Tura Satana (Hokkaido, 1938 - Nevada, 2011; el apellido se lo dio John Satana,
el joven con el que sus padres la casaron cuando tenía 17 años) debutó en la gran pantalla
de la mano de ni más ni menos que Billy Wilder. La icónica actriz y bailarina, en efecto, es
una de las putas que aparecen en ‘Irma la dulce’. Harold Lloyd la animó a dedicarse a la
interpretación después de que posara para él en una sesión de fotos.
Elvis Presley se fijó en ella cuando bailaba en un teatro de Chicago, que después
los dos iniciaron un noviazgo y que luego ella rechazó la propuesta de matrimonio que
el Rey del rock & roll le hizo. Tura fue quien le enseñó al cantante sus famosos pasos de baile.
Otras estrellas que se rumoreó que pasaron por su cama fueron Frank Sinatra, Joe DiMaggio o el propio Billy Wilder.
Tuvo una infancia trágica. Cuando tenía solo 10 años, la pequeña Satana
fue violada por cinco hombres en un callejón de Chicago. Desafortunadamente,
el policía que la socorrió era primo de uno de sus atacantes, y del atestado que entregó al juez
resultó el internamiento de Tura en un correccional de menores en lugar de la condena a prisión
que merecían los malhechores, o al menos eso contaba ella.
“Me prometí que algún día se las verían conmigo”, dijo en una entrevista. La niña Tura aprendió
para ello artes marciales y, después de formar parte de una banda femenina llamada ‘the Angeles’
con otras chicas inmigrantes de su barrio, fue tras los pasos de sus cinco enemigos y
les dio su merecido durante los quince años siguientes.
“No supieron quién era hasta que yo misma se lo decía”. Mientras tanto, Tura tuvo tiempo
también de aprender burlesque, faceta que animaría a Dita von Teese a hacer lo propio,
y empezar sus primeros pinitos como modelo.
Así fue precisamente como conoció a Harold Lloyd, que la sacó en ‘Harold Lloyd’s Hollywood
Nudes in 3D’, un álbum de desnudos en 3D de starlettes de Hollywood que el actor de cine mudo
fotografió con una cámara esteroscópica, y en el que también aparecían una jovencísima Marilyn Monroe o Betty Page.
La fama, sin embargo, le llegaría en 1965 después de convertirse en una de las chicas malas
de Russ Meyer. En
Faster, Pussycat! Kill! Kill!, la obra maestra del director, Satana
da vida a la inmortal Varla, una go-go que se embarca junto a dos compañeras igual de cabronas
que ella en una espiral de secuestros y asesinatos en el desierto californiano.
La película, inicialmente un fracaso, fue con los años ganando cada vez más adeptos y acabó siendo
muy conocida y alabada. Entre otros, por
Quentin Tarantino, Rob Zombie o John Waters,
en cuyas películas puede rastrearse fácilmente la influencia de los afiladas frases que soltaba Tura Satana,
algunas inspiradas en su propia venganza.
“Cogí toda la rabia que había en mi interior desde niña y la empleé para crear el personaje de Varla”,
reconoció la actriz en una ocasión.
“Quería convertirla en un símbolo de lo que muchas mujeres deseaban ser”, decía.
Ahora sabemos que antes de morir en 2011 de un fallo cardiaco, Tura Satana expresó su deseo de
producir un documental sobre su vida.
El texto fue extraído de
aquí, pero lo modifiqué ligeramente, omitiendo algunas partes y cambiando el orden de otras.
Parece que tras su muerte se empezó un
crowdfunding y el documental se realizará.
Una mujer de verdad.