caleidoscopio

La Realidad nos gana por goleada por la simple razón de que el Mundo sólo se puede abordar como Voluntad y Representación ( Schopenhauer) pero en el proceso se dejan cuestiones colgadas. No existe una sóla representación que nos permita acceder a los tres niveles de libertad:

1º en tiempo
2º en dinero
3º en extropía ( orden)

Durante la vida de una persona cabe cultura, dinero y aventura. Pero tener las tres es complicado. Arturo Pérez Reverte las ha logrado. Eso es el éxito en su más alta definición mundana ( viaje, sexo, dinero, creatividad, fama y - por supuesto- poder: al menos poder en lo tocante a lo académico y en la posibilidad de abrir la boca y sentar cátedra " tener éxito es no tener que aguantar gilipollas"). No obstante, esas se rinden siempre a una barrera: te pueden llevar a lograr las dos primeras libertades de forma sabrosa ( teniendo algo que recordar) pero no logran pasar la metabarrera que te separa de la verdadera libertad: en extropía u orden.

La mente se nutre de problemas, que decía Einstein. Los problemas son lidiar con el desorden que nos rodea. Ese desorden es la propia condición del pensamiento y de la existencia. La mente, QUE ES ENTROPÍA EN SÍ MISMA, desnutre a las soluciones que son para el cuerpo, pero que dejan sin tocar la cuestión de la experiencia como transfondo de las libertades. Ese algo que recordar. O esa frontera que intentar alcanzar. La utopía del paraíso de una parcelación imposible del Yo en una automaternación no alcanzable jamás. Una supuesta biocrona como espacios y tiempos mínimos que, de manera material en una estructura o neoestructura, actúa dentro de un organismo; siendo necesaria como target, para su reemplazo para mantener incólume al organismo, resulta en principio inútil al no existir una teoría de juegos que logre la maravilla de que un organismo pueda mantener funcionalidad sin pérdida con el tiempo. Ya que una cirugía biocrónica lo mantendría congelado, incapaz de reaccionar al medio e incapaz de modificar al medio circundante.

En ese juego de intentar alcanzar la frontera infinita, Leibniz desarrolló un apunte de zoología ontológica llamado matrícula ontológica. Si se te pierde o roban el móvil, existen sistemas de localización y sistemas de identificación que mediante señales baliza y números de IP o ID te permiten recuperar el " electrodoméstico de bolsillo". Leibniz pensó que si árbol, candil - farola en nuestros tiempos- o ecuación diferencial eran entes, concretos o abstractos, podríamos " recuperarles" en el sentido de conocerles sin cansinos tránsitos evolutivos.

En ese sentido, cada box epocal tiene posibles matrículas a localizar. Pero la manera suave de un pensador dedicado al metapensamiento te aparta de la compo física de la vida y nos lleva a la gran idea contradictoria de Einstein: quedarnos con la sensación de que tan sólo con el pensamiento abstracto es posible abordar cualquier cuestión, llegar al poder, alcanzar los secretos de DIOS, domesticar la realidad... Pero, si tuviéramos tiempo infinito... ¿ para qué necesitaríamos conocer los secretos de DIOS?. Einstein pensaba que las mujeres sólo querían soluciones y que carecían de interés por el pensamiento abstracto.

Existen teorías orgónicas y ergódicas que intentan lograr macro y microinterpretaciones energéticas para tal menester. Pero lo cierto es que el transfondo de todo, que hace precisa la suerte de la existencia de un nuevo pensador-guerrero, es que la cinegética es el motor. Como postuló Hitler con su idea de que el motor de la economía era la guerra. Las cosas se mueven por la existencia de descompensaciones interpretativas y descontentos. No por la multi-culturalidad. La multiculturalidad es movimiento cero. Bruce Lee fué otro paradigma de pensador que logró una analogía entre el combate y el pensamiento en su idea de aplicar la dialéctica de Hegel al Jet Kune Do. Tesis ( ataque) antítesis ( contraataque que paraliza al ataque) síntesis ( respuesta en el propio contraataque). Lee logró simplificar el combate haciéndolo ciencia al tiempo que puso en duda el postureo y el " aprovechamiento de la fuerza del otro". En el modo de Bruce Lee se reivindica: 1º la espontaniedad 2º la fuerza bruta.

En el momento actual, el declive de Europa se caracteriza por el retorno al matriarcado ancestral. Europa se hizo moderna e hizo moderna al Mundo. Estados Unidos es el paraíso o tierra temática del despliegue de las ideas europeas. Pero cultura en su más alto nivel es Europa y Europa es esa cultura. El matriarcado africano que nos invade con mujeres manejando hilos en sociedades con la resulta de mujeres apedreadas y hombres sensibles colgados de grúas. Ese matriarcado que es consecuente con el hipócrita Sur de regiones como la puta andalucía, tierra de adeptos a la seguridad y abandonados de cualquier riesgo, aventura o emprendimiento. Tierras cálidas de personas frías e hipócritas. De zánganos del espíritu.

Un Mundo como DIOS manda es un Mundo patas arriba respecto del actual. Con el derramamiento de sangre en nombre de la libertad de modernidad y la puesta en duda del neomodernismo basado en el retorno a la prehistoria en base a que a las hembras le sale caldo por la entrepierna y que los jueces prevarican para lo comercial, en un mundo de leyes tan hipertrofiadas como surrealistas. La vida es una oportunidad única para transformarse en DIOS. O, al menos, para dejar un sándalo o un hedor, cualquiera vale, que atraviese las cortinas del tiempo de la misma manera que nuestros proyectiles el cráneo de nuestros enemigos. Que sólo viven para la vida en sí misma. Ausentes de utopía. Revolcados en el barro primordial.

un pensamiento de calidad requiere de un posicionamiento de fuerza bruta. Un " no" a la venta de nuestras vidas al tercermundo.