La simple posibilidad de una alternativa viable a un sistema opresor parte de la existencia de un sistema de producción alternativo y viable. En el caso del cristianismo, se pueden explicar los distintos ataques del Imperio Romano a la zona de Palestina y los asentamientos romanos para hacer de ella una colonia sometida al imperio (y por consecuencia, la aparición de tanta cantidad de Mesías precisamente en esa zona) por la situación geográfica del lugar y muy especialmente por su riqueza en sal. La sal podía servir como moneda por su carácter imperecedero, fácil obtención y manejo a partir de los salazones y utilidad en los alimentos. Con un sistema imperial con su moneda ya establecida, esto solamente significa "potencial enemigo", ergo, "Mesías".
Por supuesto que el cristianismo no fue un movimiento intachable. De hecho en sus inicios destaca también como movimiento violento, pero también hay que destacar (y así aparece retratado en la Biblia) su carácter anti-ecumenista (se habla de "las distintas iglesias" de uno y otro sitio), se acepta que en diferentes lugares el sistema de producción y organización debe ser diferente por las condiciones de cada sitio y la centralización no serviría en absoluto (a día de hoy se ve en distintos ámbitos que fusiones y centralizaciones conllevan a la larga pérdidas económicas considerables).
A grandes rasgos, el gestor se mueve por resultados y no por inversión de esfuerzo (en otras palabras, es un cainita -en el sentido bíblico de la palabra-). Intuye que no pueden maximizarse perpetuamente pero no alcanza a ver las características de los esfuerzos y el carácter proporcional de cada fase del proceso de producción en el resultado (y por supuesto, muchas veces olvida factores importantes como el riesgo o inclusive la pérdida). Claro, puede desarrollar fórmulas y aplicar tecnologías para ver cuál es la parte que "menos está implicada en la producción", pero en el mismo momento en que aplica sus procesos de optimización de resultados deja de lado el carácter de iniciativa que implica todo esfuerzo (esto es, no tanta preocupación en conseguir el mejor de los resultados como en conseguir al menos un resultado funcional, empleando, si no los mejores recursos, al menos los recursos disponibles sin detrimento de los resultados ya obtenidos).
La primera gran diferencia entre Cristo y todos los Papas es la diferencia que, para mí, mejor diferencia a un trabajador de un gestor. El trabajador puede haber tenido alguna formación (Cristo visitaba el templo y hablaba con los sacerdotes) pero su objetivo es eminentemente práctico. El gestor no sale de sus protocolos, olvida el sentido primigenio de los mismos (en otras palabras, la mierda de la que nacieron) y se ahoga en ellos, bien por inutilidad o bien por anacronía.
Todos los que en los comentarios anteriores de este mismo hilo se reían de las condiciones de vida de los países más cercanos al comunismo olvidan el altísimo precio que supone el mantenimiento de un "Estado de Bienestar": guerras sin cuartel y millones de muertes de inocentes de otros países. Como poco es un gesto de ignorancia, o incluso de desagradecimiento.
Lo ponéis todo como si fuera muy críptico o hermético, habláis de la tecnología en genérico como quien culpa al "sistema" y las cosas realmente no son tan esotéricas. Las agencias calificadoras de crisis (que son las que en último momento determinan qué valores están al alza y cuáles a la baja) emiten opiniones fundadas a menudo en informaciones o noticias recogidas en la prensa nacional e internacional, muchas veces erróneas y más veces todavía sesgadas por razones políticas o económicas. Están los modelos matemáticos pero no pueden predecir muy a la larga, entonces solamente queda la influencia directa sobre el público, el condicionamiento clásico de toda la vida.
http://elpais.com/diario/2011/05/31/...01_850215.html <<
"Tiene solo tres minutos más. Prepare su mejor golpe". Glenn Hubbard es decano de uno de los centros docentes más prestigiosos del mundo, Columbia Business School. A su pesar es también uno de los protagonistas de Inside Job. Este documental, ganador de un Oscar, analiza las causas que originaron la crisis financiera en EE UU. Los realizadores de la película denuncian el papel que tuvieron en este desaguisado los sueldos de los banqueros, las agencias de calificación o los políticos. Y también señalan a los profesores de universidades y escuelas de negocios. En su opinión, el sector financiero corrompió el estudio de la economía y muchos docentes apoyaron la desregulación de los mercados, una colaboración recompensada con muchos ceros por trabajos de consultoría.>> Vamos, creo yo que más claro, el agua.