Hoy me han puteado los caballeros +serio

Estaba repartiendo, en una calle unidireccional, en la que no había aparcamiento; me bajo del coche, y voy a tocarle la puerta a un bajo, cuando llega un coche de apatrulladores de la ciudad. Les pido de buenas formas que se esperen un minuto, y en apenas un minuto me vuelvo a subir en el coche, pero ellos ya venían hacia a mí. Cito textualmente: "cómo espere un minuto, yo no tengo un minuto que perder. Dame el carnet de conducir que te voy a poner una denuncia". Por pedirles que se esperasen un minuto, a las 4 de la tarde que estaba a punto de terminar de repartir, hablándome con chulería. Yo, mantuve las formas, pero llamé a mis jefes para informarles de la situación. No les gustaron los comentarios que dije al teléfono y me increparon, pero tuve que decirles que yo comentaba lo que quisiera por teléfono. Probablemente les molestó que le dijese a mi jefe en voz alta que me multan porque soy un trabajador y saben que voy a pagar, pero que luego ven un moro o un gitano y se cagan con las patas abajo. 200€ por estacionar mal, 100 si pagas antes de 21 días.

Hace años, la hubiese liado, hubiese llegado a las manos, pero me dije que tenía que intentar ser buena persona. Pero, ¿de qué sirve ser buena persona si aquellos que dicen asegurar las calles abusan así de su poder y van a joder a un trabajador honrado y, por qué no decirlo, al prójimo? Todo el mundo está en un mal plan desde hace tiempo conmigo, y trato de ser paciente y dialogante, pero eso al parecer no funciona. La gente solo te respeta si eres violento y agresivo, si marcas territorio, si eres un mierdas y un dos neuronas, como diría un viejo amigo mío.

Ahora me va a tocar llamar a mis conocidos y familiares en la policía local de mi ciudad para que intercedan.

Aquí me hallo, en mi salón, reflexionando si merece la pena seguir en este trabajo y en esta ciudad. La situación cada vez se vuelve más insostenible y yo me siento cada vez más enfermo. No enfermo físicamente; tampoco enfermo mentalmente, sino algo mucho peor: estoy desarrollando una enfermedad del alma. Cada vez le veo menos sentido a mi vida. Me esfuerzo para nada, para estar desvalido frente a la sociedad. Ya ni siquiera me gusta vivir en la ciudad, con sus ruidos y sus decenas de miles de habitantes que transitan por la vida como si fuesen autómatas.

Ahora te leo. bro