Así, a
grossomodo:
Al igual que los sudeikers o los moros, los chinos también tienen sus chanchullos, trapos sucios y sus movidas. ¿La diferencia? Se las guardan en casa, de puertas para adentro, lo resuelven entre ellos. En mi barrio un chinorris regenta un bar chino y se sabe que no es más que un lavadero de sus "otros" negocios (véase drogas, pisos de putas). Pero nunca ha dado problemas de convivencia, ni peleas, tiroteos ni historias. Son cordiales, hola adiós y sin preguntar mucho al de al lado.
Además, no he visto chinos en coches horteras con la música a todo volumen o altavoces ridiculos con lucecitas de colores por la calle.
E, insisto, es en plan
genérico, antes de que me salga el típico "pues yo vi a unos chinos dandose de ostias"
Resumen: Cambiaba a todos los tiraflechas de mi barrio por chinos