Aún estoy temblando, resulta que me he ido a comprar al Mercadona, y he visto a un chaval con sindrome de down, y me ha llamado la atención, para que mentir.
Al rato, lo veo en los embutidos, intentando coger unas salchichas y he ido a echarle una mano.
-Hola, mira que te he visto dando vueltas por aquí mirando, ¿te puedo echar una mano?.
El chaval se gira y se queda mirandome, le vuelvo a preguntar, que si le podía ayudar. A esto, que agacha la cabeza y hace un leve movimiento de embestida, mientras hacia un sonido fuerte con la boca, el mismo sonido que le haces a una persona que está roncando para que se calle la puta boca ya, o cuando te consigues follar a la gorda del grupo, y empiezas a empotrarla fuerte, bastante desagradable.
Yo me quedo parado, claramente, me asusto y le digo que lo sentia, que ya me iba:
-Bueno tio, perdona si te ha sentado mal, ya me voy.
Total, que sigo a lo mio, meto unas cosas al carro y me quedo mirando los chocolates, a esto que escucho una palmada muy fuerte al lado mia, me giro y veo que empieza a correr hacía mi, encorvado, como un puto toro, mientras hacía ese ruido con la boca.
Vamos, que no me da tiempo a reaccionar y me da una hostia con la cabeza en la barriga, con tanta fuerza que me consigue tirar al suelo:
-¡¿Pero que haces tio?!
El chaval me mira y empieza a chillar:
- GET DOWN! GET DOWN! GET DOWN!
A medida que lo repetia, se iba poniendo cada vez mas rojo, con los ojos inyectados en sangre, como si me odiara con la propia vida, intenté calmar al chaval, pero nada funcionaba, parecia que lo había poseido el mismisimo Belcebú:
-GET DOWN! GET DOWN! GET DOWN!
-¡¿Que quieres de mi?!
-GET DOWN! GET DOWN! GET DOWN!
- ¡QUE NO TE ENTIENDO!
-GET DOWN! GET DOWN! GET DOWN!
- ¡EN ESPAÑOL JODER!
Su manejo del habla Inglesa sumado a mi total desconocimiento de ella, puede conmigo, y me quedo inmóvil en el suelo, mientras ese chaval, iba poco a poco destruyendo mi poca autoestima y quitandome las cosas del carro.
A los 5 minutos de tal tortura, veo que viene la madre a paso ligero:
-Alberto, ¿donde coño te habias metio?
Consigo levantarme, dejando cierto espacio por si decidía cargar otra vez, y soltarle una hostia.
-Mire señora, no se...
La mujer, mejor dicho, el bicho, me corta la frase y empieza a gritarme.
-¡Tu eres un desgraciao!, ¡que te he visto con mi Alberto en los embutidos diciendole cosas, sin vergüenza!.
Intento explicarme, pero coge la señora y se lleva al chaval, que tenía la mano metida en mi carro agarrando una caja de cereales:
-¡Venga, cogelos que nos vamos!
Intento ser buena persona, me llevo de hostias y encima quedo como un degenerado delante de todo el mercadona.
Total, que al final se me olvidó hacer la compra y tengo que volver.