Yo que tu reservaba todas mis cartas para los carnavales cuando te disfraces de willow
@Manolo no hagas caso a éste. Es mariposón perdío.El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
La cuestión aquí no es ser feo o guapo, alto o bajo, cara redonda o cara cuadrada. Porque yo he visto a gente seguramente peor físicamente relacionarse bien con mujeres.
Al final uno trata de justificar inconscientemente que está solo por X motivos que al final son detalles insignificantes.
A mí me pasa parecido.
Si te preocupa tu desempeño con las mujeres, céntrate en eso, que aquí el pelo, los ojos, o los kilos de más no tienen mucho que ver.
L
Puede ser que sea por algo aún más jodido como mi forma de ser/personalidad. Lo cual es más reparable pero a su vez una putada.El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
No eres feo y a mí me gustan bajitosEl mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
Que una mujer diga que le gustan los bajitos me parece el equivalente a un hombre que dice que le gustan las gordas. Puede suceder, y sucede, pero no es lo normal, es bastante extraño.El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
Las gordas gustamos más de lo que pareceEl mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
Buscaba la relación entre la estatura y los estudiosEl mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
A las mujeres les importa el físico menos de lo que parece, y tiene su explicación. Es cierto que la altura suele ser un factor con cierta importancia, pero no es determinante ni mucho menos. El mundo está lleno de altos vírgenes y canijos folladores. Diría más, como los canijos suelen tener cierto complejo, es frecuente que sean más chulos y echados para alante, y eso acaba pesando más que casi cualquier otra cosa.El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
Aviso, ojo que se viene tocho.
Hay una diferencia sustancial a la hora de ligar entre hombres y mujeres. Todo lo que voy a decir es desde un punto de vista estrictamente biológico, que no venga ahora el tonto de turno a decir que su amiga prefiere a los esmirriaos y a los bajitos, porque evidentemente hay preferencias personales basadas en la cultura y en la experiencia en la vida. Pero todos seguimos siendo muy animales y nos guiamos por ciertos instintos subconscientes, que es de lo que voy a soltar la chapa.
Pues bien, desde un punto de vista biológico, la principal diferencia entre hombres y mujeres son los hijos. Ellas tienen que gestarlos en su barriga y criarlos después, mientras que nosotros soltamos el chorrazo y a otra cosa. Y esto condiciona la relación entre ambos géneros por completo. Concretamente, mientras que nosotros podemos follar y replicar nuestros genes toda la vida (hasta la vejez) y sin mucho esfuerzo, ellas solo tienen unos años concretos para reproducirse (luego llega la menopausia) y además pagan un precio altísimo (la gestación, el parto, el cuidado posterior durante años...). Esto implica que deben ser MUY selectivas a la hora de escoger a un hombre. Y también implica que otros factores además del físico tienen un peso muy grande: el dinero, el estatus, la fama, la confianza. Dicho de otra forma: si un hombre tiene reconocimiento social y dinero, el futuro de sus hijos (y la perpetuidad de sus genes) está asegurado. Si un hombre es guapo pero pobre e inútil, no sirve para nada. Por eso la mayoría de golddiggers son mujeres y no hombres, y por eso a las mujeres les pierden los hombres famosos aunque en muchos casos sean feos.
La parte buena de esto es que el físico pasa a un segundo plano. Si les preguntas a las mujeres, su parte racional te dirá que los prefieren así o asá, pero a la hora de la verdad si un tío pasado de kilos con buenas dotes comunicativas, labia y un cochazo les come la cabeza, se les hará el chocho agua por él antes que por un guaperas tímido.
Sin embargo nosotros somos completamente distintos. Nuestra misión biológica es inseminar al máximo número de mujeres posibles para esparcir nuestros genes a diestro y siniestro. Por eso puedes estar con un pivonazo al lado y ver a otra cachonda por la calle y desear follarte a la otra. Y si cruzas la calle te volverá a pasar lo mismo con la siguiente. Nosotros somos mucho menos selectivos porque simplemente, no tenemos necesidad. Para los hombres el físico es mucho más importante que la posición social, el estatus o cualquier otra cosa. Nos da igual que sea inteligente, tonta perdida, o que no puedas intercambiar dos palabras con ella: si está buena, te la quieres follar.
Por hacer una comparación, en la naturaleza hay dos estrategias reproductivas principales: el tener pocos hijos e invertir mucho esfuerzo en criarlos (estrategas de la K, para el que le interese buscarlo), o tener cientos de miles y pasar de ellos, pero por pura estadística alguno acaba sobreviviendo (estrategas de la R). Las mujeres serían del primer grupo y los hombres del segundo.
Insisto en que todo esto es solo biológico, hoy en día tenemos una cultura muy desarrollada y hay preferencias personales que se pueden imponer, hay mujeres a las que les da igual (o son capaces de ver más allá) y hay hombres que buscan relaciones no basadas solo en el físico. Pero subconscientemente todos compartimos ciertos instintos que están ahí y no desaparecen nunca.