caballero, mientras los
    que Èl apoya gritan y deliran. Ha demostrado ser un
    modelo de conducta, pero ahora siente que es hora de
    replicar. Ha decidido finalmente que es tiempo de
    recibir lo que le corresponde. Ahora ya no se
    necesitan los voluminosos reglamentos de hipocresÌa.
    Para poder volver a aprender la Ley de la Selva, ser·
    suficiente una pequeÒa y breve diatriba. Cada verso
    es un infierno. Cada palabra es una lengua de fuego.
    Las llamas del Infierno arden ferozmente... y
    purifican! Leed y aprended la Ley.
    33
    EL
    LIBRO DE
    SAT£N
    ó I ó
    1. En este ·rido desierto de acero y piedra, elevo mi
    voz para que puedas oÌrla, Al Este y al Oeste
    hago una seÒa. Al Norte y al Sur muestro un
    signo que proclama: °Muerte a los dÈbiles, salud
    para los fuertes!
    2. °Abrid los ojos para que pod·is ver, oh, hombres
    de mente enmohecida, y escuchadme bien,
    vosotros, la multitud de seres desorientados!
    3. °Pues yo me alzo para desafiar a la sabidurÌa del
    mundo, para pedir explicaciones a las ´leyesª del
    hombre y de ´Diosª!
    4. Yo exijo razones de vuestras reglas doradas y
    pregunto el porquÈ de vuestros mandamientos
    5. No me inclino en seÒal de sumisiÛn ante ninguno
    de vuestros Ìdolos pintados, y el que me d
    34
    7. Ninguna vetusta falsedad ser· para mÌ una
    verdad; ning˙n dogma sofocante entorpecer· mi
    pluma.
    8. Me aparto de todos los convencionalismos que no
    me lleven al Èxito y a la felicidad en la Tierra.
    9. Elevo con severa energÌa el estandarte de los
    fuertes.
    10. Clavo mi mirada en los ojos vidriosos de vuestro
    espantoso Jehov·, y le tiro de la barba. Alzo un
    hacha y abro en dos su cr·neo devorado por los
    gusanos.
    11. Hago estallar el horrible contenido de los
    sepulcros filosÛficos marchitos, y rÌo con ira
    sardÛnica.
    ó II ó
    1. Mirad al crucifijo. øQuÈ simboliza? P·lida
    incompetencia colgada de un ·rbol.
    2. Pongo en duda todas las cosas. Coloc·ndome
    ante las podridas y barnizadas fachadas de
    vuestros m·s excelsos dogmas morales, escribo
    con letras de llameante desprecio: ´° Ojo! °Mucho
    cuidan! °Todo esto es fraude!.
    3. °Congregaos en torno a mÌ, oh, vosotros que
    desafi·is a la muerte, y la Tierra ser· vuestra,
    para ahora y para siempre!
    4. A la mano muerta se le ha permitido durante
    demasiado tiempo que esterilice el pensamiento
    vivo.
    35
    5. °Los falsos profetas han estado invirtiendo por
    mucho tiempo lo justo y lo injusto, lo bueno y lo
    malo!
    6. Ning˙n credo debe ser aceptado como imposiciÛn
    de la autoridad de una naturaleza ìdivinaî. Las
    religiones deben ser puestas en duda. Ning˙n
    dogma moral debe ser aceptado dado por hecho;
    óninguna patrÛn de medida debe ser deificado.
    En los cÛdigos morales no hay nada
    inherentemente sagrado. Al igual que los Ìdolos
    de madera de tiempos remotos, son obras de
    manos humanas, °y lo que el hombre ha hecho
    puede destruirlo!
    7. El que no se apresura a creer en todo es
    sumamente inteligente, pues disponerse a creer en
    un falso principio es comenzar a carecer de
    sabidurÌa.
    8. El deber principal de toda nueva Època es enseÒar
    a los nuevos hombres a determinar sus libertades,
    a dirigirlas hacia el Èxito material, a rechazar los
    candados y cadenas oxidadas de las costumbres
    muertas que impiden siempre la expansiÛn
    saludable, aquellas teorÌas e ideas que pudieron
    haber significado vida, esperanza y libertad para
    nuestros antepasados, es posible que ahora
    representen para nosotros destrucciÛn, esclavitud
    y deshonor.
    9. °Cu·ndo el medio ambiente cambia, ning˙n ideal
    humano permanece seguro!
    10. Por lo tanto, cada vez que una mentira se haya
    instalado en un trono, asaltÈmosla sin piedad y
    sin escr˙pulos de conciencia, pues nadie puede
    36
    prosperar bajo el dominio de una falsedad
    inconveniente.
    11. °Destronemos los sofismas establecidos,
    arranquÈmoslos de cuajo, quemÈmoslos y
    destruy·moslos, pues son una amenaza para toda
    la autÈntica nobleza del pensamiento y la acciÛn!
    12. °Cada vez que por medio de los resultados quede
    demostrado que una pretendida ´verdadª no es
    m·s que una vana ficciÛn!. °ArrojÈmosla sin
    ceremonia hacia la oscuridad exterior, y que
    caiga entre los dioses muertos, los imperios
    muertos, las filosofÌas muertas y otras ruinas
    in˙tiles! °Su puesto est· entre los trastos viejos!
    13. La m·s peligrosa de todas las mentiras
    entronizadas es la mentira santa, santificada,
    privilegiada; la mentira que todo el mundo toma
    por un modelo de verdad. Es la madre nutricia de
    todos los otros espejismos y errores populares, Es
    el ·rbol, con cabeza de hidra y mil raÌces de lo
    irrazonable, °Es un c·ncer social!
    14. Aquella mentira que se muestra a nosotros como
    media mentira est· medio erradicada; Pero
    aquella mentira que incluso las personas
    inteligentes aceptan como un hecho -la mentira
    que le ha sido inculcada al niÒo cuando reposaba
    en las rodillas de su madre-, °esa es m·s peligrosa
    de afrontar que una pestilencia insidiosa!
    15. Las mentiras populares han sido siempre las m·s
    potentes enemigas de la libertad personal. No
    existe m·s que una forma de hacerles frente:
    arrancarlas, arrancarlas de cuajo, como si fueran
    c·nceres. °Aniquiladlas o ellas aniquilar·n!
    37
    ó III ó
    1. ìAmaos los unos a los otrosî. Se nos dice que
    esto es la ley suprema, Pero øquÈ poder lo ha
    hecho asÌ? øSobre quÈ autoridad racional reposa
    el evangelio del amor? øPor quÈ no habrÌa yo de
    odiar a mis enemigos? Si los ´amoª, øno me
    pongo a merced de ellos?
    2. øEs natural que los enemigos se hagan el bien los
    unos a los otros? øEs bueno eso?
    3. øPuede la vÌctima desgarrada y ensangrentada
    "amar" las fauces ensangrentadas que le van
    arrancando miembro tras miembro?
    4. øNo somos todos por instinto animales de presa?
    Si los seres humanos cesaran totalmente de
    atacarse los unos a los otros, como animales de
    presa, øpodrÌan continuar existiendo?
    5. øNo es el ´deseo lujurioso y camalª un tÈrmino
    m·s veraz para definir al "amor" cuando lo
    aplicamos a la propagaciÛn de la especie'? El
    "amor" de las aduladoras escrituras, øno es un
    simple eufemismo de la actividad sexual? øO
    acaso el ´gran maestroª era un glorificador de los
    eunucos?
    6. Ama a tus enemigos y haz el bien a los que te
    odian y te explotan. øNo es esta la despreciable
    filosofÌa del perro de aguas que gira sobre su
    lomo cuando le dan patadas?
    7. Odia a tus enemigos con todo tu corazÛn, y si un
    hombre te abofetea en la mejilla, °AbofetÈale en
    38
    la otra! AbofetÈale con toda tu alma, pues el velar
    por uno mismo es la ley m·s excelsa.
    8. °El que ofrece la otra mejilla es un perro cobarde!
    9. Devuelve golpe por golpe, desprecio por
    39
    ciclÛn, y despuÈs de que ellos hayan caÌdo,
    regocÌjate de tu propia salvaciÛn.
    5. Entonces todos tus huesos dir·n orgullosamente;
    øQuiÈn est· por encima de mÌ? øNo he sido
    demasiado fuerte para mis adversarios? øNo me
    he liberado yo mismo por medio de mi cerebro y
    mi cuerpo?
    ó V ó

    1. Benditos sean los fuertes, pues de ellos ser· la
    Tierra. °Malditos sean los dÈbiles, pues ellos
    heredar·n el yugo!
    2. Benditos sean los poderosos, pues ellos ser·n
    reverenciados por los hombres... °Malditos sean
    los dÈbiles, pues ellos ser·n borrados de la faz de
    la Tierra!
    3. Benditos sean los audaces, pues ellos ser·n los
    amos del mundo. °Malditos sean los
    virtuosamente dÈbiles, pues ellos quedar·n
    aplastados bajo las pezuÒas del Diablo!.
    4. Benditos sean los triunfadores, pues la victoria es
    la base del derecho... °Malditos sean los vencidos,
    pues ellos ser·n vasallos para siempre!
    5. Benditos sean los de la mano de hierro, pues los
    blandos huir·n ante ellos... °Malditos sean los
    pobres de espÌritu, pues ser·n escupidos!
    6. Benditos sean los que desafÌan a la muerte, pues
    sus dÌas ser·n largos en la Tierra... °Malditos
    sean los que sueÒan con una vida m·s rica m·s
    40
    all· de la tumba, pues ellos perecer·n en medio
    de la abundancia!
    7. Benditos sean los destructores de la falsa
    esperanza, pues ellos son los verdaderos MesÌas...
    °Malditos sean los adoradores de Dios, pues ellos
    ser·n ovejas esquilmadas!
    8. Benditos sean los valientes, pues ellos obtendr·n
    grandes tesoros... ° Malditos sean los que creen
    en el bien y en el mal, pues se dejan asustar por
    sombras!
    9. Benditos sean aquellos que creen en lo que m·s
    les conviene, pues su mente no se aterrorizar·
    nunca... °Malditos sean los ´corderos de Diosª,
    pues ser·n desangrados hasta quedar m·s blancos
    que la nieve!
    10. Bendito sea el hombre que tiene una legiÛn de
    enemigos, pues ellos le har·n hÈroe, °Maldito sea
    el que hace el bien a quien le paga con desprecio,
    pues Èl ser· despreciado!
    11. Benditos sean los de mente poderosa, pues ellos
    superar·n los torbellinos...°Malditos sean los que
    ofrecen mentiras como verdades y verdades como
    mentiras, pues ellos son una abominaciÛn!
    12. °Malditos sean tres veces los dÈbiles a quienes la
    inseguridad les hace viles, pues ellos son una
    abominaciÛn!
    13. El ·ngel del engaÒo que nos hacemos a nosotros
    mismos en el alma de los ´justosª. °La llama
    eterna del poder alcanzado a travÈs del placer
    mora en la carne del satanista!
    41
    42
    (AIRE)
    ó EL LIBRO DE LUCIFER ó
    LA ILUMINACI”N
    43
    44
    El dios romano, Lucifer, era el Portador de Luz, el
    espÌritu del aire, la personificaciÛn de la IluminaciÛn
    y el Conocimiento. En la mitologÌa Cristiana, se
    convirtiÛ en el sinÛnimo del mal, °quÈ es lo ˙nico que
    habrÌa de esperarse de una religiÛn cuya existencia
    misma es perpetuada por definiciones confusas y
    valores fraudulentos! Es hora de aclarar las cosas.
    Deben corregirse los falsos moralismos y los errores
    ocultistas. Tan entretenidas como puedan ser, la
    mayorÌa de historias y obras sobre adoraciÛn del
    Diablo deben ser reconocidas como las ridiculeces
    obsoletas que son. Se ha dicho "la verdad os har·
    libres". La verdad por sÌ misma nunca ha liberado a
    alguien. Es la DUDA la que trae la emancipaciÛn
    mental. Sin el maravilloso elemento de la duda, el
    portal por el cual llega la verdad permanecerÌa
    cerrado, imperturbable ante los golpes enÈrgicos de
    mil Luciferes. Cuan comprensible resulta que las
    Sagradas Escrituras se refieran al monarca Infernal
    como el "padre de las mentiras" óun magnÌfico
    ejemplo de inversiÛn de car·cter. Si uno va a creer
    Èsta acusaciÛn teolÛgica de que el Diablo representa
    la falsedad, entonces debe concluirse que sea °…L, NO
    DIOS, QUIEN ESTABLECI” TODAS LAS RELIGIONES
    ESPIRITUALES Y QUIEN ESCRIBI” TODOS LOS TEXTOS
    SAGRADOS! Cuando una duda es seguida por otra, la
    burbuja, ya repleta de tantas falacias desde hace
    tiempo acumuladas, amenaza con reventar. Para
    quienes ya dudan de las supuestas verdades, este libro
    es la revelaciÛn. Entonces Lucifer se habr· levantado.
    °Ya es tiempo de dudar! La burbuja de la falsedad se
    est· reventando y su sonido es el rugir del mundo.
    45
    SE BUSCA!
    ó DIOS ó
    VIVO O MUERTO!
    L que un Satanista no cree en Dios es un
    concepto popular bastante errÛneo. El concepto
    de ìDiosî, tal como es interpretado por el hombre, ha
    sido tan variado a travÈs de todas las Èpocas, que el
    Satanista simplemente aceptar la definiciÛn que mejor
    se ajuste a sus necesidades. El hombre siempre ha
    creado sus dioses, en vez de sus dioses haberlo creado
    a Èl. Para unos, Dios es benÈvolo; para otros, resulta
    aterrador. Para el Satanista, ìDiosî ópor cualquier
    nombre que se le llame, o bien por ning˙n nombre en
    absolutoó es visto como el factor de equilibrio en la
    Naturaleza, y no como un ser al que le preocupe el
    sufrimiento. Esta poderosa fuerza que permea y
    equilibra el universo es demasiado impersonal para
    preocuparse por la felicidad o la miseria de las
    criaturas de carne y hueso de esta bola de mierda
    sobre la cual vivimos.
    Cualquiera que piense en Sat·n como malo
    deberÌa tener en cuenta todos los hombres, mujeres,
    niÒos y animales que han muerto porque ello era
    ìVoluntad de Diosî. Con toda seguridad, una persona
    que lamente la pÈrdida inoportuna de un ser querido
    °preferirÌa mil veces tenerla otra vez junto a sÌ que en
    las manos de Dios! En cambio, son consolados
    melosamente por el clÈrigo de turno que dice ìFue la
    voluntad de Dios, hija mÌaî; o ìAhora descansa en las
    manos de Dios, hijo mÌoî. Tales frases han sido una
    E
    46
    manera conveniente que los religiosos han utilizado
    para justificar o excusar la impiedad de Dios. Pero si
    Dios est· al mando y es tan benÈvolo como se supone
    que es, øpor quÈ permite que pasen estas cosas?
    Durante mucho tiempo los religiosos se han
    abalanzado sobre sus biblias y reglamentos para
    probar o refutar, justificar, condenar o interpretar.
    El Satanista se da cuenta que el hombre, y la
    acciÛn y reacciÛn del Universo, son responsables de
    todo lo que ocurre, y no se engaÒa creyendo que a
    alguien le importa. °Ya no nos quedaremos sentados y
    aceptaremos el ìdestinoî sin hacer algo al respecto,
    sÛlo porque asÌ lo dice en el CapÌtulo tal y cual,
    Salmo asÌ y as·, y baste con eso! El Satanista sabe
    que el rezar no ayudar· mucho óde hecho,
    disminuye las posibilidades de Èxito, ya que lo que
    suelen hacer las personas devotas es sentarse
    complacidamente y rezar por una situaciÛn que, si
    hicieran algo, la resolverÌan mucho m·s r·pido!
    El Satanista rehuye tÈrminos como ìesperanzaî y
    ìoraciÛnî ya que son indicio de aprehensiÛn. Si
    esperamos y rezamos para que suceda algo, no
    actuaremos en una forma positiva para hacer que
    suceda! El Satanista, d·ndose cuenta que cualquier
    cosa que consiga es gracias a sus propios actos, toma
    control de la situaciÛn en lugar de rezarle a Dios para
    que ello suceda. El pensamiento positivo y la acciÛn
    positiva aÒaden los resultados.
    AsÌ como el Satanista no reza para pedir la ayuda
    de Dios, tampoco le reza para que lo perdone por sus
    propios errores. En otras religiones, cuando uno hace
    mal, va y se le reza a Dios, o se confiesa a un
    intermediario y le pide que ore a Dios para que le
    perdone por sus pecados. El Satanista sabe que si la
    oraciÛn es de ning˙n provecho, el confesarse ante otro
    ser humano como Èl mismo, es menos provechoso óy
    es por dem·s, degradante.
    47
    Cuando un Satanista comete un error, se da cuenta
    que cometer errores es algo natural óy si se siente
    mal por lo que ha hecho, aprender· de ello y se
    cuidar· de no hacer lo mismo de nuevo. Si no se
    siente mal por lo que ha hecho, y sabe que har· lo
    mismo una y otra vez, no tiene por que ir a
    confesarse, mucho menos pedir perdÛn. Pero esto es
    exactamente lo que sucede. La gente confiesa sus
    pecados para que puedan limpiar sus conciencias óy
    tener la libertad de seguir pecando una y otra vez,
    casi siempre cometiendo el mismo pecado.
    Hay tantas definiciones de Dios, en el sentido
    acostumbrado de la palabra, como tipos de personas.
    Las im·genes van desde la creencia en un dios que es
    m·s bien una idea algo vaga, una especie de ìmente
    cÛsmica universalî, hasta una deidad antropomÛrfica
    con una larga barba blanca y sandalias que sigue con
    atenciÛn todas las acciones de cada individuo.
    A˙n dentro de los confines de una religiÛn dada,
    las interpretaciones personales de Dios difieren
    enormemente. Algunas religiones van hasta el punto
    de etiquetar a alguien que pertenece a una secta
    religiosa que no sea la de ellos, tild·ndolo de hereje,
    aunque las doctrinas generales e impresiones que se
    tienen de la divinidad sean bastante parecidas. Por
    ejemplo, los CatÛlicos creen que los Protestantes
    est·n condenados al Infierno simplemente porque no
    pertenecen a la Iglesia CatÛlica. De igual manera,
    muchos grupos que se han separado de la fe
    Cristiana, como las iglesias evangÈlicas o
    revivalistas, creen que los CatÛlicos son paganos que
    adoran im·genes. (Cristo es representado en una
    imagen que sea fÌsicamente m·s parecida al individuo
    que lo estÈ adorando, y sin embargo los Cristianos
    critican a los 'paganos' por adorar im·genes
    labradas.) Y a los JudÌos siempre se les ha
    identificado con el Diablo.
    48
    Si bien en todas estas religiones el dios es
    b·sicamente el mismo, cada una se refiere al camino
    elegido por las otras como reprochable, y para colmo
    de males, cada uno de sus miembros REZA por los de
    las dem·s. Tienen desprecio por sus hermanos en la
    fe solo porque sus religiones portan distintas
    etiquetas, y tienen que liberar esa animosidad de
    alguna manera. QuÈ mejor forma de hacerlo, en vez
    de ìorarî! QuÈ manera tan ridÌculamente cortÈs de
    decir ìte odioî; tal es el apenas disimulado recurso
    conocido como "orar por tu enemigo"! Rezar por el
    propio enemigo no es m·s que rabia disfrazada y
    reprimida, y decididamente de una calidad bastante
    rastrera e inferior!
    Si ha habido una discrepancia tan violenta en
    cuanto a la manera apropiada de adorar a Dios,
    øcu·ntas interpretaciones de Dios puede haber óy
    quiÈn tiene la razÛn?
    Todos los devotos a las ìreligiones de luz blancaî
    se ocupan de complacer a su Dios para que, al morir,
    puedan tener abiertas para sÌ las ìPuertas Perladasî.
    Sin embargo, si un hombre no ha vivido su vida
    seg˙n los reglamentos de su fe, puede, a ˙ltimo
    minuto, llamar un clÈrigo a su lecho de muerte para la
    absoluciÛn final. El sacerdote, pastor o ministro ir·
    corriendo entonces, para que haga ìlas paces con
    Diosî, y para cerciorarse de que el pasaporte para el
    Reino Celestial estÈ en toda regla. (Los Yezidis, una
    secta musulmana de adoradores del Diablo, adoptan
    un punto de vista muy distinto. Creen que Dios es
    todopoderoso, pero que tambiÈn lo perdona todo, y
    que su misericordia es infinita, y por ende, creen que
    es al Diablo al que deben complacer, ya que es el que
    rige sus vidas mientras estÈn aquÌ en la Tierra. Creen
    tan firmemente que Dios perdonar· todos sus pecados
    una vez que se les den los ˙ltimos ritos, que no
    sienten necesidad alguna de preocuparse con la
    opiniÛn que de ellos tenga Dios mientras viven).
    49
    Con todas las contradicciones en las escrituras
    Cristianas, hoy en dÌa mucha gente no acepta
    racionalmente el Cristianismo de la manera en que ha
    sido practicado en el pasado. Un gran n˙mero de
    personas est· comenzando a dudar de la existencia de
    50
    EL DIOS AL QUE SALVAS
    PODRÕA SER T⁄ MISMO!
    ODAS las religiones de naturaleza espiritual son
    invenciones del hombre. …ste ha creado todo un
    sistema de dioses sin otra ayuda que la de su cerebro
    carnal. Solo porque tiene un ego y no puede
    aceptarlo, ha tenido que exteriorizarlo en un gran
    artificio espiritual al cual llama ìDiosî.
    Dios puede hacer todo lo que al hombre le est·
    prohibido hacer ótales como matar gente, hacer
    milagros para gratificar su voluntad, ejercer control
    sin ninguna responsabilidad aparente, etc. Si el
    hombre necesita tal dios y reconoce a Èse dios,
    entonces est· adorando una entidad que ha inventado
    un cerebro humano. Por lo tanto, EST£ ADORANDO AL
    HOMBRE QUE INVENT” A DIOS. øNo es m·s sensato
    adorar un dios que Èl, Èl mismo, ha creado, conforme
    a sus propias necesidades emocionales óuno que
    represente mejor su propio ser fÌsico y carnal que
    tiene la idea y el poder de inventar un dios en primer
    lugar?
    Si el hombre insiste en exteriorizar su propio ser
    verdadero en la forma de ìDiosî, entonces øpor quÈ
    temer a su propio ser, al temer a ìdiosî ópor quÈ
    alabar su propio ser alabando a ìDiosî?ó øpor quÈ
    permanecer por fuera de Dios PARA PODER INMISCUIRSE
    EN RITUALES Y CEREMONIAS RELIGIOSAS EN SU NOMBRE?
    El hombre necesita del ritual y el dogma, pero
    °ninguna ley establece que sea necesario un dios
    exteriorizado para poder realizar rituales y
    ceremonias hechas en el nombre de un dios! øPodrÌa
    ser que, cuando el hombre cierre el vacÌo entre sÌ
    T
    51
    mismo y su ìDiosî, vea al demonio del orgullo
    intentando salir óla personificaciÛn misma de
    Lucifer apareciendo en medio? El hombre ya no
    puede verse a sÌ mismo como dos partes, la carnal y
    la espiritual, sino que las vea converger en una sola, y
    entonces descubrir· horrorizado que son una sola
    entidad carnal ó°Y QUE SIEMPRE FUE ASÕ! Entonces, o
    bien se odiar· a sÌ mismo hasta la muerte, dÌa tras dÌa
    óo se regocijar· de ser lo que es!
    Si se odia a sÌ mismo, buscar· caminos
    espirituales de ìiluminaciÛnî cada vez m·s nuevos y
    m·s complejos, con la esperanza de poder dividirse
    otra vez en su b˙squeda de ìdiosesî m·s fuertes y
    exteriorizados para que azoten su miserable c·scara
    corporal. Si se acepta a sÌ mismo, pero reconoce que
    el ritual y la ceremonia son elementos importantes
    que sus religiones inventadas han utilizado para
    sustentar su fe en una mentira, entonces que sea EL
    MISMO TIPO DE RITUAL el que sustentar· su fe en la
    verdad óel espect·culo primitivo que le har·
    consciente de la sustancia aÒadida a su propio ser
    majestuoso.
    Cuando se ha desvanecido toda fe religiosa en
    mentiras, se debe a que el hombre se ha acercado m·s
    a sÌ mismo y se ha alejado de ìDiosî; m·s cerca al
    ìDiabloî. Si esto es lo que el diablo representa, y un
    hombre vive su vida a la sombra del diablo, con todo
    el vigor de Sat·n moviendo su carne, entonces mejor
    que escape del cacareo y la criticonada de quienes se
    denominan ìjustosî, o bien permanezca
    orgullosamente en sus lugares secretos de la tierra y
    manipule a las masas atontadas a travÈs de su propio
    poder sat·nico, hasta el dÌa en que pueda
    manifestarse en todo su esplendor, proclamando
    ì°SOY UN SATANISTA, INCLINAOS, PORQUE SOY LA
    PERSONIFICACI”N MAS ALTA DE LA VIDA HUMANA!î
    52
    ALGUNAS EVIDENCIAS
    DE LA NUEVA
    EDAD SAT£NICA
    OS siete pecados capitales de la Iglesia Cristiana
    son: codicia, orgullo, envidia, ira, gula, lujuria y
    pereza. El Satanismo recomienda complacerse en
    cada uno de estos ìpecadosî, puesto que todos ellos
    conducen a la satisfacciÛn fÌsica, mental o emocional.
    Un Satanista sabe que no tiene nada de reprobable
    el ser codicioso, ya que ello no significa otra cosa que
    desear m·s de lo que ya tiene. La envidia representa
    considerar favorablemente lo que los otros poseen y
    aspirar a tener las mismas cosas por uno mismo. La
    envidia y la codicia son las fuerzas que motivan la
    ambiciÛn óy sin ambiciÛn, se lograrÌa bien poco
    verdaderamente importante.
    La gula es simplemente comer m·s de lo que
    necesitas para mantenerte vivo. Cuando has comido
    en exceso hasta el punto de la obesidad, otro pecado
    óe1 orgulloó te motivar· a recobrar un aspecto que
    renovar· el respeto hacia ti mismo.
    Todo aquel que compra una prenda de vestir con
    otro objeto que no sea el de cubrir su cuerpo y el de
    protegerse de los elementos naturales, se hace
    culpable de orgullo. Con frecuencia, los satanistas
    encuentran espÌritus ´progresistasª que sostienen que
    las etiquetas no son necesarias. A esos detractores de
    las etiquetas es preciso seÒalarles que una o varias de
    las prendas que ellos mismos llevan no son
    indispensables para mantenerlos abrigados. En esta
    Tierra no hay una sola persona que renuncie al
    L
    53
    omato. El Satanista seÒala que todo el omato que se
    advierta en la persona de esos espÌritus ´progresistasª
    viene a demostrar que tambiÈn ellos son culpables de
    orgullo. Por muy verbosos que esos cÌnicos sean en
    su descripciÛn intelectual de lo muy libres que son, lo
    cierto es que siguen luciendo los elementos del
    orgullo.
    El mostrarse reacio a levantarse por la maÒana es
    ser culpable de pereza, y si permaneces bastante
    tiempo en la cama, puedes encontrarte cometiendo un
    nuevo pecado ólujuria. Sentir la m·s leve agitaciÛn
    del deseo sexual es incurrir en el pecado de la lujuria.
    Para poder asegurar la propagaciÛn de la especie, la
    naturaleza ha hecho de la lujuria el segundo instinto
    m·s poderoso; siendo el primero el instinto de
    conservaciÛn. D·ndose cuenta de esto, la Iglesia
    Cristiana hizo de la fornicaciÛn el "Pecado Original".
    De esta manera, se aseguraron de que nadie escaparÌa
    del pecado, Tu propia existencia es consecuencia del
    pecado °el Pecado Original!
    El instinto m·s fuerte en todos los seres vivos es el
    instinto de conservaciÛn, lo cual nos lleva al ˙ltimo de
    los siete pecados mortales óla ira. øNo es nuestro
    instinto de conservaciÛn el que entra en juego cuando
    alguien nos perjudica, cuando nos encolerizamos lo
    suficiente para protegemos de ataques ulteriores? Un
    Satanista practica el lema: ì°Si un hombre te
    abofetea en la mejilla, rÛmpele la otra!î. Que ning˙n
    ultraje quede sin castigar, SÈ como un leÛn en el
    combate. °SÈ peligroso incluso en la derrota!
    Puesto que los instintos naturales les conducen al
    pecado, todos los hombres son pecadores; y todos los
    pecadores van al Infierno. Si todo el mundo va al
    Infierno, entonces no hay duda de que encontrar·s allÌ
    a todos tus amigos. El Cielo debe estar poblado de
    criaturas m·s bien extraÒas, habida cuenta de que
    todo su af·n en la vida era ir a un lugar en el que
    pudieran taÒer eternamente un arpa.
    54
    "Los tiempos han cambiado. Los jerarcas de la
    Iglesia ya no predican que todos nuestros actos
    naturales son pecaminosos. Ya no pensamos que el
    sexo es sucio óo que sentir orgullo de nosotros
    mismos es vergonzosoó o que desear lo de los dem·s
    es perverso". °Claro que no, los tiempos han
    cambiado! "Si deseas una prueba de ello, basta con
    que mires lo muy liberales que se han vuelto las
    Iglesias. Vamos, si est·n practicando todas las cosas
    que ustedes predican!".
    Los Satanistas oyen constantemente estas
    afirmaciones y otras por el estilo, y no tienen
    inconveniente en admitir que es asÌ. PERO, si el mundo
    ha cambiado tanto, øpor quÈ seguir aferr·ndose a los
    restos de una fe moribunda? Si tantas religiones han
    empezado a negar sus propias escrituras porque han
    quedado desfasadas, y si predican la filosofÌa del
    satanismo, øpor quÈ no llamarle a Èste por su legÌtimo
    nombre óes decir, Satanismo? Ciertamente, eso serÌa
    muchÌsimo menos hipÛcrita.
    En aÒos m·s recientes ha habido un intento de
    humanizar el concepto espiritual del Cristianismo.
    Esto se ha manifestado de las maneras menos
    espirituales posibles. Las misas que habÌan sido
    dichas en latÌn ahora son dichas en los idiomas
    comunes ólo cual lo ˙nico que logra es que todo el
    sin sentido sea mucho mas f·cil de entender, y al
    mismo tiempo priva a la ceremonia de la naturaleza
    esotÈrica que es consistente con los principios del
    dogma. Es mucho m·s f·cil obtener una reacciÛn
    emocional utilizando palabras y frases que no puedan
    ser entendidas, que con declaraciones que a˙n la
    mente m·s simple cuestionar· cuando las escuche en
    un lenguaje m·s comprensible.
    Si los sacerdotes y ministros hubiesen usado hace
    cien aÒos lo que utilizan hoy en dÌa en sus iglesias,
    hubieran sido acusados de herejÌa, llamados
    55
    demonios, la mayorÌa de las veces perseguidos, y sin
    duda hubieran sido excomulgados.
    Los religiosos se quejan: ìdebemos estar acorde
    con los tiempos, estar al tanto de las cosasî olvidando
    que, debido a los factores limitantes y las leyes
    profundamente enraizadas de las religiones, nunca
    podr·n cambiar lo suficiente para estar acorde con las
    necesidades del hombre.
    Las religiones del pasado siempre han
    representado la naturaleza espiritual del hombre, con
    muy poca o ninguna preocupaciÛn por sus
    necesidades carnales o mundanas. Han considerado
    que esta vida no es m·s que transitoria, que la carne
    no es m·s que una envoltura; que los placeres fÌsicos
    son triviales, y el dolor una preparaciÛn digna para el
    ìReino de Diosî. °QuÈ bien se les nota la hipocresÌa
    cuando los ìreligiososî hacen un cambio en su
    religiÛn para confrontar las necesidades del hombre!
    La ˙nica manera que el Cristianismo puede servir por
    completo a las necesidades del hombre es
    convirtiÈndose en lo que el Satanismo es AHORA.
    Se ha hecho necesario que aparezca una nueva
    religiÛn, basada en los instintos naturales del hombre.
    Y ya tiene un nombre. Se llama Satanismo. Es ese
    poder condenado el que ha causado la controversia
    religiosa sobre las medidas de control de la natalidad
    óuna admisiÛn a regaÒadientes de que la actividad
    sexual, por el sÛlo placer de tenerla, llegÛ para
    quedarse.
    Es el ìDiabloî el que ha causado que las mujeres
    comiencen a mostrar sus piernas, para excitar a los
    hombres óel mismo tipo de piernas a las que ahora
    es socialmente aceptable mirar, que son mostradas
    por jÛvenes monjas luciendo h·bitos m·s cortos. °QuÈ
    paso tan acertado en la direcciÛn correcta! øEs
    posible acaso que muy pronto veamos monjas topless
    contone·ndose sensualmente al ritmo de ìMisa
    Solemnis Rockî? Sat·n sonrÌe y dice que por Èl no
    56
    habrÌa ning˙n problema ómuchas monjas son niÒas
    muy lindas con bonitas piernas.
    Muchas iglesias con algunas de las
    congregaciones m·s numerosas tienen la m˙sica m·s
    rÌtmica y sensual ósat·nicamente inspirada. DespuÈs
    de todo, el Diablo siempre ha tenido las mejores
    tonadas.
    A pesar de toda la habladurÌa de la TÌa Marta
    sobre la 'Generosa Cosecha del SeÒor', los picnic
    dominicales, no son m·s que una buena excusa para
    la comilona dominical, y todos saben que tras los
    arbustos suceden cosas m·s interesantes que leer la
    Biblia.
    Los bazares para recolectar fondos para la iglesia
    son lo que antes se conocÌa como carnavales, nada
    m·s que una excusa empleada para celebrar los
    placeres de la carne; y que ahora sÛlo sirven para
    recoger fondos para la iglesia, y mientras el dinero
    siga entrando a la iglesia no hay problema, ya que asÌ
    °podr·n seguir predicando contra las tentaciones del
    Demonio! Cabe anotar que estas cosas solo son
    ceremonias y elementos paganos óque los cristianos
    tomaron prestadas. Cierto, pero los paganos se
    deleitaban en los placeres de la carne, y fueron
    condenados por la misma gente que ahora celebran
    sus rituales, solo que ahora los llaman por nombres
    diferentes.
    Los sacerdotes y ministros siempre van en la
    primera fila en las manifestaciones en pro de la paz, y
    se tienden en las vÌas fÈrreas para detener a los trenes
    que llevan materiales de guerra al frente, con igual
    dedicaciÛn que sus hermanos de h·bito, de los
    mismos seminarios, que bendicen las balas, bombas y
    soldados, actuando como capellanes de las fuerzas
    armadas. Alguien, en alg˙n lado, debe estar
    equivocado. øPodrÌa ser que Sat·n sea el ˙nico
    calificado para actuar como acusador
    57
    Cuando un cachorro alcanza la madurez se
    convierte en perro; cuando el hielo se derrite se le
    llama agua; cuando han transcurrido doce meses,
    tenemos un nuevo calendario con el nombre
    cronolÛgico apropiado; cuando la ìmagiaî se
    convierte en hecho cientÌfico nos referimos a ella
    como medicina, astronomÌa, etc..., cuando un nombre
    ya no es apropiado para una cosa dada, lo m·s lÛgico
    es cambiarlo por uno nuevo que se ajuste mejor para
    tal propÛsito. øPor quÈ, pues, no hacemos lo mismo
    con la religiÛn? øPor quÈ seguir llamando a una
    religiÛn con el mismo nombre cuando los principios
    de Èsa religiÛn ya no se ajustan al original? O, si la
    religiÛn predica lo mismo que siempre ha predicado,
    pero sus seguidores no practican casi ninguna de sus
    enseÒanzas, øpor quÈ siguen llam·ndose a sÌ mismos
    por el nombre dado a los seguidores de esa religiÛn?
    Si no crees en lo que enseÒa tu religiÛn, øpor quÈ
    continuar apoyando una creencia que es
    contradictoria con lo que sientes? Nunca votarÌas por
    una persona o una ideologÌa en la cual no crees, asÌ
    que por quÈ dar tu voto eclesi·stico por una religiÛn
    que ya no es consistente con tus convicciones? No
    tienes derecho alguno para quejarte de una situaciÛn
    polÌtica por la cual has votado o a la que has apoyado
    de alguna manera ólo cual incluye sentarse y asentir
    complacientemente con los vecinos que aprueban esa
    situaciÛn, simplemente porque eres muy perezoso o
    muy cobarde para dar tu opiniÛn. Lo mismo ocurre
    con los temas religiosos. A˙n si no puedes ser
    agresivamente honesto sobre tus opiniones debido a
    las consecuencias desfavorables de tus jefes, tus
    lÌderes de comunidad, etc. Puedes, al menos, ser
    honesto contigo mismo. En la privacidad de tu propio
    hogar, y con tus amigos m·s cercanos debes apoyar
    la religiÛn que abrigue tus mejores intereses.
    ìEl Satanismo est· basado en una filosofÌa muy
    razonableî, dice el emancipado. ìPero øpor quÈ
    58
    llamarlo Satanismo? øPor quÈ no llamarlo algo como
    'Humanismo', o un nombre que no tenga
    connotaciones de un grupo de brujerÌa, algo un poco
    m·s esotÈrico óalgo menos evidente?î Hay m·s de
    una razÛn para esto. El humanismo no es una
    religiÛn. Simplemente es una forma de vida sin
    ceremonia o dogma. El Satanismo tiene ceremonia y
    dogma. El dogma, como se explicar· despuÈs, es
    necesario.
    El Satanismo se diferencia enormemente de las
    dem·s religiones blancas, ìmagia blancaî o grupos
    m·gicos en el mundo de hoy. Estas religiones
    santurronas y desdeÒosas claman que sus miembros
    utilizan los poderes de la magia sÛlo para fines
    altruistas. Los Satanistas miran con desdÈn a los
    grupos de magia ìblancaî porque sienten que el
    altruismo es atentar contar la vida. El no tener un
    deseo de obtener las cosas por ti mismo es algo
    antinatural. El Satanismo representa una forma de
    egoÌsmo controlado. Esto no significa que no debas de
    hacer cosas por alguien m·s. Si haces algo para hacer
    feliz a alguien por quien te preocupas, su felicidad te
    dar· una sensaciÛn de gratificaciÛn.
    El Satanismo defiende la pr·ctica de una forma
    modificada de la Regla de Oro. Nuestra
    interpretaciÛn de esta regla es: ìtrata a los dem·s
    como los dem·s te tratenî; porque si tu ìhaces a los
    dem·s lo que te gustarÌa que te hicieranî, y ellos, a su
    vez, te tratan mal, va contra la naturaleza humana
    seguir trat·ndolos con consideraciÛn. DeberÌas tratar
    a los dem·s como te gustarÌa que te tratasen, pero si
    tu cortesÌa no es correspondida, deberÌan ser tratados
    con la furia que se merecen.
    Los grupos de brujerÌa blanca dicen que si
    maldices a alguien, ese mal se te devuelve el triple, o
    de manera parecida a la del boomerang, regresa a
    quien lo enviÛ. Esto es un indicio m·s de la filosofÌa
    culpabilizante que tienen estos grupos neopaganos y
    59
    pseudocristianos. Los magos blancos quieren hurgar
    en la brujerÌa, pero no pueden divorciarse a sÌ mismos
    del estigma apegado a esto. Por lo tanto, se llaman a
    sÌ mismos magos blancos, y basan el 75% de su
    filosofÌa en los principios trillados y desgastados del
    Cristianismo. Cualquiera que pretenda estar
    interesado en la magia o en lo oculto por otras
    razones que no sea obtener m·s poder personal, es la
    peor clase de hipÛcrita. El Satanista respeta al
    Cristianismo por, al menos, ser consistente con su
    filosofÌa culpabilizante, pero sÛlo puede sentir
    desprecio por las personas que intentan aparecer
    emancipadas de la culpa uniÈndose a un grupo de
    brujerÌa, y seguir practicando la misma filosofÌa
    b·sica del Cristianismo.
    Supuestamente, la magia blanca solo es utilizada
    con propÛsitos buenos o no egoÌstas, y la magia
    negra, se nos dice, es utilizada sÛlo por motivos
    egoÌstas o ìmalos.î El Satanismo no traza tal lÌnea
    divisoria. La magia es magia, no importa si es
    utilizada para ayudar u obstaculizar. El Satanista,
    siendo el mago, deberÌa tener la capacidad de decidir
    lo que es m·s justo, y luego aplicar los poderes de la
    magia para alcanzar sus metas.
    Durante las ceremonias de magia blanca, los
    practicantes permanecen en el interior de un
    pentagrama para protegerse a sÌ mismos de las
    fuerzas "malvadasî a las que invocan para pedir
    ayuda. Para el Satanista, es un tanto hipÛcrita el
    invocar a estas fuerzas para pedir ayuda, mientras
    que al mismo tiempo te proteges de los poderes a los
    que has recurrido. El Satanista se da cuenta que solo
    al aliarse con estas fuerzas puede utilizar del todo los
    Poderes de las Tinieblas para su mejor provecho.
    En una ceremonia de magia Sat·nica, los
    participantes no se toman de las manos y bailan en
    cÌrculo; queman velas de varios colores para varios
    deseos; invocan los nombres del ìPadre Hijo y
    60
    EspÌritu Santoî a la vez que, supuestamente,
    practican las Artes Negras; escogen un ìsantoî como
    guÌa personal para que los ayude en sus problemas;
    se empapan de ung¸entos olorosos y esperan que el
    dinero les llueva; meditan para que poder llegar a un
    ìgran despertar espiritualî; recitan largas letanÌas
    mencionando de vez en cuando el nombre de Jes˙s,
    etc, etc, etc, ad nauseam!
    PORQUE! ó…sta NO es la manera en que se practica
    la magia Sat·nica. Si no puedes separarte del
    autoengaÒo hipÛcrita, nunca tendr·s Èxito como
    mago, mucho menos como Satanista.
    La religiÛn Sat·nica no sÛlo ha levantado la
    moneda óle ha dado la vuelta por completo. Por lo
    tanto, øpor quÈ deberÌa apoyar los mismos principios
    a los cuales se opone por completo, llam·ndosele con
    un nombre que no fuese uno que se sea acorde con las
    doctrinas revertidas que integran la filosofÌa
    Sat·nica? El Satanismo no es una religiÛn de luz
    blanca; °es una religiÛn de la carne, lo mundano, lo
    carnal! ótodo lo cual est· regido por Sat·n, la
    personificaciÛn de la VÌa de la Mano Izquierda7
    .
    Inevitablemente, la siguiente pregunta que se har·
    es: ìEst· bien, no puedes llamarlo Humanismo
    porque el Humanismo no es una religiÛn; øpero por
    quÈ tener una religiÛn primero que todo, si todo lo que
    hacen es lo m·s natural del mundo? øPor quÈ no
    hacerlo y ya?î.
    El hombre moderno ha avanzado mucho; se ha
    desencantado con los dogmas sin sentido de las
    religiones del pasado. Estamos viviendo en una era de
    conocimiento. La psiquiatrÌa ha avanzado a grandes
    pasos para ilustrar al hombre sobre su verdadera
    personalidad. Estamos viviendo en una era de
    conciencia intelectual como ninguna que el mundo
    haya visto.

    7 Ver ApÈndice I.
    61
    Esto est· bien, y tanto mejor óPERO hay una
    pequeÒa falla en Èste nuevo estado de conciencia. Una
    cosa es aceptar algo intelectualmente, pero aceptar la
    misma cosa emocionalmente es algo completamente
    distinto. La ˙nica necesidad que la psiquiatrÌa no
    puede llenar es la necesidad inherente del hombre de
    crear emociones a travÈs del dogma. El hombre
    necesita de la ceremonia y del ritual, de la fantasÌa y
    del encantamiento. La psiquiatrÌa, a pesar de todo lo
    bueno que ha hecho, ha privado al hombre de la
    fantasÌa y el asombro que en el pasado le daba la
    religiÛn.
    El Satanismo, d·ndose cuenta de las necesidades
    actuales del hombre, llena el enorme vacÌo gris que
    existe entre la religiÛn y la psiquiatrÌa. La filosofÌa
    Sat·nica combina los fundamentos de la psicologÌa y
    la creaciÛn honesta de emociones, o dogma. Le da al
    hombre la fantasÌa de la que tanto necesita. No hay
    nada malo con el dogma, con tal que no estÈ basado
    en ideas y acciones que vayan completamente en
    contra de la naturaleza humana.
    La forma m·s r·pida de viajar entre dos puntos es
    en lÌnea recta. Si todas las culpas que se han
    construido pudieran convertirse en ventajas, ello
    elimina la necesidad de purgar intelectualmente a la
    psique en un intento de limpiarla de esas represiones.
    El Satanismo es la ˙nica religiÛn conocida por el
    hombre que acepta al hombre tal como es, y
    promueve la idea de convertir algo malo en algo
    bueno, en lugar de hacer el mayor esfuerzo posible
    para eliminar lo malo.
    Por lo tanto, despuÈs de evaluar intelectualmente
    los problemas a travÈs del sentido com˙n y partiendo
    de lo que nos ha enseÒado la psiquiatrÌa, si a˙n no
    puedes librarte emocionalmente de la culpa
    injustificada, y pones tus teorÌas en acciÛn,
    aprenderÌas a hacer que tu culpa trabaje en tu propio
    beneficio. DeberÌas actuar seg˙n tus instintos
    62
    naturales, y entonces, si no puedes actuar sin sentirte
    culpable, goza de tu culpa. Esto puede sonar como
    una contradicciÛn de tÈrminos, pero si lo analizas con
    cuidado, la culpa puede aÒadir muchas veces un
    estÌmulo a los sentidos. Los adultos harÌan bien en
    aprender una lecciÛn de los niÒos. Muchas veces, los
    niÒos disfrutan haciendo lo que saben que se supone
    no deberÌan estar haciendo.
    SÌ, los tiempos han cambiado, pero el hombre no.
    Las bases del Satanismo siempre han existido. Lo
    ˙nico que es nuevo es la organizaciÛn formal de una
    religiÛn basada en las necesidades universales del
    hombre. Durante siglos, se han dedicado magnificas
    estructuras de piedra, concreto, m·rmol y acero a la
    abstinencia del hombre. Ya es hora que los seres
    humanos dejen de luchar entre sÌ, y dediquen su
    tiempo a construir templos diseÒados para las
    indulgencias del hombre.
    Aunque los tiempos han cambiado, y siempre lo
    har·n, el hombre sigue siendo b·sicamente el mismo.
    Por dos mil aÒos el hombre ha hecho penitencia por
    algo de lo que, en primer lugar, nunca tuvo que
    haberse sentido culpable. Estamos cansados de
    negarnos a nosotros mismos los placeres de la vida
    que nos merecemos. Hoy, como siempre, el hombre
    necesita pasarla bien aquÌ y ahora, en lugar de
    esperar su recompensa en el cielo. AsÌ que, øpor quÈ
    no tener una religiÛn basada en la indulgencia?
    Ciertamente es consistente con la naturaleza de la
    bestia. Ya no somos enclenques suplicantes
    temblando ante un Dios inmisericorde al que no le
    importa si vivimos o morimos. Somos personas
    orgullosas con respeto por nosotros mismos ósomos
    Satanistas!

    EL INFIERNO, EL DIABLO
    Y C”MO
    VENDER TU ALMA
    AT£N ha sido, con toda seguridad, el mejor
    amigo que la Iglesia jam·s haya tenido, ya que Èl
    la ha mantenido en el negocio todos estos aÒos. La
    falsa doctrina del Infierno y del Diablo ha permitido a
    las Iglesias protestantes y catÛlicas prosperar durante
    demasiado tiempo. Sin un diablo al cual acusar, los
    religiosos de la VÌa de la Mano Derecha8
    , no tendrÌan
    con quÈ amenazar y amedrentar a sus seguidores. A
    guisa de advertencia, dicen. ìSat·n te guÌa a la
    tentaciÛnî; ìSat·n es el prÌncipe del malî; ìSat·n es
    maligno, cruel, brutalî. ìSi cedes a las tentaciones del
    diablo, seguramente sufrir·s condenaciÛn eterna y te
    asar·s en el Infiernoî.
    El significado sem·ntico de Sat·n es el de
    ìadversarioî u ìoposiciÛnî o el de ìacusadorî. La
    misma palabra ìdiabloî viene del hind˙ devi que
    significa ìdiosî. Sat·n representa oposiciÛn a todo las
    religiones que sirven para frustrar y condenar al
    hombre por sus instintos naturales. Le ha sido dado el
    papel de malo simplemente porque representa los
    aspectos carnales, terrenales, y mundanos de vida.
    Sat·n, demonio por excelencia del Mundo
    Occidental, era originalmente un ·ngel cuyo deber era
    informar a Dios de los delitos e iniquidades humanas.
    No fue hasta el siglo XIV que empezÛ a ser
    representado como una deidad maligna que era parte

    8 Ver ApÈndice I
    S
    64
    hombre y parte animal, con cuernos y pezuÒas de
    cabra. Antes que el Cristianismo le diera los nombres
    de Sat·n, Lucifer, etc., la parte carnal de la
    naturaleza humana era regida por el dios entonces
    conocido como Dionisios, o Pan, representado por los
    griegos como un s·tiro o fauno. En sus orÌgenes, Pan
    era el ìbuenoî y simbolizaba la fertilidad y
    fecundidad.
    Siempre que una naciÛn asume una nueva forma
    de gobierno, los hÈroes del pasado se convierten en
    los villanos del presente. Lo mismo sucede con la
    religiÛn. Los primeros Cristianos creÌan que las
    deidades Paganas eran demonios, y acudir a ellos era
    utilizar ìmagia negraî. A los milagrosos eventos
    celestiales los llamaban ìmagia blancaî; Èsta era la
    ˙nica diferencia entre los dos. Los viejos dioses no
    murieron; cayeron al Infierno y se convirtieron en
    demonios. El coco9
    , los duendes, o espÌritus
    ìsalvajesî empleados para asustar a los niÒos se
    derivan de varias creencias eslavas sobre espÌritus
    que habitaban en pantanos. La raÌz eslava ìBogî
    significa ìDiosî lo mismo que la palabra hind˙
    Bhaga, que significa ìdiosî.
    Muchos placeres reverenciados antes del
    advenimiento del Cristianismo fueron condenados por
    la nueva religiÛn. °Se necesitÛ muy poco para
    transformar los cuernos y pezuÒas de Pan en un
    demonio m·s convincente! Los atributos de Pan
    pudieron transformarse f·cilmente en los pecados
    con-castigo-incluido, y asÌ quedaba complta la
    metamorfosis.
    La asociaciÛn de la cabra con el Diablo se halla en
    la Biblia Cristiana. El dÌa m·s sagrado del aÒo, el DÌa
    de la ExpiaciÛn, era celebrado cargando de pecados a
    dos cabras ìsin m·culaî, una como ofrenda al SeÒor,

    9
    En inglÈs, el ìcocoî se conoce como 'the bogey man' o simplemente
    'bogey', de allÌ la explicaciÛn que da el autor. (N. del T.)
    65
    y una a Azazel. La cabra que llevaba los pecados del
    pueblo era arrojada al desierto y se convertÌa en
    ìchivo expiatorioî. …ste es el origen de la cabra que
    a˙n hoy en dÌa se usa en ceremonias de logias, tal
    como solÌa hacerse en Egipto, donde anualmente se la
    sacrificaba a un Dios.
    Los demonios de la humanidad son muchos, y sus
    orÌgenes muy diversos. La celebraciÛn del ritual
    Sat·nico no adopta la invocaciÛn de demonios; esta
    pr·ctica sÛlo es seguida por aquellos que temen las
    fuerzas que ellos mismos conjuran.
    Supuestamente, los demonios son espÌritus
    malÈvolos cuyos atributos conducen a la degradaciÛn
    de las personas o eventos con los que tienen contacto.
    La palabra griega demon denominaba a un espÌritu
    guardi·n o fuente de inspiraciÛn; para asegurarse, los
    teÛlogos inventarÌan posteriormente legiÛn tras legiÛn
    de Èstos heraldos de ómalvadaó inspiraciÛn.
    Un indicio de la cobardÌa de los ìmagosî de la VÌa
    de la Mano Derecha es la pr·ctica de invocar un
    demonio en particular (el cual, supuestamente, serÌa
    un sirviente del diablo) para hacer lo que el mago le
    ordenase. El supuesto es que el demonio, no siendo
    m·s que un lacayo del diablo, es m·s f·cil de
    controlar. La tradiciÛn Ocultista postula que sÛlo un
    hechiceros formidablemente "protegidos" o bien
    dementemente temerario, intentarÌa invocar al Diablo
    en persona.
    El Satanista no llama furtivamente a Èstos diablos
    ìmenoresî, sino que invoca abiertamente aquellos que
    conforman Èse ejÈrcito infernal de duradero ultraje ó
    °los Diablos en persona!
    Como podrÌa esperarse, los teÛlogos han
    catalogado algunos de los nombres de diablos en sus
    listas de demonios, pero el registro que sigue a
    continuaciÛn contiene los nombres usados m·s
    eficazmente en el ritual sat·nico. Estos son los
    nombres y orÌgenes de los Dioses y Diosas invocados,
    66
    que conforman gran parte de los moradores del
    Palacio Real del Infierno.
    LOS CUATRO PRÕNCIPES DE LA
    CORONA DEL INFIERNO
    SAT£Nó(Hebreo) adversario, opositor, acusador,
    SeÒor del Fuego, el infierno, el sur
    LUCIFERó(Romano) portador de luz, iluminaciÛn, el
    aire, estrella matutina, el este
    BELIALó(Hebreo) sin amo, sustento de la tierra,
    independencia, el norte
    LEVIAT£Nó(Hebreo) la serpiente que emerge de las
    profunidades, el mar, el oeste
    LOS NOMBRES INFERNALES
    AbadÛnó(Hebreo) el destructor
    Adramelecódiablo de Samaria
    Ahpuchódiablo Maya
    Arim·nódiablo Mazdeo
    AmÛnódios egipcio con cabeza de sÌmbolo de la
    vida y la reproducciÛn
    ApoliÛnósinÛnimo Griego para Sat·n, el
    archienemigo
    Asmodeoódiablo Hebreo de la sensualidad y la
    lujuria, llamado originalmente "criatura del
    juicio".
    Astarotódiosa fenicia de la lascivia, equivalente a la
    babilÛnica Ishtar
    Azazeló(Hebreo) Le enseÒÛ al hombre a fabricar
    armas de guerra, introdujo los cosmÈticos.
    67
    BaalberithóDios Cananita de la alianza, convertido
    despuÈs en diablo
    Balaamódiablo Hebreo de la avaricia y la codicia
    Bafomet (Baphomet)óadorado por los Templarios
    como un sÌmbolo de Sat·n
    BastóDiosa Egipcia del placer, representada por el
    gato
    Belceb˙ (Beelzebub)ó(Hebreo) SeÒor de las
    Moscas, simbolizado por el escarabajo
    BehemotópersonificaciÛn Hebrea de Sat·n en la
    forma de un elefante
    Beheritónombre Sirio para Sat·n
    Bile`ódios Celta del Infierno
    Chemoshódios nacional de los Moabitas, fue
    transformado en diablo.
    Cimeriesócabalga un caballo negro y gobierna
    £frica
    Coyoteódiablo de los Indios de NorteamÈrica
    DagÛnódiablo vengador del mar; filisteo
    Damballaódios serpiente vud˙
    Demogorgonónombre Griego para el diablo, se dice
    que no deberÌa ser conocido para los humanos.
    Diabolusó(Griego) "el que fluye hacia abajo"
    Dr·culaóPalabra Rumana para "diablo"
    Emma-Oódios JaponÈs del Infierno
    Eurinomio (Euronymous)óprÌncipe Griego de la
    muerte.
    Fenrizóhijo de Loki, representado como un lobo
    Gorgoódiminutivo de Demogorgon, nombre Griego
    para el diablo
    HaborymósinÛnimo Hebreo para Sat·n
    HÈcateódiosa Griega del submundo y la brujerÌa
    Ishtaródiosa Babilonia de la fertilidad
    Kalió(Hind˙) hija de Shiva, suma sacerdotisa de los
    thugs
    Lilit (Liluth)ódiabla Hebrea, la primera esposa de
    Ad·n, quien le enseÒÛ
    68
    Lokiódiablo teutÛnico
    MammÛnódios Arameo de la riqueza y la
    prosperidad
    Maniaódiosa Etrusca del Infierno
    Mantusódios Etrusco del Infierno
    Mardukódios de la ciudad de Babilonia
    MastemaósinÛnimo Hebreo para Sat·n
    Melek Tausódiablo Yezidi
    MefistÛfelesó(Griego) "el que esconde la luz",
    conocido por el "Fausto" de Goethe, Marlow y
    Mann
    MetztlióDiosa Azteca de la noche
    Mictianódios Azteca de la muerte
    Midgardóhijo de Loki, representado como una
    serpiente
    Milcomódiablo Amonita
    Molocódiablo Fenicio y Cananita
    Mormoó(Griego) Rey de los espÌritus antropÛfagos,
    consorte de HÈcate
    Naam· (Naamah) ódemonio femenino Hebreo de la
    seducciÛn
    Nergalódios babilÛnico del Hades
    Nihasaódiablo de los Indios de NorteamÈrica
    Nijaódios polaco del submundo
    O-Yamaónombre JaponÈs para Sat·n
    Panódios Griego del deseo
    PlutÛnódios Griego del inframundo
    Proserpinaóreina Griega del inframundo
    Pwccaónombre galÈs para Sat·n
    RimÛnódiablo Sirio adorado en Damasco
    Sabaziosóde origen Frigio, identificado con
    Dionisio, culto de la serpiente
    Saitanóequivalente enoquiano de Sat·n
    Samaeló(Hebreo) "el veneno de Dios"
    Samnuódiablo del Asia Central
    Seditódiablo de los Indios de NorteamÈrica
    Sekhmetódiosa egipcia de la venganza
    69
    Setódiablo Egipcio
    Shaitanónombre Ar·bigo para Sat·n
    Shivaó(Hind˙) el destructor
    Supayódios Inca del inframundo
    T'an-moócontraparte China del diablo, deseo
    desenfrenado
    Tchortónombre ruso para Sat·n, "el dios negro"
    Tezcatlipocaódios Azteca del Infierno
    Tammuzódios Sumerio que fue luego demonizado
    Tothódios Egipcio de la magia
    Tunridaódiabla Escandinava
    TifÛn (Typhon)ópersonificaciÛn Griega de Sat·n
    Yaotzinódios Azteca del Infierno
    Yen-to-wangódios Chino del Infierno
    Los diablos de las religiones antiguas siempre han
    tenido, al menos en parte, caracterÌsticas animales,
    evidencia de la necesidad constante que tiene el
    hombre de negar que Èl tambiÈn es un animal, porque
    el reconocerlo serÌa como asestarle un poderoso golpe
    a su ego empobrecido.
    El cerdo fue despreciado por los JudÌos y por los
    Egipcios. Simbolizaba a los dioses Osiris, Freya,
    Adonis, PersÈfone, Atis y DÈmeter, y era sacrificado
    a Osiris y a la Luna. Pero con el tiempo, fue
    degradado hasta convertirse en un diablo. Los
    Fenicios adoraban un dios mosca, Baal, del cual se
    deriva el demonio Belceb˙. Tanto Baal como Belceb˙
    se identificaban con el escarabajo de los Egipcios,
    que parecÌa revivir por sÌ mismo, de la misma manera
    que el ave mÌtica, el fÈnix, se levantaba de sus
    propias cenizas. Debido a su contacto con los Persas,
    los antiguos JudÌos creÌan que las dos grandes fuerzas
    en el mundo eran Ahura-Mazda, el dios del fuego, la
    luz, la vida y la bondad; y Arim·n, la serpiente, el
    dios de la oscuridad, la destrucciÛn, la muerte y el
    mal. …stos ejemplos, al igual que muchos otros, no
    sÛlo representan a los diablos del hombre como
    70
    animales, sino que tambiÈn muestran su necesidad de
    sacrificar sus dioses-animales originales, y
    equipararlos a sus diablos.
    Durante la Època de la Reforma, en el s. XIV, un
    alquimista, el Dr. Johann Faustus descubriÛ un
    mÈtodo para invocar un demonio óMefistÛfelesó
    del Infierno y hacer un pacto con Èl. FirmÛ un
    contrato con sangre para dar su alma a MefistÛfeles a
    cambio de la sensaciÛn de juventud, y volviose joven
    de una vez. Cuando llegÛ para Fausto la hora de su
    muerte, Èste se retirÛ a sus aposentos, y volÛ en
    pedazos junto a su laboratorio. …sta historia es una
    protesta de la Època (s. XVI) contra la ciencia, la
    quÌmica y la magia.
    No es necesario vender tu alma al Diablo o hacer
    un pacto con Sat·n para convertirte en Satanista.
    …sta treta fue urdida por el Cristianismo para
    aterrorizar a la gente, de modo que no escaparan del
    redil. Con dedos acusadores y manos temblorosas, le
    enseÒaban a sus seguidores que si cedÌan a las
    tentaciones de Sat·n, y vivÌan su vida seg˙n sus
    preferencias naturales, tendrÌan que pagar por sus
    placeres pecaminosos entregando sus almas a Sat·n y
    sufriendo por toda la eternidad en el Infierno. Se les
    indujo a creer que el pasaporte a la vida eterna era un
    alma pura.
    PÌos profetas le han enseÒado al hombre a temerle
    a Sat·n. øPero quÈ hay de tÈrminos como ìtemeroso
    de Diosî? Si Dios es tan misericordioso, øpor quÈ la
    gente ha de temerle? øHemos de creer que no hay a
    dÛnde escapar de dicho temor? Si has de temerle a
    Dios, øpor quÈ no ser ìtemerosos de Sat·nî y tener la
    diversiÛn que te niega el ser ìtemeroso de Diosî? Sin
    ese temor, los religiosos no habrÌan tenido con quÈ
    esgrimir poder sobre sus seguidores.
    La Diosa Teutona de los muertos e hija de Loki se
    llamaba Hel, diosa pagana de castigo y tortura.
    Cuando se transcribieron los libros del Antiguo
    71
    Testamento, le serÌa aÒadida una "L"10. Los profetas
    que escribieron la Biblia no conocÌan la palabra
    ìHellî; utilizaban el vocablo Hebreo Sheol y el
    vocablo griego Hades, que significaba ësepulcroí, asÌ
    como el griego Tartaros que era la morada de los
    ·ngeles caÌdos, el inframundo (bajo la tierra), y
    Gehenna, el cual era un valle cercano a JerusalÈn
    donde reinaba Moloc, y que a la vez era donde se
    tiraba y quemaba la basura de la ciudad. Fue de allÌ
    de donde la Iglesia Cristiana desarrollÛ la idea del
    ìfuego y azufreî del Infierno.
    El Infierno Protestante y el Infierno CatÛlico son
    lugares de castigo eterno; sin embargo, los CatÛlicos
    tambiÈn creen que existe un ìPurgatorioî donde todas
    las almas van durante un tiempo, y un ìLimboî donde
    van las almas sin bautizar. El Infierno Budista est·
    dividido en ocho secciones, de los cuales son
    expiables las primeras siete. La descripciÛn
    eclesi·stica del Infierno es la de un lugar horrible de
    fuego y tormento; en el Infierno de Dante, y en los
    climas nÛrdicos, se creÌa que era una regiÛn frÌa y
    helada, como un refrigerador gigante.
    (A˙n con todas sus amenazas de condenaciÛn
    eterna y almas rostizadas, los misioneros Cristianos
    se han topado con algunos que no eran tan r·pidos
    para tragarse sus boberÌas. Al igual que la belleza, el
    dolor y el placer est·n en el ojo de quien observa. AsÌ
    pues, cuando los misioneros se aventuraron a Alaska
    y advirtieron a los Esquimales de los horrores del
    Infierno y del lago de fuego que esperaba a todos los
    transgresores, preguntaron ansiosamente: ìøY cÛmo
    llegamos all·?î!)
    La mayorÌa de Satanistas no aceptan a Sat·n
    como un ser antropomorfo con pezuÒas hendidas,
    cuernos y cola terminada en punta. Simplemente
    representa una fuerza de la naturaleza: los poderes de
    10 En inglÈs, "Hell", significa "Infierno" óN. del T.)
    72
    la oscuridad, que se les llama asÌ porque ninguna
    religiÛn ha sacado esos poderes de la oscuridad. Ni la
    ciencia ha sido capaz de dar un tÈrmino tÈcnico a esta
    fuerza11. Es una reserva sin explotar, que muy pocas
    personas pueden utilizar, ya que carecen de la
    capacidad para utilizar una herramienta sin analizar e
    identificar previamente todos los mecanismos que la
    hacen funcionar. Es esta necesidad constante de
    analizar, lo que impide que la mayorÌa de la gente
    logre beneficiarse de esa polifacÈtica llave a lo
    desconocido óa la cual el Satanista prefiere llamar
    ìSat·nî.
    Sat·n, como un dios, semidiÛs, salvador personal,
    o como quieras llamarle, fue inventado por los
    formuladores de toda religiÛn sobre la faz de la Tierra
    con un ˙nico propÛsito ócontrolar las actividades y
    situaciones supuestamente reprobables del hombre
    aquÌ en la Tierra. En consecuencia, cualquier cosa
    que llevara a la gratificaciÛn fÌsica o mental fue
    definido como ìmalaî, asegurando asÌ toda una vida
    de culpa injustificada para todos!
    De modo que, si nos han llamado ìmalosî, malos
    somos ó°y quÈ! °La Edad Sat·nica est· sobre
    nosotros! øPor quÈ no aprovecharse de ello, y
    VIVIR12?

    11 En aÒos recientes, ciertos expositores del Satanismo identifican esta
    descripciÛn de Sat·n con las caracterÌsticas de la Segunda Ley de
    Termodin·mica, o entropÌa. 12 Intraducible juego de palabras; el vocablo inglÈs evil significa
    ìmaldadî, y live óque es igual a evil, escrito al revÈsó significa ìvivirî.
    73
    AMOR Y ODIO
    L Satanismo representa amabilidad con aquellos
    que se la merecen en lugar de amor desperdiciado
    en ingratos.
    No puedes amar a todo el mundo; es ridÌculo
    pensar que puedes. Si amas a todo y a todos perder·s
    tus poderes naturales de selecciÛn y acabar·s siendo
    un pÈsimo juez de car·cter y de calidad. Si algo es
    usado con demasiada libertad pierde su verdadera
    importancia. Por lo tanto, el Satanista cree que debes
    amar fuertemente y por completo a quienes merecen
    tu cariÒo, pero °nunca des la otra mejilla a tu
    enemigo!
    El amor es una de las emociones m·s intensas
    sentidas por el hombre; otra es el odio. Oblig·ndote a
    sentir amor indiscriminado es algo poco natural. Si
    tratas de amar a todo el mundo, lo ˙nico que
    consigues es disminuir tus sentimientos hacia quienes
    merecen tu amor. El odio reprimido puede causar
    muchas enfermedades fÌsicos y emocionales. Al
    aprender cÛmo descargar tu odio y dirigirlo a quienes
    se lo merecen, te limpias a ti mismo de todas Èsas
    emociones malignas y no necesitar·s descargar tu
    odio reprimido sobre tus seres queridos.
    Nunca ha existido un gran movimiento de "amor"
    en la historia de la humanidad que no haya terminado
    asesinando un incontable n˙mero de personas ó
    °debemos suponer que era para demostrar cu·nto las
    amaban! °Todo hipÛcrita que ha caminado sobre la
    faz de la Tierra ha tenido sus bolsillos rebosantes de
    amor!
    Todo religioso farisaico asegura amar a sus
    enemigos; a˙n cuando es atacado se consuela a sÌ
    E
    74
    mismo pensando ìDios los castigar·î. En lugar de
    admitir que son capaces de odiar a sus enemigos y
    tratarlos de la forma que se merecen, dicen: ìBueno,
    pero por la gracia de Dios, voy a rezar por ellosî.
    øPor que habrÌamos de humillarnos y rebajarnos a
    nosotros mismos al sacar una comparaciÛn tan
    incorrecta?
    Se ha pensado que el Satanismo es sinÛnimo de
    crueldad y brutalidad. Esto se debe ˙nicamente a que
    la gente tiene miedo de enfrentar la verdad óy la
    verdad es que el ser humano no es tan benigno ni
    amoroso. SÛlo porque el Satanista admite que el ser
    humano es capaz tanto de amar como lo es de odiar,
    es considerado odioso. Al contrario, como es capaz de
    dar rienda suelta a su odio a travÈs de una expresiÛn
    ritualizada, es mucho m·s capaz de amar ócon el
    m·s profundo amor. Al reconocer y admitir
    honestamente tanto el amor como el odio que siente,
    no confundir· una emociÛn con la otra. Si no eres
    capaz de experimentar una de Èstas dos emociones,
    no podr·s experimentar la otra completamente.
    75
    SEXUALIDAD SAT£NICA
    A habido mucha controversia sobre los puntos
    de vista Sat·nicos sobre "el amor libre". A
    menudo se supone que la actividad sexual es el factor
    m·s importante de la religiÛn Sat·nica, y que la
    disponibilidad de participar en orgÌas sexuales es un
    prerrequisito para convertirse en Satanista. °Nada
    podrÌa estar m·s lejos de la verdad! De hecho, a
    aquellos oportunistas que no tienen mayor interÈs en
    el Satanismo que el de sus aspectos sexuales, se les
    recomienda enf·ticamente que no acudan a Èl.
    El Satanismo sÌ preconiza la libertad sexual, pero
    ˙nicamente en el verdadero sentido de la palabra. En
    el concepto Sat·nico, el amor libre significa
    exactamente eso ólibertad de ser fiel a una persona o
    de satisfacer tus deseos sexuales con tantas personas
    como creas necesario para satisfacer tus necesidades
    particulares.
    El Satanismo no alienta la actividad orgi·stica o el
    adulterio cuando se trata de gente que no podrÌa hacer
    eso de manera natural. Para muchas personas, serÌa
    poco natural y perjudicial ser infiel a quien han
    escogido como pareja. Para otras, serÌa frustrante
    estar sometida sexualmente a una sola. Cada uno
    debe decidir por sÌ mismo quÈ forma de actividad
    sexual se adapta mejor a su personalidad. El forzarte
    a ti mismo a ser ad˙ltero, o a tener pareja sexual
    cuando no est·s casado sÛlo por querer probar a otros
    (o peor a˙n, probarte a ti mismo) que ya est·s
    liberado de toda culpabilidad sexual, es tan errÛneo
    óseg˙n los par·metros del Satanismoó como
    abstenerte de satisfacer tus deseos sexuales debido a
    sentimientos arraigados de culpa.
    H
    76
    Muchos de quienes se preocupan constantemente
    por demostrar su emancipaciÛn de la culpa sexual, en
    realidad est·n atados por una esclavitud sexual a˙n
    mayor que quienes aceptan la actividad sexual como
    una parte natural de la vida y no hacen tanta alharaca
    de su libertad sexual. Por ejemplo es un hecho
    establecido que la ninfÛmana (la mujer de los sueÒos
    de todo hombre, y protagonista de toda novela
    erÛtica) no es libre sexualmente, sino que en realidad
    es frÌgida y va de hombre en hombre porque est· tan
    inhibida que no es capaz de tener una descarga sexual
    satisfactoria.
    Otra idea errÛnea es que la capacidad de tener
    actividad sexual grupal es un indicio de libertad
    sexual. Todos los grupos de sexo-libre tienen una
    cosa en com˙n: No admiten actividad sexual
    fetichista o desviada.
    De hecho, los ejemplos m·s reforzados de
    actividad sexual no-fetichista catalogados sutilmente
    como "sexo libre" tienen un formato en com˙n. Cada
    uno de los participantes en la orgÌa se desviste,
    siguiendo el ejemplo de alguien, y fornican
    mec·nicamente ósiguiendo el ejemplo del lÌder.
    Ninguno de los participantes considera que su forma
    de sexo "emancipado" pueda ser vista como algo
    regimentado e infantil por quienes no son miembros,
    incapaces de igualar la uniformidad con la libertad.
    El Satanista se da cuenta que si ha de ser un
    ëexperto en sexoí (y estar libre por completo de la
    culpa sexual), no puede sentirse atacado por los
    supuestos ërevolucionarios sexualesí m·s de lo que
    puede sentirse atacado por la mojigaterÌa de su
    sociedad culpabilizada. Los grupos de ëlibertad
    sexualí no entienden el verdadero significado de la
    libertad sexual. A menos que la actividad sexual
    pueda expresarse a nivel individual, (lo cual incluye
    fetiches personales) no hay objeto en unirse a una
    organizaciÛn de libertad sexual.
    77
    El Satanismo aprueba cualquier tipo de actividad
    sexual que tienda a satisfacer adecuadamente todos
    tus deseos individuales óya sean heterosexuales,
    homosexuales, bisexuales e incluso asexuales, si lo
    prefieres. El Satanismo aprueba tambiÈn cualquier
    fetichismo o desviaciÛn que enriquezca tu vida
    sexual, siempre que en ello no se vea inaplicado
    alguien que no desee tomar parte en ello.
    El predominio de conductas desviadas y/o
    fetichistas en nuestra sociedad harÌa estremecer la
    imaginaciÛn de quienes a˙n son sexualmente
    ingenuos. Hay m·s variantes sexuales de las que
    puede percibir quien no est· versado en materia
    sexual: el travestismo, el sadismo, el masoquismo, el
    exhibicionismo ópor citar sÛlo algunas de las
    desviaciones m·s predominantes. Todo el mundo
    tiene alguna forma de fetiche, pero debido a que no
    perciben la preponderancia de la actividad fetichista
    en nuestra sociedad, creen que si se someten a sus
    anhelos ìantinaturalesî, ser·n tomados por
    depravados.13
    Incluso el asexual tiene una desviaciÛn: su
    asexualidad. Es muchÌsimo m·s anorrnal tener una
    carencia de deseo sexual (a menos que se trate de un
    caso de enfermedad, de edad avanzada o de cualquier
    otra razÛn v·lida haya causado la disminuciÛn
    sexual) que ser sexualmente promiscuo. Sin embargo,
    si un satanista opta por elegir la sublimaciÛn sexual
    prefiriÈndola a cualquier otra expresiÛn sexual
    abierta, eso es asunto suyo. En muchos casos de
    sublimaciÛn sexual (o de asexualidad), cualquier

    13 El fetichismo no es una pr·ctica exclusiva de los humanos; tambiÈn es
    practicado por los animales. El fetiche es un ingrediente principal en la vida
    sexual de los animales. Por ejemplo, los olores sexuales son necesarios para
    que un animal se sienta atraÌdo sexualmente por otro. Pruebas de
    laboratorio han demostrado que cuando un animal es cientÌficamente
    desodorizado, pierde atractivo sexual para los dem·s animales. La
    estimulaciÛn proporcionada por el olor sexual tambiÈn es disfrutada por el
    hombre, aunque Èste lo niegue con frecuencia.
    78
    intento por emanciparse sexualmente podrÌa tener
    resultados devastadores para el asexual.
    Los asexuales son invariablemente individuos que
    est·n sublimados sexualmente por sus empleos o por
    sus aficiones favoritas. Toda la energÌa e impulsos
    que normalmente estarÌan a la actividad sexual son
    canalizados hacia otros pasatiempos o hacia las
    ocupaciones que prefieran. Si una persona favorece
    otros intereses a la actividad sexual, es su derecho, y
    nadie tiene por quÈ a condenarla por ello. Sin
    embargo, esa persona deberÌa por lo menos reconocer
    el hecho de que ello es una sublimaciÛn sexual.
    Debido a la falta de oportunidades para
    expresarse, muchos deseos sexuales secretos no
    llegan jam·s a trasponer el estado de la fantasÌa. El
    no descargarlos suele llevar a la compulsiÛn y, por lo
    tanto, una gran cantidad de personas idean
    indetectables para dar rienda suelta a sus deseos. No
    por el hecho de que gran parte de la actividad
    fetichista no sea aparente exteriormente, quienes no
    son duchos en materia sexual han de engaÒarse
    pensando que tal actividad no existe. Para citar
    ejemplos de las ingeniosas tÈcnicas utilizadas: El
    travestido masculino se dar· gusto en su fetichismo
    llevando prendas interiores femeninas mientras se
    dedica a sus actividades cotidianas; o la mujer
    masoquista puede llevar una faja de goma varias
    tallas m·s pequeÒa que la suya, y de este modo estar·
    todo el dÌa en condiciones de obtener un placer de su
    incomodidad fetichista sin que nadie se aperciba de
    ello. Estas ilustraciones constituyen ejemplos mucho
    m·s suaves y prevalecientes que otros que podrÌan
    haberse dado.
    El Satanismo alienta cualquier forma de expresiÛn
    sexual que desees, siempre y cuando no perjudiques
    a nadie m·s. Para evitar confusiones, debemos
    aclarar la afirmaciÛn anterior. Al decir que no se debe
    perjudicar a nadie, no incluimos el daÒo no
    79
    intencionado que pueda recaer sobre aquellas
    personas que, a causa de sus ansiedades
    concernientes a la moral sexual, puedan no estar de
    acuerdo con tus puntos de vista sobre el sexo.
    Naturalmente, deberÌas evitar el ofender a quienes
    signifiquen mucho para ti, y por ello me refiero a tus
    amigos y parientes m·s mojigatos. Sin embargo, si te
    esfuerzas sinceramente a evitar ofenderlos, y a pesar
    de tus esfuerzos ellos se dan cuenta accidentalmente,
    no es responsabilidad tuya, y por lo tanto no deberÌas
    sentir culpa alguna ya sea respecto a tus
    convicciones sexuales, como al hecho de que ellos se
    hayan ofendido debido a Èsas convicciones. Si con tus
    actitudes sexuales temes constantemente ofender a los
    mojigatos, entonces no tiene sentido el intentar
    liberarte de la culpa sexual. Sin embargo, de nada
    sirve que hagas ostentaciÛn de tu permisividad.
    La otra excepciÛn a la regla hace referencia a la
    relaciÛn con los masoquistas. Un masoquista extrae
    placer de ser maltratado; en consecuencia, si se le
    niega al masoquista su placer a travÈs del dolor, eso
    le hace sufrir tanto como el verdadero dolor fÌsico
    hace sufrir al que no es masoquista. La historia del
    s·dico autÈnticamente cruel ilustra bien la cuestiÛn.
    El masoquista le dice al s·dico: ´golpÈameª. A lo
    cual el s·dico despiadado responde: "°NO!" Si una
    persona quiere ser maltratada y disfruta sufriendo, no
    hay razÛn alguna para no darle gusto en lo que
    acostumbra.
    En el lenguaje popular, el tÈrmino "s·dico"
    describe a alguien que obtiene placer de la brutalidad
    indiscriminada. Sin embargo, un verdadero s·dico es
    selectivo. De la amplia reserva de vÌctimas
    apropiadas, escoge cuidadosamente, y se deleita
    d·ndoles a quienes gustan vivir en el dolor la
    satisfacciÛn de sus deseos. °El s·dico "bien adaptado"
    es epic˙reo al seleccionar aquellos en quienes su
    energÌa ser· bien invertida! °Si una persona es lo
    80
    bastante saludable para admitir que es un masoquista
    y disfruta siendo esclavizado y azotado, un s·dico
    verdadero estar· dichoso de participar!
    Aparte de las excepciones que citaremos a
    continuaciÛn, el Satanista no herirÌa intencionalmente
    a otros violando sus derechos sexuales. Si intentas
    imponer tus deseos sexuales a quienes no acepten tus
    avances, estar·s infringiendo su libertad sexual. Por
    lo tanto, el Satanista no defiende la violaciÛn, acoso
    sexual a menores de edad, relaciones sexuales con
    animales, o cualquier otra forma de actividad sexual
    que implique la participaciÛn de personas que no se
    presten voluntariamente, o que debido a su inocencia
    o ingenuidad puedan ser intimidados o engaÒados
    para actuar en contra de sus deseos.
    Si todas las partes envueltas son adultos maduros
    que conscientemente asumen toda responsabilidad de
    sus acciones y se comprometen voluntariamente en
    una forma dada de expresiÛn sexual óa˙n si Èsta es
    considerada generalmente como tab˙ó no existe
    razÛn para que repriman sus inclinaciones sexuales.
    Si eres consciente de todas las implicaciones,
    ventajas, y desventajas, y est·s seguro que tus
    acciones no har·n daÒo a quien no desee o se merezca
    dicho trato, no tienes razÛn alguna para suprimir tus
    preferencias sexuales.
    AsÌ como no hay dos personas cuyas preferencias
    culinarias o capacidad para ingerir alimentos sean
    iguales, los gustos y apetitos sexuales variar·n de una
    persona a otra. Ninguna persona o sociedad tiene
    derecho para imponer lÌmites a los par·metros
    sexuales o en la frecuencia sexual de otros. La
    conducta sexual apropiada sÛlo puede ser juzgada
    dentro del contexto de cada situaciÛn individual. Por
    lo tanto, lo que una persona considere moral y
    sexualmente correcto puede ser frustrante para otra.
    Lo contrario tambiÈn es cierto; una persona puede
    tener gran destreza sexual, pero despreciar a otra
    81
    persona cuya capacidad no iguale a la suya propia
    serÌa algo injusto, e imponer sus gustos a otra
    persona serÌa algo muy desconsiderado, por ejemplo,
    el hombre que tiene un voraz apetito sexual, pero que
    las necesidades sexuales de su esposa no se ajustan a
    las de Èl. Es injusto de su parte esperar que ella
    responda de manera entusiasta a sus propuestas, pero
    ella a su vez debe mostrar el mismo grado de
    comprensiÛn. En momentos en los que ella no sienta
    mucha pasiÛn, deberÌa aceptarlo sexualmente, asÌ sea
    de manera pasiva, pero complaciente, o bien no
    quejarse si su esposo decide satisfacer sus
    necesidades en otra parte óincluyendo pr·cticas
    autoerÛticas.
    La relaciÛn ideal es aquella en la que cada persona
    est· profundamente enamorada de la otra y son
    sexualmente compatibles. Sin embargo, las relaciones
    perfectas son relativamente poco comunes. Es
    importante seÒalar aquÌ que el amor espiritual y el
    amor sexual pueden ir de la mano, aunque este no sea
    siempre el caso. Si existe cierto grado de
    compatibilidad sexual, casi siempre es limitado, y
    algunos deseos sexuales, si bien no todos, ser·n
    satisfechos.
    No existe mayor placer sexual que el derivado de
    asociarte con alguien de quien est·s profundamente
    enamorado, si son sexualmente compatibles. Sin
    embargo, si no existe una compatibilidad mutua, ha
    de seÒalarse que la ausencia de compatibilidad no
    indica ausencia de amor espiritual. Uno puede existir
    sin el otro, y esto suele suceder. De hecho, la mayorÌa
    de las veces uno de los miembros de una pareja
    recurrir· a actividades sexuales extramaritales porque
    est· profundamente enamorado de su compaÒero, y
    no quiere herir al otro, o imponer sus exigencias
    sobre su amado. Un amor espiritual profundo es
    enriquecido por el amor sexual, y ciertamente es un
    ingrediente necesario para una relaciÛn satisfactoria;
    82
    pero debido a los diversos gustos sexuales, la
    actividad sexual externa, o la masturbaciÛn, proveen
    el suplemento necesario.
    La masturbaciÛn, considerada por muchas
    personas como un tab˙ sexual, crea un problema de
    culpabilidad que no resulta f·cil de afrontar. En este
    asunto es preciso hacer mucho hincapiÈ, puesto que
    constituye el elemento extremadamente importante de
    muchos actos m·gicos destinados a tener Èxito. Desde
    que la Biblia judeo-cristiana describiÛ el pecado de
    On·n (Gen 38:7-10), el hombre no ha cesado de
    considerar la gravedad y las consecuencias del ´vicio
    solitarioª. Aunque los modernos sexÛlogos han
    explicado que el pecado de On·n es simplemente un
    coitus interruptus, siglos enteros de falsa
    interpretaciÛn teolÛgica han causado un daÒo casi
    irreparable.
    Prescindiendo de los verdaderos crÌmenes
    sexuales, la masturbaciÛn es uno de los actos
    sexuales que peor est· visto. Durante el ˙ltimo siglo
    fueron escritos innumerables textos para describir las
    horrorosas consecuencias de la masturbaciÛn. La
    palidez de la piel, la dificultad en la respiraciÛn, los
    granos en la cara y una pÈrdida del apetito no eran
    m·s que unas cuantas de las muchas caracterÌsticas
    que se suponÌa provenÌan de la pr·ctica de la
    masturbaciÛn. Se aseguraba que se producirÌa un
    total colapso fÌsico y mental si no se atendÌan las
    advertencias de aquellos manuales destinados a la
    juventud.
    Las espeluznantes descripciones de tales textos
    resultarÌan casi risibles si no fuera por el hecho
    lamentable de que, a pesar de que los sexÛlogos,
    doctores o escritores contempor·neos han hecho
    mucho para elimina el estigma de la masturbaciÛn,
    todos los muy arraigados sentimientos de culpabilidad
    creados por las absurdidades de aquellos primeros
    textos sexuales no han podido ser borrados sino de
    83
    una manera parcial. Un gran porcentaje de personas,
    en especial aquellas que han rebasado la edad de
    cuarenta aÒos, no pueden aceptar emocionalmente la
    circunstancia de que la masturbaciÛn es natural y
    saludable. Hay ciertas personas que ahora logran
    aceptarla intelectualmente, pero, como siguen
    consider·ndola con repugnancia, sucede que de un
    modo inconsciente comunican su repugnancia a sus
    hijos.
    En otros tiempos se pensaba que uno se volverÌa
    loco si, a pesar de todas las advertencias, persistÌa en
    sus pr·cticas autoerÛticas. Este ridÌculo mito tomÛ
    cuerpo a causa de ciertos informes que pretendÌan que
    la masturbaciÛn estaba muy extendida entre los
    residentes de los centros psiqui·tricos. Se suponÌa
    que, puesto que casi todos los dementes se
    masturbaban, era su masturbaciÛn la que les habÌa
    vuelto locos. Nadie se detenÌa a pensar que la
    verdadera razÛn de que los dementes se entregaran a
    la pr·ctica de la masturbaciÛn habÌa que ir a
    buscarla en la carencia de compaÒeros del sexo
    opuesto y en esa necesidad de liberar la inhibiciÛn que
    es la caracterÌstica de una locura extrema.
    Muchas personas preferirÌan que su pareja
    busque en otra parte la actividad sexual antes que
    dedicarse con ella a actos autoerÛticos. En esto
    influyen los propios sentimientos de culpabilidad, m·s
    una repugnancia a realizar una masturbaciÛn mutua.
    Hay casos en los que existe tambiÈn el temor a la
    repugnancia de la pareja ósi bien en un sorprendente
    n˙mero de casos se obtiene una excitaciÛn vicaria al
    saber que nuestra pareja est· teniendo experiencias
    sexuales con otrosó aunque esto no sea com˙nmente
    admitido.
    Si se tiene cierta estimulaciÛn sexual al imaginar a
    la pareja de no teniendo relaciones sexuales con otros,
    Èsto deberÌa expresarse abiertamente, de modo que
    ambas partes salgan ganando. Sin embargo, si la
    84
    prohibiciÛn de la masturbaciÛn se debe ˙nicamente a
    sentimientos de culpa de una o ambas partes,
    deberÌan hacer todo intento posible por borrar Èsas
    culpas óo por utilizarlas. Muchas relaciones podrÌan
    salvarse de la destrucciÛn si las personas
    involucradas no sintieran culpa de reaizar actos
    naturales de masturbaciÛn.
    La masturbaciÛn es considerada como mala
    porque produce placer derivado de acarciar
    intencionalmente con la mano un ·rea ìprohibidaî del
    cuerpo. Los sentimientos de culpa que suelen
    acompaÒar la mayorÌa de actos sexuales pueden ser
    mmitigados por la idea religiosamente aceptable de
    que los placweres sensuales son necesarios para la
    procreaciÛn óaunque uno marque cudadosamente los
    dÌas ìsegurosî en el calendario. Sin embargo, no
    puedes apaciguarte a tÌ mismo con Èsta idea mientras
    sigas en tus pr·cticas masturbatorias.
    Por mucho que te hayan hablado de la
    ´Inmaculada ConcepciÛnª óa˙n si la fe ciega te
    permite tragar esa absurdidadó, todos sabemos muy
    bien que si queremos traer al mundo a un niÒo
    tenemos que mantener un contacto sexual con una
    persona del sexo opuesto. Si uno se siente culpable al
    cometer el ìpecado originalî, entonces no hay duda
    de que se sentir· mucho m·s culpable al realizar un
    acto sexual pensando tan sÛlo en uno mismo, y no en
    la necesidad de crear hijos.
    El Satanista se da plena cuenta de las razones por
    las cuales los sacerdotes declaran pecaminosa la
    masturbaciÛn. Tal como ocurre con todos los otros
    actos naturales, las personas la realizar·n por mucho
    que las reprendan severamente. Ahora bien, provocar
    un sentimiento de culpabilidad øes una importante
    faceta de su perverso plan para inducir a las personas
    a expiar sus ´pecadosª. øY quÈ mejor manera de
    expiarlos que pagando las hipotecas sobre los templos
    de la abstinencia?
    85
    Aun cuando el hombre moderno no sienta ya (o
    crea no sentirse ya) bajo el peso de un sentimiento de
    culpabilidad provocado por la religiÛn, la verdad es
    que todavÌa se siente avergonzado si cede al deseo de
    masturbarse. Un hombre puede sentirse privado de su
    masculinidad si se satisface autoerÛticamente en lugar
    de entregarse al juego competitivo de dar caza a una
    mujer. Es posible que una mujer se sienta tentada a
    satisfacerse a sÌ misma sexualmente, pero a˙n asÌ
    echar· de menos esa satisfacciÛn egoÌstica que
    proviene del deporte de la seducciÛn. Ni el cuasiCasanova
    ni la ficticia vampiresa se sienten a gusto
    cuando est·n ìobligadosî a recurrir a la masturbaciÛn
    para obtener una satisfacciÛn sexual: ambos
    preferirÌan incluso un compaÒero inadecuada.

  14. #14
    ****Ban Spam/Flood/Troll Avatar de Centurion
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    Perfecto, también me hará falta el nuevo testamento por favor
    Te lo he incluido dentro del algoritmo, también están los Evangelios y todo el material del Vaticano

  15. #15
    ****Ban Spam/Flood/Troll Avatar de Centurion
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    También me interesan los salmos, y si puedes incluir las concordancias mejor, mersi eres un crack
    Mmmm me lo pones dificil, pero creo que tengo la solución.

    Hay una manera, el prior Matthew Macfadyen estableció una técnica milenaria en sus tratados, utilizando los datos que te he proporcionado, salir a la calle con los primeros rayos del sol, desnudo y tendrás que entonar el siguiente salmo gritando por todos los santos:

    Uhehehehhehehe, Uhehehehehehehe Cum invocarem, exaudivit me Deus iustitiae meae.
    Uhehehehehhe, Uhjeheehehehhehe In tribulatione dilatasti mihi;

    miserere mei et exaudi orationem meam.

    Uheheheheheheh uhehehehehehehehhehehe

    Eso lo tienes que repetir 666 +1 veces para negar al anticristo y resistir sus tentaciones.

    Además, mientras lo haces, debes retorcerle el cuello a un pollo, y golpear con una maza contra un tambor para expulsar a los espíritus malignos.

    Te garantizo que funciona y lograrás tu propósito

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