Cuando un político te dice "son cosas con las que hay que aprender a vivir" refiriéndose a eventos que antes solo ocurrían en pozos de miseria lejos de tu hogar es cuando debes empezar a plantearte 2 cosas:

- Te gobierna directamente el enemigo. Así, directamente y sin vaselina.

- Tu gobierno no es patriota ni soberano, por lo que solo está ahí como portavoz de un agente corporativo externo con determinados intereses.