la disonante social

el dinero no me preocupa. Pero sí lograr la manera de implementar un " bruce lee tecnológico" desde una cascada progresiva de armas sutiles hasta llegar al propio cuerpo renovado como tal. Todo para satisfacer una vieja aspiración: la ostentación. Miles de ensartadas de strapon no me valdrían lo que una sóla hembra enchochada, ya logrado, y enamorada, aún por lograr, de un héroe en mi persona. Además quiero una disonante social. Alguien que en sociedad " chirríe". Y " chirriar" juntos... Creo honestamente que el problema de la vida es que estamos en guerra. Y a mí, al igual que a la capitana de Yarvi del Medio Rey del Mar Quebrado, me puede la compasión por la letra. De otro modo hace tiempo que habría convertido la esgrima sobre mis carnes en único proyecto de argumento literario.

ya he gozado de cuadros de Lilith en espaldares de camas enormes de maderas nobles con espejos en el techo. Pero me gusta el jergón con chica agradable. Del jergón podríamos pasar a camarote pequeño pero funcional. Si no fuera porque las agradables se me escurren por el camino. Y la disonancia social de una puta profesional no es nada personal ni compartible con uno. Fidelidad, compañerismo y complicidad son los laureles que coronan la frente de las campeonas de una relación. Pero esas suelen estar a medio camino, entre el jergón y el camarote, en una casa de las de toda la vida de Dios. Como siempre: impaciente por premuras en lo concreto-femenino.

Iniciado por Eltortuga

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Son sueño a mi me da igual ser pobre mientras tenga.pa comer ,fumar y dormir y una buena mujer

el sueño sería lo último: la buena mujer. El dinero no es problema porque soy creativo y egoista. Por eso la buena mujer se me hace difícil. Ya he mandado a la porra a más de una que me venía con " mira que el invierno se acerca". Ingrato que es uno... Y ya mi teléfono por aquel entonces valía 36 000 euros. Mi circunstancia es que en mi mente los temas no se separan unos de otros.